15/03/2016, 20:30
(Última modificación: 15/03/2016, 21:50 por Himura Ren.)
¿Soledad? Ese tan solo era el primer sentimiento que se sentia al estar en ese estado; el tiempo en ese estado era completamente irreal, los segundos parecian milenios que hacian crecer hasta la muerte por vejez de una secuoya. Un simple sentimiento negativo, por pequeño que fuera, creaba un torrente de emociones demenciales que hacian estremecerse incluso al mas fuerte de mente; provocando en gente de poca fuerza mental, una demencia incontrolable. Los gritos de terror de Len inundaron no la sala, ni el piso, si no casi el edificio entero; algunas tuberias vibrarón, alguna incluso que solo necesitaba un pequeño empujón, cayo al suelo; a la vez que el seguia gritando de dolor.
Durante un instanté, cesó.
Matamé -Fue las unicas palabras que se escucharon tras un aterrador silencio que siguio a la tempestad ensordecedora en la que estaba metido.
Cortamé el cuello, justo aqui -Sus palabras no tituveaban, parecia totalmente otra persona, aquel joven de escasa edad, joven y de piel fina, acariciaba su propio cuello con uno de sus indices, pidiendo la muerte como si se tratase de clemencia.
Acaba ahora con mi sufrimiento, te lo suplico, no quiero que vuelva... -Bajo un mar de lagrimas, en las que apenas se podia discenir casi el color de sus ojos azul marino intenso, su cuerpo temblaba del terror. ¿Que habia pasado? Finalizada su petición, un hombre de gran complexión entro en la sala, iba vestido como cualquier ninja de elite de aquella villa, su pelo era oscuro y largo, con una gran coleta en la cogorota, tenia un rostro bastante maduro y la bandana de la aldea colgando de su cuello; miró a los lados sorprendido, hasta ver a Len tendido en el suelo de rodillas frente a Katomi, suplicando su muerte.
¿Q-Que ha pasado aquí? ¿Has sido tu chaval? -Comentó mientras caminaba hacia Len tras entrar por la puerta hasta colocarse a su lado, se arrodillo detras suya, para darle asistencia, extendiendo un poco los brazos.
P-Por favor... Usted seguro que tiene experiencia... Máteme rapido e indoloramente... -Sorprendido por la petición que formulaba nuevamente mientras giraba su rostro desesperanzado y con gesto de mirar al vacio.
¿Q-Que te ha pas-? -Preguntó nuevamente cuando colocó una mano sobre el joven genin de cabellos canoso. - Ha sido... Mierda ¿Como se le ocurre hacerle esto al pobre? ¡Todavia le falta demasiado! -Susurró de una manera tan leve, que el viento se llevo las palabras, convirtiendolas en unas palabras mudas, que nadie escuchó en la sala. Paso la mano por la frente de Len hasta su boca, tapandole los ojos en su recorrido, y quedando este insconciente; desplomandose hacia atras, y siendo recogido por el mismo que le habia hecho dormir.
Perdona -Comentó a Katomi ante su repentina aparición y asistencia; con preocupación en su rostro y una gran seriedad, miró a Katomi detenidamente unos segundos. No.. Es imposible que haya sido esta chica, tiene que haber sido obra suya sin lugar a dudas... Tal vez sepa algo...
Una gota de sudor frió, recorrio la frente del carismatico ninja que puso a dormir a la bestia sin princesa. Miró a los lados, observando la puerta y el gentirió que se habia formado. "¿Que ha pasado?" "¿Que ha ocurrido?" "Alguien gritaba sin cesar" se podia escuchar desde la puerta el cuchicheo de la gente.
Sera mejor que llevemos al muchacho a que descanse en un lugar mejor, necesito que vengas conmigo. Hay algo que debo preguntarte... -Aún de rodillas, con el cuerpo de Len reposando entre sus brazos, su cabello rozaba su puro rostro palido, acariciando levemente su nariz, a la espera de la respuesta de la joven de similar melena. Buscaba respuestas, pero no unas cualesquiera, buscaba algo en concreto. Buscaba al actor oculto de esta extraña escena.
Durante un instanté, cesó.
Matamé -Fue las unicas palabras que se escucharon tras un aterrador silencio que siguio a la tempestad ensordecedora en la que estaba metido.
Cortamé el cuello, justo aqui -Sus palabras no tituveaban, parecia totalmente otra persona, aquel joven de escasa edad, joven y de piel fina, acariciaba su propio cuello con uno de sus indices, pidiendo la muerte como si se tratase de clemencia.
Acaba ahora con mi sufrimiento, te lo suplico, no quiero que vuelva... -Bajo un mar de lagrimas, en las que apenas se podia discenir casi el color de sus ojos azul marino intenso, su cuerpo temblaba del terror. ¿Que habia pasado? Finalizada su petición, un hombre de gran complexión entro en la sala, iba vestido como cualquier ninja de elite de aquella villa, su pelo era oscuro y largo, con una gran coleta en la cogorota, tenia un rostro bastante maduro y la bandana de la aldea colgando de su cuello; miró a los lados sorprendido, hasta ver a Len tendido en el suelo de rodillas frente a Katomi, suplicando su muerte.
¿Q-Que ha pasado aquí? ¿Has sido tu chaval? -Comentó mientras caminaba hacia Len tras entrar por la puerta hasta colocarse a su lado, se arrodillo detras suya, para darle asistencia, extendiendo un poco los brazos.
P-Por favor... Usted seguro que tiene experiencia... Máteme rapido e indoloramente... -Sorprendido por la petición que formulaba nuevamente mientras giraba su rostro desesperanzado y con gesto de mirar al vacio.
¿Q-Que te ha pas-? -Preguntó nuevamente cuando colocó una mano sobre el joven genin de cabellos canoso. - Ha sido... Mierda ¿Como se le ocurre hacerle esto al pobre? ¡Todavia le falta demasiado! -Susurró de una manera tan leve, que el viento se llevo las palabras, convirtiendolas en unas palabras mudas, que nadie escuchó en la sala. Paso la mano por la frente de Len hasta su boca, tapandole los ojos en su recorrido, y quedando este insconciente; desplomandose hacia atras, y siendo recogido por el mismo que le habia hecho dormir.
Perdona -Comentó a Katomi ante su repentina aparición y asistencia; con preocupación en su rostro y una gran seriedad, miró a Katomi detenidamente unos segundos. No.. Es imposible que haya sido esta chica, tiene que haber sido obra suya sin lugar a dudas... Tal vez sepa algo...
Una gota de sudor frió, recorrio la frente del carismatico ninja que puso a dormir a la bestia sin princesa. Miró a los lados, observando la puerta y el gentirió que se habia formado. "¿Que ha pasado?" "¿Que ha ocurrido?" "Alguien gritaba sin cesar" se podia escuchar desde la puerta el cuchicheo de la gente.
Sera mejor que llevemos al muchacho a que descanse en un lugar mejor, necesito que vengas conmigo. Hay algo que debo preguntarte... -Aún de rodillas, con el cuerpo de Len reposando entre sus brazos, su cabello rozaba su puro rostro palido, acariciando levemente su nariz, a la espera de la respuesta de la joven de similar melena. Buscaba respuestas, pero no unas cualesquiera, buscaba algo en concreto. Buscaba al actor oculto de esta extraña escena.