Fecha fijada indefinidamente con la siguiente ambientación: Los ninjas de las Tres Grandes siguen luchando contra el ejército de Kurama allá donde encuentran un bastión sin conquistar. Debido a las recientes provocaciones del Nueve Colas, los shinobi y kunoichi atacan con fiereza en nombre de la victoria. Kurama y sus generales se encuentran acorralados en las Tierras Nevadas del Norte, en el País de la Tormenta. Pero el invierno está cerca e impide que cualquiera de los dos bandos avance, dejando Oonindo en una situación de guerra fría, con pequeñas operaciones aquí y allá. Las villas requieren de financiación tras la pérdida de efectivos en la guerra, y los criminales siguen actuando sobre terreno salpicado por la sangre de aliados y enemigos, por lo que los ninjas también son enviados a misiones de todo tipo por el resto del mundo, especialmente aquellos que no están preparados para enfrentarse a las terribles fuerzas del Kyuubi.
—Oye, no tengo nada en contra, en serio —dijo Daruu, y Datsue levantó una ceja, intrigado—, de verdad que no. Pero no me van los hombres. —«¿¡Qué!?»—. Estás muy tocón. —«¿¡CÓMO!?»—. ¿Estás flirteando conmigo, o qué?
Nunca una pregunta le había dejado tan desconcertado. Tan atónito. Por un momento, no supo ni qué responder. Su ceja, previamente alzada, se fue elevando como si tuviese vida propia hasta que casi pareció desencajarse de su propio rostro. Luego llegó la risa. Una carcajada que no solo nacía del malentendido, sino de la ignorancia de Daruu por el motivo de su tocamiento. Una ignorancia que, con suerte, terminaría pronto…
… con él demasiado lejos como para recibir las consecuencias. El solo hecho de imaginarse aquel momento le hizo reír todavía más fuerte, y tuvo que pellizcarse el brazo para tratar de contener su risa.
—P-pues te iba a decir que no —dijo, todavía rojo por el ataque de risa que le había invadido—, pero ya eres la tercera persona que piensa que me van los hombres. —Una de esas personas estaba muerta, y la otra se había acostado con ella poco después. ¿Realmente contaban?—. Así que quizá me lo tengo que empezar a cuestionar… —le lanzó un beso al aire, mitad coqueto, mitad de guasa—. ¿Quién sabe?
Le guiñó el ojo, y, sin aclarar nada más, continuó su andadura por la jungla. Una andadura que le sirvió para aprender algunas cosillas del Byakugan. O, más bien, confirmar algunas de sus sospechas. La primera que se había formado en su combate en el torneo todavía no la había esclarecido. Se trataba de si, al igual que el Sharingan, el Byakugan podía ver o no el chakra. Lo había sospechado en un pequeño lance, cuando Daruu iba a atrapar un shuriken y, justo cuando Datsue lanzó una ráfaga de chakra para desviarlo, cambió su movimiento.
Si bien aquello todavía no estaba aclarado, lo que sí podía constatar es que aquel chico tenía una visión fuera de lo normal. Veía cosas que otros no. Sumido en sus pensamientos, Datsue rememoró aquel combate del torneo para analizar cada movimiento de Daruu y entender mejor su dōjutsu. Por eso, cuando Daruu volvió al ataque, le costó unos momentos volver a la realidad y reaccionar.
—¿Eh? —Le había preguntado por su Sharingan, alegando que tenía menos información que la que él poseía—. Ah… Pues… —se rascó el mentón, pensativo. Quería ganarse la confianza de Daruu. Más en una situación como aquella. Pero darle información valiosa… eso era otro cantar—. Nuestro Sharingan se compone de tres fases —empezó a decir—. O tres niveles, más bien. Lo puedes saber por el número de aspas que rodean nuestra pupila —«Si Akame me oyese ahora mismo me mataría. Pero coño, solo es un poco de trasfondo… No es algo que pueda usar contra nosotros»—. El primer nivel tiene un aspa. El segundo, dos. Era el nivel que tenía cuando nos enfrentamos en el torneo. Y el tercero y último… —Para hacerle una demostración gráfica, activó su propio Sharingan, cuyas tres aspas giraron hasta formar un trío en una circunferencia imaginaria—. El San Tomoe no Sharingan. Dicen que solo Uchihas expertos logran dominarlo… Pero, ¿eh? —se señaló con un dedo—. Lo tengo yo, así que debe ser una exageración más. Por si no lo habías notado, los Uchihas suelen ser demasiado dramáticos —rio—. ¿Se ha equilibrado la balanza?
¡Agradecimientos a Daruu por el dibujo de PJ y avatar tan OP! ¡Y a Reiji y Ayame por la firmaza! Si queréis una parecida, este es el lugar adecuado
Grupo 0: Datsue y Uchiha Raito, (Bienvenida, 221), Poder 100 e Inteligencia 80
Grupo 1: Datsue y Reiji, (Ascua, 220), Poder 80 e Inteligencia 80
Grupo 2: Datsue y Aiko, (Entretiempo, 220), Poder 100 e Inteligencia 80
Grupo 5: Datsue y Uzumaki Kaia, (Bienvenida, 221), Poder 100 e Inteligencia 80
Daruu se encogió de hombros y le miró con una media sonrisa, entrecerrando aquellos ojos blancos y clavándolos en él.
—Oh, vamos, Datsue-kun —dijo, socarrón—, ¿no pretenderás que me sienta satisfecho con eso, verdad? ¿Cómo voy a fiarme de que vas a repartir el tesoro conmigo si no podemos tener siquiera una charla sincera de amiguetes, eh?
Puso el dedo índice entre los dos y lo movió de un lado a otro, indicando que no.
—Ya he notado lo de las aspas, pero no me has dicho qué hace. Se podría decir que necesito sacarme ya el graduado avanzado. Os he visto combatir. Sois muy buenos en el Taijutsu, en el Ninjutsu y en el Genjutsu. Sí... también he sufrido esas ilusiones. Tu buen amigo Akame tuvo a bien reverlármelo después de echarse a reír como un psicópata lamiéndole el falo a todo el linaje de su clan.
»Pero yo no sé si a eso le llamaría dramatismo.
Los genin llegaron a la entrada de una cueva más bien penumbrosa, que se metía dentro de la montaña. Daruu solicitó ver el mapa.
—¿Y si la equis no marca la cima, sino el interior de esta caverna? —sugirió—. Bueno, antes de entrar, estaría encantado de saber algo que todavía no sé sobre vosotros. Si no, quizás nos toque trabajar sin la ayuda de mi Byakugan. Ya sabes, por no inclinar todavía más la balanza...
Daruu negó con el dedo. No, por supuesto que la balanza no estaba balanceada con la simple descripción de cada aspa. Él quería más. Mucho más. Quería descubrir los entresijos de un dōjutsu milenario. Quería bucear entre sus secretos, empaparse de ellos y hacerlos suyos. Daruu quería…
…demasiado. «Aunque nada vale demasiado si se compara con un tesoro», tuvo que reconocer.
Suspiró. Daruu le estaba poniendo entre la espada y la pared. Además, resultó que ya sabía algunas cosillas sobre el sharingan gracias a su combate contra Akame. Un combate en el que, al parecer, su Hermano había mostrado su verdadero ser.
—Bueno… —se rascó la nuca—, Akame es de emocionarse mucho en combate. Y si ya le tocan algo del clan… —dijo, tratando de excusarle—. Pero en el fondo es buen chico. Muy buen chico —aseguró. Tenía sus cosas, claro, ¿pero qué ninja no las tenía? En aquella profesión no existía nadie normal. No podías serlo para sobrevivir y cumplir con tu deber.
Entre tanta charla, Daruu le pidió ver de nuevo el mapa, a lo que Datsue accedió.
—¿Y si la equis no marca la cima, sino el interior de esta caverna? —Datsue arrugó el entrecejo, pensativo. Eso podía tener sentido. Mucho sentido—. Bueno, antes de entrar, estaría encantado de saber algo que todavía no sé sobre vosotros. Si no, quizás nos toque trabajar sin la ayuda de mi Byakugan. Ya sabes, por no inclinar todavía más la balanza...
Suspiró. Revelar los secretos del clan, incluso para alguien como él con la lengua tan suelta, era un sacrilegio. Pero si con ello aumentaba la probabilidad de encontrar el tesoro…
«Por los Dioses… ¿Qué hago?». En circunstancias normales, Datsue tomaría el camino intermedio: mentir. Pero Daruu probablemente ya había averiguado algunas cosas sobre su dojutsu, por no hablar de que era uno de los ninjas más perspicaces que jamás había conocido. Si le pillaba en una falacia, ya no habría vuelta atrás. Quizá hasta se iría del enfado, abandonándolo a su suerte.
—Así que quieres saber qué hace el sharingan… —se frotó los ojos con los dedos, todavía indeciso. «Jodido Daruu… No podía pedirme otra cosa, no. ¡Tenía que ser sobre el jodido sharingan!» Suspiró de nuevo—. Está bien. El sharingan puede hacer varias cosas. Una de ellas —dijo, levantando el dedo—, es que nos permite distinguir mejor los detalles. Cada minúsculo movimiento. Cada tensión en los músculos… Por eso somos buenos en Taijutsu. Porque jugamos con ventaja. Vemos venir ese puñetazo no por el puño que se abalanza sobre nosotros, sino por el movimiento del hombro y esa característica inclinación con las piernas. ¿Comprendes? —preguntó Datsue, que se sintió sucio por dentro. Acababa de revelarle uno de los mejores ases que todo Uchiha tenía. No el mejor, era cierto, pero sí uno importante—. En general también tenemos mayor percepción y mayor agudeza visual, y, lo más importante de todo, aunque muchos lo infravaloran, es que el sharingan es un arma mortífera para…
Datsue dejó que el silencio tomase protagonismo para darle mayor dramatismo a sus próximas palabras:
—… ligar —Sabía que se lo tomaría a coña, pero aquello era una verdad como un templo—. ¡En serio, no lo digo de coña! ¿Te cuesta romper el hielo? ¿Pensar en alguna excusa para hablar con esa chica que tanto te gusta? ¡El sharingan es la solución! —exclamó, como si anunciase algún producto milagroso—. Es activarlo, y conseguir lo más difícil: hacer que sea la chica quien se interese por ti. El resto ya depende de ti, claro, pero coño, ya has hecho lo más complicado. Aunque apuesto a que ese byakugan tuyo no se queda muy atrás en eso, ¿eh? —Tener los ojos blancos era, desde luego, algo muy llamativo.
¡Agradecimientos a Daruu por el dibujo de PJ y avatar tan OP! ¡Y a Reiji y Ayame por la firmaza! Si queréis una parecida, este es el lugar adecuado
Grupo 0: Datsue y Uchiha Raito, (Bienvenida, 221), Poder 100 e Inteligencia 80
Grupo 1: Datsue y Reiji, (Ascua, 220), Poder 80 e Inteligencia 80
Grupo 2: Datsue y Aiko, (Entretiempo, 220), Poder 100 e Inteligencia 80
Grupo 5: Datsue y Uzumaki Kaia, (Bienvenida, 221), Poder 100 e Inteligencia 80
Aunque Daruu jamás podría haber sabido a ciencia cierta si entre todos aquellos datos habría una mentira, desde luego las palabras eran convincentes, y cuadraban con lo que ya sabía de los doujutsu por experiencia propia y con lo que había observado del propio sharingan. Durante todo el tiempo que duró la explicación —bueno, menos por la coña del final—, Daruu mantuvo un perfil analítico, y saboreó cada una de las sílabas que salían de la boca de Datsue, interiorizándolas, y, desde luego, entendiendo muchas cosas.
Asintió, y le golpeó el hombro amistosamente.
—¿Ves? Ahora sí que puedo poner cosas yo en la balanza —dijo—. Y por cierto, más de una vez me han mirado raro por tener estos ojos. Y cuando los activo —La pupila en su byakugan se hizo ligeramente perceptible, como una sombra de un color ligeramente más oscuro, y las venas de los laterales de sus ojos se hincharon— no gano mucho más atractivo.
Se giró y contempló el paisaje del bosque de abajo, a lo largo del camino.
—¿Ves aquél árbol de allí? —dijo, señalando a un cocotero solitario encima de una loma, a muchísima distancia—. ¿Sabrías decirme cuántos de esos frutos peludos cuelgan de lo alto de él? ¿No? Yo sí. Son tres. Exactamente. Y uno de ellos está un poco pocho ya.
Le encaró de nuevo.
—Y... nosotros, a diferencia de vosotros, sí que podemos ver el corazón —dijo, y tal y como había dicho Datsue, rozó con la punta de sus dedos el centro del pecho del Uchiha. Y el chico sintió una pequeña, pequeñísima punzada de dolor, como cuando a uno le entra flato después de una buena carrera—. Combina estas dos cosas y entonces podrás de verdad decir que tienes una buena vista.
Habían más cosas, por supuesto, como que podían ver en trescientos sesenta grados o incluso los propios tenketsu. Pero había secretos que podían permanecer ocultos. Y había otros que ni siquiera alguien como Daruu había podido alcanzar con la punta de los dedos, o poner en práctica para cerciorarse de que eran ciertos.
—Bien, ahora que estamos en paz en ese sentido, vamos a entrar a la cueva y a ver si veo el cofre a través del suelo —dijo—, o si, como dijo el capitán, la equis sólo era un señuelo.
Daruu y Datsue se internaron en la cueva. Era un espacio ámplio y en realidad bastante bien iluminado en cuanto se llegaba a una caverna grande con al menos otras dos salidas.
Y allí estaba el tesoro, justo en el centro de la caverna, enterrado tras dos metros de tierra. A Daruu le dio un vuelco al corazón: el pirata les había mentido.
—¡Está ahí! —señaló—. ¡Lo que intentaba el muy cabrón era disuadirnos de buscarlo!
Daruu tenía razón: el byakugan no dotaba a su dueño de un atractivo o encanto fuera de lo particular. En eso, se enorgulleció Datsue, el sharingan estaba a años luz. Pero en lo que sí mordía el polvo su doujutsu era en distancia de visionado. Primero, el Uchiha hinchó el pecho, pomposo, cuando el de ojos blancos le inquirió si alcanzaba a ver un árbol lejano.
—¿Qué si lo veo? Ay, Daruu, Daruu —había dicho—. Pocas cosas hay que no vean estos…
—¿Sabrías decirme cuántos de esos frutos peludos cuelgan de lo alto de él? —Datsue se quedó de piedra— ¿No? Yo sí. Son tres. —La boca de Datsue se abrió tanto que pareció desencajarse de la sopresa—. Exactamente. Y uno de ellos está un poco pocho ya.
«¡Y encima el tío se pavonea! La madre que me parió… ¿En serio puede verlos a semejante distancia?». De no ser ningún truco, estaban hablando de otra cosa. De una liga totalmente distinta a la que el Uchiha había visto o jugado hasta entonces.
Pero no terminaba allí. No, Daruu fue más allá, rompiendo por completo todos los esquemas del Intrépido. Aseguraba —tras una floritura con el dedo que le dio un breve pinchazo en el pecho—, que él sí podía ver el corazón de las personas. Y si podía hacerlo, eso significaba que…
—¡Madre Amateratsu, diosa de mi vida! —exclamó Datsue, totalmente maravillado—. ¿Quiere eso decir que puedes ver a través de la ropa, la piel y la carne? Pero entonces, incluso podrías… —¿Ver el armamento que lleva alguien en el portaobjetos?—. Incluso podrías… —¿Ver ese juego de manos tras la espalda para colocar un sello explosivo en un kunai?—. Incluso podrías… —No y no. Era algo mucho más importante que todo aquello. Era…—. ¡Los baños termales, Daruu! —se llevó las manos a la cabeza, totalmente atónito—. ¡Los baños termales!
Datsue quiso arrancarse los ojos y ponerse los de Daruu. Así de fácil era pasar de la vanidad a la envidia.
—Perdón, perdón —dijo, pues le había interrumpido justo cuando sugería entrar en la cueva para buscar el tesoro. Lo primero era lo primero—. Vamos, vamos. Te sigo.
Los apresurados pasos del Uchiha hicieron que pronto llegase al interior de la cueva, un espacio bastante amplio y bien iluminado, gracias a que parecía contar con otras dos entradas.
—¡Está ahí! —Datsue pegó tal brinco que casi se cae de culo—. ¡Lo que intentaba el muy cabrón era disuadirnos de buscarlo!
—Lo… ¿Lo dices en serio? —dijo, mirando hacia donde había señalado Daruu—. Joder, lo… ¡Pero que te dije! ¿¡Pero qué te dije yo!? —exclamó, eufórico, dándose tremendos golpetazos en el pecho—. ¡Somos ricos, joder! ¡Somos ricos!
Datsue saltó sobre el suelo y empezó a quitar la tierra como un perro tratando de desenterrar un hueso. No, no tenía pala, ni ningún utensilio que le pudiese ayudar para semejante tarea.
—¡Vamos, vamos! ¡Ayúdame! ¡Tenemos que sacarlo de ahí! —chilló, como si lo que hubiese ahí abajo fuese un crío asfixiándose y no simples objetos inertes.
¡Agradecimientos a Daruu por el dibujo de PJ y avatar tan OP! ¡Y a Reiji y Ayame por la firmaza! Si queréis una parecida, este es el lugar adecuado
Grupo 0: Datsue y Uchiha Raito, (Bienvenida, 221), Poder 100 e Inteligencia 80
Grupo 1: Datsue y Reiji, (Ascua, 220), Poder 80 e Inteligencia 80
Grupo 2: Datsue y Aiko, (Entretiempo, 220), Poder 100 e Inteligencia 80
Grupo 5: Datsue y Uzumaki Kaia, (Bienvenida, 221), Poder 100 e Inteligencia 80
Cuando Datsue habló del tema que surge cada vez que alguien descubre que los Hyuuga pueden ver a través de las paredes, Daruu no pudo hacer otra cosa que reír. No era la primera vez que le decían algo así, y tampoco sería la última.
—Pero hombre, Datsue-san. Un gran poder conlleva una gran responsabilidad —dijo, de forma elocuente—. Y además cuando ves treinta pares de tetas, pierden un poco la magia.
Aunque jamás confesaría a nadie lo mucho que había aprovechado esa gran responsabilidad en cuanto descubrió que tenía que hacer cargo de ella...
...hay cosas de las cuales es mejor no hablar.
· · ·
...y una vez más, Datsue se puso histérico, golpeándose en el pecho y levantando la voz. Inmediatamente, incapaz de razonar con lógica y pensar que acabaría rompiéndose las uñas escarbando en la dura tierra con nada más que sus propias manos, el Uchiha se abalanzó sobre el lugar que marcaba la equis del mapa, como un depredador hambriento, tres días sin comer.
—¡Vamos, vamos! ¡Ayúdame! ¡Tenemos que sacarlo de ahí!
—¡Pero animal, que te vas a hacer daño! —dijo Daruu—. Si te apartases un poco, al menos podría humedecer la tierra antes con una de mis técnicas de Suiton. —Se acercó a Datsue y apoyó una mano en su hombro, tirando hacia atrás para que se levantase y se apartase—. Aagh, todo esto sería más fácil con...
—...¿con una pala?
Daruu se dio la vuelta como un resorte y se puso rígido como una roca.
—Ah, ah... Cero movimientos bruscos, chicos. —El capitán les miraba desde la entrada de la gruta, sujetando una pala en la mano izquierda. Aunque a Daruu más bien le preocupaba la ballesta con la que les apuntaba con la diestra.
—¡Amigo, amigo! —vaciló Daruu, dando un paso adelante lentamente—. ¡Creíamos que habías muerto! Qué bien, ahora podremos compartir el tesoro, tal y como dijis...
—¡QUIETO! ¡VUELVE DONDE ESTABAS O TE DISPARO! —vociferó el capitán, dando él también un paso hacia adelante—. No, no, no. El tesoro es mío. Dos niños imberbes como vosotros no le darían un uso a tan preciado material. No hay suficiente para los tres. ¡He pedido mi barco y mis otras fortunas! No me arrebataréis lo único que me queda de alegría en la vida.
»Ahora os váis a arrodillar lentamente y váis a poner vuestras manos detrás de la cabeza. Vamos.
Datsue se imaginó la estampa. Decenas y decenas de mujeres pasando un buen rato en los baños termales. Se imaginó a la familia entera de las Sakamoto, que por alguna inexplicable razón tenían todas una genética envidiable, como si hubiesen sido pinceladas por un experto mangaka hentai.
Uchiha Datsue tuvo una hemorragia nasal.
Uchiha Datsue cayó al suelo y creyó que iba a morir del disgusto. Él jamás tendría esos ojos. Nunca alcanzaría a vislumbrar semejante paraíso. Se hundió, depresivo, y, de no ser por el sueño del tesoro, quizá nunca hubiese reflotado.
· · ·
Datsue no tardó mucho en comprobar que antes se dejaría las uñas a cavar dos metros de tierra. Pero no le dio tiempo a apartarse para que Daruu humedeciese el terreno con alguna técnica Suiton. Ni a pensar en un método mejor. Porque de pronto, se oyó una voz. Una voz que conocía muy bien.
Se le puso la piel de gallina, y sintió que un escalofrío recorría toda su espina dorsal. Sus ojos vieron lo último que deseaba ver en aquel momento: el Capitán. El hijoputa de la Ribera del Sur.
Daruu trató de despistarle, de atraer su atención, de ganar su confianza… Todo fue en vano. A grito pelado, el hombre les mandó quedarse quietos. Una orden que Datsue acató con rabia y frustración, pero que acató. Muy lentamente, como había pedido, hincó las rodillas al suelo.
Sus ojos, no obstante, brillaban con el color del Sharingan. Tan solo necesitaba un momento, una milésima de segundo. Tan solo necesitaba que sus miradas se cruzasen y lo tendría. El Uchiha le haría caer en un Genjutsu, en una ilusión que imitaría… la realidad. Con suerte, no se daría cuenta del engaño. Con suerte, no le ensartaría una de esas saetas en su corazón.
—Escucha, Capitán, nos necesitamos —dijo, tratando de ganar tiempo, mientras subía las manos a la nuca—. Tú tienes el tesoro, pero no un medio para salir, ¿me equivoco? —preguntó, esperanzado. Si el Genjutsu salía mal, era lo único con lo que podía negociar—. Nosotros sí.
¤ San Tomoe no Sharingan ¤ Ojo Giratorio de Tres Aspas - Tipo: Apoyo - Rango: S - Requisitos: Uchiha 60 - Gastos: 18 CK (divide regen. de chakra) - Daños: - - Efectos adicionales:Percepción+18 - Sellos: - - Velocidad: Instantánea - Alcance y dimensiones: -
Los iris del usuario se vuelven de color carmesí, y alrededor de sus pupilas surgen tres aspas negras que giran hasta formar un trío en una circunferencia imaginaria. Este estado del Sharingan se considera el más avanzado en su forma básica.
El Sharingan le da color al chakra, y permite distinguir su composición elemental. El usuario puede ver el flujo del chakra de otros seres vivos como un manto, con suficiente precisión para detectar si tiene mucho o poco chakra (CK actual) o si ese chakra es débil o poderoso (mide aproximadamente el Poder), pero no con la suficiente para detectar movimientos de chakra dentro de un oponente si no hay una técnica activa. El Sharingan puede ver el chakra de las técnicas activas: las que afecten al interior de un ser vivo o las que ya se encuentren en el exterior de un oponente, pero no antes de que se hayan formado. Puede detectar si alguien está siendo afectado por una técnica ilusoria.
La percepción visual del usuario goza de un gran estímulo, volviéndose muy sensible al movimiento. El Uchiha puede leer labios con extrema facilidad o imitar movimientos tan sutiles como los de la escritura, escribiendo lo mismo que alguien a quien está observando. En combate, el clan utiliza esta destreza para seguir con claridad los movimientos físicos (y no de técnicas, importante) de un oponente y de sus extremidades en el Taijutsu, y para leer con claridad los sellos manuales que realiza. Si y sólo si el usuario conoce la técnica que va a utilizar, puede anticipar una respuesta (hay muchas técnicas con secuencias de sellos similares o iguales. En este caso, el Uchiha no tiene manera de saber qué va a hacer el oponente). El Tres Aspas hace que el Uchiha pueda predecir dónde va a encajar un golpe de Taijutsu mediante la lectura de las tensiones en los músculos del cuerpo del oponente, dotándole de cierta capacidad predictiva. Cabe destacar que aunque el usuario sea capaz de percibir un movimiento, necesita las capacidades físicas y de reacción para poder responder ante él.
La habilidad para leer los movimientos del Sharingan le otorga al usuario la capacidad de copiar los sellos de una técnica de Ninjutsu o de Genjutsu (o los movimientos de una técnica de Taijutsu) que no dependa de una facultad personal para ejecutarla al mismo tiempo que el oponente o registrarla en su repertorio (hasta un máximo de tres técnicas). Se pueden imitar evolutivas, pero no registrarlas. Para copiar una técnica se debe de tener su requisito convertido a la facultad Uchiha.
El Sharingan le permite al usuario distinguir técnicas como los clones simples (no los generados por la técnica Kage Bunshin no Jutsu) de un usuario real, y ver a través de la técnica Henge no Jutsu.
El Sharingan de Tres Aspas es capaz de penetrar y romper los Genjutsus sensoriales, y de ver a través de las imágenes creadas por los Genjutsus ambientales.
¤ Saimingan ¤ Ojo Hipnótico - Tipo: Apoyo (Genjutsu visual) - Rango: A - Requisitos: Uchiha 60, Sharingan de Tres Aspas activo - Gastos: 18 CK, impide regen. de chakra - Daños: - - Efectos adicionales: Distracción, control, ataque sorpresa, engaño - Sellos: - - Velocidad: Instantánea - Alcance y dimensiones: -
Mediante su Sharingan, el usuario es capaz de hacer entrar en un Genjutsu a su oponente con mero contacto visual. Cuando el oponente entre en su ilusión, podrá mostrarle lo que desee, emulando visión, sonido, e incluso sensaciones como el dolor o el placer. Mientras se realiza el Genjutsu, el usuario no puede atacar a la victima, pues cualquier daño externo anularía el engaño, y durante el transcurso del mismo, tanto usuario como oponente estarán paralizados en el sitio. El ejecutor será capaz de modificar el entorno por completo durante el transcurso de la ilusión, y de hacer que la ilusión dure todo el tiempo que haga falta, hasta un máximo de diez turnos. Si dispone de menos de 40 de Inteligencia, no será capaz de mantener ninguna técnica activa mientras la utiliza.
(Uchiha 70) Por 32 CK adicionales al gasto base, si la Inteligencia del usuario es mayor que la Voluntad del oponente en más de 30 puntos o en más de 10 si el PV del oponente ha descendido por debajo de su 60%, si la víctima está completamente inmovilizada, o si se trata de un civil, el usuario puede utilizar la técnica para crear un estado de sueño profundo mediante hipnosis. Luego podrá interrogar al afectado libremente si así lo desea o dejarlo caer inconsciente. Si sufre daños, o pasan tres turnos, despertará. Mediante este uso de la técnica también se puede inducir una parálisis en lugar de un sueño profundo.
(Uchiha 100) Con el Tres Aspas muy desarrollado y mucho entrenamiento, la técnica es increíblemente poderosa, pues el usuario será capaz de moverse mientras se ejecuta —muy lentamente con Inteligencia < 40, lentamente con Inteligencia de 40 a 80, y con total normalidad con Inteligencia > 80, aunque no podrá ejecutar técnicas adicionales a las que ya mantiene si no supera los 100 puntos de Inteligencia—. Recordamos que cualquier daño al oponente lo sacará de la ilusión. En este caso, el oponente se moverá con normalidad fuera de la ilusión, pero estará encarcelado en ella y podrá ser engañado mientras el usuario controla sus cinco sentidos.
¡Agradecimientos a Daruu por el dibujo de PJ y avatar tan OP! ¡Y a Reiji y Ayame por la firmaza! Si queréis una parecida, este es el lugar adecuado
Grupo 0: Datsue y Uchiha Raito, (Bienvenida, 221), Poder 100 e Inteligencia 80
Grupo 1: Datsue y Reiji, (Ascua, 220), Poder 80 e Inteligencia 80
Grupo 2: Datsue y Aiko, (Entretiempo, 220), Poder 100 e Inteligencia 80
Grupo 5: Datsue y Uzumaki Kaia, (Bienvenida, 221), Poder 100 e Inteligencia 80
7/04/2018, 23:09 (Última modificación: 7/04/2018, 23:11 por Amedama Daruu.)
Y de pronto, los ojos del capitán reflejaron la nada. Una mirada perdida en el horizonte. Vacía. Se había quedado ensimismado, con la boca abierta.
—¿Hola? ¿Capitán? —murmuró Daruu. Luego, sus ojos se detuvieron momentáneamente en su compañero. El rojo del sharingan. Volvió a mirar al capitán con más atención. Ahí estaba, claro y perfectamente distinguible: el chakra de Datsue recorriendo el cerebro del hombre, y todo el sistema circulatorio—. ¡Sí, joder, sí! ¡Datsue, te quiero! —se alegró, saltando y dando palmas.
Daruu se acercó al capitán. Con mucho cuidado, aflojó sus dedos de la ballesta y la tomó con una mano. Aflojó los dedos de la pala y la tomó con la otra. Volvió a la posición donde se encontraba Datsue y clavó la pala en la tierra, y se acercó de nuevo ballesta en ristre al capitán.
Le apuntó con ella y...
Daruu depositó el arma en el suelo con cuidado. Se levantó, le echó un vistazo y negó con la cabeza. No. Un tiro en la cabeza sería muy benevolente. Y un poco grotesco cavar el tesoro con un cadáver al lado.
Se colocó en posición. Él estaba en frente. Detrás de él, el Capitán. Y detrás de él, la entrada de la caverna. Daruu se aclaró la garganta.
—¡Hakke Kushō, hijoputa! —gritó, y extendió la palma hacia adelante, golpeándole el pecho. Los pies del Capitán se levantaron del suelo y el hombretón salió disparado hacia atrás, cruzando el umbral de la cueva, tropezando en el borde del precipicio, y...
...cayendo irremediablemente hacia lo más profundo de la selva.
El Hyuuga se dio la vuelta y se sacudió las manos.
—¡Bien hecho!
¤ Hakke Kushō ¤ Palma de Vacío de los Ocho Trigramas - Tipo: Ofensivo/Apoyo - Rango: B - Requisitos: Hyuuga 40, Juuken - Gastos: 12 CK - Daños: Daño del Juuken + 10 PV - Efectos adicionales:
Levanta los pies del oponente del suelo y lo repele 5 metros hacia atrás
(Hyuuga 80, Hakke Kūhekishō) Puede hacerse con dos manos para duplicar daño, alcance y metros de repulsión.
- Sellos: - - Velocidad: Muy rápida - Alcance y dimensiones: La onda alcanza 5 metros de distancia y tiene 1 metro de ancho o 10 (con dos manos) y tiene 2 metros de ancho
El usuario utiliza el Juuken y su habilidad para expulsar chakra de los Tenketsu de la palma de la mano para agitar y remover el aire frente a él, creando una zona de vacío parcialmente visible que empuja hacia adelante en una onda lineal y alcanza a uno o a varios oponentes, despegando sus pies del suelo y alejándolos de él, además de producirles daño, que puede ser agravado si impactan contra un objeto sólido mientras son repelidos. Es la habilidad para proyectar el Juuken a distancia, por lo que puede servir para repeler armas a distancia y para desestabilizar Ninjutsu. Un usuario experto puede lanzar la onda con ambas manos, o varios usuarios pueden unirse para crear una onda de más poder.
Datsue dejó escapar el aire por la boca, que hasta entonces había mantenido de la tensión, aliviado de que todo hubiese acabado bien. Y es que mientras el Uchiha controlaba el chakra interno del Capitán para que viese, oyese y sintiese lo que él quería, Daruu había aprovechado para quitarle lo que llevaba encima y, con gran calma, darle el golpe de gracia.
—¡Bien hecho!
Datsue sonrió mientras se levantaba. Seguramente le había dado una pista más sobre su Sharingan, pero, ¿qué más daba? Estaban vivos.
—Te lo dije, Daruu, te lo dije. El Demonio de Ojos Blancos y Datsue el Intrépido son fuertes por separado. Pero, ¿juntos? Oh, ¡juntos son invencibles! ¡Yeeeeehaaaaaaa! —aulló, dando un brinco en el aire y liberando toda la tensión. Luego frunció el ceño—. Oye, la habrá palmado, ¿no? —Lo había visto caer por el precipicio, pero…—. No sé si eres muy cinéfilo, pero en las pelis, siempre que no muestran la muerte del malo, es porque en realidad sobrevivió. —«Suerte que esto no sea ficción, Datsue.»
¡Agradecimientos a Daruu por el dibujo de PJ y avatar tan OP! ¡Y a Reiji y Ayame por la firmaza! Si queréis una parecida, este es el lugar adecuado
Grupo 0: Datsue y Uchiha Raito, (Bienvenida, 221), Poder 100 e Inteligencia 80
Grupo 1: Datsue y Reiji, (Ascua, 220), Poder 80 e Inteligencia 80
Grupo 2: Datsue y Aiko, (Entretiempo, 220), Poder 100 e Inteligencia 80
Grupo 5: Datsue y Uzumaki Kaia, (Bienvenida, 221), Poder 100 e Inteligencia 80
Daruu se giró hacia la entrada de la cueva. Volvió a girarse hacia Datsue. Hizo un pequeño ademán con una mano.
—Bah, no creo, tío —dijo—. Tú lo has dicho. En las pelis. Eso pasa en las pelis. ¡Y esto no es una peli, es una realidad!
Se acercó a la pala y la tomó con entusiasmo.
—Y en esta realidad, amigo mío, ¡seremos ricos! —Introdujo la pala en la tierra, removió un poco y sacó el primer montón de otros tantos—. ¿Sabes, Datsue? Al principio, sabes que consideré este plan una locura. ¡Pero tenías razón! Aquí abajo hay un tesoro, tío, un tesoro de verdad. ¡Un tesoro de verdad!
· · ·
—¡UNA PUTA MIERDA ES LO QUE HAY! —Jadeando profusamente por el trabajo duro, Daruu había desenterrado el cofre de madera del agujero y lo había depositado delante de Datsue. Había abierto la tapa, y se había encontrado... se había encontrado...
Ron de Arroz del Silencio - XXXX - Reserva del año 42
Se levantó, y señaló la solitaria botella de ron mientras caminaba a zancadas por la caverna.
—¡Te dije que todo esto era una locura! ¡Te lo dije! ¿¡Te lo dije o no te lo dije!?
Ante los gritos y exclamaciones de Daruu, en claro contraste, se encontraba el silencio sepulcral de Datsue. Tenía la mirada perdida en algún punto del cofre, y, de no ser porque se mantenía en pie y había un ligero movimiento en su pecho por cada inhalación, hubiese parecido muerto.
En algún recóndito lugar de su alma, quizá así era.
—¡Te dije que todo esto era una locura! ¡Te lo dije! ¿¡Te lo dije o no te lo dije!?
Las palabras de Daruu llegaron tardías y distorsionadas a su cerebro, como un eco muy lejano y distante. Cuando alcanzó a comprender su significado, despertó en él su primera reacción. Tuvo ganas de cerrarle la boca. De partírsela y que se la partiesen. De tirarse de cabeza en una encarnizada batalla. Al menos así sentiría un dolor soportable. Cada moratón, cada diente roto, cada fisura en los huesos…
… le distraerían de un dolor mucho más profundo y cruel. De una puñalada en el corazón cuyo filo, intangible, no podía extraer.
—Lo siento, Daruu —dijo unos largos segundos después, con voz ronca, derrotada—. Pensé que esta vez sí escaparía a mi sino. Saborea bien este desengaño, Daruu —Datsue sonrió. Fue la sonrisa más triste que Oonindo vio jamás—, porque es la historia de mi vida. Descubrir que todo era una mentira. Que unas cebollas irrumpan en tu felicidad —Quizá Daruu no entendiese aquella última frase, pero a lo mejor algún día…—. Y, ahora, una… una botella de ron.
Soltó una carcajada seca. Era eso o ponerse a llorar.
—Qué cojones, Daruu —agregó, mientras se agachaba para coger la botella—. No podemos permitir que todo haya sido en vano, ¿hmm? —Se levantó, mientras leía la etiqueta de la botella. Al menos parecía que era de buena calidad—. ¿Tienes algo para descorchar esto?
Sí, Datsue pensaba acudir a la medicina más antigua para curar un desamor como aquel. Pensaba emborracharse.
¡Agradecimientos a Daruu por el dibujo de PJ y avatar tan OP! ¡Y a Reiji y Ayame por la firmaza! Si queréis una parecida, este es el lugar adecuado
Grupo 0: Datsue y Uchiha Raito, (Bienvenida, 221), Poder 100 e Inteligencia 80
Grupo 1: Datsue y Reiji, (Ascua, 220), Poder 80 e Inteligencia 80
Grupo 2: Datsue y Aiko, (Entretiempo, 220), Poder 100 e Inteligencia 80
Grupo 5: Datsue y Uzumaki Kaia, (Bienvenida, 221), Poder 100 e Inteligencia 80
La ira dio paso a un profundo abatimiento que se manifestó de una forma tan clara como el agua. Era como si a Daruu le hubiesen pulsado un botón en la espalda, y se hubiese apagado lentamente, como uno de esos muñecos que vendían en el Distrito Comercial de Amegakure, y que bailaban hasta que les quitabas la batería hidroeléctrica. Primero, desactivó el Byakugan. Sus ojos perdieron parte de brillo. Luego, dejó caer los brazos, que arrastraron a los hombros. Para cuando Datsue se disculpó, el amejin era un trapo que alguien había dejado tirado en el suelo de una vieja taberna de Shinogi-To.
—¿Unas... cebollas? —balbuceó, sin comprender.
Datsue rio y le dio la vuelta a la situación. Los ojos del Hyūga recorrieron la botella, y el líquido que contenía, que de pronto se le había hecho apetecible. La sed no ayudaba. Se levantó lacónicamente, de acercó a Datsue, le arrebató la botella de las manos, y rebuscó en su portaobjetos.
—¿Sabes qué, Datsue? ¿Sabes qué? —Sonrió con un tinte macabro—. Tienes razón. ¡Tienes razón! Que le follen. A él, a su tesoro, ¡a ti también, y a mí, qué pelotas, por qué no! ¡Bebámosnos la puta botella entera!
«Ayame no aprobaría esto.»
El muchacho se acercó a una de las paredes de la cueva, se sentó, y reveló un senbon con el que hizo palanca para desencorchar la botella.
—Ahh, más a gusto que un arbusto. —Se echó la botella a los labios y pegó un buen trago. La garganta le ardió como si acabase de comerse un puto Gōkakyō no Jutsu, pero aún así...
»¡Ahh, más fresco que un refresco! —anunció—. ¡Ven aquí, compañero! ¡Disfrutemos de este pequeño momento!
«Pero Ayame no está aquí...»
• • •
Daruu bailaba, dando saltitos por la cueva como una colegiala en el día del baile anual de la escuela.
12/04/2018, 20:55 (Última modificación: 12/04/2018, 20:58 por Uchiha Datsue.)
—¡UEEEIVA! ¡MÁSH PEDO QUE UN TORRRRPEEDOOOO!
—¡YEEEEEEEHAAAAAA! —acompañó a Daruu con su aullido, mientras ejecutaba un extraño baile que en aquel momento le parecía graciosísimo. Brazos cruzados, rodillas flexionadas en un ángulo de noventa grados, y estirar la pierna en una pequeña patadita mientras saltaba de una a otra—. ¡MÁS BOJASSHHHOO QUE UN UZUREÑO EN VENDIMIA!
Rio a carcajada limpia, y el mundo le devolvió la sonrisa. Y se rio con él. Y bailó con él. Y giró y giró y giró… hasta que de pronto dio un vuelco que le hizo estrellarse contra el techo. ¿O era el suelo?
—¡Oshtia puta meu! —exclamó, mientras trataba de ponerse en pie y caía de forma irremediable nuevamente—. ¡Cuidao con el shuelo, Daruu! ¡Daruu! ¡Oshtia p-puta primo! ¡Cuiiiidaoooo!
El suelo, como si de la cubierta de un barco en plena tormenta se tratase, se inclinó de forma abrupta y sorpresiva hacia un lado. Datsue, en un juego de pies y equilibrio del que momentáneamente se sintió muy orgulloso, logró mantenerse en pie hasta que un obstáculo se interpuso en su camino y cayó junto a él al suelo.
Ese obstáculo era Daruu.
—¡El puto shuelo, primo! ¡No para de moverse! —exclamaba, con los ojos enturbiados y las mejillas rojas por el alcohol. Como Datsue no era ningún guerrero que se especializase por luchar hasta el final, optó por rendirse y tumbarse definitivamente en el suelo—. Daruu, tío. Daruu. Daruu, Daruu, Daruu. Tengo algo que contarte, tío. Algo… —«No…»—. Yo…—«No. ¡No, no, no, no, no!»—. Yo… —«¡No, hostia, no! ¡Lo hesho, hesho está! El sello eshtá puesto y ya no se pude quitar. ¡A joderse!»—. ¡Yooo…!
»…¡he tenido una vishión, Daruu! ¡Con mi Flashigan! ¡He vishto el fuego en tu corazón! ¡No hagas caso al corazón, Daruu! —chilló, súbitamente afligido. Parecía un oráculo previniendo a Daruu de una muerte horrible—. ¡El amor esh para los tontosh! ¡Y quema, Daruu, quema! ¡Recuerda bien mish palabrash! ¡RECUÉRDALASH!
Uchiha Datsue se sintió repentinamente mejor. Había sido un caballero. Un hombre de honor. Había advertido a un paisano de los peligros de darse besos fogosos.
¡Agradecimientos a Daruu por el dibujo de PJ y avatar tan OP! ¡Y a Reiji y Ayame por la firmaza! Si queréis una parecida, este es el lugar adecuado
Grupo 0: Datsue y Uchiha Raito, (Bienvenida, 221), Poder 100 e Inteligencia 80
Grupo 1: Datsue y Reiji, (Ascua, 220), Poder 80 e Inteligencia 80
Grupo 2: Datsue y Aiko, (Entretiempo, 220), Poder 100 e Inteligencia 80
Grupo 5: Datsue y Uzumaki Kaia, (Bienvenida, 221), Poder 100 e Inteligencia 80
12/04/2018, 22:55 (Última modificación: 12/04/2018, 22:55 por Amedama Daruu.)
Algo borroso le golpeó y lo arrojó al suelo, donde tuvo a bien darse un buen golpetazo en la cabeza. Daruu se agarró la cocorota con las dos manos y masculló una maldición mal pronunciada.
—…¡he tenido una vishión, Daruu! ¡Con mi Flashigan! ¡He vishto el fuego en tu corazón! ¡No hagas caso al corazón, Daruu! ¡El amor esh para los tontosh! ¡Y quema, Daruu, quema! ¡Recuerda bien mish palabrash! ¡RECUÉRDALASH!
Daruu, visiblemente ofendido por las viles palabras de Datsue, rodó sobre sí mismo un par de veces en el suelo y le agarró por la camiseta. Lo zarandeó un par de veces.
—¡Ell ammor esh muy bonito hijoputa! —Borracho perdido, con las mejillas rojas de ira, Daruu propinó un cabezazo a Datsue con todas sus fuerzas, y luego empujó a su víctima. Se hizo daño él también—. Lo qhgé te qgéma es el puto grón nano. Mirha todo lo qgé has hesho hoy. Yo ya esgstaría en una cjama calentita. Ché, mira qge te refiento tete.
Daruu se apoyó en el suelo, se levantó, y dio un par de pasos tambaleantes hacia la izquierda y a la derecha. Todo su mundo le daba vueltas.
—Acgabemos lo del togneo, puto Ushija. Vamos, cobagde. —Daruu activó su Byakugan.
Sólo uno, el izquierdo. Al derecho no le llegó el chakra.
—¡Ell ammor esh muy bonito hijoputa! —Y, como para demostrárselo, Daruu se le declaró. Una declaración en forma de cabezazo que dejaba muy claro el tipo de sentimiento que tenía por él—. Lo qhgé te qgéma es el puto grón nano. Mirha todo lo qgé has hesho hoy. Yo ya esgstaría en una cjama calentita. Ché, mira qge te refiento tete.
Datsue, que se había llevado las manos a la cara y sentía que todo le daba vueltas, trató de recomponerse. Notaba un chichón encima de una ceja, pero el dolor, curiosamente, llegaba de forma disminuida a su cerebro. Como si le hubiesen puesto anestesia.
—¿Reflentarme tú? ¿¡Reflentarme tú!?
Daruu se había levantado, y así le había imitado el Uchiha. Una imitación demasiada perfecta para su gusto, en la que había dado los mismos pasos tambaleantes al ponerse en pie. El amejin le tachó de cobarde, y le instó a terminar lo que habían empezado en el torneo.
No sabía si era por el alcohol, o por el resquemor que todavía guardaba por haber sido eliminado en la segunda ronda, pero por primera vez en mucho tiempo, Uchiha Datsue no quiso huir de un combate. Todo lo contrario.
—¡Tiú no shabes quén son io! —exclamó, rojo por la cólera. Y quizá también por el alcohol—. Shon Uchiya Datshue el Intjépido. Datshue el Matakuajes. Shon el fillo de la tojmenta. ¡Poj mish venash corre shangre de Zuzanouo! —alzó los brazos, en perpendicular con su cuerpo, en un gesto presuntuoso—. ¡Shon…! —Datsue trastabilló y cayó al suelo. Colérico, dio bandazos de un lado a otro hasta erguirse mínimamente—. ¡Shon el…! —«¡El jinchuuriki del mundo!»—. ¡Yiaaaahh!
El tiempo para las bravatas y bonitos discursos había terminado. Datsue atacó como un toro embistiendo un simple insecto. O así al menos se sintió él. ¿Qué otra cosa podía significar esa visión de túnel que tenía mientras se abalanzaba sobre Daruu? Que iba a una velocidad tan prodigiosa, que cuando llegase a placarle lo mandaría volando al otro lado de la cueva. Seguro. Tenía que ser eso…
¡Agradecimientos a Daruu por el dibujo de PJ y avatar tan OP! ¡Y a Reiji y Ayame por la firmaza! Si queréis una parecida, este es el lugar adecuado
Grupo 0: Datsue y Uchiha Raito, (Bienvenida, 221), Poder 100 e Inteligencia 80
Grupo 1: Datsue y Reiji, (Ascua, 220), Poder 80 e Inteligencia 80
Grupo 2: Datsue y Aiko, (Entretiempo, 220), Poder 100 e Inteligencia 80
Grupo 5: Datsue y Uzumaki Kaia, (Bienvenida, 221), Poder 100 e Inteligencia 80