16/03/2016, 22:16
«Tal vez deberia tener mas cuidado la proxima vez que salga de casa, un catarro en este país no es moco de pavo, en ocasiones facilmente provoca la muerte» Es lo que una persona normal y corriente, que viviera en Amegakure pensaria, pues la tasa de mortalidad por resfriado común alli, no es que sea elevada; simplemente existe, cuando es algo facil de sanar. Pero Len, no es que fuese una persona normal, es que simplemente es algo estupido seguramente, por lo que en vez de estar pensando preocupado de su propia salud, se debatia interiormente acariciando su fino menton con su mano izquierda, con la chaqueta de Mogura por encima, si hoy deberia comer ramen de tonkatsu, o un poco de arroz cocido y tortilla. Hizo un gesto de seriedad, entrecerrando los ojos mientras miraba al infinito acariciandose la barbilla.
— Mmmm una sopa caliente de fideos como la de tonkatsu seguro que me sentaria bien para entrar en calor... Pero el arroz con otras cosas... Me tienta demasiado... — Miró hacia arriba manteniendo la seriedad, ignorando a Mogura todavia un rato, hasta que este se le dirigio
— Necesito que sostengas esto un momento. Ese estornudo no es algo que un shinobi de la Lluvia deba dejar ver en publico. — Sostenia un termometro digital en su mano, acercandoselo a Len, seguramente para medir su temperatura y comprobar si era regular, y asi evitar algun mal mayor — Esto podría evitar que te enfermes así que voy a pedirte que te la tomes. Confía en mi, se lo que estoy haciendo.
«Confia en mi, se lo que estoy haciendo» La ultima vez que Len escucho esas palabras de alguien, no acabo precisamente bien parado; quedo suspendido del aire, colgado de una pierna por una cuerda. Len hizo un gesto de sorpresa en su rostro cuando le ofrecieron el termometro, y tras ello, se ruborizó ligeramente, acerco una de sus manos a la otra, y comenzo a mover los dedos entre ellas, como una colegiala que intenta declararse a su amor.
— Y-Yo... M-Mogura-senpai... E-Es usted muy atrevido, apenas nos conocemos... — Contestó con una tierna voz, que cualquier haría dudar de su genero sin conocerlo, tras eso, poso un dedo indice sobre su propia boca, y miro a otro lado avergonzado. — P-Pedirle a alguien que acabas de conocer que se meta cosas alargadas en la boca es muy desconsiderado... — Esta vez, miro al suelo subiendo las piernas en su propio asiento, quedando con las piernas delado y haciendo circulos con el indice de una mano en la madera del asiento, mientras tenia la otra en una de las mejillas aun con una ligera ruborización. Ya habia empezado otra vez con sus estupideces.
— Mmmm una sopa caliente de fideos como la de tonkatsu seguro que me sentaria bien para entrar en calor... Pero el arroz con otras cosas... Me tienta demasiado... — Miró hacia arriba manteniendo la seriedad, ignorando a Mogura todavia un rato, hasta que este se le dirigio
— Necesito que sostengas esto un momento. Ese estornudo no es algo que un shinobi de la Lluvia deba dejar ver en publico. — Sostenia un termometro digital en su mano, acercandoselo a Len, seguramente para medir su temperatura y comprobar si era regular, y asi evitar algun mal mayor — Esto podría evitar que te enfermes así que voy a pedirte que te la tomes. Confía en mi, se lo que estoy haciendo.
«Confia en mi, se lo que estoy haciendo» La ultima vez que Len escucho esas palabras de alguien, no acabo precisamente bien parado; quedo suspendido del aire, colgado de una pierna por una cuerda. Len hizo un gesto de sorpresa en su rostro cuando le ofrecieron el termometro, y tras ello, se ruborizó ligeramente, acerco una de sus manos a la otra, y comenzo a mover los dedos entre ellas, como una colegiala que intenta declararse a su amor.
— Y-Yo... M-Mogura-senpai... E-Es usted muy atrevido, apenas nos conocemos... — Contestó con una tierna voz, que cualquier haría dudar de su genero sin conocerlo, tras eso, poso un dedo indice sobre su propia boca, y miro a otro lado avergonzado. — P-Pedirle a alguien que acabas de conocer que se meta cosas alargadas en la boca es muy desconsiderado... — Esta vez, miro al suelo subiendo las piernas en su propio asiento, quedando con las piernas delado y haciendo circulos con el indice de una mano en la madera del asiento, mientras tenia la otra en una de las mejillas aun con una ligera ruborización. Ya habia empezado otra vez con sus estupideces.