17/02/2016, 16:48
Se encontraba agazapado, esperando mientras pensaba en cómo abordar la situación. Había tantas incertidumbres que le costaba imaginarse algo en concreto. El sujeto podía ser alguien enviado a buscarle pero que se detuvo al ver como se perdía en el bosque, decidiendo esperar hasta que saliera. Por otra parte puede que no fuera tras él, pero aquello no significaba que fuera amistoso. Entre tantas dudas algo era seguro… Tenía hambre
«No se ve tan sospechoso —dijo, observándolo—, cosa que no podría decir de mi mismo. Digo si aparezco de repente, armado y acechante, podría causar una reacción agresiva… Creo que lo mejor es seguir mi camino y tratar de soportar el hambre.»
Pero no llegaría a realizar la silenciosa retirada que había planeado.
Cuando recién se estaba levantando para abandonar el sitio, pudo sentir como un par de manos le empujaban desde atrás. Mientras salía de entre los arbustos su mente solo podía imaginar que le habían atrapado. En ningún momento se había imaginado que pudieran emboscarlo de aquella manera.
—¡Vaya, acabo de conocer al peor espía del mundo! —dijo entre carcajadas—. ¿Qué te pasa, colega? Se te ve hambriento, he podido escuchar los rugidos de tu tripa desde el quinto bambú.
«¡Rayos! No pensé que hubieran dos —pensó mientras escuchaba la voz de quien le había empujado—. Si me muevo rápido puede que consiga largarme y perderles en el bosque... No, es demasiado arriesgado.»
La situación no pintaba bien; un sujeto a sus espaldas y otro al frente le indicaban que lograr huir sería poco probable. Aun así su rostro se mostraba sereno, pero con un leve rastro del hambre que pasaba. Pero todo cambió cuando aquel sujeto hablo. Reprendió a su colega que aparentemente se llamaba Anzu. Camino hacia donde estaba él con cierta seguridad que daba a entender que no se sentía amenazado. Cuando estuvo más cerca le tendió la mano mientras le preguntaba sobre su estado.
—Hum… —Se encontraba dudoso sobre si seguirles el juego, pero en aquella situación no veía otra opción—. Estoy bien… Bueno, mas o menos. Es que llevaba varios días perdido en el bosque y se me ha hecho difícil. —Admitió mientras le ayudaban a levantarse.
«No se ve tan sospechoso —dijo, observándolo—, cosa que no podría decir de mi mismo. Digo si aparezco de repente, armado y acechante, podría causar una reacción agresiva… Creo que lo mejor es seguir mi camino y tratar de soportar el hambre.»
Pero no llegaría a realizar la silenciosa retirada que había planeado.
Cuando recién se estaba levantando para abandonar el sitio, pudo sentir como un par de manos le empujaban desde atrás. Mientras salía de entre los arbustos su mente solo podía imaginar que le habían atrapado. En ningún momento se había imaginado que pudieran emboscarlo de aquella manera.
—¡Vaya, acabo de conocer al peor espía del mundo! —dijo entre carcajadas—. ¿Qué te pasa, colega? Se te ve hambriento, he podido escuchar los rugidos de tu tripa desde el quinto bambú.
«¡Rayos! No pensé que hubieran dos —pensó mientras escuchaba la voz de quien le había empujado—. Si me muevo rápido puede que consiga largarme y perderles en el bosque... No, es demasiado arriesgado.»
La situación no pintaba bien; un sujeto a sus espaldas y otro al frente le indicaban que lograr huir sería poco probable. Aun así su rostro se mostraba sereno, pero con un leve rastro del hambre que pasaba. Pero todo cambió cuando aquel sujeto hablo. Reprendió a su colega que aparentemente se llamaba Anzu. Camino hacia donde estaba él con cierta seguridad que daba a entender que no se sentía amenazado. Cuando estuvo más cerca le tendió la mano mientras le preguntaba sobre su estado.
—Hum… —Se encontraba dudoso sobre si seguirles el juego, pero en aquella situación no veía otra opción—. Estoy bien… Bueno, mas o menos. Es que llevaba varios días perdido en el bosque y se me ha hecho difícil. —Admitió mientras le ayudaban a levantarse.
![[Imagen: aab687219fe81b12d60db220de0dd17c.gif]](https://i.pinimg.com/originals/aa/b6/87/aab687219fe81b12d60db220de0dd17c.gif)