21/01/2025, 22:11
— Ya has oido, ahora soy la Comodona de la Siesta. — dijo Lily poniendo los brazos en jarra con orgullo.
— Saori, me has dicho que ya habías arreglado el vestido que te dí. ¿Por qué no cambias a Lily mientras yo ordeno lo que traigo en la cesta? — le pidió amablemente mientras iba a la cocina con la cesta.
— Geez, qué poca paciencia teneis. Ni siquiera se lo he probado. Vamos, Lily. Tienes que ponerte guapa para salir del pueblo.
— ¿Eh? Nadie me había dicho eso. — protestó yendo tras Saori a regañadientes.
Después, Hana se iría a la cocina, Ren a su cuarto y Lily al suyo. Hana subiría a la habitación cuando acabase, pero ella realmente no iba a cambiarse. Su vestido blanco con corsé marrón era perfecto para todas las situaciones.
— ¿Estás ya? — preguntó cuando ya había entrado.
— Saori, me has dicho que ya habías arreglado el vestido que te dí. ¿Por qué no cambias a Lily mientras yo ordeno lo que traigo en la cesta? — le pidió amablemente mientras iba a la cocina con la cesta.
— Geez, qué poca paciencia teneis. Ni siquiera se lo he probado. Vamos, Lily. Tienes que ponerte guapa para salir del pueblo.
— ¿Eh? Nadie me había dicho eso. — protestó yendo tras Saori a regañadientes.
Después, Hana se iría a la cocina, Ren a su cuarto y Lily al suyo. Hana subiría a la habitación cuando acabase, pero ella realmente no iba a cambiarse. Su vestido blanco con corsé marrón era perfecto para todas las situaciones.
— ¿Estás ya? — preguntó cuando ya había entrado.