23/01/2025, 18:33
No le hizo falta ser carismatica para captar la atención de la pelirroja elegante, que se levantó y anduvo hacia ella con una sonrisa seductora.
— Buenas tardes, preciosa. — la saludó mientras se acercaba, para apoyarse en la misma madera que había golpeado Ren y acercó una mano a su mejilla, sin llegar a acariciarla todavía. — Yo soy la herrera que buscas. Dime qué quieres y satisfaceré todas tus necesidades.
El tono y la forma en que lo dijo fue completamente suave, entró en los oidos de Ren y se deslizó hasta su cerebro. Era una mujer alta y a esa distancia podría ver perfectamente su figura en aquel sencillo vestido que llevaba. Tenía muchas más curvas de las que estaba acostumbrada a ver y además era ligeramente más alta que ella. Sus ojos rojizos no se separaron ni un segundo de los suyos, buscando una reacción positiva para devorarla ahí mismo.
— Buenas tardes, preciosa. — la saludó mientras se acercaba, para apoyarse en la misma madera que había golpeado Ren y acercó una mano a su mejilla, sin llegar a acariciarla todavía. — Yo soy la herrera que buscas. Dime qué quieres y satisfaceré todas tus necesidades.
El tono y la forma en que lo dijo fue completamente suave, entró en los oidos de Ren y se deslizó hasta su cerebro. Era una mujer alta y a esa distancia podría ver perfectamente su figura en aquel sencillo vestido que llevaba. Tenía muchas más curvas de las que estaba acostumbrada a ver y además era ligeramente más alta que ella. Sus ojos rojizos no se separaron ni un segundo de los suyos, buscando una reacción positiva para devorarla ahí mismo.