Fecha fijada indefinidamente con la siguiente ambientación: Los ninjas de las Tres Grandes siguen luchando contra el ejército de Kurama allá donde encuentran un bastión sin conquistar. Debido a las recientes provocaciones del Nueve Colas, los shinobi y kunoichi atacan con fiereza en nombre de la victoria. Kurama y sus generales se encuentran acorralados en las Tierras Nevadas del Norte, en el País de la Tormenta. Pero el invierno está cerca e impide que cualquiera de los dos bandos avance, dejando Oonindo en una situación de guerra fría, con pequeñas operaciones aquí y allá. Las villas requieren de financiación tras la pérdida de efectivos en la guerra, y los criminales siguen actuando sobre terreno salpicado por la sangre de aliados y enemigos, por lo que los ninjas también son enviados a misiones de todo tipo por el resto del mundo, especialmente aquellos que no están preparados para enfrentarse a las terribles fuerzas del Kyuubi.
23/02/2016, 01:03 (Última modificación: 23/02/2016, 01:15 por Uchiha Akame.)
En aquel claro del Paraje del Bambú se había formado, poco a poco, una atmósfera de lo más extraña. Por un lado Anzu, que derrochaba su característica energía en lanzar golpes al aire, alguna que otra torpe pirueta y mucha guasa. Por otro estaba Kazuma, cuyos ojos grises reflejaban una madurez quizás precipitada para su edad y rango shinobi. Y, al final, Hida, que los observaba a ambos; al de Uzushiogakure, con interés, y a su alumna con la seria apreciación de quien respeta la dedicación a una causa.
Kazuma no dudó en satisfacer la curiosidad del jounin, aunque sus enigmáticas palabras traían más misterio que claridad acerca de su peculiar espada. Sin embargo, no fue eso lo que llamó la atención del maestro Yotsuki, sino la mirada que el gennin había lanzado a su alumna. En efecto parecían los ojos de alguien más experimentado, de un shinobi que ya ha tenido que pasar por el primero de los muchos y dolorosos partos que aquella vida les tenía reservados a todos y cada uno de ellos. Porque al final era eso, o al menos se parecía. Cada vez que un ninja cruzaba una de estas líneas, invisibles a los ojos pero no al corazón -ni al recuerdo-, era como si volviese a nacer. Se convertía en alguien distinto; mejor o peor, eso parecía irrelevante.
Por un momento se hizo el silencio, y pareció que los tres ninjas se habían puesto de acuerdo para respetarlo.
-Una buena espada, sin duda -Hida rompió aquel silencio común-. Se me da bien medir la pasta de la que está hecho un shinobi, Kazuma-kun. Mi alumna, aquí donde la ves, todavía tiene mucho que aprender -Anzu no dijo nada, pero en su rostro se deletreó lo poco que le habían gustado las palabras de su maestro-. ¿Qué te parece si le enseñas un par de cosas sobre pelear? Ella cree que ya lo sabe todo. Supongo que me entiendes, hay cosas que no se pueden aprender de un sensei, por sabio que éste sea.
La Yotsuki se cruzó de brazos, frunciendo los labios en una expresión de pocos amigos que hizo retorcerse macabramente la cicatriz que los atravesaba. Hida sonrió al gennin de Uzushio, dando a entender que su petición era puramente amistosa y no pretendía ser descortés.
23/02/2016, 16:07 (Última modificación: 23/02/2016, 16:08 por Hanamura Kazuma.)
El joven de Uzushio no estaba seguro de cómo reaccionar ante aquella proposición de enseñanza. Si, tenía varias experiencias reales y anécdotas con moralejas fuertes, pero jamás había pensado en compartirla a modo de enseñar a alguien más. La jovencita de Taki sonrió de manera un poco espeluznante, como si tratara de demostrar que no se sentía intimidada ante la idea de medirse con un Shinobi de Uzushio.
—Supongo que ambos podríamos aprender algo —admitió, mostrándose tímido—. Lo haré si ella está de acuerdo.
No tenía ni idea de cómo compartir su conocimiento, es decir siempre había compartido su sentido de justicia, pero lo hacía a golpes. Mientras terminaba de beber el caldo carnoso que quedaba se preguntaba de qué manera debía de proceder.
«Veamos… No creo que sea tan difícil. El viejo siempre da buenas lecciones con una gran facilidad, aunque con su edad puede que la experiencia le confiera tal sabiduría —trataba de encontrar en sí mismo la manera de pensar de su maestro—. Por otro lado; espero que las cosas no se salgan de control.»
Ciertamente era poco el temor que la chica infundada en el de ojos grises, pero aun así se veía fuerte y bastante precipitada. Aquello tenía cierto inconveniente, puesto que no parecía la clase de chica que aprendía solo con palabras y tampoco se mostraba como la clase de persona que era capaz de contenerse durante un combate.
—Se me ha ocurrido algo; ¿Qué tal si tenemos un combate de práctica mientras simulamos una misión?
23/02/2016, 19:36 (Última modificación: 23/02/2016, 19:37 por Uchiha Akame.)
Jonin y gennin conversaban tranquilamente, porque ambos compartían una visión calma y relajada de la vida, y eso se hacía notar en el ambiente. El primero, discreto y cortés. El segundo, joven pero maduro, sosegado, cauto. Verlos hablar era como pararse a escuchar el rumor de una cascada, como asistir a un concierto de búhos. O, al menos, eso le parecía a Anzu, que había dejado a un lado sus katas contra enemigos imaginarios y escuchaba desde hacía un rato, con los brazos en cruz, cómo aquellos dos tíos hablaban de ella. Como si no estuviera delante.
A medida que la Yotsuki trataba de contener la ira que iba aflorando en su interior, desde la tripa hasta la garganta, una vena en su sien iba hinchándose peligrosamente. Al final, no pudo contenerse más.
-¿Os parece divertido hablar de mí como si fuera medio lela? Lo hacéis porque soy una chica, ¿verdad? -su tono de voz era monocorde y suave al principio, pero a medida que hablaba se iba intensificando-. Muy bien, ¡vamos a ver lo gallitos que sois en realidad! ¡Venga, en pie!
Sus ojos brillaban con la ardiente determinación de quien ha sufrido un grave insulto y está dispuesto a tomarse la justicia por su mano. Hida conocía bien a su alumna, y sabía que tenía aquel pronto tan impredecible y descarado, por eso no parecía preocupado. Hizo un leve gesto con su mano diestra, intentando que sólo Kazuma pudiera verle, tratando de restarle importancia al asunto.
-Tranquilo, Kazuma-kun... Anzu se enfada a veces, no se lo tengas en cuenta.
-¿¡QUÉ ESTÁIS SUSURRANDO POR AHÍ!? -bramó la Yotsuki, y su maestro compuso una mueca que podría traducirse en 'ouch!'. A veces, Hida olvidaba el buen oído que tenía aquella chica.
Como un orgulloso animal herido en una pata, Anzu se separó unos cuantos pasos de Kazuma hasta que la distancia que los separaba se acercó a los cinco metros. Clavó sus ojos del color del hielo en los de aquel gennin de Uzushio.
-¿Querías una misión? Pues adivina, ¡es tu día de suerte! -la kunoichi gesticuló con ambas manos, haciendo ver que sacaba un pergamino de su bolsillo y lo abría con exageración-. Aquí tengo una, directamente del despacho de la Uzukage. Destinatario, Ishimura Kazuma. Misión de Rango A... -leía el imaginario texto con un tono pretendidamente pomposo, que de repente cambió para ser tan duro como una piedra-. A de 'A ver cuántos dientes conservas después de esto'.
La kunoichi se colocó en guardia, alzando ambos puños.
-¡Venga, Kazuma-san! Demuéstrame que esa pose de 'soy demasiado guay para ti' es algo más que palabrería.
24/02/2016, 03:13 (Última modificación: 24/02/2016, 03:21 por Hanamura Kazuma.)
El haberla dejado fuera de una conversación, aparentemente sin importancia, provocaba que la Kunoichi ardiera en rabia. Al parecer encontraba ofensivo que hablaran de ella como si no estuviera ahí.
—Esto… —No estaba seguro de cómo responder a aquellas acusaciones.
El maestro de la jovencita hizo un leve gesto con la mano y le invitó a pasar por alto aquel comportamiento que era habitual en ella. Sin embargo aquello sólo aumentó el calor del ya de por sí encendido temperamento de la joven de tez bronceada. Como una tigresa, que defendiera su orgullo y su territorio, se plantó a unos metros frente a Kazuma y le dirigió una mirada en extremo desafiante.
«Cielos, parece tener el temperamento de una tormenta.»
No estaba seguro de cómo reaccionar, incluso se encontraba bastante confundido y con algunos sentimientos encontrados. Por una parte, sentía cierto desprecio por las muestras de intimidación similares a aquellas y de haberse topado con ella de improviso en un callejón no habría tardado más de dos segundo en contestar azotando su cráneo contra el suelo. Pero desde otro punto de vista, le parecían geniales las agallas de aquella muchacha y aquellos ojos azul gélido que no proclamaban el típico y tonto “No le temo a nada y te lo demostrare”, sino más bien que desbordaban un sólido y encantador “Me enfrentare a lo que sea, así soy yo”.
—¿Querías una misión? Pues adivina, ¡es tu día de suerte! —La kunoichi gesticuló con ambas manos, haciendo ver que sacaba un pergamino de su bolsillo y lo abría con exageración—. Aquí tengo una, directamente del despacho de la Uzukage. Destinatario, Ishimura Kazuma. Misión de Rango A... —Leía el imaginario texto con un tono pretendidamente pomposo, que de repente cambió para ser tan duro como una piedra—. A de 'A ver cuántos dientes conservas después de esto'.
«Se que debería estar enojado por burlarse de mi Kage y todo eso —fue por poco que logró ocultar una sonrisa—, pero sí fue bastante gracioso… Aunque si la intención era provocarme y hacerme enojar, definitivamente ha fallado.»
—¡Venga, Kazuma-san! Demuéstrame que esa pose de 'soy demasiado guay para ti' es algo más que palabrería.
El joven de cabellos blancos era alguien que había desarrollado el don de la calma… Bueno era capaz de mantener la calma siempre y cuando su propio subconsciente no le pidiera dejar salir su ira. Era una forma de ser un tanto peculiar; Cuando se encontraba con algo que le hacía hervir la sangre, luchaba y combatía sin piedad o duda alguna. Pero en las ocasiones que tenía que pelear sin una razón concreta, se encontraba con una calma tan indiferente al espíritu de batalla que costaba creer que estuviera dispuesto a combatir.
—Vale, si eso es lo que quieres. Con su permiso Yotsuki Hida —dijo mientras que con una calma exasperante se levantaba—. No se preocupe solo será un intercambio ligero… Bueno puede que las cosas se pongan un poco enérgicas con alguien como ella. —No se molestó en tomar a Bohimei, pues la consideraba no necesaria para un combate como aquel, aunque en el fondo esperaba que en consideración al gesto, Anzu se lo tomara con calma.
—Bien… —dijo mientras se estiraba calmadamente—. Imagina que soy un criminal al cual tienes que capturar vivo y en condiciones de ser interrogado —no estaba seguro de que significaban las palabras para la de ojos azules, pero no estaba de más intentar poner algunas reglas.
Estiro un poco y luego se puso en su habitual posición de combate. Para un ojo experto, era fácil notar que por su postura se trataba de un usuario de Bukijutsu acostumbrado a pelear dependiendo de su coordinación y de movimientos precisos e inesperados.
—Puedes comenzar cuando quieras.
Estado de Ishimura Kazuma
Puntos de Vida:
150/150
–
Puntos de Chakra:
110/110
–
Acciones Ocultas:
¤ Bohimei - Espalda o Cinturón
¤ Hitai-ate - Frente o Cuello
¤ Fūma Shuriken [1] - Pierna opuesta al portaobjetos
¤ Portaobjetos Básico - Pierna Derecha o Cintura (8 de 10 Espacios Usados)
¤ Sello Explosivo de Clase C [1]
¤ Comunicador Básico [1]
¤ Hilo Shinobi [1]
¤ Shuriken [3]
¤ Kunai [2]
24/02/2016, 17:03 (Última modificación: 24/02/2016, 17:06 por Uchiha Akame.)
Anzu observó con fijeza cómo su ahora oponente se ponía en pie y empezaba a calentar. Ella ya estaba en posición, dando pequeños saltitos de vez en cuando para no enfriarse, y sin quitar la mirada del chico. A cada segundo que pasaba, una sensación se iba apoderando de ella; era una mezcla de nervios, anticipación y entusiasmo. Era lo que sentía antes de cada entrenamiento, de cada combate y de cada vez que conseguía dominar una nueva técnica. Poco a poco, se iba familiarizando con aquella sensación... Pero, en ese momento, todavía era un torbellino de emociones que no alcanzaba a comprender y mucho menos a controlar.
—Bien… Imagina que soy un criminal al cual tienes que capturar vivo y en condiciones de ser interrogado —el chico estiró un poco más y se puso en posición de combate—. Puedes comenzar cuando quieras.
La Yotsuki sintió el impulso de salir a correr hacia él y golpearle en el rostro con todas sus fuerzas. No soportaba el aire de superioridad que exhibía aquel gennin, y estaba decidida a hacerle cambiar de opinión -aunque fuese a puñetazos-. Sin embargo, se contuvo, quizás porque la atenta mirada de su maestro tuvo algún tipo de mística influencia en su poco templado caracter. Para, quieta, no seas impulsiva. Primero observa a tu oponente... ¿Por qué ha dejado la espada junto al fuego?
En efecto, Kazuma no llevaba encima su aparentemente preciada arma. La chica se fijó además en que llevaba una especie de shuriken plegable, mucho más grande que uno normal, colgado del cinturón. Debe ser fuerte si es capaz de lanzar esa jodida cosa. Lo mejor será tantear el terreno...
Casi al trote, Anzu recortó distancias con su oponente hasta estar a rango de cuerpo a cuerpo. No avanzaba corriendo de forma imprudente, sino que daba pequeños saltitos, hacia delante y a los lados. No quería ofrecer un blanco estático ni demasiado obvio en caso de que Kazuma decidiera tomar la ofensiva. Cuando estuvo lo bastante cerca, amagó un puñetazo directo al rostro de su rival con intención de confundirle. Seguidamente dio un paso lateral e intentó colocarse en el flanco izquierdo. Una vez allí, trataría de golpearle con un gancho a la mandíbula, y seguidamente hacerle caer con una patada baja, directa a las pantorrillas.
La jovencita no se hizo esperar; Con unos pasos bien pensados redujo la distancia entre ella y su oponente, buscando un posible combate mano a mano. Daba pequeños saltos que indicaban que no pretendía dejar que le contraatacasen.
«Son unos buenos movimientos.» —Pensó, mientras se preparaba para recibirla.
Cuando la muchacha tuvo a su alcance el cuerpo del peliblanco, inició su ataque. Su primer movimiento fue una especie de finta, un falso golpe a la cara, que buscaba darle una oportunidad de atacar por el costado. Pero aquella no resultaba una táctica efectiva contra alguien que estaba acostumbrado a las tretas de las peleas callejeras.
En cuanto Anzu dio un paso lateral, Kazuma tomó por la muñeca aquella mano que había quedado en el aire luego del falso golpe. La sostuvo firmemente y a continuación tiró del brazo, con la intención de atraer el cuerpo de su oponente hacia él. Su intención era simple; interrumpir sus movimientos y acercarla hacia él para propinarle un cabezazo en la frente.
«Parece que tenemos la misma fuerza y su técnica es mejor —pudo juzgar aquello por la resistencia que oponía su cuerpo—, pero sus golpes son demasiado lineales y descoordinados.»
Estado de Ishimura Kazuma
Puntos de Vida:
150/150
–
Puntos de Chakra:
110/110
–
Acciones Ocultas:
¤ Bohimei - Espalda o Cinturón
¤ Hitai-ate - Frente o Cuello
¤ Fūma Shuriken [1] - Pierna opuesta al portaobjetos
¤ Portaobjetos Básico - Pierna Derecha o Cintura (8 de 10 Espacios Usados)
¤ Sello Explosivo de Clase C [1]
¤ Comunicador Básico [1]
¤ Hilo Shinobi [1]
¤ Shuriken [3]
¤ Kunai [2]
24/02/2016, 20:58 (Última modificación: 24/02/2016, 21:04 por Uchiha Akame.)
La Yotsuki quedó sorprendida cuando, haciendo gala de una agilidad tan -o quizás más- prominente como la suya, Kazuma atrapó al vuelo la mano que había fintado el falso puñetazo. ¿Pero qué cojones...? El de Uzu tiró de ella con todas sus fuerzas y, aunque durante un instante Anzu intentó resistir con todo su cuerpo, el instinto le pudo y decidió contrarrestar el fuego con el fuego. Bajó ligeramente la cabeza, de forma que su testa y la de Kazuma chocaran ambas en un sonido característico. No, la chica no había mitigado el golpe, pero al menos así no sería la única en recibir.
El aturdimiento la poseyó por un momento, pero ella simplemente se aferró al brazo de Kazuma como él estaba agarrando el suyo. Con la mano libre, Anzu buscó atrapar la muñeca libre de su rival para que así ambos quedaran encadenados en un abrazo de Taijutsu.
Es mi oportunidad, ¡vas a probar un poco de mi poder, Ishimura Kazuma!
Con la precisión de un movimiento ensayado suficientes veces, la Yotsuki lanzó una patada baja contra la rodilla de su rival, que no buscaba otra cosa que desequilibrarlo ligeramente para que tuviera más difícil evadir el siguiente golpe. Anzu liberó el brazo diestro y lo recubrió de chakra Raiton, que refulgió con un brillo azulado. Luego, trató sin más preámbulos de estamparlo directamente en el pecho de Kazuma. Le soltó también la otra mano, para así dejar que el gennin de Uzu fuera propulsado hacia atrás por la violencia de aquella técnica.
-¡Saborea mi Lariat!
Claro que recordaba las palabras de Kazuma. 'Vivo y en condiciones de ser interrogado'. Precisamente por eso, Anzu había decidido no usar toda la potencia de la que era capaz en su Lariat. Que no se diga que no era una kunoichi obediente.
Aplicado sobre el cuello, dos Lightning Lariat de dos usuarios distintos decapitan a la víctima
Al usarlo junto al 'hermano', su potencia aumenta en un 25%
- Sellos: - - Velocidad: Muy rápida - Alcance y dimensiones: Cuerpo a cuerpo
El usuario carga hacia su oponente, atizando su pecho o su cuello con un movimiento de Lariat, que puede o no estar potenciado por alguna técnica Ninjutsu o del flujo del chakra. Un golpe muy preciso puede destruir costillas o incluso decapitar a un oponente con un sólo ataque directo. La técnica es muy simple y convencional, pero también muy rápida y poderosa. Esta técnica se considera toda una tradición en Kumogakure, y se utiliza para encontrar un "hermano" simbólico para el Raikage. "Hermano" para los líderes de la villa es aquél que logra igualar el Lariat de su otro "hermano".
La versión del clan Yotsuki incluye una capa de electricidad que aumenta peligrosamente la potencia del golpe, y provoca una descarga eléctrica en el oponente.
24/02/2016, 22:54 (Última modificación: 25/02/2016, 02:43 por Hanamura Kazuma.)
La jovencita no solo demostraba determinación, sino que también bastante temeridad. Sin miedo al impacto ni a sus consecuencias, contestó el cabezazo que le estaban dando con otro de igual magnitud pero de sentido opuesto. Ambos cráneos chocaron, produciendo aquel sonido tan característico de los niños cuando se golpeaban las cabezas unos con otros. Sin embargo no eran chicos de academia, eran ninjas formales y con la fuerza suficiente para hacer un daño considerable con sus golpes.
—¡Ay! —El repentino cabezazo le causó un dolor y un aturdimiento incómodos.
Las vibraciones en su cabeza duraron poco, pero cuando su vista estuvo clara pudo apreciar como la Kunoichi se aferraba a su brazo. Trato de aislar su mano libre, pero fue interceptada y sujetada, quedando ambos atrapados en una especie de abrazo combativo.
«Esto no es bueno… Detesto sentir las manos inmovilizadas.»
Las intenciones de Anzu comenzaban a revelarse de manera vertiginosa. Sin pausa alguna, arrojó una patada dirigida a la pierna del Ishimura. Fue por poco que el impacto le alcanzó, pero aquel movimiento instintivo de flexionar la rodilla lo dejó en una posición poco favorable. La jovencita rompió el enganche de su brazo derecho y mientras el mismo retrocedía, se comenzaba a iluminar con la característica apariencia de una técnica de Raiton. En cuanto el golpe estuvo listo para ser arrojado, el otro brazo del peliblanco fue liberado, como si la chica estuviese tomando precauciones con la gran fuerza de su propia técnica.
—¡Saborea mi Lariat! —Rugió ella.
Pudo presentir la fuerza de aquel golpe electrificado. En definitiva parecía una técnica poderosa, pero por alguna razón parecía faltarle impulso, como si estuviera hecha para ser usada luego de tomar velocidad. El peliblanco hizo uso de toda su habilidad acrobática para dejarse caer y evitar la trayectoria del lariat. Quedó acuclillado y utilizando sus recién liberadas manos dio un empujón al estómago de la ojos azules para desequilibrarla y poder tomar un poco de distancia.
—¡Uff! estuvo cerca. —Diría en cuanto tuviera oportunidad.
Estado de Ishimura Kazuma
Puntos de Vida:
123/150
–
Puntos de Chakra:
110/110
–
Acciones Ocultas: 1
¤ Bohimei - Espalda o Cinturón
¤ Hitai-ate - Frente o Cuello
¤ Fūma Shuriken [1] - Pierna opuesta al portaobjetos
¤ Portaobjetos Básico - Pierna Derecha o Cintura (8 de 10 Espacios Usados)
¤ Sello Explosivo de Clase C [1]
¤ Comunicador Básico [1]
¤ Hilo Shinobi [1]
¤ Shuriken [3]
¤ Kunai [2]
25/02/2016, 03:31 (Última modificación: 25/02/2016, 03:32 por Uchiha Akame.)
El ritmo de aquella batalla de entrenamiento había ido subiendo por momentos hasta hacerse verdaderamente frenético. Los golpes se sucedían uno detrás de otro, aunque la iniciativa era claramente patrimonio de la Yotsuki de Takigakure. Su rival estaba, por el momento, dedicándose fundamentalmente a contraatacar -y Anzu no sabía cómo tomarse aquello exactamente-. A pesar de todo, Kazuma demostraba ser un shinobi tan hábil -si no más- como ella en el combate cercano. Fue gracias a su pericia que, a pesar de recibir el impacto de la espinilla de Anzu en su rodilla, supo agacharse a tiempo para que la técnica Yotsuki pasara justo por encima suya. La electricidad acumulada en el brazo de la chica vibraba como si tuviese vida propia, y al rozar los cabellos blancos de Kazuma hizo que se erizasen ligeramente.
-Eres escurridizo, ¡tengo que admitirlo! -bufó Anzu, molesta, al ver que su técnica no llegaba a impactar-.
Sintió un empujón en la barriga y retrocedió un par de pasos. Sintió la tentación de aprovechar que su rival se estaba incorporando para atizarle otro golpe, pero apenas pensó en la maniobra, sintió la firme mirada de su sensei, que la perforaba desde la lejanía. 'Anzu, es un entrenamiento, no te lo tomes tan en serio...' ¡Como si lo oyera! ¿Se supone que me haré más fuerte sin dar lo mejor de mí en cada instante? ¡No me jodas, Hida-sensei!
Finalmente la severa mirada de Hida ganó el pulso al instinto depredador de su alumna, y Anzu le cedió un par de metros a su oponente. Sin embargo, no se alejó más de eso. Seguía allí, caminando en círculos alrededor de Kazuma, como un felino paciente que espera su momento.
-¿Vas a pelear en serio de una vez, o todavía no me he ganado ese 'honor'?
Sus blancos cabellos se habían erizado ante la gran fuerza eléctrica de la técnica que acababa de esquivar. Pero se puede decir que había tenido suerte puesto que la patada que le habían propinado, y que provocó que su rodilla cediera, fue la misma que le ayudó a evadir aquel golpe cargado de Raiton. Por un instante Kazuma se preguntó sobre cómo debía proceder si la muchacha decidía atacar mientras que aún estaba en el suelo, pero contrario a lo que se esperaba, parecía recordar que se trataba de un combate de entrenamiento.
Se alejó unos metros y comenzó a rondar lentamente, como si fuera un lobo que busca alguna brecha en la defensa del ciervo al que ha acorralado. El único punto donde la analogía se esfumaba era en el hecho de que aquel ciervo de ojos grises se encontraba calmado y sabía cómo defenderse, incluso luego de haber recibido una “mordida” en la pata.
«¿Qué clase de técnica fue aquella? —En su mente la pregunta volaba como una polilla inquieta por la luz de lo nuevo y extraño—. Por la fuerza y la postura se podría pensar que es Taijutsu, pero las técnicas físicas no utilizan la manipulación de la naturaleza de chakra —Se encontraba inmerso en su duda, mientras trataba de alisar su cabello desordenado—. Pero a juzgar por el chakra que le cubría el brazo, eso definitivamente era un Raiton… ¿pero Ninjutsu sin sellos de mano, ni nada?»
Se encontraba tan concentrado en su análisis que por un instante olvidó que estaba en medio de un combate. Aquello no era típico en él, pero se acababa de encontrar con una técnica de la cual jamás había oído nada y que había captado su curiosidad.
«Quizás pueda pedirle que luego me deje ver aquel “Lariat”, pero seguramente me exigiría que le mostrara alguna de mis técnicas con la espada a cambio —deseaba saber más sobre aquel movimiento tan atípico—. También podría provocarle para que la use de nuevo… Pero no quisiera que el combate se me fuera de las manos.»
—¿Vas a pelear en serio de una vez, o todavía no me he ganado ese 'honor'? —Las palabras de la joven de ojos azules le trajeron de vuelta a la realidad del combate.
—¿Eh? —El joven se mostró aparentemente extrañado—. Se supone que esto es solo una práctica y aun así me lo estoy tomando en serio dentro de las restricciones que impuse —como si no pasara nada, puso las manos en el suelo y comenzó a estirar la rodilla que tenía lastimada, claro esta, sin perder de vista a su oponente—. Seguramente quien necesite tomárselo con más seriedad seas tú —se levantó y mostró una suave sonrisa mientras se sacaba una basurilla del oído. Indiferencia absoluta era lo que transmitía su presencia en ese momento —. Si decides combatir correctamente, puede que encuentres en mí aquella “seriedad” que tanto ansias.
Estado de Ishimura Kazuma
Puntos de Vida:
123/150
–
Puntos de Chakra:
110/110
–
Acciones Ocultas: 1
¤ Bohimei - Espalda o Cinturón
¤ Hitai-ate - Frente o Cuello
¤ Fūma Shuriken [1] - Pierna opuesta al portaobjetos
¤ Portaobjetos Básico - Pierna Derecha o Cintura (8 de 10 Espacios Usados)
¤ Sello Explosivo de Clase C [1]
¤ Comunicador Básico [1]
¤ Hilo Shinobi [1]
¤ Shuriken [3]
¤ Kunai [2]
Por las tetas de Amaterasu, ¡qué jodido pedante! Este tío está consiguiendo acabar con mi ración de paciencia para todo un año.
Anzu ya se había convencido de que su rival no iba a cambiar aquella actitud de 'chico cool' y en control total de la situación. Incluso después de haber recibido un par de golpes y haber esquivado -por los pelos- otro. Resignada, la Yotsuki decidió que sólo había una manera de terminar con aquello: siguiéndole la corriente y derrotándolo en su propio juego. Te voy a sacar esa sonrisita a golpes. Dado que Kazuma no pensaba tomar la iniciativa, otra vez fue la kunoichi la primera en actuar.
Rondando como depredador en torno a su presa, Anzu esperó el momento justo. Sin previo aviso dio un paso rápido hacia su derecha, buscando colocarse en el costado izquierdo de Kazuma antes de que éste tuviese ocasión de reaccionar. Cuando estuvo a rango de cuerpo a cuerpo, le tiró un gancho a la mandíbula con su puño diestro y siguió una patada de izquierda al estómago. Intentaría rematar la jugada lanzando una patada con la pierna diestra, directa a los tobillos de su rival, que buscaba barrerlo y hacerle caer al suelo.
-¡Aunque seas más estirado que un muñeco de madera, la verdad es que es más divertido pegarte! -exclamó la chica, riendo de forma socarrona-.
«Se está controlando mejor de lo que esperaba, pero creo que es solo en apariencia pues sus movimientos aun se ven muy superficiales y aislados.»
La morena le examino desde todos los ángulos hasta que por fin dio con un flanco al cual atacar. Salto hacia el centro del círculo imaginario en busca de una buena posición a la izquierda del peliblanco. Cuando estuvieron lo suficientemente cerca, Anzu le arrojó un gancho a la quijada que fue desviado sin mucho problema, pero la cosa no terminaría ahí puesto que seguidamente lanzó una patada hacia su abdomen. Fue poco lo que faltó para no poder bloquearla y recibir de lleno el golpe en aquel estómago que aún se encontraba en pleno proceso de digestión.
Como un plan bien trazado, Anzu aprovechó la brecha en la defensa del Ishimura para arrojar una patada barredora hacia sus tobillos. Dándose cuenta de que no la podría evadir y aprovechándose de la proximidad de su rival, Kazuma abrió su mano izquierda, que ya tenía un rato cerrada, dejándola plana para luego soplar sobre ella en dirección al rostro de la chica.
En el momento en que se había agachado al suelo tomó un poco de tierra y algunas briznas de hierba. Su intención era utilizarlas para entorpecer y molestar temporalmente a su oponente.
Cayó al suelo producto del golpe a sus piernas, pero aún así buscaría aprovechar la tierra en los ojos de su oponente. Su intención era levantarse y correr hacia donde terminaba el claro y comenzaban a levantarse las ramas de bambú. No sin antes dar un empujón al hombro su oponente… No tenía intención de dañarla puesto que apenas tendría la fuerza suficiente para hacerle caer sentada, pero era algo que claramente decía "¿Ves? me he escapado".
Estado de Ishimura Kazuma
Puntos de Vida:
101/150
–
Puntos de Chakra:
110/110
–
Acciones Ocultas: 1
¤ Bohimei - Espalda o Cinturón
¤ Hitai-ate - Frente o Cuello
¤ Fūma Shuriken [1] - Pierna opuesta al portaobjetos
¤ Portaobjetos Básico - Pierna Derecha o Cintura (8 de 10 Espacios Usados)
¤ Sello Explosivo de Clase C [1]
¤ Comunicador Básico [1]
¤ Hilo Shinobi [1]
¤ Shuriken [3]
¤ Kunai [2]
29/02/2016, 15:00 (Última modificación: 29/02/2016, 15:01 por Uchiha Akame.)
A pesar de que la Yotsuki era más hábil en el combate cuerpo a cuerpo, su oponente demostraba ser más astuto. Esquivó un golpe, bloqueó el siguiente, y aunque Anzu logró impactar el último, Kazuma tenía un as en la manga -o mejor dicho, en la mano-. Arrojó un puñado de tierra y hierba a los ojos de la kunoichi que, sorprendida por el inesperado truco, retrocedió un par de pasos mientras intentaba sacudirse la suciedad del rostro.
-¡Hijo de...!
Anzu notó un golpe en su hombro, apenas un toque, e inmediatamente captó el mensaje. Kazuma la estaba retando. Instantes después había recobrado la visión; su rival corría ya hacia donde terminaba el claro y empezaba el bosque. Me la ha jugado bien el muy cabrón, eso no me lo esperaba... Sentado junto al fuego, terminándose el estofado, Yotsuki Hida sonreía con evidente satisfacción ante la inteligente treta del gennin de Uzushio.
Su alumna no quiso perder un segundo más, y echó a correr tras el chico. Hizo una serie de sellos y varios bunshin aparecieron junto a ella. Ahora eran un total de cuatro Anzus las que perseguían incansablemente a Kazuma; dos de ellas se desviaron hacia el lado izquierdo, otra siguió detrás suya, y la cuarta se despegó ligeramente hacia el flanco diestro. El cuarteto de Yotsukis buscaba cubrir todas las direcciones posibles, ya que aunque parecía que su velocidad era pareja a la del chico, querían evitar que pudiese desviarse de su camino y perderlas en el bosque.
Un Ninjutsu que crea una copia intangible del cuerpo del usuario, sin ningún tipo de sustancia ni solidez. Puesto que el clon, por sí mismo, no tiene la habilidad de atacar, y sólo puede utilizarse pues para confundir al enemigo, normalmente empleado en combinación con otro tipo de Ninjutsu o tácticas. Es una técnica muy básica, pero con ingenio puede utilizarse de forma efectiva. Los clones se disipan cuando entran en contacto con cualquier cosa. Pueden ser fácilmente diferenciados de una persona por usuarios de Dōjutsu. Un usuario con ojos normales puede también distinguir los clones del original, puesto que éstos no tienen sombra y no causarán perturbaciones en el área que les rodea (no levantarán polvo, aplastarán la hierba, etc).
Aquel de cabellos blancos y ojos grises se encontraba en veloz carrera hacia el límite entre el claro y el bosque, esto mientras era perseguido por un adversario que parecía haberse multiplicado por cuatro. La situación parecía asegurar que no podría perder a la chica entre la exuberante vegetación, lo cual era una suerte para él pues sus planes no contemplaban huir de la zona de combate.
«No me esperaba que usara el Bunshin no Jutsu… Bien podría utilizar mis propios clones para contrarrestar los suyos, pero es mejor mantener las cosas sencillas.»
Cuando llego a donde comenzaba el follaje dio un gran salto hacia adelante, con todo su peso y fuerza, y se abalanzó sobre una larga rama de bambú que crecía casi de manera horizontal. Aún tenía a una Kunoichi tratando de darle alcance y no tenía tiempo para girarse y verificar si se trataba de un clon. La rama se torció de manera violenta, gracias a la gran flexibilidad de la planta. Al sentir aquello el joven Ishimura decidió abandonarla, justo cuando esta estaba por liberar su energía en forma de un latigazo.
«Espero que sea un clon, porque de lo contrario será un tortazo muy fuerte.» —Se imaginó el fuerte impacto en el cuerpo de su perseguidora mientras la planta comenzaba a desplazarse hacia la misma.
Sin mirar atrás, se encaminó hacia un lugar en el borde donde aquellos delgados árboles crecían muy juntos. Reunió chakra en sus pies y comenzó a dar saltitos entre ellos hasta alcanzar una altura de unos doce metros. No era el lugar más alto del bosque, pero desde ahí podía ver toda la extensión del claro y a todas las Genin de Takigakure que le perseguían.
Por una parte tenía ventaja ya que los clones no podían escalar, pero otra las cosas podían ponerse difíciles, puesto que si su oponente decidia buscarle en las altura tendría pocas posibilidades de usar sus artimañas. Pero el era un ninja y los ninjas siempre deben saber manejarse en situaciones difíciles.
Estado de Ishimura Kazuma
Puntos de Vida:
101/150
–
Puntos de Chakra:
110/110
–
Acciones Ocultas: 1
¤ Bohimei - Espalda o Cinturón
¤ Hitai-ate - Frente o Cuello
¤ Fūma Shuriken [1] - Pierna opuesta al portaobjetos
¤ Portaobjetos Básico - Pierna Derecha o Cintura (8 de 10 Espacios Usados)
¤ Sello Explosivo de Clase C [1]
¤ Comunicador Básico [1]
¤ Hilo Shinobi [1]
¤ Shuriken [3]
¤ Kunai [2]
El tronco del bambú se inclinó ante la presión ejercida por Kazuma, y al soltarlo, salió disparado en dirección contraria con gran violencia. Fue tanta la velocidad de aquel furioso árbol que una de las Anzus se llevó un tremendo golpetazo en la cabeza... Sólo para deshacerse en humo y polvo. Las otras tres ni siquiera prestaron atención a su compañera caída, y tan sólo una de ellas varió su trayectoria para sustituirla en la formación de persecución que ejecutaban todas las kunoichis. Estaba claro que un truco así no iba a detenerlas; además, el tiempo que había empleado el gennin de Uzushio en colgarse del tronco de bambú había permitido al escuadrón de Yotsukis recortarle una buena porción de distancia.
Cuando Kazuma se detuvo y empezó a trepar por los árboles, Anzu supo que había llegado su momento. La acabas de cagar, socio. Porque la verdadera kunoichi nunca había estado entre los bunshin que perseguían al chico de Uzushio, sino que se movía de tronco en tronco, sobre las cabezas de los ninjas que corrían por la hierba. Aunque en principio el subir a los bambúes la había hecho perder tiempo, lo había recuperado luego, cuando Kazuma se detuvo para darle un 'bambuazo' a uno de los bunshin. Ahora, a apenas unos cinco -o seis- metros del chico, Anzu tenía una posición estratégica inmejorable.
Ya eres mío, Kazuma-san.
Sus manos se entrelazaron para formar el sello de la serpiente. Y esperó. Kazuma dio el primer paso de su ascenso a las alturas. Dio el segundo. ¡Ahora! La Yotsuki curvó los labios, como si quisiera soplar vidrio, y de éstos surgió una lanza de electricidad que disparó al Ishimura. Anzu era buena calculando tiempos y distancias; por eso mismo, había esperado hasta dar con el momento justo en que Kazuma saltaría a otro tronco. Aquel preciso cálculo, sumado al factor sorpresa y a que su oponente no tenía visión de ella, eran la receta para una ofensiva exitosa. O eso creía ella.
Estado
PV:
107/120
–
CK:
57/90
–
-24
–
Inventario
Bandana de Takigakure (brazo derecho)
Portaobjetos básico (cinturón)
Kunai x2
¤ Raiton: Gian ¤ Elemento Rayo: Falsa Oscuridad - Tipo: Ofensivo - Rango: B - Requisitos: Raiton 20 - Gastos: 24 CK - Daños: 40 PV - Efectos adicionales:(Raiton 80) Puede ser disparado con un movimiento en zig-zag, primero hacia un flanco, y luego hacia el objetivo - Sellos: Serpiente - Velocidad: Muy rápida - Alcance y dimensiones: El rayo puede recorrer una distancia de 10 metros antes de disiparse
El usuario, tras realizar el sello correspondiente, emite electricidad en forma de lanza a través de su boca, que envía hacia su enemigo tratando de que impacte contra su cuerpo. Es una técnica con un buen poder destructivo, ya que es capaz de atravesar incluso la roca. El usuario puede lanzar otra lanza más pasados unos segundos desde el lanzamiento de la primera.
Gian: 40 PV
Subirme a los árboles después de hacer los bunshin, mientras echabas a correr, y perseguirte desde ahí.
Por cierto, no sé si tengo que especificarlo en algún sitio, pero tengo el Mérito 'Reloj interno', que (creo XD) me ayuda a calcular mejor dónde tengo que tirar la técnica para darte mientras escalas.