Fecha fijada indefinidamente con la siguiente ambientación: Los ninjas de las Tres Grandes siguen luchando contra el ejército de Kurama allá donde encuentran un bastión sin conquistar. Debido a las recientes provocaciones del Nueve Colas, los shinobi y kunoichi atacan con fiereza en nombre de la victoria. Kurama y sus generales se encuentran acorralados en las Tierras Nevadas del Norte, en el País de la Tormenta. Pero el invierno está cerca e impide que cualquiera de los dos bandos avance, dejando Oonindo en una situación de guerra fría, con pequeñas operaciones aquí y allá. Las villas requieren de financiación tras la pérdida de efectivos en la guerra, y los criminales siguen actuando sobre terreno salpicado por la sangre de aliados y enemigos, por lo que los ninjas también son enviados a misiones de todo tipo por el resto del mundo, especialmente aquellos que no están preparados para enfrentarse a las terribles fuerzas del Kyuubi.
Takumi ya estaba colocado, había sacado a Mono y estaba a punto de enviarlo a capturar al gato. Pero este último salió disparado adentro de la arboleda, agarrando aún la bolsa fuertemente.
—¡Mierda! —Dijo Hiroki mientras corría tras él.
—¡Joder! Maldito gato. —Gruñó siguiendo a su compañero.
Ahora se había subido a otro árbol, más alto que el anterior, pero el kazejin podía extender sus hilos a unos quince metros, confiaba en que podía agarrar al felino. Por lo que lentamente, de espaldas a Kiro, iba elevando a la marioneta, buscando cuando estuviera a su altura agarrarle fuertemente con las manos.
Tsukisame Takumi parecía un chico que no se daba por vencido a la primera, sacando ideas y continuando con su labor. Hiroki esta vez se estaba encargando de hacer que el gato estuviera todo el tiempo con la atención puesta en él, mientras la marioneta de su compañero volvía a acercarse por detrás.
Pero aquella vez volvió a resultar fallida, pues el gato saltó sobre Hiroki para sujetarse fuertemente y arañarle un par de veces antes de salir corriendo por los caminos empedrados del Jardín de los Cerezos, dejando a Hiroki con algo de sangre saliéndole del rostro.
—Odio a los gatos... —farfulló, tomando un pañuelo para limpiarse como pudiera el rostro—. Al menos ha dejado el apio...
Encima del árbol, justo casi al borde de caer, se encontraba la bolsa arrugada donde asomaba el amado apio de la anciana mujer.
—Grupo 5: Eri, Daigo, (Invierno, 220), Poder 60
—Grupo 10: Eri, Daruu y Yota, (Otoño, 220), Poder 60
—Grupo ???: Eri, Datsue, Reiji y Hanabi, (Invierno, 220), Poder 100
Pensaba que esta vez lo tenía, pero no, antes de que pudiera alcanzarlo siquiera el felino saltó a la cara de su compañero. Para más inri acabó arañándole la cara a Hiroki y huyendo por los caminos. «Dios... A este paso voy a cocinar al gato cuando lo capturemos.»
—Odio a los gatos... —Y con toda la razón del mundo opinaba el kazejin. —Al menos ha dejado el apio...
Miró hacia la rama en la que hacía escasos segundos Kiro estaba apostado, de ella asomaba la bolsa de papel. Por un momento pensó en dejarla ahí y proseguir su misión, pero la simple idea de la vieja dándoles la brasa le quitó esto de la cabeza. Entonces elevó a su marioneta hasta aquella rama, agarrando la bolsa y bajándola hasta sus manos.
—Voy a devolverle el apio a la señora, intenta seguir al bicho y voy contigo en menos de un minuto. Cuanto antes nos libremos de esa quejicosa señora mejor, o al menos más tranquilos vamos a trabajar...
Takumi pareció dudar sobre si tomar o no el dichoso apio de la señora, pero algo en su cabeza reaccionó, algo que seguro que compartían ambos compañeros, por ello tomó la bolsa con su marioneta, tomándola entre sus manos para luego dirigirse a Hiroki.
—Voy a devolverle el apio a la señora, intenta seguir al bicho y voy contigo en menos de un minuto. Cuanto antes nos libremos de esa quejicosa señora mejor, o al menos más tranquilos vamos a trabajar...
—Genial, ¡ahora nos vemos! —levantó su pulgar derecho y salió tras el animal.
Takumi iría en busca de la señora para devolverle su apio, encontrándola sentada cerca del sitio donde se habían encontrado. Estaba sentada en un banco de piedra, con los brazos cruzados, con cara de pocos amigos.
—¿Y bien? —preguntó nada más ver al marionetista.
—Grupo 5: Eri, Daigo, (Invierno, 220), Poder 60
—Grupo 10: Eri, Daruu y Yota, (Otoño, 220), Poder 60
—Grupo ???: Eri, Datsue, Reiji y Hanabi, (Invierno, 220), Poder 100
Hiroki tras dar su aprobación salió tras Kiro, el marionetista esperaba que la señora no le entretuviera mucho para que su compañero no se alejara mucho de aquella zona. Cuando volvió a dónde había dejado a la anciana esta le esperaba sentada en un banco pétreo, con una cara que no destilaba amabilidad precisamente.
—¿Y bien? — «Señora de verdad no se me ponga borde que al final le tiro el dichoso apio a la basura.»
—Aquí tiene. —Dijo, todo lo amablemente que pudo, mientras le ofrecía la bolsa. —Disculpe las molestias. Y ahora si me disculpa tengo que volver a completar mi misión.
Si la señora no quería nada más Takumi marcharía corriendo en dirección a dónde debería estar Hiroki lidiando con el dichoso gato. «Nota mental, no volver a trabajar en misiones que impliquen gatos. Ni ancianas molestas a ser posible.»
—Aquí tiene. —dijo de la manera más amable posible. —Disculpe las molestias. Y ahora si me disculpa tengo que volver a completar mi misión.
Pero la señora no le dejó irse tan deprisa, tomándolo del brazo cuando le tendió el apio.
—¡No tan rápido! Vaya modales... —se quejó la mujer, refunfuñando—. ¡Más os vale que cacéis a ese gato porque si no pondré una queja! ¡Novatos! —volvió a quejarse, soltándole—. ¡Esto con Zoku-sama no pasaba!
Y se marchó, dejando a Takumi por fin libre.
—Grupo 5: Eri, Daigo, (Invierno, 220), Poder 60
—Grupo 10: Eri, Daruu y Yota, (Otoño, 220), Poder 60
—Grupo ???: Eri, Datsue, Reiji y Hanabi, (Invierno, 220), Poder 100
Cuando le dejó la bolsa en las manos pensaba salir corriendo, pero la anciana le agarró fuertemente del brazo.
—¡Señora por favor suélteme el brazo!
—¡No tan rápido! Vaya modales... —«Tenía que haber tirado el maldito apio...» —¡Más os vale que cacéis a ese gato porque si no pondré una queja! ¡Novatos! —Por fin le soltó el brazo y Takumi se dispuso a ir en busca de Hiroki. Pero la vieja aún tenía ganas de fiesta. —¡Esto con Zoku-sama no pasaba!
—Señora... —Se giró hacia ella con cara de pocos amigos. —Esta vez lo voy a dejar pasar, pero tenga cuidado con hacer apología del Terror de Zoku así a la ligera. Me he quedado con su cara y no queremos que Uzukage-sama se acabe enterando y usted acabe en la carcel, ¿no?. Un saludo y disfrute de su apio. —Desapareció corriendo en la dirección que suponía que estaba su compañero intentando lidiar con el gato.
Estas últimas palabras de la señora le habían dejado con un mal cuerpo. «¿Cómo alguien puede decir eso de un dictador...? Esa señora no tuvo que sufrir durante aquella época. Que poca vergüenza tienen algunos de verdad...»
Tras el mal momento que había vivido el pobre Takumi al haber devuelto el apio a la señora, se reencontraría con Hiroki, quien estaba con los brazos cruzados mirando un tronco hueco tirado en medio de una planicie alejado de los árboles junto a un par más que parecían servir como área de reposo para los visitantes.
—¡Oh, Takumi! —llamó en cuanto lo divisó, moviendo la mano si era necesario hasta que lo viera—. El gato se ha encerrado ahí dentro, y cuando me acerco solo me gruñe —explicaría una vez el genin estuviera lo suficientemente cerca para que lo escuchara claro—. No quería hacer nada arriesgado antes de que vinieras tú o el gato se me volviera a escapar... —admitió, rascándose la nuca.
Y al moverse ligeramente cerca del viejo tronco, se volvió a escuchar un gruñido desde su interior.
—¡Qué sí! —bufó al minino, no muy feliz, luego se giró a su compañero con otra idea—. No sé si sería buena idea volver a intentar acorralarlo, quizá deberíamos intentarlo con otra cosa... —admitió, poniendo las manos en jarra—. ¿Qué te parece si buscamos algo de comer? Al comienzo del jardín venden diversos tipos de comida, quizá algo de pescado le sirva, porque parecía que tenía hambre por el apio...
—Grupo 5: Eri, Daigo, (Invierno, 220), Poder 60
—Grupo 10: Eri, Daruu y Yota, (Otoño, 220), Poder 60
—Grupo ???: Eri, Datsue, Reiji y Hanabi, (Invierno, 220), Poder 100
Takumi llegó hasta su compañero, se lo encontró mirando fijamente a un tronco vacío en lo que debía de ser de un área de reposo.
—¡Oh, Takumi! El gato se ha encerrado ahí dentro, y cuando me acerco solo me gruñe —«Lo que nos faltaba madre mía...» —No quería hacer nada arriesgado antes de que vinieras tú o el gato se me volviera a escapar...
—Tranquilo, lo has hecho muy bien. Y siento la tardanza, la señora quería jaleo. —Dijo mientras se agachaba para observar el agujero del tronco.
Desde el tronco se escuchó un rugido, el dichoso gato no estaba de buenas.
—¡Qué sí! —Le replicó al felino. —No sé si sería buena idea volver a intentar acorralarlo, quizá deberíamos intentarlo con otra cosa... ¿Qué te parece si buscamos algo de comer? Al comienzo del jardín venden diversos tipos de comida, quizá algo de pescado le sirva, porque parecía que tenía hambre por el apio... —«Confirmamos, no tenía que haber devuelto el apio.»
—Me parece correcto la verdad, posiblemente sea esa la única forma de sacarle. Eso sí, mejor que se quede uno de los dos para evitar que escape y marche lejos de aquí. ¿Prefieres ir tú a por el pescado y me quedo yo o lo hacemos al revés?
9/02/2020, 09:34 (Última modificación: 9/02/2020, 09:35 por Uzumaki Eri.)
—Me parece correcto la verdad, posiblemente sea esa la única forma de sacarle. Eso sí, mejor que se quede uno de los dos para evitar que escape y marche lejos de aquí. ¿Prefieres ir tú a por el pescado y me quedo yo o lo hacemos al revés?
—Ya que has ido tú a devolver el apio, yo iré a por algo de comer —se ofreció el genin señalándose a sí mismo con seguridad—. Volveré enseguida, no tardo.
Y se fue corriendo para no perder más el tiempo de su primera y ansiada misión, dejando a Takumi entre los viejos troncos y a un gato asustadizo intentanto huir de sus perseguidores.
Si Takumi volvía a mirar su escondite, una cabecita sucida y con manchitas amarillas asomaría para ver, entre asustado y curioso; a su nuevo guardián.
—Grupo 5: Eri, Daigo, (Invierno, 220), Poder 60
—Grupo 10: Eri, Daruu y Yota, (Otoño, 220), Poder 60
—Grupo ???: Eri, Datsue, Reiji y Hanabi, (Invierno, 220), Poder 100
—Ya que has ido tú a devolver el apio, yo iré a por algo de comer. Volveré enseguida, no tardo.
—Perfecto, recemos para que no le dé por irse muy lejos ahora —Respondió a su compañero con una sonrisa.
Hiroki marchó en busca de algo de comida, a ver si así el gato salía de ahí y podían devolverlo a sus dueños. Takumi se fijó en el agujero por el que había entrado el felino y vio su cabeza asomar. «Por favor no te escapes, solo te pido eso...»
—Pspspspsps, Kiro bonito... Vamos a llevarnos bien. —El kazejin le hablaba suave y amigablemente. —Ahora llega Hiroki con algo de comida, nos vamos a nuestras respectivas casas y todos felices. —«Felices... y con quinientos ryōs en el bolsillo para hacer más prototipos jejeje.»
El gato no se movió: ni se ocultó, ni se acercó; solo esperó a ver si aquel chico volvía a sacar aquel horroroso arma que casi lo apresaba pudiéndolo aplastar, cuando él solo quería comer un poco por haberse perdido.
Al notar como era llamado por el chico, poco a poco fue moviendo sus pequeñas patitas, mostrando su claro pelaje ahora oculto bajo motas de suciedad que se acumulaban sin piedad. El gruñido del estómago de Kiro alertó a Takumi, ya que el animal estaba acercándose a él.
Pronto paró sus cuatro patas frente al marionetista, con la cola gacha, a la espera de su reacción.
—Grupo 5: Eri, Daigo, (Invierno, 220), Poder 60
—Grupo 10: Eri, Daruu y Yota, (Otoño, 220), Poder 60
—Grupo ???: Eri, Datsue, Reiji y Hanabi, (Invierno, 220), Poder 100
El marionetista vio como el gatito salió de su escondite, parecía asustado, cosa normal cuando le interpelas en un comienzo con una marioneta con cara de macaco. Su pelaje se veía oculto por varias manchas de suciedad, lo iban a pasar bien los dueños cuando les tocara darle un baño. De repente el estómago del felino rugió, llamando la atención del genin.
—Pero Kiro bonito. —Comenzó a susurrar Takumi con tono cariñoso mientras se sentaba con las piernas cruzadas. —Pspspspsps, ven bonito, ven. —Comenzó a dar ligeros golpecitos en el suelo, intentando llamar la atención del gato. —Tú tranquilo que ahora viene Hiroki con pescado y ya verás que bien comes. —Intentó alargar la mano lentamente y con mucho cuidado, buscando acariciar a Kiro a lo largo de su espalda. —¿Pero cómo estás tan sucio cosa bonita? Uyuyuyuyuy.
El kazejin podría ser frío y distante la mayor parte del tiempo, pero era acercarse a su persona un animal al que pueda acariciar y cambiaba completamente su actitud. Casi parecía cómico.
10/02/2020, 22:45 (Última modificación: 11/02/2020, 00:45 por Uzumaki Eri. Editado 1 vez en total.)
Kiro escuchaba atentamente al chico de las gafas mientras seguía acercándose lentamente, aunque hizo un amago de querer huir cuando notó como se movía para sentarse, al final retomó su lenta marcha hacia el marionetista, que lo llamaba con cariño, algo que no pegaba nada con la verdadera personalidad que parecía profesar con los demás.
Takumi tocó su sucio pelaje, encontrándolo suave aunque con zonas algo pegajosas, y el animal se dejó, levantando la cola en señal de que se estaba relajando en su compañía.
—¡Takuuuuuuuuuuuuuumi! —se escuchó desde lejos, haciendo que Kiro se sobresaltase y saltase a los brazos del genin, gimiendo de miedo. Una vez estuvo cerca, miró al chico y luego al gato, sin comprender—. ¿Cómo? —señaló a Kiro, no muy feliz por haber vuelto a ver al Senju.
—Grupo 5: Eri, Daigo, (Invierno, 220), Poder 60
—Grupo 10: Eri, Daruu y Yota, (Otoño, 220), Poder 60
—Grupo ???: Eri, Datsue, Reiji y Hanabi, (Invierno, 220), Poder 100
Y para la suerte del genin el gato se dejó acariciar, esto seguro que hacía las cosas más fáciles, con un poco de comida seguro que podían incluso cogerlo y devolverlo. Al tocar el pelaje de Kiro notó que a parte de la suciedad tenía puntos pegajosos.
—Pero bueno bicho, ¿dónde te has metido para acabar así de sucio? —Continuó hablando con el mismo tono.
—¡Takuuuuuuuuuuuuuumi! —La voz de Hiroki se escuchó viniendo a lo lejos. El felino se sobresaltó y acabó maullando asustado en los brazos del marionetista.
—Tranquilo Kiro guapo, que Hiroki viene ahora con comida rica. —Intentó tranquilizar al gato acariciándole el cogote.
—¿Cómo? —Exclamó su compañero al llegar a la altura del kazejin. La cara de sorpresa fue graciosa de ver.
—Ehhhh... —Takumi se puso un poco rojo al mirar a su compañero, no era su mayor ilusión que la gente le viera en ese estado de emoción con los animales. —Creo que le caigo bien. ¿Conseguiste algo de comida? —Cambió de tema lo más rápido que pudo. —Antes le estaba rugiendo el estómago, tiene que estar muriéndose de hambre.