Viejos amigos, nueva voz

[Uchiha Datsue]

La lágrima contenida de Ayame y el lloro de Daruu hizo que se le humedeciesen los ojos y se le encogiese el corazón. El golpe de Kurama había sido durísimo a nivel institucional, pero no se había dado cuenta de cuánto les había afectado a Daruu y Ayame hasta aquel día. Él no había llorado por la muerte de Shiona, por mucho que la considerase un ejemplo a seguir como Uzukage. Tampoco por la de Gouna. Pero para ellos, Yui era otra cosa. Para ellos, en cierto aspecto, Yui era para ellos lo que Hanabi era para él.

—Lo siento mucho, mis amigos. Por vuestra pérdida —dijo, por primera vez a ambos. Apoyó una mano en el hombro de Daruu, y otra en la de Ayame, cerrando el extraño triunvirato que habían formado entre ellos hacía ya casi dos años. Extraño, porque no podían haber empezado su relación de la peor manera posible—. Así que ese era el secreto, ¿eh? —dijo, ante las palabras de Daruu—. Pues no sé qué opinaréis, pero creo que hoy no llora de pena —Desde su corazón, afloró una sonrisa en sus labios—, sino de alegría.