16/11/2022, 01:12
Al verle las manos a la pelirrosa, Miki se quedó callada y seria durante unos segundos, soltándole las manos a Tsubame lentamente mientras se esforzaba en controlar su reacción. Quería saltarle al cuello, pero no podía. Tenía que detenerse y leer la situación. Eso se le daba mucho mejor que saltarle al cuello a la gente.
— ¿Ese mechón es... de Suzume-chan? —Se hizo la sorprendida.
— ¿Ese mechón es... de Suzume-chan? —Se hizo la sorprendida.