Este foro utiliza cookies
Este foro utiliza cookies para guardar tu información de inicio de sesión si estás registrado, y tu última visita si no lo estás. Las cookies son pequeños documentos de texto guardados en tu ordenador; las cookies establecidas por este foro sólo pueden ser utilizadas en este mismo sitio y no poseen riesgos de seguridad. Las cookies de este foro también llevan un registro de los temas que has leído y cuándo fue la última vez que los leíste. Los administradores NO tienen acceso a esta información, sólo TU NAVEGADOR. Por favor confirma si aceptas el establecimiento de estas cookies.

Se guardará una cookie en tu navegador sea cual sea tu elección para no tener que hacerte esta pregunta otra vez. Podrás cambiar tus ajustes sobre cookies en cualquier momento usando el link en el pie de página.
Otoño-Invierno de 221

Fecha fijada indefinidamente con la siguiente ambientación: Los ninjas de las Tres Grandes siguen luchando contra el ejército de Kurama allá donde encuentran un bastión sin conquistar. Debido a las recientes provocaciones del Nueve Colas, los shinobi y kunoichi atacan con fiereza en nombre de la victoria. Kurama y sus generales se encuentran acorralados en las Tierras Nevadas del Norte, en el País de la Tormenta. Pero el invierno está cerca e impide que cualquiera de los dos bandos avance, dejando Oonindo en una situación de guerra fría, con pequeñas operaciones aquí y allá. Las villas requieren de financiación tras la pérdida de efectivos en la guerra, y los criminales siguen actuando sobre terreno salpicado por la sangre de aliados y enemigos, por lo que los ninjas también son enviados a misiones de todo tipo por el resto del mundo, especialmente aquellos que no están preparados para enfrentarse a las terribles fuerzas del Kyuubi.
Reiji-kun, te tengo aprecio, de verdad, pero recuerda que soy tu Kage —le dijo Hanabi amablemente—. A mi juicio, es mejor que tú seas quien hable con Datsue directamente. Además, de que llega aquí ya me lo vas a contar a mi también. Para repetir dos veces lo mismo, mejor que sea así.

»Además, seguro de que los dos tenéis cosas de qué hablar. En fin. Dime cuál es ese consejo. Quiero saberlo.
Responder
Reiji-kun, te tengo aprecio, de verdad, pero recuerda que soy tu Kage —le dijo Hanabi amablemente—. A mi juicio, es mejor que tú seas quien hable con Datsue directamente. Además, de que llega aquí ya me lo vas a contar a mi también. Para repetir dos veces lo mismo, mejor que sea así.

»Además, seguro de que los dos tenéis cosas de qué hablar. En fin. Dime cuál es ese consejo. Quiero saberlo.

Dijo que Kurama se había convertido en la amenaza de la que les había hablado su padre. Dijo que, si no le parábamos los pies, íbamos a perder todos, humanos y Bijuus. Y lo mas importante. Dijo que teníamos que unir fuerzas todos: los Bijuus con sus compañeros y el resto de humanos con los Bijuus. Con todos ellos.

Seguramente a Hanabi le sonaría a locura. Pero a mi me parecía lo mas normal del mundo. Todos unidos contra el gran mal de Oonindo.

Se que todo esto suena a Locura para vosotros, pero ademas... —Me puse de pie y mire a hanabi a los ojos. Luego hice una enorme reverencia y con la cabeza aún agachada hablé. Tenia que hacer una petición. O mejor dicho...—Se que solo soy un gennin, el último de mi promoción, pero le suplico por favor, que no persiga al ocho colas para encerrarlo. Gyūki es... Mi amigo.

Y le debía una muy grande. Probablemente mas que a ninguno. Por que fue, gracias a su poder, por lo que pude salvar a Yuuna. Si no hubiese sido por su chakra... Quizás ahora yuuna...

No quería ni pensarlo.
[Imagen: ksQJqx9.png]
Responder
Dijo que Kurama se había convertido en la amenaza de la que les había hablado su padre. Dijo que, si no le parábamos los pies, íbamos a perder todos, humanos y Bijuus. Y lo mas importante. Dijo que teníamos que unir fuerzas todos: los Bijuus con sus compañeros y el resto de humanos con los Bijuus. Con todos ellos.

¿Unir fuerzas? Ya veo, pero... ¿su padre? ¿Su padre, cómo? ¿Te refieres a quienes los creó según las leyendas, para dividir al Jūbi? ¿Rikudō-sennin? ¡Dioses!

Se que todo esto suena a Locura para vosotros, pero ademas... —Reiji se puso de pie y miró a Hanabi a los ojos. Le reverenció e hizo Una petición—: Se que solo soy un gennin, el último de mi promoción, pero le suplico por favor, que no persiga al ocho colas para encerrarlo. Gyūki es... Mi amigo.

El despacho quedó en silencio, tanto que se podía oír el nerviosismo de Yuuna, que se frotaba las manos; la pesada respiración de Katsudon. El tintineo metálico de las espadas de los dos espadachines en sus vainas.

Han pasado muchas cosas últimamente que hace unos años me habrían parecido una locura —dijo—. Todo este tema de los bijuu choca frontalmente contra los ideales de los tres primeros Kage de las aldeas de la Alianza. Va a costar que la gente acepte todo esto. Quizás nunca lo hagan.

»Uno de los bijuu puede adoptar forma humana y ha reunido a ocho Generales que pueden utilizar su chakra y hablar en su nombre. Quiere conquistar el mundo. Pasándonos por encima. Hemos aprendido que los bijuu tienen sus propias motivaciones. Uno de ellos nos insta a colaborar para detener a Kurama. No sabemos si con buena o mala intención. ¿Pero tenemos alternativa?

»No voy a perseguir a Gyūki, tranquilo. Seguiremos, eso sí, preparándonos contra Kurama. Reiji, te dejo la parte de tu amigo el bijuu a ti. Cumple la palabra que le diste.[/color[

»[color=darkorange]¿Algo más?


Los hombres de Kurama mataron a los marineros del barco en el que viajábamos. Reiji insistió en quedárselo. Está en el puerto, aunque con desperfectos.

¿Que te has quedado qué? —Hanabi perforó a Reiji con una mirada severa.
Responder
Respiré aliviado por un momento mientras volvía a sentarme. Era un alivio saber que Hanabi no le perseguiría. Tampoco hubiera tenido el valor para llevarle la contraria, eso si.

¿Algo más?

Si. Tenia varias preguntas. Como por ejemplo donde pensaba alojar a Yuuna y sobre mi petición de acompañarla a los interrogatorios. Ah y también quería preguntarle que tal el arma que le regalé. Quizás la había usado contra el general.

Pero Katsudon se adelantó. Parece que había algo mas importante.

Los hombres de Kurama mataron a los marineros del barco en el que viajábamos. Reiji insistió en quedárselo. Está en el puerto, aunque con desperfectos.

¿Que te has quedado qué?

La mirada severa de Hanabi me atravesó como un puñal. Tenia que medir mis palabras. Sobretodo por que, después de lo que habíamos luchado para salvar el barco, seria una lastima perderlo por meter la pata en una conversación.

Respiré hondo y conté hasta diez antes de decir nada.

Es cierto que quiero quedarme el Barco, Hanabi-sama, pero no sin su permiso. Nos ha llevado sanos y salvos al hierro —Más o menos, y sin contar la fobia de Katsudon. —Y nos a traído de vuelta de una pieza. Le he cogido bastante cariño, le he puesto nombre y todo. Ademas... Hemos nos hemos esforzado bastante en que llegue entero al puerto. Incluso Katsudon, que odia el mar.

Y Yuuna había estado apunto de morir por eso, y yo de tener un ataque al corazón al verla morir. Y Katsudon también había tenido sus problemas. Nos lo habíamos ganado. Pero eso era algo que uno no podia decir frente a su Kage.

Pero insisto en que no me lo quedare si usted no lo autoriza.

Por mucho que me doliera, eso era lo que conllevaba ser el ninja con el rango mas bajo de toda la ciudad.
[Imagen: ksQJqx9.png]
Responder
Hanabi dejó escapar un largo y tendido suspiro.

Está... está bien. Pero tienes que mantenerlo —dijo—. Mira, igual es un buen lugar para usarlo de casa. Hay gente que vive en los barcos, ¿no? —Hanabi sonrió—. En cuanto a ti, Yuuna... puedo ofrecerte una habitación en casa mientras encuentras otro sitio donde quedarte.

»Y si nadie tiene nada más que decir, esta reunión queda disuelta y podemos irnos todos a descansar un rato. Menos tú, Katsudon. Tú te quedas conmigo y nos tomamos algo para hablar de esto tranquilamente.

Ya lo creo que hay que hablarlo. —Katsudon utilizó el tono que cualquiera usaría para decir "te esperas a la salida que te voy a dar un par de hostias".
Responder
Está... está bien. Pero tienes que mantenerlo —menos mal. Madre mía.—. Mira, igual es un buen lugar para usarlo de casa. Hay gente que vive en los barcos, ¿no? —QUIZAS ESO ERA UNA IDEA COJONUDA. No lo había pensado, pero seguro que me venia bien para todo el temita de Sakura. Que me iba a salpicar bien fuerte dentro de poco. —. En cuanto a ti, Yuuna... puedo ofrecerte una habitación en casa mientras encuentras otro sitio donde quedarte.

Hanabi, creo que jamas sabria como agradecerle que me sacara de ese marrón enorme sin tener que pedírselo. Por que si llega a sugerir que viviera en mi casa... Me daba un algo allí mismo. Mis problemas acababan de disminuir una barbaridad.

»Y si nadie tiene nada más que decir, esta reunión queda disuelta y podemos irnos todos a descansar un rato. Menos tú, Katsudon. Tú te quedas conmigo y nos tomamos algo para hablar de esto tranquilamente.

Ya lo creo que hay que hablarlo.

Yo si. Aunque no es algo muy importante pero... ¿Que tal el arma que le traje? ¿Ha podido probarla? ¿Necesita algún ajuste?

Un buen herrero siempre tenia que comprobar que sus creaciones funcionaban a la perfección. Sobretodo si las empuñaba el kage de su aldea. Cosa de la cual, me sentía bastante orgulloso.

aaah, y piénsese lo de dejarme asistir a los interrogatorios de Yuuna. Mientras habla con Katsudon ya me ocupo de enseñarle la villa.

Y pasar tiempo con ella. Claro. Aunque suponía que, de eso ya se había enterado Hanabi cuando Yuuna insistió en quedarse en Uzushio.
[Imagen: ksQJqx9.png]
Responder
Yo si. Aunque no es algo muy importante pero... ¿Que tal el arma que le traje? ¿Ha podido probarla? ¿Necesita algún ajuste? —dijo Reiji. Hanabi sonrió amablemente, y levantó el brazo derecho, dejando que la manga se deslizara hacia abajo y mostrando el brazalete con los discos metálicos que le había regalado el muchacho.

No le he dado un uso real, Datsue no me dio tiempo, y con el General estuve un poco... indispuesto. —Hanabi hizo una mueca divertida—. Pero sí que me ha dado tiempo de probarla en entrenamientos, y oh, Reiji, es maravillosa. Quizás algún día te la enseñe en acción... pero creo que tendrás que entrenar algo más, ¿eh? —El Uzukage le guiñó el ojo—. También le he puesto nombre. Rasenhō.

Aaah, y piénsese lo de dejarme asistir a los interrogatorios de Yuuna. Mientras habla con Katsudon ya me ocupo de enseñarle la villa.

Muchacho, se nota a la legua que tenéis algo entre vosotros dos... —Yuuna, avergonzada, apartó la mirada—. Pero me temo que eso no va a ser posible, por razones de seguridad. Espero que lo comprendas.

Reiji, déjalo, de verdad. Está bien así.

Bien. Entonces, podéis marcharos. ¿Te quedarás en mi casa entonces, Yuuna?

La muchacha miró de reojo a Reiji.

Supongo que sí. De momento. No he podido traerme ahorros aquí.
Responder
No le he dado un uso real, Datsue no me dio tiempo, y con el General estuve un poco... indispuesto. —Maldito Datsue. Eso me recordaba, que también tendría que hacerle un arma a él. Cuando fuera Uzukage—. Pero sí que me ha dado tiempo de probarla en entrenamientos, y oh, Reiji, es maravillosa. Quizás algún día te la enseñe en acción... pero creo que tendrás que entrenar algo más, ¿eh? —¿Pelear con el uzukage contra mi propia arma? Harían falta siglos de entrenamiento. Y por las leyendas que había sobre el, unos cuantos milagros.—. También le he puesto nombre. Rasenhō.

Si la había bautizado, entonces ya era perfecta. Sonreí satisfecho. Seguro que algún día, el resto de Kages, envidiosos por la grandeza de los aceros Sasaki vendrían a buscar mis armas. O no.

Aaah, y piénsese lo de dejarme asistir a los interrogatorios de Yuuna. Mientras habla con Katsudon ya me ocupo de enseñarle la villa.

Muchacho, se nota a la legua que tenéis algo entre vosotros dos... —Ya bueno, pero eso no era importante. No quería que ella se sintiera sola—. Pero me temo que eso no va a ser posible, por razones de seguridad. Espero que lo comprendas.

Reiji, déjalo, de verdad. Está bien así.

Lo entiendo, lo entiendo, no os preocupéis.

Bien. Entonces, podéis marcharos. ¿Te quedarás en mi casa entonces, Yuuna?

Me miró, pero en realidad era malísima idea que ofreciera mi casa. No sabia en que podía derivar que ella y sakura tuvieran que cruzarse. No sola le dejo por otra, si no que ademas la llevo a vivir a la casa en la que trabaja, sería muy cruel por mi parte.

Supongo que sí. De momento. No he podido traerme ahorros aquí.

En realidad... Que narices. Hanabi ya lo sabía. Katsudon ya lo sabia. ¿Iba a ser un cobarde toda mi vida? ¿Iba a dejar que el uzukage me sacara las castañas del fuego? No. Ya era hora de echarle narices.

En realidad...si ella se siente mas cómoda, en mi casa hay una casa de invitados, bastante grande y amplia como para que viva una familia, no creo que a mis padres les moleste que se la quede Yuuna. Y mi padre seguro que agradece la vigilancia extra, esta muy obsesionado con los posibles ladrones. Además...— dije mirando a Yuuna. —Dijistes que los samuráis forjaban sus propias espadas, seguro que mi padre agradece unas manos extra, y te pagará bien.

Aunque por dentro, estaba acojonadisimo. Como un flan. Por qué si. Muy valiente. Pero a ver como le gestionaba todo después.
[Imagen: ksQJqx9.png]
Responder
Hanabi dio un par de palmadas, sacudiéndose las manos.

¡Perfecto, entonces! —dijo—. Yuuna, enviaré algún shinobi a buscarte mañana para comenzar con los interrogatorios. —Hizo un ademán despreocupado con la mano—. Confío en ti, pero en esta época oscura tenemos que comprobar todo. Tómatelo como un mero trámite.

No pasa nada, de verdad... lo entiendo. —Yuuna estaba roja de los pies a cabeza.

Venga, marcháos. Reiji, enséñale la Villa, explícale nuestra historia. Si quiere ser una uzujin... tiene que empezar a aprender. Bueno, pues ahora sí. ¡Ya hablamos, Reiji-kun! Marcháos.

Fue Yuuna la que agarró a Reiji y prácticamente le arrastró fuera del despacho. Cerró la puerta tras de sí.

¿A tu casa, en serio, Reiji? —susurró—. ¿Y qué vas a hacer, explicarles que te has traído una novia del País del Hierro? ¿Tus padres conocen a la otra chica? Digo yo que tendrás que arreglar eso primero, ¿no?
Responder
¡Perfecto, entonces! —que rápido se había librado del marrón. Ni siquiera había dejado que ella decidiera. Como si le hubiera quitado un peso enorme de encima—. Yuuna, enviaré algún shinobi a buscarte mañana para comenzar con los interrogatorios. Confío en ti, pero en esta época oscura tenemos que comprobar todo. Tómatelo como un mero trámite.

No pasa nada, de verdad... lo entiendo.

Venga, marcháos. Reiji, enséñale la Villa, explícale nuestra historia. Si quiere ser una uzujin... tiene que empezar a aprender. Bueno, pues ahora sí. ¡Ya hablamos, Reiji-kun! Marcháos.

Ahí tenía razón. No iba a negarlo. Aunque quizás no habían elegido al mejor profesor del mundo. Que desastre.

Lo peor es que nos siquiera me dejaron darle las gracias a Hanabi por todo. Eso si, tampoco opuse resistencia a que Yuuna me sacará de allí.

¿A tu casa, en serio, Reiji? —bueno, teóricamente no.—. ¿Y qué vas a hacer, explicarles que te has traído una novia del País del Hierro? ¿Tus padres conocen a la otra chica? Digo yo que tendrás que arreglar eso primero, ¿no?

Valiosa lección. El valor solo causaba problemas. Por que a ver cómo salía yo de ese marrón ahora. Y no era un marrón pequeñito, no señor. Era un marrón gigante. Estaba de mierda hasta el cuello. Podía sentir el filo de espada rebanandome el puescuezo.

Calma, por favor, dejame explicarme poco a poco. Pero salgamos de aquí, mientras te lo cuento.

La muerte llegaba tarde o temprano. Pero al menos moriría feliz. Supongo. En este caso fui yo el que la arrastró fuera del edifico del Uzukage.

Para empezar, no vas a vivir en mi casa, ni en casa de mis padres. Esto es mas difícil explicarlo que enseñártelo, pero lo intento. — aunque en algún momento iba a tener que aparecer por allí. — Vivo en una casa bastante grande que tiene cuatro edificios. La casa principal, donde vive mi familia y los sirvientes, una casa para invitados, un dojo y la forja de mi padre. La casa de invitados esta separada de la casa principal por el jardín.

La verdad es que, era todo demasiado ostentoso. Pero bueno, lo dicho, no iba a vivir literalmente en mi casa. Era como vivir... Bueno, en la casa de en frente. Cruzando la calle, vamos.

Aunque los conozco y se que no van a poner pegas aunque les diga literalmente que me he traído una novia del hierro, también es una orden del Uzukage, y tendrían que aceptarla.

Ahora venia la parte difícil. La mas dura. La mas complicada. Mi sentencia de muerte.

Y si, ellos conoces a la otra chica, por que ella es... — Aquello costaba mucho mas de lo que pensaba. Muchísimo. Pero oye. La sinceridad por delante. Nada de mentiras. —Ella es la hija de los sirvientes... Así que para resolver ese asunto, pues también tengo que llegar a casa

Que fuera lo que dios quisiese. Yo había sido sincero. Lo mas sincero posible del mundo. A veces era mejor no serlo, omitir cosas, detalles. Quizás me hubiese venido bien.

Pero quería a Yuuna, mucho mas de lo nadie podría imaginarse. Y quería ser completamente sincero con ella. No quería una relación basada en mentiras.
[Imagen: ksQJqx9.png]
Responder
Yuuna estaba nerviosa, pero confiaba en Reiji y prometió darle más explicaciones. Parecía ser que tenía una especie de plan. Resultó que no tenía ninguno, pero tampoco sabía en qué circunstancias se desenvolvía la persona de la que se había enamorado.

Resultó que su familia era bastante adinerada. Podían permitirse tener una casa para invitados, y su padre era dueño de una forja, por lo que Yuuna ató cabos y pensó, al menos en ese momento, que debía de tratarse de un herrero famoso. Además, el Uzukage tenía un arma supuestamente forjada por él.

Pero lo que no esperaba y que más a la defensiva la puso fue que la otra chica era... la hija de los sirvientes.

Wow, wow. Espera, eso cambia muchas cosas —dijo—. No sé si me voy a sentir a gusto teniendo a esa gente cerca de mi. Me van a tener rencor y con razón, yo... No sé, Reiji, todo esto me parece demasiado. Me gustas, pero... esto va muy rápido y creo que vas a tener problemas con esa chica y con su familia, ¿sabes?
[Imagen: MsR3sea.png]

Esta cuenta representa a la totalidad de los administradores de NinjaWorld.es

Responder
Wow, wow. Espera, eso cambia muchas cosas —La entendia. Quizás me había tirado por el barranco sin pensar. —. No sé si me voy a sentir a gusto teniendo a esa gente cerca de mi. Me van a tener rencor y con razón, yo... No sé, Reiji, todo esto me parece demasiado. Me gustas, pero... esto va muy rápido y creo que vas a tener problemas con esa chica y con su familia, ¿sabes?

A ver. Tenia que abordar esto de la mejor manera posible. Había pasado por cosas muy difíciles durante aquel viaje. Como estar encerrando en una cárcel. Casi morir en el mar. Llevar un barco sin saber llevarlo.

Yo sabía, desde el momento en que bajé a ese camarote y te confesé mis sentimientos, que iba a llegar este momento. Pero di el paso al frente, aun sabiendo las consecuencias, por una razón. Mi corazón no gritaba su nombre. Gritaba el tuyo.

Poco a poco Reiji. Con calma. Es una situación difícil, que tú mismo te has buscado. Pero puedes salir de esta. Tus sentimientos son sinceros.

Quizás es cierto que va rápido, que soy impulsivo, no lo negare. Pero cuando te tenia entre mis brazos y no respirabas... Se ma ha parado el corazón. En cierto punto, Katsudon dijo que parara, que estabas perdida. Pero no le hice caso, no paré, no me rendí. Seguí hacia delante y, cuando volviste a respirar, mi corazón volvió a funcionar.

Tenia mucho que decir, la verdad. Pero quería terminar con este embrollo. Y quería hacerlo bien. Así que tenía que dejarlo salir todo. Todo.

Si he levantado la mano en ese despacho, y he echo es oferta, ha sido por que... Estas en un sitio desconocido, lejos de casa, con solo dos personas a las que conoces. No quiero que vuelvas a sentirte sola. Yo...

Todavía me daba un poco de corte decir ciertas cosas. Pero la cogí de ambas manos y la mire a los ojos. Tenia que saber que estaba siendo completamente sincero con ella.

Yo te quiero, Yuuna. Y me has demostrado varias veces que mis sentimientos no estan equivocados. Le has pedido al mismísimo uzukage que te acepte como parte de la aldea, vas a someterte a esas pruebas... Por mí. Has puesto en juego tu vida, has puesto en juego tu futuro. Cargaré sobre mis espaldas con el odio y el rencor de quién sea necesario para estar a tu lado. Por que me has demostrado que merece la pena. Y yo tengo que hacer lo mismo.

»No voy a obligarte a aceptar mi propuesta, por eso dije "si se siente mas comoda", pero si quiero que sepas una cosa. Si la aceptas, te aseguro que nadie te tratará mal, ni con rencor. Solo a mí.

Me lo merecía, si. Me lo había ganado. También. Pero de Yuuna me había demostrado, incluso arriesgando su vida y su futuro, que todo aquello merecía la pena.
[Imagen: ksQJqx9.png]
Responder
Yuuna se abrazó a Reiji.

No es eso, Reiji —dijo—. No es que no esté segura, quiero intentar esto. Pero me resulta muy violenta la situación con esa chica y con su familia. ¿Voy a tener que verlos todos los días, y voy a mirarles a la cara sabiendo que básicamente le he robado el novio a su hija? —Suspiró—. Quizás es mejor que primero la dejes a ella y mantengamos la versión de que sólo me quedo en tu casa por orden de Hanabi y porque soy del Hierro y necesito un empleo como ayudante de la forja.

»No me gusta mentir, pero es mejor saber que y has enamorado de la nueva ayudante de la forja de tu padre un mes después de dejar a la otra chica... que simplemente dejarla por otra.
[Imagen: MsR3sea.png]

Esta cuenta representa a la totalidad de los administradores de NinjaWorld.es

Responder
El abrazo de Yuuna fue reconfortante. Como coger una bocanada de aire tras estar sumergido un rato en el fondo del mar.

No es eso, Reiji. No es que no esté segura, quiero intentar esto. Pero me resulta muy violenta la situación con esa chica y con su familia. ¿Voy a tener que verlos todos los días, y voy a mirarles a la cara sabiendo que básicamente le he robado el novio a su hija?

Bueno, un poco violenta si era la situación: "Hola, he vuelto del viaje con una samurái del hierro que ahora es mi nueva novia, lo nuestro ya no es posible. Ah y va a vivir aquí a partir de ahora."

Si, la verdad es que sonaba bastate... En fin. No me había parado a pensar en eso.

Quizás es mejor que primero la dejes a ella y mantengamos la versión de que sólo me quedo en tu casa por orden de Hanabi y porque soy del Hierro y necesito un empleo como ayudante de la forja.

Había gente en el mundo mas o menos lista. En esta relación, ella era el cerebro. Por que yo...en fin. Yo tenia otras cualidades. Aunque bueno, mi plan para entrar en uzushio había ido bastante bien. Frenar el barco no formaba parte de mi idea.

»No me gusta mentir, pero es mejor saber que y has enamorado de la nueva ayudante de la forja de tu padre un mes después de dejar a la otra chica... que simplemente dejarla por otra.

Tampoco me gusta mentir, me gusta ser directo y sincero, pero tienes razón. Estoy seguro de que, de esta manera, es mucho menos doloroso y mucho menos violento.

Aunque, conociendo a mi familia como la conocía... Era obvio que ella no, y no podía tenerlo en cuenta en su idea. Mejor se lo contaba.

Solo falla un pequeño detalle en tu plan. Mentirle a mi padre, aunque me duela, no va a ser difícil, y tampoco a los sirvientes. Pero mi madre...

Me entraban sudores fríos solo de recordar la última vez que había intentado mentirle. Lo peor es que no se enfadaba, solo sonreía, pero después... Se me ponían los pelos de punta.

Con ella no va a colar. La última vez que lo intenté... No fue nada nada bien. Quizás es mejor contárselo solo a ella y tenerla como "aliada" en esto.

Lo peor era cuando sonreía como si la mentira hubiese colado. Te hacia creer que lo habías conseguido y luego llegaba el puñal por la espalda. No le tenia miedo. Le tenia absoluto terror.
[Imagen: ksQJqx9.png]
Responder
Yuuna se acarició la barbilla, pensativa.

Quizás tengas razón tú y lo que haya que hacer sea decir la verdad —dijo Yuuna—. Siento cambiar tanto de opinión, pero esto es un lío... Sea como sea, cuanto antes lo hagamos más fácil será. —La muchacha observó un grupo de tres genin acompañados por su sensei—. ¿La gente es siempre así de feliz aquí? El mundo es duro y cruel, ¿no deberíais de prepararlos para lo peor?

»Es posible que el clima ayude, supongo. —Se encogió de hombros—. Aquí las cosas son... más coloridas.
[Imagen: MsR3sea.png]

Esta cuenta representa a la totalidad de los administradores de NinjaWorld.es

Responder



This forum uses Lukasz Tkacz MyBB addons.