26/12/2022, 22:16
—Y mi noche sigue siendo maravillosa gracias a ustedes, Miki-chan. ¡Estoy segura de que eres más que una buena kunoichi, Chika-san!
— No es para tanto, de verdad. Solo he hecho lo que cualquier kunoichi hubiese hecho. Espero que puedas disfrutar de lo que queda de noche, Suzume-chan. Nada más.
Le deseó de forma sincera. No buscaba adulación ni nada por el estilo. Si conseguía que la pelirroja que tanta alegría le había dado a Kimi estuviese contenta, ya se daría por pagada. Sin embargo, no podía simplemente quedarse tranquila si una chica tan hermosa la alababa. No era de hielo. Se sonrojó levemente y se rascó timidamente la mejilla con el indice, intentando ocultar su rubor.
— ¡Tienes razón! Es muchísimo más que buena. Ka-chan es espectacular. Estoy segura de que es la más fuerte en casa.
— Venga, Ki-chan, estás exagerando. No soy tan fuerte. Aún tengo mucho que aprender. Pero independientemente de lo fuerte que sea, siempre intentaré protegeros. — dijo sonriente.
Los halagos de Miki no la hacían sonrojarse tanto, tal vez porque era su hermana. A diferencia de los de Suzume, solo la llenaban de orgullo y ahora se sentía mucho más confiada en sí misma.
— No es para tanto, de verdad. Solo he hecho lo que cualquier kunoichi hubiese hecho. Espero que puedas disfrutar de lo que queda de noche, Suzume-chan. Nada más.
Le deseó de forma sincera. No buscaba adulación ni nada por el estilo. Si conseguía que la pelirroja que tanta alegría le había dado a Kimi estuviese contenta, ya se daría por pagada. Sin embargo, no podía simplemente quedarse tranquila si una chica tan hermosa la alababa. No era de hielo. Se sonrojó levemente y se rascó timidamente la mejilla con el indice, intentando ocultar su rubor.
— ¡Tienes razón! Es muchísimo más que buena. Ka-chan es espectacular. Estoy segura de que es la más fuerte en casa.
— Venga, Ki-chan, estás exagerando. No soy tan fuerte. Aún tengo mucho que aprender. Pero independientemente de lo fuerte que sea, siempre intentaré protegeros. — dijo sonriente.
Los halagos de Miki no la hacían sonrojarse tanto, tal vez porque era su hermana. A diferencia de los de Suzume, solo la llenaban de orgullo y ahora se sentía mucho más confiada en sí misma.