No podía creerlo del todo, pero lo que tenía entre sus manos era más que una evidencia. Por fin había conseguido la bandana que le acreditaba como ninja. Ese mismo día, habia logrado pasar el examen. Ese mismo día se había convertido en ninja.

Con esa misma ilusión y con la bandana atada, había vuelto a casa, para dar la noticia a su hermana.

- Felicidades, llevabas tiempo esperándolo - comentó su hermana, nada más verlo venir, imaginandose lo que habría pasado. - Después del entrenamiento que hice contigo, debió de ser pan comido.

-Me enseñaste a pelear, no los conceptos básicos de las especialidades - le recordó Juro, frunciendo el ceño.

- Lo que sea, solo son detalles... - respondió, haciendo un ademán con la mano, restandole importancia, mientras se atribuía el merito.

Juro suspiró ante aquello, y con el protector aun atado en su frente, se encaminó hacia la salida de su casa.

- ¿Donde vas? - preguntó Katsue, al ver sus intenciones

- Solo voy a salir un rato, no tardare.

Dicho esto, salió por la puerta y se dispuso a dar un paseo.

.........................................................................................

El ruido de las olas rompiendo en las costas inundaba el ambiente. En ese mismo momento, Juro caminaba por la costa, sin llegar a atreverse a acercarse al agua.

La playa era un lugar perfecto. Era bastante temprano aún, el potente brillo del sol molestaba bastante al marionetista, pero era un sacrificio necesario. En aquel lugar, podía despejar su mente mirando al mar. El joven quería alguna que otra idea para futuros proyectos en sus marionetas, pero seguramente sería demasiado pedir que viniese sola, en ese mismo momento.

Afortunadamente, solo llevaba una camisa verde encima, cosa que ayudaba a combatir el calor. Era un día de verano, después de todo. Pero no todo era perfecto. El rollo empezaba a molestarle sobre su cintura, y era perfectamente visible gracias a su poca vestimenta. Pero cualquier cosa era mejor que tener que llevar su marioneta a cuestas.

Con el mismo paso, siguió caminando entre la arena, alternando la vista entre el camino y las olas...

Hacía rato que ya había acabado su examen de genin, con fantásticos resultados, cabe decir, y prueba de ello era la placa metálica con el símbolo de Uzushiogakure que lucía en su frente, completamente henchido de orgullo mientras paseaba por la ciudad, debatiendo qué hacer antes de pasar por su casa.

Primero había ido hasta el Jardín de los Cerezos a descansar un rato, donde había tenido un encuentro con otro genin recién ascendido, y tras un rato, había decidido marcharse a seguir con su paseo por la villa. Caminó por las calles principales, pasando por algún comercio de fruta para comprar un par de peras y una manzana, su desayuno, ya que, con los nervios del examen se le había olvidado pedir el desayuno.

Siguió caminando devorando las piezas de fruta con ganas, y, cuando se terminó la última de éstas, decidió que, antes de pasar por fin por su casa para darles la noticia a sus padres, se dirigiría a la costa, la playa de arena blanca que se encontraba allí era un lugar muy tranquilo, donde poder desconectar y, por qué no, tomar un poco el sol.

Así que se dirigió hacia allí con paso firme, cogiendo algunas callejuelas para recortar en tiempo, ya que sus padres estarían empezando a extrañarse de que no hubiera vuelto todavía. En apenas unos minutos se había presentado frente al mar, visiblemente cansado y con algunas gotas de sudor que perlaban su frente, por lo que se tumbó allí mismo, se quitó sus sandalias y colocó los pies de forma que siempre que venía una ola, se le mojaban, refrescándole un poco.

« Vaya, esto si que es vida, pero a partir de ahora se acabó el vaguear, habrá que entrenar muy a menudo... ¡Qué lata!»

Riko estaba absorto en sus pensamientos, diciéndose lo aburrido y tedioso que sería tener que esforzarse tanto a partir de ahora, pero autoconvenciéndose de que era lo que debía de hacer cuando, de repente, una figura apareció desde el horizonte. El Shokkou no podía distinguirle con mucha claridad, por lo que se quedó mirando fijamente la silueta, tratando de distinguirla.

Cuando ésta estuvo lo suficientemente cerca, pudo distinguir un rollo que llevaba atado a su cintura, y una camiseta verde que llevaba, pero aún era incapaz de verle la cara, por lo que no podía llegar a saber quien era, por lo que siguió mirando fijamente a la persona que se acercaba a su posición.

«¿Quién será?»

El marionetista seguía tranquilo en su camino, ajeno a todo lo que le rodeaba. No quería caerse, pero sus ojos no hacían más que posarse en el mar. A cada ola, casi le suplicaban girarse para verla estallar, aunque siempre fuese el mismo espectáculo. Empezaba a resultar obsesivo, pero no podía pasar...

Siguió alternando. Mar, arena, mar, arena, mar, arena, mar, niño mirandole...

Si, parecía haber llamado la atención de alguién. No estaba muy lejos, lo suficiente para que no pudiese ver su cara, pero podía ver perfectamente como su cara estaba girada en su dirección, y casualmente se mantenía fija ahí, no cambiaba en ningun momento, como si quisiese observar lo que Juro hacía.

Tuvo que reprimir las ganas de pararse en seco, pero no pudo evitar frenarse bastante, y cambiar su marcha despreocupada por unos pasos casi inseguros y cortos. Al acercarse, poco a poco, pudo ver con más precisión quien era. Tenía la bandana de Uzushiogakure, algo que le tranquilizo bastante, era de los suyos. También parecía tener su misma edad, aunque era ligeramente más alto que Juro.

Su ropa era muy extraña. Llevaba una bufanda roja, y una sudadera negra. En Verano. Una bufanda. En una playa con el sol. El pobre debería estar muriéndose ahora mismo de calor. El chico siguió mirandole descaradamente, hasta que no pudo más.

- Em...¿Hola? - alzaría la voz, para llamar su atencion, o al menos, para que dejara de mirar. Era irritante.

Además algo llamó su atención. El chico le sonaba de algo. Debía de ser un genin como él, sus ojos y su pelo negro en flequillo le eran bastante familiares. Entoncés se dió cuenta, era un compañero suyo de la academia. No era alguien con quien hubiese hablado demasiado, pero se había graduado como él.

- Creo que te conozco, te llamabas Riko o algo así...¿Verdad? - preguntó, dubitativo, haciendo memoria - fuimos compañeros en la academia hasta hace no mucho.

Aquella escena debería resultar bastante cómica, aquel muchacho caminaba despreocupadamente, intercalando su mirada una y otra vez entre el mar y la arena de la playa, una y otra y otra y otra.... Hasta que, de repente, su mirada se topó con Riko, allí tumbado en la arena, bajo un sol abrasador y sí, con su sudadera negra negra y su bufanda roja, pero, a diferencia de otros, él no tenía ni pizca de calor, se encontraba muy a gusto, y lo que sucedió a continuación, le hizo bastante gracia.

El muchacho que se aproximaba a él, al verle, redujo el paso hasta casi pararse, parecía no fiarse del Shokkou, y la verdad que no lo culpaba, él tampoco se fiaría si, mientras daba un tranquilo paseo por la playa se encontraba a un hombre tumbado en la arena mirándole fija y descaradamente.

Finalmente, el chico pareció no soportar la mirada fija que había clavado Riko en él y se decidió a hablar mientras se aproximaba poco a poco, aún sin fiarse demasiado.

— Hola, ¿qué tal? — Preguntó el pelinegro mientras se incorporaba, era una falta de respeto hablar con alguien tumbado, al menos, a él se lo parecía.

Ahora que le tenía cerca si podía distinguirle, era un muchacho de su edad, año arriba año abajo, un poco más bajito que él y una complexión bastante similar a la suya, y sí, pudo confirmar que le conocía, llevaba una bandana de Uzushiogakure en su frente.

— Sí, exacto, Shokkou Riko. Tú también me suenas un montón... Esto... Jiro, Jeru... ¡Juro! Eso, Juro, ¿verdad? — Exclamó Riko tras darse un pequeño golpe en la mano derecha con el puño izquierdo. — Sí, realmente yo me he graduado hoy... Así que sí, hasta hace muy poco. — Comentó el pequeño de los Shokkou.

— Bueno Juro, ¿qué te trae por aquí? —

« Intenta hacerte su amigo Riko, que te vendrá bien tener amigos a partir de ahora »

El ninja pareció desenvolverse con soltura a la hora de hablar cuando Juro le dirigió la palabra, se levantó y le devolvió el saludo, rápidamente.

"Igual solo quería llamar la atención"

Desde luego, tumbándose y mirando a alguien, lo conseguia.

- Bien, gracias...- murmuraria, con el ceño aun fruncido, fruto de la sorpresa por su rápida reacción. ¿Se lo habría preparado mientras le miraba? ¿Habria pensado frases ingeniosas? El chico era escalofriante...

No pudo hablar mucho mas. Afirmo que su nombre era Riko. Shokkou Riko para ser exactos, un apellido difícil de recordar, o el menos, eso le parecía a simple vista. Riko pareció recordar también su nombre. Era extraño, no es que hubiese sido muy popular allí.

- Si, soy Eikyu Juro, encantado - respondió, inseguro sobre decir el encantado, ya que técnicamente no se conocían, pero si que se habían visto.. . - Vaya, yo también la he conseguido hoy. Me alegro de que lo hayas logrado tu también.- afirmo, sonriente

Realmente era así. Eran de la misma generación y era un compañero suyo, sería cruel por su parte no decir alguna cosa como esa.

Por ultimo le pregunto acerca de lo que le traía por la zona en su paseo.

- Solo quería despejar un poco la mente después de conseguir la buena noticia, a veces viene bien - contesto, encogiéndose de hombros - ¿A ti que te trae por aqui?

El joven parecía algo extrañado con el comportamiento de Riko, quizás incluso molesto, al parecer a la gente no le gusta que se le queden mirando fijamente...

« Vaya, esto tengo que apuntármelo... Para próximas ocasiones.... »

Instantes después comenzaron las presentaciones, y para alivio del moreno, había acertado con el nombre de su interlocutor, aunque no era de extrañar, lo que le faltaba en temas de hacer amigos, lo suplía con una gran memoria para recordar nombres y momento vividos con ellos.

El muchacho seguía un poco inseguro sobre las intenciones del joven Shokkou, o al menos eso denotaba su tono de voz. — Igualmente, encantado. — Contestó Riko sonriente, tratando de aplacar las dudas que pudieran haber causado su comportamiento inicial.

— Vaya, qué casualidad, mi enhorabuena... compañero, ¿no? Ahora somos compañeros en esto. — Comentó el pelinegro dubitativo, porque era así, ¿no? Todos los genins de la villa eran ahora compañeros.

Entonces Juro contestó a su pregunta. — Pues prácticamente lo mismo, y también estoy haciendo algo de tiempo para dejar a mis padres con más intriga... — Respondió Riko con un tono pícaro.

Aquellas situaciones nunca se le habían dado bien, nunca sabía como comportarse, ni qué decir, y realmente, tampoco eran de su agrado, pero tenía que disimular, aquello era algo necesario, no podía mejorar si trabajaba solo, por lo que era necesario conseguir algunos amigos para conseguir un equipo, para entrenar acompañado... y, por qué no, para pasarlo bien de vez en cuando, así que tenía que empezar a familiarizarse con este tipo de protocolos, e intentar no se muy... desagradable.

— Perdón por ser tan indiscreto pero... ¿para qué es ese rollo que llevas en la cintura? — Preguntó el muchacho sin mayores tapujos.

Riko parecía seguir en su línea de comportamiento. Ya había dejado atrás el comportamiento de psicópata, gracias a dios, y ahora ya parecía un ninja más.

El chico le dio la enhorabuena por haber pasado, imitando su comportamiento, y mencionó que ya eran compañeros. Eso le extrañó, después de todo, ya llevaban siendo compañeros en la academia, pero si se refería a compañeros ninjas, si, supongo que ahora lo eran. Era todo tan relativo...

—Si, ahora técnicamente somos compañeros ninjas — aclaró, remarcando la palabra ninjas, para evitar confusiones.

Riko también mencionó que quería dejar a sus padres con la intriga. Esto, hizo que su rostro se ensombreciera y se agachase un poco la cabeza.

— Claro, en esta playa no hay mucho más que hacer...

Su tono no era tan alegre como antes. No podía evitar pensar en que sus padres nunca iban a saber nada de sus logros, mientras que la persona que tenía delante simplemente lo retrasaba. Como era normal, no lo entendía.

"Que suerte tienen algunos..."

Se recuperó poco cuando su acompañante le preguntó acerca de su rollo. Era extraño que no lo diferenciase, quizas no tenia mucha idea del fuinjutsu...

— Es un makimono, o un pergamino si lo prefieres - mencionó, carraspeando, mientras adquiría unos matices más serios a la hora de explicar — los ninjas que saben fuinjutsu se dedican a sellar cosas en ellos.

Tal y como pensaba Riko, si, a partir de entonces ambos eran compañeros ninjas, pero en el tono de su interlocutor notó como remarcaba, quizás demasiado, la palabra ninja.

« ¿Por qué enfatiza tanto la palabra ninja? ¿Quizás es que quiere aclarar que solo somos compañeros ninja? Quizás, al fin y al cabo no le interese mi amistad... »

Acto seguido, y como reacción a las palabras del Shokkou, el rostro del joven se ensombreció visiblemente, y agachó la cabeza, en un intento de evitar el contacto visual en ese momento.

« ¿Y esto? ¿Por qué se pone así? ¿Por estar aquí por el mismo motivo que él? No entiendo nada... Vaya tío más raro. » Pensaba el joven, aunque su rostro no daba prueba alguna de nada en lo que estuviera pensando.

— Pues no, realmente, aparte de relajarse y descansar... Quizás a partir de ahora la visite de vez en cuando para entrenar, así cuando esté muy cansado puedo darme un chapuzón para refrescarme. — Comentó el moreno dicharachero.

Riko entonces preguntó acerca del rollo que llevaba el joven a la cintura, a lo que este, cambiando un poco el semblante tan serio que había adquirido anteriormente, se dispuso a explicarle lo que era y para qué servía.

— Aaaaaaaah vaya, con que fuuinjutsu, ¿eh? A mi esque esas cosas... se me dan muy mal, y mira que lo he intentado pero... por el momento soy incapaz, quizás más adelante aprenda al fin como usarlo. — Dijo echándose la mano derecha a la nuca. — Así que tú usas el fuuinjutsu en combate... Interesante. — Aquello le intrigaba, conocer los puntos fuertes de sus posibles compañeros... o presas, era fundamental.

Riko pareció entender a lo que se refería. Era obvio, el fuinjutsu, quieras o no, lo habían estudiado en la academia, o al menos habían visto algunas cosas suyas. Supuso que para él era obvio distinguirlo, porque ciertamente, se le daba bastante bien, junto con el control de las marionetas. Bueno, gracias a su hermana, o se le daba bien o moría en el intento...

— No todos los ninjas somos buenos para todos al empezar — comentó, despreocupadamente, mientras se encogía de hombros. Él mismo tenía un serio problema con el genjutsu y el kenjutsu, casi que prácticamente había decidido no esforzarse en ellos — Te recomendaría aprender un poco, es útil para no cargar con mucho peso.

Sin embargo, Riko parecía sacar una idea un tanto equivocada de su uso del sellado. Al parecer, creía que podía usarlo para combatir. Esto le sacó una pequeña sonrisa.

— No Riko, es casi imposible pelear solo con fuinjutsu — comentó, esbozando una sonrisa. El chico desde luego no tenía ni idea de las técnicas que se podían hacer. Pero como su nombra indicaba, eran sellos., sin más...

No le gustaba compartir sus habilidades, pero se supone que eran compañeros...Igualmente, iba a guardarse cosas, pero de momento, iba a seguir con el tema, solo un poco más.

— ¿Y que sabes hacer tu? ¿Sabes Kenjutsu? A mi se me da fatal... — el chico hablo sin demasiado miedo, después de todo tampoco era tan importante saber que no sabía utilizar técnicas con espadas...

Juro, en un intento de animarle a mejorar, o al menos eso fue lo que el de piel morena interpretó, le dijo que a nadie se le da bien todo nada más comenzar, por lo que solo tendría que esforzarse un poco más para aprender, y realmente tenía razón, de todas formas, aunque había intentado aprender, nunca se había esforzado en exceso para conseguirlo.

— Sí, quizás intente averiguar como hacerlo, tiene que ser útil llevar simplemente pergaminos en lugar de llevar todas las cosas encima... — Comentó Riko pensativo.

Y de pronto un nuevo descubrimiento, el fuuinjutsu no podía ser usado para combatir, había que combinarlo con otro tipo de técnicas.

— Vaya, no se por qué yo pensaba que si se podía... — Sonrió el muchacho.

Aquella charla había derivado en una conversación sobre las habilidades de cada uno, aunque estaba claro que ninguno de los dos revelaría nada que no fuese necesario, aún siendo compañeros de aldea, había cosas que era mejor guardar hasta el momento oportuno, por lo que Riko solo le contaría lo obvio.

— ¿Kenjutsu? Prácticamente no se ni coger una espada sin cortarme... — Dijo el Shokkou entre carcajadas. — Lo mío es más el combate a distancia, no es muy común, pero se me da bien el arco. — Añadió señalando con la mano derecha el arco y el carcaj que había dejado en la arena al tumbarse.

Realmente no era algo muy común, no había visto a ningún otro con arco, ni en la academia, ni si quiera a ninguno de los ninjas que caminaban por la aldea, por lo que se sentía como alguien ''especial'' gracias a este hecho.

« Lo que si que tengo que evitar contar es mi habilidad con las telas de araña... Eso si quiere saberlo, tendrá que descubrirlo más adelante, no quiero revelar sorpresas antes de tiempo. »

Juro asintió a las palabras de Riko, era verdaderamente útil el llevar pergaminos. Quizás para armas como shurikens no tanto como parecía, pero para gente como él era vital para no quedarse jorobado a primeras de cambio. A su edad, una marionetas así pesaba...

El chico también estipuló que no sabía que no se podía usar como técnica de combate. No había que malinterpretarlo, era una facultad util en el combate, pero no se veía peleando a base de sellos con otra persona, al menos no con su nivel.

"Como no lo selle en el pergamino..."

Esto le hizo sonreír, era una idea muy estúpida. Podría sellar cadáveres, pero ¿humanos?¿Como se sentirían? ¿Morirían? Tenía que probarlo algún día...

Riko pareció seguirle el juego con lo del kenjutsu. Al parecer, no tenía ni idea, al igual que él, es más, ni si quiera sabía coger una espada, aunque seguramente era una simple broma. Igualmente soltó una pequeña carcajada que acompañó a la suya.

También le dio un detalle importante, manejaba el arco y que se le daba bien el combate a distancia.

— Vaya, si que es poco común — comento, sin ocultar ni un poco su asombro — Parece muy util si lo sabes utilizar, a mi no se me dan bien ese tipo de armas a distancia.

Tuvo que contener una sonrisa, estaba ocultando bastante bien lo suyo. Era cierto que no sabía usar espadas ni armas a distancia, no había preguntado por marionetas con trampas ocultas después de todo...

— Supongo que al menos el ninjutsu es algo en lo que coincidimos también — comentó, encogiéndose de hombros, pensando en que, ciertamente, el fuinjutsu también podía considerarse ninjutsu — Imagino que con el bushin del examen no tendrías problemas...A mi me costo un poco, pero por entrenar otras cosas.

Era cierto que al principio se asustó un poco, porque no tenía mucha idea. Su hermana le había entrenado mucho tiempo con las marionetas, y había dedicado poco esfuerzo a otras cosas. Si no fuera por el sellado...

El muchacho parecía darle la razón a Riko, pues asintió ante sus palabras sobre lo útil que es el poder llevar tus cosas selladas en en vez de tener que llevarlas encima constantemente, un ahorro de peso y de espacio bastante importante, cabía decir...

« Vaya, me está convenciendo... Tendré que intentar aprender a utilizar algo de fuuinjutsu... Quizás no a dominarlo pero arañar la superficie no me vendría mal...»

Entonces, a pesar de no haber dicho nadie nada, a Juro se le escapó una sonrisa. ¿En qué estaría pensando? El Shokkou imaginó que quizás se hubiese acordado de algo gracioso que le había pasado antes, por lo que dejó pasar el tema y siguieron con la conversación, que derivó en las habilidades de cada uno.

Como el de piel morena esperaba, su interlocutor se sorprendió al saber que utilizaba el arco y flechas como arma, era bastante raro, pero, si lo sabías usar bien, podía ser muy útil, como todo, prácticamente. Pero Riko notó algo raro en el final de la frase de su compañero.

— ¿Ese tipo de armas a distancia? ¿Qué armas utilizas tu, si no es indiscrección? — Preguntó el pelinegro con gran curiosidad.

Entonces Juro sacó un tema un poco espinoso para él.

— Verás... Es que de hecho... No se utilizar el bunshin aún... Aprobé el examen por otras... cualidades, digamos — Dijo Riko un poco avergonzado, cualquier genin sabía utilizar aquella técnica, pero no él, él era un poco especial.

Riko parecía ser más sagaz de lo que Juro se había pensado. Era obvio que algun arma sabría usar, y quería saber cual. Si se creía que iba a contarle algo de su facultad secreta, lo tenía claro.

— Armas normales, shurikens, kunais...ya sabes — contestó, con total tranquilidad, a algo a lo que ya estaba acostumbrado.

Se sorprendió bastante al escuchar que Riko tenía problemas con el ninjutsu, y que no dominaba el bushin en particular. Era algo extraño. Mencionó que aprobó con otras cualidades.

¿A que se referiría? ¿Disparar con un arco contaba como técnica ninja? Quizá tuviese que ver con el arco, si no sabía fuinjutsu, ni kenjutsu, ni ninjustu...No podía sacar muchas otras conclusiones.

— Ya veo...— mencionó, sacando sus propias conclusiones — Al menos eso implica que sabes manejar algo tan bien como el ninjutsu.

No veía el porque de tranquilizarle, pero parecía algo deprimido al mencionar el tema, quiza tenía un complejo por no haber dominado la técnica o algo.

— No creo que seas el único con ese problema, muchos ninjas aprenden otras cualidades de su clan antes del ninjutsu — eso era más que verdad, al menos en su caso. El marionetismo le había absorbido mucho, quizas demasiado.

Juro al parecer no quería desvelar nada que no fuera estrictamente necesario, por lo que, ante la pregunta de Riko, el muchacho se limitó a responder que básicamente, se basaba en el manejo de las armas comunes, como shuriken y kunais, que dijera la verdad o no, era otro tema, pero el moreno se dio por satisfecho con esta respuesta, por lo que no insistió.

— Vaya, tenemos algo en común al fin y al cabo, aunque... usar shuriken y kunais... lo tienen en común todos los ninjas prácticamente, ¿no? — Rió el muchacho ante su propio comentario.

Entonces, el Shokkou se percató de la sorpresa que le produjo a su compañero el hecho de que hubiera aprobado el examen sin saber utilizar el bunshin, pero tampoco era tan raro, tal y como dijo algo después, hay ninjas que se especializan en otra cosa que no es el ninjutsu, por lo que no les es necesario aprender esta técnica para aprobar.

— Claro, al fin y al cabo, no le dan la bandana a cualquiera, si no esto sería un cachondeo... —

Riko entonces se imaginó a toda la aldea con bandana, todos ellos siendo shinobis, incluidos su padre y su madre, y no pudo evitar que una pequeña sonrisa saliera en su rostro, aquello sería muy cómico, pero mejor que no, que todo siguiera como hasta ahora.

« El poder fabricar y usar telas de araña no pasa desapercibido en este mundo, quizás por eso no me haya hecho falta el aprender el bunshin, aunque debería empezar a entrenar para aprender todo cuanto antes...»

— Bueno, no me atrevería a decir que hay muchos ninjas con este problema, pero bueno, no pasa nada, con un poco de entrenamiento, conseguiré dominarlo en apenas nada de tiempo, o eso espero... —

Por un momento cuando Riko mencionó el hecho de que todos los ninjas utilizaban esas armas pensó que estaba desconfiando de él, pero cuando empezó a reír, supuso que era una broma. Rió con él, aunque era una risa un tanto más forzada y nerviosa, había tenido suerte.

También mencionó el hecho de que no le daban la bandana a cualquiera, reafirmando su comentario. Quiza se hubiese tomado a mal su comentario, no era su intención juzgarle. Otra vez una sonrisa asomó por su rostro, así que decidió no decir nada del tema, parecía tomárselo a broma de momento.

— Claro, en eso se resume la vida de un ninja, entrenar — comentó, adquiriendo un aire más emblemático, repitiendo algo que había escuchado infinidad de veces, tantas que le salía hasta el tono — Pero no te obsesiones con el tema de momento, piensa en que has conseguido la bandana por tus propios medios.

La conversación estaba empezando a estancarse en las habilidades ninjas. Si la mantenía así, podría acabar saliendo perjudicado, además de que el silencio iba a empezar a apoderarse de ambos shinobis.

— Cuentame Riko, ¿Has viajado mucho? — preguntó, interesado. Hasta la fecha no había salido del país en el que se encontraban. Su hermana había sido muy tajante con el tema, no tenía tiempo y no iba a ir solo, sin saber defenderse. — Yo no he pisado muchos lugares, la verdad...

Mientras comentaba la última frase, no pudo evitar dirigir su mirada al mar, justo cuando las olas se rompían en la costa. Era un gran espectáculo, y hacía que en su mente se evocaran distintos lugares, llevados por su imaginación infantil, de lo que se es viajar para él, conocer lugares increibles y exóticos....