13/03/2016, 19:21
Se presentó como Rokuro Hei, mientras agradecida por la bebida. Confirmando lo indicado por la placa metálica de su frente, dijo que era un Shinobi de la aldea oculta de la cascada. A Kazuma se le hacía muy interesante, pues era una nación que recién se había alzado para llenar el vacío de poder que había dejado la caída del país del bosque. Sentía la necesidad de preguntarle muchas cosas, pero ya de por si el jovencito parecía estar un poco incomodo… Tendría que esperar el momento oportuno para calmar su curiosidad.
—¿De qué gustó es? Me parece familiar —La poca iluminación le dificulta leer la etiqueta—. No importa, lo importante es: no estaba envenenada, ¿verdad?
—Veamos —acercó su rostro al metal, siguiendo el cauce de la broma—. “Le´chugo-Cola; imitación dulce de cerveza vegetal sin alcohol". Bueno... Creo que no tiene nada letal, pero su nombre le causaría migrañas a cualquier publicista, jejeje.
Nada como bromear un poco para relajar el ambiente. Aunque fuera de chiste, jamás había escuchado de una gaseosa con sabor a lechuga y no estaba seguro del porque, pero por alguna razón creía que solo en un lugar como la vieja Kusagakure podrían inventar algo como aquello. La sugestión resultaba ser algo poderoso, pues luego de leer el nombre comenzó a saberle similar a la lechuga.
«Sigue estando bastante buena.» —Pensó mientras daba otro sorbo refrescante.
Se recostó en el espaldar y relajo su postura. En general Kazuma no era el tipo de persona que fuera a buscar conversación y menos con alguien a quien no conocía, pero ya le estaba haciendo falta algo de dialogo. Todo era culpa de aquella ciudad hiperactiva; Los adultos solo hablaban sobre infidelidades y deudas, y en su trabajo eran escasos el tiempo y la gente dispuesta conversar. Claro, podría quedarse charlando durante horas con su espada, pero lo consideraba no saludable para su estabilidad mental.
—Dime, Rokuro Hei. ¿Qué te ha traído a una ciudad como esta? —Trataba de mantener la conversación, pues quien sabe cuando tendría la posibilidad de tener un charla decente en aquella urbe alocada.
—¿De qué gustó es? Me parece familiar —La poca iluminación le dificulta leer la etiqueta—. No importa, lo importante es: no estaba envenenada, ¿verdad?
—Veamos —acercó su rostro al metal, siguiendo el cauce de la broma—. “Le´chugo-Cola; imitación dulce de cerveza vegetal sin alcohol". Bueno... Creo que no tiene nada letal, pero su nombre le causaría migrañas a cualquier publicista, jejeje.
Nada como bromear un poco para relajar el ambiente. Aunque fuera de chiste, jamás había escuchado de una gaseosa con sabor a lechuga y no estaba seguro del porque, pero por alguna razón creía que solo en un lugar como la vieja Kusagakure podrían inventar algo como aquello. La sugestión resultaba ser algo poderoso, pues luego de leer el nombre comenzó a saberle similar a la lechuga.
«Sigue estando bastante buena.» —Pensó mientras daba otro sorbo refrescante.
Se recostó en el espaldar y relajo su postura. En general Kazuma no era el tipo de persona que fuera a buscar conversación y menos con alguien a quien no conocía, pero ya le estaba haciendo falta algo de dialogo. Todo era culpa de aquella ciudad hiperactiva; Los adultos solo hablaban sobre infidelidades y deudas, y en su trabajo eran escasos el tiempo y la gente dispuesta conversar. Claro, podría quedarse charlando durante horas con su espada, pero lo consideraba no saludable para su estabilidad mental.
—Dime, Rokuro Hei. ¿Qué te ha traído a una ciudad como esta? —Trataba de mantener la conversación, pues quien sabe cuando tendría la posibilidad de tener un charla decente en aquella urbe alocada.
![[Imagen: aab687219fe81b12d60db220de0dd17c.gif]](https://i.pinimg.com/originals/aa/b6/87/aab687219fe81b12d60db220de0dd17c.gif)