El bravucón por voltear a ver a Riko terminó recibiendo en la cara el golpecito del sombrero de Mogura, además alguno que otro de los comensales presentes soltó una risita por lo gracioso que podía resultar aquella situación; el hombre se enfureció aún más al punto de apretar más la camisa del camarero al que seguía sujetando y se dispuso a examinar con la vista a los que el consideraba unos niños entrometidos. Además sus secuaces al ver el intento de agresión contra su jefe empezaron a ponerse en pie para ayudarlo, y para colmo parecía que estaban armados.
"Esto está mal, no quiero tener que pelear en un lugar como esté"- Fue lo que pensaba Tatsuya.
No le agradaba tener que involucrase en una riña innecesaria, pero tampoco iba a permitir que golpeasen a una persona indefensa. Si bien parecía que Mogura y Riko estaban más que dispuestos a darle su merecido a los rufianes el joven de Taki pensaba que podría arreglar la situación sin llegar a la violencia, más allá de las consecuencias que podría acarrear que tres ninjas se vieran envueltos en una bronca a Tatsuya no le gustaba tener que arreglar las cosas a punta de golpes. Se levantó de su silla para hablarle al grandulón y caminó sin titubear hasta el lugar donde se encontraba.
-Por favor, no hay necesidad de recurrir a la violencia, si el problema es el dinero me comprometo a pagar la cuenta y también el plato roto- Dijo serenamente Tatsuya.
Sin embargo parecía que el gesto de amabilidad del joven de Taki sólo empeoró la situación, el hombre soltó bruscamente al camarero mientras uno de sus vasallos le lanzaba a las manos lo que parecía ser alguna clase de machete. Al ver el arma muchos de los comensales se asustaron y empezaron a salir del local por el miedo a lo que pudiera ocurrir, al parecer los vándalos ya estaban airados y no había manera de solucionar las cosas de un buena manera. El jefe además miraba a los tres jóvenes con un gran desprecio.
- ¡Pero miren lo que tenemos aquí!, ¡un puñetero ninja tratando de llevársela de digno!, huh- Bufó el hombre para luego lanzar una muy mala mirada dirigida a los tres genin. -Mira que todos los de tú calaña con un poco de lana ya bailan al son que les pongan, pero otros nos vendemos algo más caro- Dijo el maleante con odio en sus palabras.
Al parecer el sujeto por alguna razón tenía rencor hacia los ninja, y con sus palabras trataba de herirles el orgullo; y parecía haber tenido efecto en Tatsuya que soltó un leve gruñido ante lo dicho por el jefe, pues no le agradaba para nada que lo llegasen a comparar con un mercenario cualquiera. Tatsuya podía tolerar toda clase de insultos y llegar a perdonar a quién le hubiera ofendido pues o no lo importaba o simplemente no quería pleitos, pero sí había algo que le llegaba a calar hondo era que le faltaran el respeto a su honor como ninja. Pero aunque estuviese molesto no iba a reaccionar a la provocación.
-No son más que un trío de críos maleducados, además tus amiguitos fueron los que metieron las narices donde nos los llamaron, así que atente a las consecuencias... ¡A ellos!- Le ordenó a sus secuaces.
El jefe se quedó ahí mientras dejaba a sus vasallos pelear contra los ninjas, dos de ellos se lanzaron a Tatsuya que se había acercado, cada uno portaba un cuchillo de carnicero de gran tamaño. Los otros dos fueron a por Riko y Mogura, uno de ellos que portaba una cadena con una especie de contrapeso fue el que se lanzó contra Mogura el otro armado con tubo largo de hierro fue en dirección a Riko, al parecer los bravucones no les tenian miedo a los jovenes ninja.
"Esto está mal, no quiero tener que pelear en un lugar como esté"- Fue lo que pensaba Tatsuya.
No le agradaba tener que involucrase en una riña innecesaria, pero tampoco iba a permitir que golpeasen a una persona indefensa. Si bien parecía que Mogura y Riko estaban más que dispuestos a darle su merecido a los rufianes el joven de Taki pensaba que podría arreglar la situación sin llegar a la violencia, más allá de las consecuencias que podría acarrear que tres ninjas se vieran envueltos en una bronca a Tatsuya no le gustaba tener que arreglar las cosas a punta de golpes. Se levantó de su silla para hablarle al grandulón y caminó sin titubear hasta el lugar donde se encontraba.
-Por favor, no hay necesidad de recurrir a la violencia, si el problema es el dinero me comprometo a pagar la cuenta y también el plato roto- Dijo serenamente Tatsuya.
Sin embargo parecía que el gesto de amabilidad del joven de Taki sólo empeoró la situación, el hombre soltó bruscamente al camarero mientras uno de sus vasallos le lanzaba a las manos lo que parecía ser alguna clase de machete. Al ver el arma muchos de los comensales se asustaron y empezaron a salir del local por el miedo a lo que pudiera ocurrir, al parecer los vándalos ya estaban airados y no había manera de solucionar las cosas de un buena manera. El jefe además miraba a los tres jóvenes con un gran desprecio.
- ¡Pero miren lo que tenemos aquí!, ¡un puñetero ninja tratando de llevársela de digno!, huh- Bufó el hombre para luego lanzar una muy mala mirada dirigida a los tres genin. -Mira que todos los de tú calaña con un poco de lana ya bailan al son que les pongan, pero otros nos vendemos algo más caro- Dijo el maleante con odio en sus palabras.
Al parecer el sujeto por alguna razón tenía rencor hacia los ninja, y con sus palabras trataba de herirles el orgullo; y parecía haber tenido efecto en Tatsuya que soltó un leve gruñido ante lo dicho por el jefe, pues no le agradaba para nada que lo llegasen a comparar con un mercenario cualquiera. Tatsuya podía tolerar toda clase de insultos y llegar a perdonar a quién le hubiera ofendido pues o no lo importaba o simplemente no quería pleitos, pero sí había algo que le llegaba a calar hondo era que le faltaran el respeto a su honor como ninja. Pero aunque estuviese molesto no iba a reaccionar a la provocación.
-No son más que un trío de críos maleducados, además tus amiguitos fueron los que metieron las narices donde nos los llamaron, así que atente a las consecuencias... ¡A ellos!- Le ordenó a sus secuaces.
El jefe se quedó ahí mientras dejaba a sus vasallos pelear contra los ninjas, dos de ellos se lanzaron a Tatsuya que se había acercado, cada uno portaba un cuchillo de carnicero de gran tamaño. Los otros dos fueron a por Riko y Mogura, uno de ellos que portaba una cadena con una especie de contrapeso fue el que se lanzó contra Mogura el otro armado con tubo largo de hierro fue en dirección a Riko, al parecer los bravucones no les tenian miedo a los jovenes ninja.