4/12/2022, 19:38
La espesa niebla le había hecho perder de vista a las demás. Se arrepintió de haberse soltado de Ren.
—¿Ch-chicas? —escuchó.
—¿Sh-sh-sio-san? ¿Mitsu-san?[¿Ren-san? ¿Kimi-san? —comenzó a tartamudear, mirando en derredor, cada nombre lo dijo con creciente volumen. El pánico comenzó a asomarse, y la sombra de la incertidumbre acechaba en el borde de su visión cada que giraba la cabeza. —Ca-calma, Suzume. To-todo está... está bien... ¿¡A-ALGUIEN!? —No quiso moverse de su lugar. Temía que si daba dos pasos caería en un foso lleno de esqueletos y fantasmas y (¿por qué no?) vampiros.
—¿Ch-chicas? —escuchó.
—¿Sh-sh-sio-san? ¿Mitsu-san?[¿Ren-san? ¿Kimi-san? —comenzó a tartamudear, mirando en derredor, cada nombre lo dijo con creciente volumen. El pánico comenzó a asomarse, y la sombra de la incertidumbre acechaba en el borde de su visión cada que giraba la cabeza. —Ca-calma, Suzume. To-todo está... está bien... ¿¡A-ALGUIEN!? —No quiso moverse de su lugar. Temía que si daba dos pasos caería en un foso lleno de esqueletos y fantasmas y (¿por qué no?) vampiros.