9/01/2025, 20:24
— No lo sé, la verdad. Lo único que sé, es que estoy dispuesta a morir por tí — respondió reposando su cabeza sobre la de la rubia. — En Amegakure también solo parecen conocerse tiempos turbios... Hubo un buen periodo de paz, pero eso fue hace casi 100 años, así que solo sé de ese periodo de paz de lo que hay escrito, no como realmente fue. Después un conflicto de hermanos asesinándose mutuamente y otro supuesto periodo de paz por una larga temporada, para ser interrumpido por otro golpe de Estado mediante un asesinato y finalmente, que la actual kage asesinando a quien lo perpetró. A él, a cualquier implicado y a cualquier otra persona que guardara algo de relación con el asesino, sin importar el grado de consanguineidad, si realmente sabían algo o su edad
Ren alzó la mirada, con una expresión algo más neutral.
— Realmente no se a quien se le ocurrió la buena idea de que Yui fuera la actual Arashikage; quiero decir... Lo que hizo fue horrible, no es lo que debería ser la figura del máximo dirigente y representante de la aldea... Pero supongo que una dictadura del miedo funciona bastante bien. Al fin y al cabo, lo ha hecho durante estos años... — Su tono seguía siendo neutro, incluso con un toque burlón en algunas partes como en su última frase. — Supongo que de esa forma evitas rebeliones, traidores y demás, a la vez que demuestras la fuerza de la aldea, y esa es la fama que nos hemos acabado ganando los ninjas de Amegakure.
Ren alzó la mirada, con una expresión algo más neutral.
— Realmente no se a quien se le ocurrió la buena idea de que Yui fuera la actual Arashikage; quiero decir... Lo que hizo fue horrible, no es lo que debería ser la figura del máximo dirigente y representante de la aldea... Pero supongo que una dictadura del miedo funciona bastante bien. Al fin y al cabo, lo ha hecho durante estos años... — Su tono seguía siendo neutro, incluso con un toque burlón en algunas partes como en su última frase. — Supongo que de esa forma evitas rebeliones, traidores y demás, a la vez que demuestras la fuerza de la aldea, y esa es la fama que nos hemos acabado ganando los ninjas de Amegakure.