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Otoño-Invierno de 221

Fecha fijada indefinidamente con la siguiente ambientación: Los ninjas de las Tres Grandes siguen luchando contra el ejército de Kurama allá donde encuentran un bastión sin conquistar. Debido a las recientes provocaciones del Nueve Colas, los shinobi y kunoichi atacan con fiereza en nombre de la victoria. Kurama y sus generales se encuentran acorralados en las Tierras Nevadas del Norte, en el País de la Tormenta. Pero el invierno está cerca e impide que cualquiera de los dos bandos avance, dejando Oonindo en una situación de guerra fría, con pequeñas operaciones aquí y allá. Las villas requieren de financiación tras la pérdida de efectivos en la guerra, y los criminales siguen actuando sobre terreno salpicado por la sangre de aliados y enemigos, por lo que los ninjas también son enviados a misiones de todo tipo por el resto del mundo, especialmente aquellos que no están preparados para enfrentarse a las terribles fuerzas del Kyuubi.
#61
El hombre estaba tan centrado en que el cargamento llegara a destino, que aún estando alerta no habría podido notar que el shinobi le estaba acechando. Debían llevarlo al puente y cruzar con la mercadería, cuando de repente un saludo efusivo le descolocó totalmente. Giró su cabeza en la dirección del sonido, únicamente para recibir una patada en la jeta que lo dejó medio tonto. Algunas gotas de sangre salpicaron en al aire antes de que saliese disparado un par de metros hacia atrás y caerse al suelo con un hilo de sangre que empezaba a fluir de su nariz.

Sin embargo, no parecía que eso iba a bastar para vencerlo del todo. Pues rodó sobre sí mismo otro metro para retroceder y luego apoyó rápidamente una mano en el suelo buscando su látigo y con la otra trató de incorporarse.

—¿¡De donde mierda has salido tú!?— Escupió el suelo y luego con el antebrazo se limpió la nariz.

Los otros dos sujetos soltaron el andén de la carreta y salieron corriendo a toda velocidad entre la confusión causada.

—¡Vuelvan aquí!— Vociferó, pero al ver que no fue posible apretó los dientes y atacó con su látigo a la zona baja de Kito con la intención de atraparlo de las extremidades inferiores. Era tan irascible que no tenía intenciones de dialogar.


- PV:

160/200

-40


Daño causado: Posibles 18 PV


- Fuerza: 30
- Resistencia: 20
- Aguante: 20
- Agilidad: 40
- Destreza: 50
- Poder: 5
- Inteligencia: 40
- Carisma: 40
- Voluntad: 40
- Percepción: 20

[Imagen: 7FT8VMk.gif]

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~Ausente los fines de semana~
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#62
El Inuzuka había logrado escabullirse hasta tomar una distancia adecuada, y tras ello corrió directo hacia el tipo del látigo, lanzándose en una patada voladora que sin demora causó lo que iba buscando. El tipo salió volando varios metros, y de su nariz brotaba un ligero reguero color carmesí. Sin duda había dado de lleno, el tipo tenía en su rostro marcada la suela de la bota de Etsu.

El tipo agarró el látigo, mientras con la siniestra tomaba apoyo para levantarse. Preguntó quién era, refiriéndose claramente al Inuzuka. Pero no le prestó demasiada atención, su prioridad era ese cargamento, y los tipos que... no, los otros tipos que tiraban del cargamento ya no podían ser una prioridad, pues se habían esfumado aprovechando la confusión. El hombre desesperó, y gritó que volviesen, pero todo fue en vano. Obviamente, ninguno andaba pensando en la remota posibilidad de regresar a ser azotados con ese látigo.

Ofuscado, y con los dientes apretados en una mueca de pura ira, el del látigo empleó su arma contra el Inuzuka. El chico, viendo cómo acontecía, saltó hacia detrás, ganando distancia para con Búho, y con ello esquivando el látigo. Apenas tocar suelo, cosa que no sería demasiado tiempo, antepondría las manos con el tipo que tenía frente a él, y las cruzaría varias veces.

¡Oye! ¡oye! ¡oyeeee! ¡calma tío! ¡yo solo pasaba a saludar! —trató de excusarse. —No es mi culpa que mi pie tropezara con tu careto... debería tener mas cuidado de donde vas dejando esa cara.

¿Se burlaba de él? Si, eso parecía...




Estado de Etsu


Vida

200/200



Chakra

176/190

+10



—Objetos:
--


* Ninguna AO *



  • Fuerza: 60
  • Resistencia: 30
  • Aguante: 30
  • Agilidad: 50
  • Destreza: 60
  • Poder: 30
  • Inteligencia: 30
  • Carisma: 20
  • Voluntad: 40
  • Percepción: 40


--


  • Daño recibido: --
  • Posible daño causado: --



Estado de Akane


Vida

80/80



Chakra

115/115




  • Fuerza: 20
  • Resistencia: 20
  • Aguante: 10
  • Agilidad: 20
  • Destreza: 20
  • Poder: 10
  • Inteligencia: 30
  • Carisma: 10
  • Voluntad: 25
  • Percepción: 30


--


  • Daño recibido: --
  • Posible daño causado: --
~ No muerdas lo que no piensas comerte ~
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#63
—¡Bastardo hijo de tu perra madre!— Contestó iracundo ante las provocaciones.

Búho era irascible en demasía, por lo que no necesitabas demasiado para sacarlo de sus casillas. Ahora estaba empeñado en acallar al misterioso sujeto que acababa de llegar a interponerse en su camino y arruinar sus planes de llevar el cargamento más allá del puente. Sin embargo, no era tan tonto como podría esperarse, y mucho menos, lento. O al menos para términos de un civil estaba bastante encima de la media, pero abajo comparado a un shinobi de mediano trayecto.

Lo que sí, es que tenía dos o más trucos bajo la manga, puesto que literalmente metió las manos en cada manga contraria y sacó dos pelotitas. Primero lanzó una contra el piso a unos dos metros de los pies de Etsu, liberando una nube de humo que se diferencia de las habituales de los ninja al ser de color amarillenta, además que esta tenía un olor extremadamente asqueroso que se expandió en un área de cinco metros. Luego de eso, el Inuzuka aún podría escuchar el sonido de otra pelota estallar. ¿Qué sería eso?


- PV:

160/200


Daño causado:
Acciones ocultas: 1


- Fuerza: 30
- Resistencia: 20
- Aguante: 20
- Agilidad: 40
- Destreza: 50
- Poder: 5
- Inteligencia: 40
- Carisma: 40
- Voluntad: 40
- Percepción: 20


¤ Bomba de azufre
- Tipo: Consumible
- Tamaño: Pequeño
- Uso: 5 metros de humo apestoso durante 2 turnos
Bomba especial poco común que libera una nube maloliente que no busca entorpecer la visión como tal, sino que causa mareo al olerla de manera que dentro de su área de efecto los afectados tendrán -20 a Percepción. Dada su propia naturaleza, si una chispa eléctrica o un fuego está cerca, la nube se encenderá y causará 25 PV de daño ignífugo consumiendo la nube en el proceso.
[Imagen: 7FT8VMk.gif]

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~Ausente los fines de semana~
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#64
El tipo no se contuvo en insultar a una mujer ahí no presente. Si bien Etsu había conseguido que el tipo perdiese los papeles, ni su difunta madre iba a salir airosa de la situación. El sujeto no perdió un solo segundo en vano, y buscó algo de entre sus mangas, que rápidamente lanzó al suelo a escasos pasos del Inuzuka. Se trataba de una esfera que rápidamente estalló en mil pedazos, y comenzó a liberar una gran nube de humo color amarillento.

Sin perder un solo segundo, el rastas chasqueó los dedos, dando una señal a su compañero para que atrapase en un fugaz mordisco al tipo. No sabía si quería usar esa estratagema para escapar, y debía evitar eso a toda costa. Por otro lado, quedarse plantado en mitad de una nube de humo que apestaba a mil demonios... para nada era lógico. El Inuzuka tampoco perdió tiempo, y saltaría de nuevo hacia atrás, buscando escapar de ese tóxico humo y aumentando con ello la distancia, nuevamente.

¡Cought! ¡cought! ¡cought! —habiendo tirado la bola tan cerca suya, casi había sido imposible evitar inhalar un poco de ese humo.

Si lograba tomar suficiente distancia como para salir por completo de la humareda, correría a rodear la misma por el flanco derecho, su prioridad era que ese tipo no se escabullese. No era que no confiase en Akane, y en su capacidad de ganar la disputa, pero tampoco le podía dejar al can toda la diversión... no era justo.




Estado de Etsu


Vida

200/200



Chakra

186/190

+10



—Objetos:
--


* Ninguna AO *



  • Fuerza: 60
  • Resistencia: 30
  • Aguante: 30
  • Agilidad: 50
  • Destreza: 60
  • Poder: 30
  • Inteligencia: 30
  • Carisma: 20
  • Voluntad: 40
  • Percepción: 40 [-20] = 20


--


  • Daño recibido: --
  • Posible daño causado: --



Estado de Akane


Vida

80/80



Chakra

115/115




  • Fuerza: 20
  • Resistencia: 20
  • Aguante: 10
  • Agilidad: 20
  • Destreza: 20
  • Poder: 10
  • Inteligencia: 30
  • Carisma: 10
  • Voluntad: 25
  • Percepción: 30


--


  • Daño recibido: --
  • Posible daño causado: 14 PV
~ No muerdas lo que no piensas comerte ~
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#65
El hombre sonrió, pero sus comisuras no tardaron en caer en cuanto el fiel compañero del Inuzuka se abalanzó sobre este y mordió uno de sus brazos impidiéndole así continuar con su siguiente jugada.

—¡AH MALDITA SEA!— Bramó furioso, pero eso no haría que el cánido lo soltase.

Forcejearía y retrocedería mientras llevaba su brazo libre a su costado y levantaba su capa para develar su cinturón y el cuchillo que tenía ahí. Sonrió de manera taimada mientras tomaba su arma y se dispuso a apuñalar en el vientre al cánido para poder liberarse del agarre de la bestia.

Etsu retrocedió y salió de la humareda, además de que decidió rodear la misma desde su diestra para evitar cualquier otro percance, dándole además una clara visión de las intenciones del cazador en contra del cánido ¿Cuál sería su siguiente procedimiento?


- PV:

146/200

-14

Daño causado: 20 PV penetración por cuchillo a Akane
Acciones ocultas: 1 AO Cancelada


- Fuerza: 30
- Resistencia: 20
- Aguante: 20
- Agilidad: 40
- Destreza: 50
- Poder: 5
- Inteligencia: 40
- Carisma: 40
- Voluntad: 40
- Percepción: 20


¤ Cuchillo de Cazador
- Tipo: Arma de filo
- Tamaño: Mediano
- Requisitos (dos manos): Destreza 20, Fuerza 15
- Requisitos (una mano): Destreza 30, Fuerza 20
- Daño: 2 PV/golpe con mango o vaina, 9 PV/corte superficial, 13 PV/corte, 20 PV/penetración
Cuchillo fino y ligero de acero inoxidable cuya hoja alcanza filo de 18cm. Su filo es ideal para cortar pieles y destajar trozos de carne, pero su agudeza también lo vuelve peligroso cómo arma cuerpo a cuerpo.
[Imagen: 7FT8VMk.gif]

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~Ausente los fines de semana~
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#66
Etsu comenzó a recuperar la visión conforme se alejó del apestoso humo. Emprendía una carrera hacia el tipejo, dispuesto a tomarlo a la fuerza, y para nada sostenía en su cabeza la posibilidad de dejarlo escapar. Akane había hecho al parecer bien su papel, o eso pudo deducirse por el quejido del hombre. El can arrastraba al forajido con sus dientes hincados en su brazo, pero éste se resistía, y llegado el momento, tomó su capa y la apartó, desvelando sus intenciones. Un afilado cuchillo aguardaba en su cinturón. Las palabras sobraban. El hombre tomó el cuchillo con su mano libre, e intentaría asestarle tremenda puñalada al huskie.

Pero Akane no era para nada tonto, era el hermano listo a decir verdad. Viendo las intenciones del tipo en todo momento, soltaría al hombre en uno de sus tirones hacia detrás, intentando con ello que el tipo se desequilibrase con la fuerza que él mismo ejercía en contra. Con las mismas, daría un salto en vertical, en el cuál giraría sobre sí mismo.

Un líquido realmente oloroso y amarillento sería desprendido por el can, buscando más que fastidiar al tipo, cegarlo. Al menos momentáneamente. Justo el tiempo necesario para que Etsu recortase la distancia para con él, y le arremetiese en la acometida con una patada en su pierna más próxima. Si acertaba, esa pierna no la iba a poder usar en una buena temporada...

¡Ya basta de juegos! —sentenció el Inuzuka.

Si había acertado, el tipo sin duda se estaría retorciendo de dolor en el suelo, agarrando su pierna lastimada. Por contra, si no había tenido éxito su ataque, debería intentar propinarle un golpe con su zurda directo a la mandíbula. El rastas tenía claras las ideas.




Estado de Etsu


Vida

200/200



Chakra

190/190

+4



—Objetos:
--


* Ninguna AO *



  • Fuerza: 60
  • Resistencia: 30
  • Aguante: 30
  • Agilidad: 50
  • Destreza: 60
  • Poder: 30
  • Inteligencia: 30
  • Carisma: 20
  • Voluntad: 40
  • Percepción: 40


¤ Gōken Ryū
- Requisitos: Taijutsu 60
El Gōken es un estilo de lucha originario de la antigua Konohagakure, cuyo propósito es causar daños externos y romper huesos. Es exactamente lo opuesto al Jūken del clan Hyūga, que consiste en utilizar impulsos de chakra en lugar de la fuerza bruta. Este estilo de lucha requiere de golpear fuertemente al oponente y normalmente es usado por shinobis extremadamente versados en ataques cuerpo a cuerpo ó por shinobis con gran fuerza física.

El Gōken aumenta al doble todos los daños básicos por golpe, sin contar con el bono de fuerza, y no se puede bloquear. Si da de lleno, es capaz de causar roturas fibrilares con gran dolor, o partir un hueso, depende de como dé. Sólo puede utilizarse una vez cada cinco turnos.


¤ Tekken
- Requisitos: Taijutsu 20
El llamado puño de hierro, estilo de combate cuerpo a cuerpo desarrollado por Konotetsu, que destaca por movimientos firmes y certeros, que buscan no retroceder nunca. La guardia se cierne con ambas manos hacia delante a la altura del estómago, con las palmas hacia afuera; mientras que ambas piernas semiflexionadas en paralelo establecen un equilibrio firme. En determinadas situaciones, la guardia cambia en la parte superior, recogiendo ambas manos hacia los flancos con los puños cerrados. El ataque se caracteriza por ser rápido y certero, aunque un poco rígido. Además del estilo base, consta de 4 pilares, que diferencian un simple usuario del tekken de un maestro.

· Puñetazo: 9 PV + (Fue/10 + Des/10)
· Cabezazo: 9 PV + (Fue/10 + Des/10)
· Patada: 9 PV + (Fue/10 + Des/10)
· Puñetazo doble: 12 PV + (Fue/10 + Des/10)

· Resto de golpes físicos: 5 PV
· Llave (agarrar a alguien y arrojarlo al suelo o pared con fuerza): 6 PV + (Fue/10 + Des/10)

· Bloquear: Reduce 1/2 del daño a recibir, antes de aplicar el bono de Resistencia.


Alterador (Akane no Tekken): Siendo parte de la familia, no era de extrañar que en cierto momento, el estilo de pelea familiar se le ensañase a Akane. El can puede imitar a la perfección el estilo Tekken, incluyendo las técnicas base del mismo. Obviamente, ésto no permite a Akane usar otras variantes de Taijutsu que no tengan que ver con el Tekken. Para poder usar el estilo Tekken, Akane deberá estar en forma humana, con el uso de Gijū Ninpō: Jūjin Bunshin.


  • Daño recibido: --
  • Posible daño causado: Patada: 18+12= 30 PV. Puñetazo (solo en caso de no acertar la patada): 9+12= 21 PV



Estado de Akane


Vida

80/80



Chakra

115/115




  • Fuerza: 20
  • Resistencia: 20
  • Aguante: 10
  • Agilidad: 20
  • Destreza: 20
  • Poder: 10
  • Inteligencia: 30
  • Carisma: 10
  • Voluntad: 25
  • Percepción: 30


¤ Dainamikku Mākingu
¤ Marca Dinámica
- Tipo: Apoyo
- Rango: D
- Requisitos: Inuzuka 10
- Gastos: -
- Daños: -
- Efectos adicionales: Puede cegar durante unos segundos a un oponente
- Sellos: Ninguno
- Velocidad: Moderada
- Alcance y dimensiones: 5 metros
Con esta técnica, el perro del Inuzuka salta, gira sobre sí mismo y marca a uno o varios objetivos con orina.

Los Inuzuka y sus perros son especialmente sensibles al olor de esta orina, lo que le permite saber con exactitud la posición y la proximidad de un oponente durante los próximos 5 turnos. Esta técnica es necesaria para atacar de manera eficiente con otras, como el Garōga, pues es muy rápida y es imposible seguir por la vista al objetivo sin que esté marcado. También puede utilizarse con el usuario y su perro combinados en la técnica Jinjū Konbi Henge: Sōtōrō.

La orina puede ser útil también para cegar temporalmente a un oponente si cae en sus ojos.

Esta técnica sólo puede ser usada 3 veces en combate. Si el perro bebe agua, a los cinco turnos será capaz de usarla de nuevo.


  • Daño recibido: --
  • Posible daño causado: --
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#67
El cánido previó su ataque y Búho apretó aún más los dientes la ver que fallaba por tercera vez. El esmalte rechinaba, sus ojos se enrojecían, las venas de su cuello y sienes empezaban a remarcarse. ¿Quién demonios era ese sujeto y su estúpido perro? Nadie jamás se le había opuesto de esa manera, ya fuese por el respeto y temor a su nombre o por su gran habilidad con trucos bajos y artilugios. ¡Él era uno de los cuatro de Ibaraki! y un sucio campesino lo estaba acorralando contra las cuerdas.

—¡AAAAAAAAAAAHHHH HIJO DE PUTA!— Maldijo a todo pulmón cuando los orines cayeron en su rostro. Se restregó los ojos del ardor, además de que el olor era simplemente insoportable.

Sin embargo, lo peor estaba por venir. Una patada a sus pantorrillas, el sonido de algo crujiendo. Más pronto que tarde el hueso femoral terminó por rajarse y partirse, haciéndolo caer al suelo.

¡AAAAAAAAAAAHHUUUUUUUUUUAAAAAAAAHHHHH!

El grito fue estruendoso, que por alguna razón Búho tenía buen pulmón. Tal y como el Inuzuka planeó, el bandido cayó al suelo y se llevó las manos a su extremidad. Lágrimas brotaban por su rostro, mientras se mordía el labio hasta sangrar con tal de intentar aplacar el dolor en vano.

Ahora, ¿qué?

Unos pasos llamarían su atención, alguien se acercaba corriendo. Si se daba la vuelta, notaría que Rao llegaba a la escena tras escuchar aquellos gritos escándalosos en la parte trasera de su casa.

—¿¡Q-qué diablos!?
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#68
La compenetración entre las acciones de Akane y Etsu fue realmente de libro, de manual de Inuzuka. Toda una sucesión de maniobras en combate, aprovechando las habilidades de can y humano. Como consecuencia, el loco que abusó de los otro pobres hombres, terminó con el femoral quebrado. La patada había ido con mala intención, eso no había quien lo dudase. Búho quedó en el suelo, bramando de dolor en lo que intentaba afianzar su pierna con sus manos. Tanto estaba siendo el dolor, que incluso se hizo una herida él mismo en el labio, de morderlo rabiando.

«¿No te has pasado un poco, tío?»

Pero no era momento de echarse atrás, éste tipo abusaba de otros, látigo en mano. No, no debía dudar ahora, al menos debía seguir entero. No podía permitirse el titubear ahora. Miró a Akane, y terminó desviando su mirada al herido. Tomó aire, se se reclinó hacia el mismo. No tardó en exhalarlo en un suspiro.

Tío...

Pero no le dio tiempo a expresarse. Antes de que siquiera ordenase sus pensamientos en la cabeza para expresarlos, alguien más hizo presencia en la escena. Se trataba de Rao, que seguro había escuchado todo el alboroto.

A decir verdad, ¿quién no lo habría escuchado?

Etsu dejó de lado sus anteriores intenciones, de las cuales ni estaba seguro en realidad, y caminó dirección a Rao. Entre tanto, Akane quedó cerca de Búho, por si acaso. Aunque raro sería que intentase escapar.

Verás, Rao... no se quién será, pero estaba dando de latigazos a un par de campesinos que arrastraban ese carro —confesó en lo que señalaba el susodicho medio de transporte. —y sin querer —queriendo— le he roto algún hueso de la pierna. Creo que está roto, vamos. En realidad, ha sonado bastante a eso... y no para de llorar y gritar.

»Casi me da pena...
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#69
Pero Rao no respondió. Su único ojo se clavó en la marca que el otro tenía en el rostro, trayéndole malas memorias, abriendo y quemando nuevamente las heridas en su psique que no terminaban de sanar. Tal vez estuviese derrotado, tal vez estuviese herido, pero el miedo no era por la persona en sí, sino por el alcance de sus garras y de su influencia. No se daba cuenta, pero sus piernas temblaban a tal punto que sus rodillas estaban a punto de chocar con cada movimiento.

—¡TU!— Fue lo único que pudo exclamar antes de apretar los dientes nuevamente por el dolor de sus extremidades. —Te atreviste, te atreviste a volver...— Siseó con veneno. —¿Trajiste un amigo eh?

Rao observó a Etsu. ¡Se suponía que no debían vincularlo a él! Finalmente, el pobre hombre cayó de rodillas.

—Debimos arrancarte... Los huevos, ad-además de ese ojo— Sonrió aún con la sangre en su nariz y boca, torciéndose en un gesto malicioso aún estando herido y con lágrimas en la cara. Su rostro era una mezcolanza rara, tanto que daba asco verle.

El pobre mercader se llevó las manos a la cabeza.

—¡Et! Digo, ¡Kito! ¡Él es búho! ¡Es uno de los Cuatro de Ibaraki!— Señaló con su dedo. —¡MIERDA! ¡MIERDA! Mi esposa no debe darse cuenta de esto, ¡NI ELLA NI NADIE DEL PUEBLO!— Exclamó a viva voz.

—He...he...— No sabías si reía y lloraba. —Mátenme si quieren ¡UGHHHHHHHH! Ahhh, ahhh. Pe-pepero, pagarás por esto quieras o no... Rao...
[Imagen: 7FT8VMk.gif]

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#70
Rao quedó sin responder, quedó blanco para cuando identificó al hombre del que hablaba el Inuzuka. De hecho, tanta fue la impresión que le propinó, que hasta sus piernas comenzaron a temblar. Sus rodillas se golpeaban en rápida sucesión, realizando un incómodo e inquietante concierto de percusión. El hombre estaba aterrorizado, y eso que el tipo estaba en el suelo incapacitado.

El hombre llamó la atención de Rao, bramando entre quejidos y llantos. Con las mismas, se burló de que hubiese sacado valor para volver, y achacó la presencia del Inuzuka a la del mismo. Por si fuese poco, se atrevió a amenazar de nuevo al pobre hombre. Sentenció que la condena de haberlo dejado tuerto había sido poco, que debían haberse divertido con otras partes de su cuerpo también.

El campesino se llevó las manos a la cabeza, y aclaró de quién se trataba. Búho era su nombre, y pertenecía a los cuatro de Ibaraki. Rao comenzó a exclamar a toda voz que estaba siendo una mierda, que debían evitar que el resto del pueblo se enterase.

La verdad, raro sería que nadie más se hubiese enterado.

El hombre, entre risas, sollozos, o a saber qué, volvió a amenazar. En ésta ocasión, a ambos. Según sus palabras, ya podían matarlo, que lo que habían hecho lo iban a pagar. Etsu, en contra de la tensión de toda la situación, sonrió. Parecía aliviado, y realmente, en parte lo estaba. Había encontrado a uno de los cuatro sujetos que buscaba. Se podía sentir hasta afortunado.

Muy bien, Rao. Entonces Búho es nuestro amigo... —contestó al hombre.

El Inuzuka tomó camino de nuevo hacia Búho, con esa sonrisa en su rostro. A pocos pasos de él, se agachó.

¿Sabes una cosa, señor Búho? —preguntó.

Tomó su pantalón, y jaló de la parte baja, arrancando un jirón de tela. Un trozo de tela lo suficientemente extenso como para poder atar al prisionero.

No vas a morir hoy, pero la diosa Fortuna ya no os sonríe —sentenció.

Con las mismas, se alzó y al estar suficientemente cerca, le lanzaría un puñetazo en plena cara a Búho. La intención era sencilla, dejarlo inconsciente, como salía en las películas y todo eso... Tras ello, le amarraría las manos, y lo cargaría como un saco de patatas. No podían dejarlo allí, era obvio que en cualquier momento tendrían más público.

Rao, tengo un sitio donde llevarlo. Lo único malo... es que un médico debería echarle un ojo a esa pierna. Apostaría a que está rota. Si tiene una hemorragia interna o algún rollo raro, puede que se muera... y no creo que un muerto dé mucha información.
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#71
Búho no tenía realmente la entereza mental para oponerse al amarre, y mucho menos para soportar el soberano golpe en la cabeza que término por mandarlo al mundo de los sueños por cortesía del joven Inuzuka.

Rao por su parte, estaba aún en un estado súper alterado.

—¡NO HAY TIEMPO PARA PENSAR!— Apremió mientras corría hasta Etsu y le tomaba de los brazos. —¡Llévatelo de aquí lo más rápido que puedas!— Suplicó.

Se escuchaba un ruido lejano, ¿pasos quizá? Eso sí, eran varios.

Estaban en la parte trasera de la casa, por lo que al menos no llegarían de inmediato, pero era seguro que tendrían visitas más pronto que tarde.
[Imagen: 7FT8VMk.gif]

RushHablo || Pienso || NarroRush

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#72
Tras noquear al desdichado Búho, los pasos y puchicheos de gente que se dirigían hacia el sitio se hicieron palpables. No era de extrañar, los bramidos de Búho habrían despertado a medio vecindario. En un pueblo tan pequeño, no había ni modo de que éstas cosas no se extendiesen más rápido que la pólvora. Rao desesperó, y suplicó al Inuzuka que se llevase de allí lo más rápido posible al tipejo.

Eso está hecho, Rao —contestó.

Tomó al sujeto como si de una gran bolsa de patatas se tratase, y lo cargó al hombro. Sin más, comenzó a correr hacia ese sitio que había descubierto en ese mismo día. Akane no acompañó a Etsu en ésta ocasión, muy a su pesar. Tenía algo más importante que hacer, vigilar la mercancía en lo que su hermano regresaba. Sabía perfectamente que si tanto se había esforzado ese tipejo en azotar y amenazar a los otros para llevarlo, importante debía ser. Quizás era droga, o simplemente algo de lo que querían sacar tajada. Fuese como fuese, podían intentar reclamarlo.

Entre tanto, Etsu corrió a toda velocidad hacia el escondite secreto del niño, la casa del árbol. Sabía perfectamente como abrir la puerta oculta, bueno cómo hacer bajar las escaleras más bien dicho. Tenía acceso, y tenía un lugar que pocos conocerían. Sin demora, subiría a Búho a la casa del árbol, donde lo amordazaría y ataría.

No estaba siendo de lo más decente que hubiese hecho como shinobi... pero la vida de un shinobi no siempre te permite tener las manos limpias. Además, éste tipejo y los otros tres que lo acompañaban, de seguro merecían vivir un poco en sus carnes lo que les hacían al resto.
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#73
Rao no podría acompañar a Etsu, no sólo por su escasa movilidad comprada a la del shinobi, sino porque debía idear una buena excusa para distraer al resto de vecinos y por sobre todas las cosas, a su esposa. Se quedó entonces mirando al perro sin saber que hacer, pero luego de un rato decidió dejarlo ahí mientras él mismo se dirigía a encarar a un buen puñado de vecinos que se presentaron a su puerta para exigir ciertas explicaciones. ¿Lograría su cometido? Eso ya iba a descubrirse más adelante.

Por su lado, Etsu llevó al maleante a la guarida que Koke le había proporcionado en caso de que algo ocurriese. Búho seguía inconsciente, pero el corto viaje había bastado para que la fractura comenzase a inflamarse y acumular sangre de forma interna, manifestándose en la piel en forma de manchas rojizas que no tardaría en volverse moradas con el paso de las horas. ¿Aquello era normal? El Inuzuka no tenía ni la más mínima experiencia para saber si lo era, por lo que sólo podía esperar.

¿Cuál sería su proceder? Probablemente búho no iba a despertar en un buen rato y faltaba poco más de una hora para el amanecer. Mantener la farsa por ahora era la prioridad de Rao y quién sabe si podría traerle al bendito médico a corto plazo.
[Imagen: 7FT8VMk.gif]

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#74
Etsu, para cuando llegó al escondite, dejó en una esquina a Búho y procedió a atarlo y amordazarlo. Tenía pocas cosas a su alcance, pero usó telas, y hasta los cojines para que el tipo no pudiese armar demasiado jaleo. Al cabo de un rato, terminó su trabajo, pero quedó por un instante dubitativo. Observaba al tipo, y sobre todo su pierna. Era imposible no estar preocupado, había comprobado varias veces en sus huesos lo dolorosa que puede ser una fractura...

«Lo que no quiero es que se muera el tío... sé que posiblemente lo merezca, pero no debe tomarse uno la justicia por su mano quitando vidas...»

Terminó por acercarse de nuevo al criminal, y tomó su pantalón casi a lo más alto de su cuadriceps. Rasgó la tela a fuerza bruta, buscando ver un poco el estado de la lesión. Al ver el color que había tomado, se echó las manos a la cabeza.

¡La madre que me parió! —bramó.

Se puso de pie nuevamente, y comenzó a andar en circulos, que transcurrió a andar zigzageando y de forma aleatoria. En su cabeza buscaba qué es lo que debía hacer, sabía que tenía que buscar a un médico lo antes posible. En sus labios solo había sitio para heces. Heces de todos los colores y tamaños.

Mierda, mierda, mierda, mierda, mierda, mierda, mierda, mierda, mierda, mieeeerda
~ No muerdas lo que no piensas comerte ~
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#75
Sin duda, estaba en una situación apremiante y estaba empezando a perder un poco la compostura... Bah, no nos engañemos, que el Inuzuka en realidad ya había perdido todos los estribos.

Y sin embargo, las cosas no iban a mejorar sin que él hiciera algo. Y entonces caería en cuenta de algo, ya que si bien era distraído, no era tonto. Había solicitado a Rao que le trajese un médico, ¿pero acaso le dijo la ubicación de la guarida secreta? Entre tantas prisas por ocultar al herido, ninguno de los dos prestó realmente atención a lo que hacían y ahora aunque el tuerto lograse coaccionar al curandero local para ayudarlos, ¿cómo demonios iba a saber a dónde se había llevado a búho?

El tiempo pasaba, al punto que el cielo empezaba a aclarar lentamente en el horizonte.
[Imagen: 7FT8VMk.gif]

RushHablo || Pienso || NarroRush

~Ausente los fines de semana~
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