14/01/2023, 21:31
De alguna forma, Chika había pasado de ir a cumplir una misión de rango D al Torreón de Pruebas a convertirse en alguna especie de show. Primero, unas chicas le habían pedido que les enseñase algo de su famoso karate. Ni siquiera sabía que el estilo de su dojo era famoso. Y ella había accedido a enseñarles algo, aunque parecían estar más interesadas en preguntar acerca de sus hermanos que en la técnica en sí.
Y entonces se acercó un hombre y la retó a un duelo por algo que había dicho, ni siquiera recordaba ya el qué. Después de ese hombre vino otro y ahora se había convertido en la mujer a vencer. Las chicas vitoreaban y era un entrenamiento como cualquier otro, así que ahí estaba, haciendo gala del karate Kaminari.
Justo cuando Ren estaba mirando a su alrededor, vería a un hombre salir volando en su dirección por una patada cargada de chakra de Chika. Aterrizaría a su lado, hundiendo los asientos. Chika aparecería poco después, alarmada.
— ¡Lo siento! No pensé que fuese a mandarte por los aires. — siempre infravaloraba esa técnica y siempre acababa rompiendo algo. — ¿Estás bien? — se lo decía al hombre, pero no respondió
El hombre estaba inconsciente desde que le había impactado el golpe. Así que se giró a Ren.
— Perdona, ¿no te habré asustado? — le preguntó tras comprobar que su contrincante seguía respirando y estaba bien.
Y entonces se acercó un hombre y la retó a un duelo por algo que había dicho, ni siquiera recordaba ya el qué. Después de ese hombre vino otro y ahora se había convertido en la mujer a vencer. Las chicas vitoreaban y era un entrenamiento como cualquier otro, así que ahí estaba, haciendo gala del karate Kaminari.
Justo cuando Ren estaba mirando a su alrededor, vería a un hombre salir volando en su dirección por una patada cargada de chakra de Chika. Aterrizaría a su lado, hundiendo los asientos. Chika aparecería poco después, alarmada.
— ¡Lo siento! No pensé que fuese a mandarte por los aires. — siempre infravaloraba esa técnica y siempre acababa rompiendo algo. — ¿Estás bien? — se lo decía al hombre, pero no respondió
El hombre estaba inconsciente desde que le había impactado el golpe. Así que se giró a Ren.
— Perdona, ¿no te habré asustado? — le preguntó tras comprobar que su contrincante seguía respirando y estaba bien.