15/03/2016, 13:38
Una vez encima del tejado pudo divisar como Kaido caminaba un par de metros hasta alejarse del rango de visión de la kunoichi del remolino, pero que era más fácil de ver para los maleantes que se acercaban a la susodicha casa a hacer Kami-sabe-qué. Y allí pronunció unas cuantas cosas que hizo al líder del grupo voltear aun encima de su caballo y que caminase lentamente hasta el pequeño pez.
Levantó su cuerpo lo suficiente para ver lo que necesitaba: Kaido frente a Shinzo, el último ya había dejado a un lado su corcel y lo miraba, desafiante e impotente, alzándose frente al de piel azulada. Cualquiera que los viesen, dirían que Kaido no tendría nada que hacer frente al diente de sable ''Sigue sin saber contar'', suspiró la joven en su mente.
Una carcajada la sacó de sus pensamientos, resonando por la mitad de Yachi; y Shinzo, al parecer, mandó a sus esbirros a por el escualo, que, rodeándolo por un círculo de enemigos, casi lo taparon para los ojos verdosos de la kunoichi. Fue cuando la alarma de su cabeza timbró, palpitante, taladrándole hasta traspasar todos sus pensamientos para que únicamente lograse pensar en ayudar a Kaido.
No era una ninja médico por nada.
Con rapidez saltó hacia otro tejado, y otro, hasta justamente situarse el edificio cercano a la posición del de Amegakure. Y, cargando chakra en su interior, además de en la planta de sus pies para caminar por la blanca pared del edificio, y cuando llegó al punto más cercano para saltar, se alejó de la pared para descargar una patada voladora sobre alguno de los esbirros que rodeaban al chico.
Se acababa de meter en la boca del lobo - o bien, quizás, del tigre dientes de sable, CON DOS DIENTES -, para quizá, morir por culpa de alguien que no era si quiera de su villa. Se guiaba por su instinto de médica, pero... Aún así, una vida era incluso más importante que todos sus pensamientos.
Levantó su cuerpo lo suficiente para ver lo que necesitaba: Kaido frente a Shinzo, el último ya había dejado a un lado su corcel y lo miraba, desafiante e impotente, alzándose frente al de piel azulada. Cualquiera que los viesen, dirían que Kaido no tendría nada que hacer frente al diente de sable ''Sigue sin saber contar'', suspiró la joven en su mente.
Una carcajada la sacó de sus pensamientos, resonando por la mitad de Yachi; y Shinzo, al parecer, mandó a sus esbirros a por el escualo, que, rodeándolo por un círculo de enemigos, casi lo taparon para los ojos verdosos de la kunoichi. Fue cuando la alarma de su cabeza timbró, palpitante, taladrándole hasta traspasar todos sus pensamientos para que únicamente lograse pensar en ayudar a Kaido.
No era una ninja médico por nada.
Con rapidez saltó hacia otro tejado, y otro, hasta justamente situarse el edificio cercano a la posición del de Amegakure. Y, cargando chakra en su interior, además de en la planta de sus pies para caminar por la blanca pared del edificio, y cuando llegó al punto más cercano para saltar, se alejó de la pared para descargar una patada voladora sobre alguno de los esbirros que rodeaban al chico.
Se acababa de meter en la boca del lobo - o bien, quizás, del tigre dientes de sable, CON DOS DIENTES -, para quizá, morir por culpa de alguien que no era si quiera de su villa. Se guiaba por su instinto de médica, pero... Aún así, una vida era incluso más importante que todos sus pensamientos.
![[Imagen: ksQJqx9.png]](https://i.imgur.com/ksQJqx9.png)