21/01/2025, 22:23
Hana suspiró al verla manoseando sus espadas.
— Hablas de mis peluches, pero cualquier día querrás dormir con tus katanas. Solo vamos a dar un paseo, ¿hace falta llevar una espada más grande que yo? — dijo suspirando. — Pero tienes razón, algo deberíamos llevar por protección. Pero desde luego, no dos. Dame una que te la sello en el cuerpo y así la tienes a mano y no tienes que ir como si fueses una loca de los samurais. — dijo extendiendo la mano.
— Hablas de mis peluches, pero cualquier día querrás dormir con tus katanas. Solo vamos a dar un paseo, ¿hace falta llevar una espada más grande que yo? — dijo suspirando. — Pero tienes razón, algo deberíamos llevar por protección. Pero desde luego, no dos. Dame una que te la sello en el cuerpo y así la tienes a mano y no tienes que ir como si fueses una loca de los samurais. — dijo extendiendo la mano.