16/01/2025, 20:02
Lily no le apartó la mirada, pero sí la mano. Le costaba sujetar el koala solo con una y no quería soltarlo.
— Tienes los ojos como los mios. Mi mamá tenía el pelo negro y siempre me ponia la mano en su mejilla. Tu mejilla es como la suya. — siguió mirandola esperando su respuesta.
Lily se miró la mano, convencida de que tenía razón.
— Tienes los ojos como los mios. Mi mamá tenía el pelo negro y siempre me ponia la mano en su mejilla. Tu mejilla es como la suya. — siguió mirandola esperando su respuesta.
Lily se miró la mano, convencida de que tenía razón.