11/03/2016, 18:37
(Última modificación: 11/03/2016, 18:39 por Himura Ren.)
El mismo sabia que seguarmente iba a tener una respuesta negativa, algo en su interior se lo decia, tal vez fuera instinto, o tal vez fuese por que a las miles otras personas a las que le ha preguntado, le respondieron de la misma manera, un "No" o tambien "Ni idea" o tal vez "Es la primera vez que lo veo". Pero de la misma manera que sabia que la joven kunoichi de su villa le responderia con una asegurada negativa; se negaba a querer desistir en la busqueda de mas información.
Pues no tengo ni la menor idea. ¿No sería mas apropiado buscar información en la biblioteca? -Le contestó de manera bastante tranquila, a lo que Len gesticulo una breve expresión de desagrado y tambien frustración; llevaba varias semanas buscando algo nuevo que reavivase un atisbo de esperanza en su busqueda, pero desde luego, aqui no estaba. Como si eso fuera a ayudar ¿Información clasificada tal vez?...
Si... He intentado buscar algo de información en las bibliotecas publicas -Comentó mientras guardaba el papel de nuevo en su bolsillo trasero; posteriormente miró nuevamente al exterior de las ventanas, entrecerrando los ojos. ¿Estaba desesperanzado? ¿O simplemente algo triste por no haber encontrado mas información? - Pero no he encontrado nada, nadie sabe nada..
Compartio el gesto que anteriormente hizo Katomi, se llevo su indice y pulgar a la boca, en gesto pensativo mientras miraba al suelo fijamente. Una gota de sudor frio recorrió en ese momento su frente.
Y si... ¿Y si mi imaginación me jugó una mala pasada?... Aquel simbolo, lo vi claramente aquella vez... Me faltaba el aire... Y me sentia completamente aislado... ¿Que fué?..
Como un eco distante, las siguientes palabras de Katomi, resonaron como en la lejania, algo que no le afecto directamente; hasta que sintio nuevamente esa sensación. Un ambiente helador. Sorprendido y aterrado, miró a los lados y aquella sensación volvio a su cuerpo; contemplaba aterrado como la habitación se sumia en una profunda oscuridad mientras de su boca exhalaba vapor de agua, algo completamente absurdo debido a la temperatura de la habitación. Acto seguido, comenzo a temblar ¿del frio? Eso era absurdo, estaban casi a 32º Celsius en la sala. Terror es lo que le hizo estremecerse, llevandose cada mano a los laterales de sus hombros opuestos, como abrazandose a si mismo.
N-No... Esta sensación de nuevo no... -Dijo en voz alta mientras sus dientes castañeaban levemente, su respiración comenzo a agitarse violentamente, exhalando e inhalando de manera irregular. Sus ojos abiertos y aterrados, comenzaron a ser inundados por lagrimas que se extendieron por sus temblores al resto de sus mejillas- No, otra vez no por favor. ¡Alejaros de mi! ¡Dejadme en paz! -Gritó a la nada, pues su visión era nula, solo podia ver oscuridad a su alrededor, mientras se aferraba a su pecho con la mano derecha, agarrando la camisa como intentando llegar al corazón mientras la izquierda agarraba el antebrazo derecho.
¿Vas a llorar de nuevo? ¿Vas a correr? ¿A donde? Estas solo, siempre lo has estado y siempre lo estaras, no hay sitio donde puedas esconderte ni sitio al que puedas huir... -Una profunda y melodiosa voz resonaba solo en la cabeza de Len que solo lo hizo desesperarse mas, ajeno a lo que le estaba pasando, cualquiera diria que estaba sufriendo un ataque de locura, pero no dejaba de llorar durante todo lo que le ocurria. Eso es, sumete en un vortice de desesperación... No vales nada, solo eres un llorica y un debilucho... ¿Quieres poder? Buscalo -Fueron las palabras finales que escucho antes de ver un suelo que comenzo a iluminarse, con el mismo simbolo que hace unos minutos habia mostrado a Katomi, lo que le hizo llevarse las manos a la cabeza mientras gritaba entre llantos. Nada de esto fue visible para Katomi, quien seguramente estaba extrañada o preocupada por el joven albino.
¡Sal de mi cabeza, alejaos de mi, dejadme en paz! -Sin separar las manos de su cabeza, como si intentase arrancarsela, se zarandeaba a los lados con desesperación, con un rostro ahogado en lagrimas, que caian lentamente al suelo, como si pasase un siglo mientras caian. Solo queria que esa horrible sensación desapareciese, desapareciese, como una risa distante, ahogada en el eco de las paredes, la cual no fue escuchada mientras su autor, se alejaba del chabacano escenario en el que habia actuado, sin que su público, si quiera se hubiera percatado de un breve acto de la larga obra, que estaba por ocurrir.
Pues no tengo ni la menor idea. ¿No sería mas apropiado buscar información en la biblioteca? -Le contestó de manera bastante tranquila, a lo que Len gesticulo una breve expresión de desagrado y tambien frustración; llevaba varias semanas buscando algo nuevo que reavivase un atisbo de esperanza en su busqueda, pero desde luego, aqui no estaba. Como si eso fuera a ayudar ¿Información clasificada tal vez?...
Si... He intentado buscar algo de información en las bibliotecas publicas -Comentó mientras guardaba el papel de nuevo en su bolsillo trasero; posteriormente miró nuevamente al exterior de las ventanas, entrecerrando los ojos. ¿Estaba desesperanzado? ¿O simplemente algo triste por no haber encontrado mas información? - Pero no he encontrado nada, nadie sabe nada..
Compartio el gesto que anteriormente hizo Katomi, se llevo su indice y pulgar a la boca, en gesto pensativo mientras miraba al suelo fijamente. Una gota de sudor frio recorrió en ese momento su frente.
Y si... ¿Y si mi imaginación me jugó una mala pasada?... Aquel simbolo, lo vi claramente aquella vez... Me faltaba el aire... Y me sentia completamente aislado... ¿Que fué?..
Como un eco distante, las siguientes palabras de Katomi, resonaron como en la lejania, algo que no le afecto directamente; hasta que sintio nuevamente esa sensación. Un ambiente helador. Sorprendido y aterrado, miró a los lados y aquella sensación volvio a su cuerpo; contemplaba aterrado como la habitación se sumia en una profunda oscuridad mientras de su boca exhalaba vapor de agua, algo completamente absurdo debido a la temperatura de la habitación. Acto seguido, comenzo a temblar ¿del frio? Eso era absurdo, estaban casi a 32º Celsius en la sala. Terror es lo que le hizo estremecerse, llevandose cada mano a los laterales de sus hombros opuestos, como abrazandose a si mismo.
N-No... Esta sensación de nuevo no... -Dijo en voz alta mientras sus dientes castañeaban levemente, su respiración comenzo a agitarse violentamente, exhalando e inhalando de manera irregular. Sus ojos abiertos y aterrados, comenzaron a ser inundados por lagrimas que se extendieron por sus temblores al resto de sus mejillas- No, otra vez no por favor. ¡Alejaros de mi! ¡Dejadme en paz! -Gritó a la nada, pues su visión era nula, solo podia ver oscuridad a su alrededor, mientras se aferraba a su pecho con la mano derecha, agarrando la camisa como intentando llegar al corazón mientras la izquierda agarraba el antebrazo derecho.
¿Vas a llorar de nuevo? ¿Vas a correr? ¿A donde? Estas solo, siempre lo has estado y siempre lo estaras, no hay sitio donde puedas esconderte ni sitio al que puedas huir... -Una profunda y melodiosa voz resonaba solo en la cabeza de Len que solo lo hizo desesperarse mas, ajeno a lo que le estaba pasando, cualquiera diria que estaba sufriendo un ataque de locura, pero no dejaba de llorar durante todo lo que le ocurria. Eso es, sumete en un vortice de desesperación... No vales nada, solo eres un llorica y un debilucho... ¿Quieres poder? Buscalo -Fueron las palabras finales que escucho antes de ver un suelo que comenzo a iluminarse, con el mismo simbolo que hace unos minutos habia mostrado a Katomi, lo que le hizo llevarse las manos a la cabeza mientras gritaba entre llantos. Nada de esto fue visible para Katomi, quien seguramente estaba extrañada o preocupada por el joven albino.
¡Sal de mi cabeza, alejaos de mi, dejadme en paz! -Sin separar las manos de su cabeza, como si intentase arrancarsela, se zarandeaba a los lados con desesperación, con un rostro ahogado en lagrimas, que caian lentamente al suelo, como si pasase un siglo mientras caian. Solo queria que esa horrible sensación desapareciese, desapareciese, como una risa distante, ahogada en el eco de las paredes, la cual no fue escuchada mientras su autor, se alejaba del chabacano escenario en el que habia actuado, sin que su público, si quiera se hubiera percatado de un breve acto de la larga obra, que estaba por ocurrir.