9/01/2025, 11:28
Hana estaba seria. Mirando al lago con gran pesar, como si su mente no estuviese ni aquel momento ni en aquel lugar. Todo eso cambio en cuanto escuchó la voz de Ren. Se volteó a mirarla con una afable sonrisa. Aún se la veía algo apagada, pero no podía evitar sonreír cuando la morena estaba cerca. La miró de arriba abajo, con esa indumentaria de samurai vagabunda.
— Esperando a mi fiel guardiana. Dijo que nos encontrariamos en este lago en este mismo día. De mientras que aparece, ¿quiere usted, oh, extraña samurai, sentarse conmigo? — dijo sonriente y sobreactuando mientras apartaba la cesta de mimbre para dejarle espacio a Ren a su lado. — Sientese y contemple el lago, ¿no es hermoso?
Gran parte de sus preocupaciones se habían desvanecido con la sola presencia de Ren, pero seguía agarrando la bandana en su regazo con fuerza.
— Esperando a mi fiel guardiana. Dijo que nos encontrariamos en este lago en este mismo día. De mientras que aparece, ¿quiere usted, oh, extraña samurai, sentarse conmigo? — dijo sonriente y sobreactuando mientras apartaba la cesta de mimbre para dejarle espacio a Ren a su lado. — Sientese y contemple el lago, ¿no es hermoso?
Gran parte de sus preocupaciones se habían desvanecido con la sola presencia de Ren, pero seguía agarrando la bandana en su regazo con fuerza.