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Otoño-Invierno de 221

Fecha fijada indefinidamente con la siguiente ambientación: Los ninjas de las Tres Grandes siguen luchando contra el ejército de Kurama allá donde encuentran un bastión sin conquistar. Debido a las recientes provocaciones del Nueve Colas, los shinobi y kunoichi atacan con fiereza en nombre de la victoria. Kurama y sus generales se encuentran acorralados en las Tierras Nevadas del Norte, en el País de la Tormenta. Pero el invierno está cerca e impide que cualquiera de los dos bandos avance, dejando Oonindo en una situación de guerra fría, con pequeñas operaciones aquí y allá. Las villas requieren de financiación tras la pérdida de efectivos en la guerra, y los criminales siguen actuando sobre terreno salpicado por la sangre de aliados y enemigos, por lo que los ninjas también son enviados a misiones de todo tipo por el resto del mundo, especialmente aquellos que no están preparados para enfrentarse a las terribles fuerzas del Kyuubi.
#16
Estoy bien, no te preocupes; cuando me canse pensaremos en otra cosa ¿vale? — dijo con la esperanza de calmarla.

Con los brazos alrededor de su cuello y las manos en sus posaderas; se levantó con cuidado del suelo. Y comenzó a caminar con cuidado, mirando al suelo de no tropezar y caerse, si ella también se torcía un pie, iba a ser muy complicado salir de aquel bosque. Ren estaba demasiado centrada en ayudarla, intentaba sortear todas las ramas y caminos bloqueados por la maleza, con la esperanza de encontrar una senda por la que se movieran los civiles.

Uuuhmm... ¿Por donde quedará Notsuba? — añadió una tonta risa al final, intentando rebajar el hecho de que se sentía perdida en el bosque.
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#17
Estoy bien, no te preocupes; cuando me canse pensaremos en otra cosa ¿vale?

Vale.

Hana pensaba que Ren tendría más o menos la misma fuerza que ella y apenas conseguiría levantarla. Nada más lejos de la realidad. Tampoco es que la levantase como si fuese papel, pero lo hizo sin ningún problema.

¿Has estado entrenando o siempre has sido tan fuerte? — le preguntó con la boca prácticamente en su oído.

Lo cierto era que Ren lo estaba sobrellevando con tanta calma que Hana no pudo evitar contagiarse. No podía caminar ¿y qué? Ahí estaba Ren para llevarla. Desde que se había soltado, el dolor había ido remitiendo hasta desaparecer y el frío era casi inexistente con su cuerpo pegado al de la amejin.

Uuuhmm... ¿Por donde quedará Notsuba?

Menos mal que una de las dos pensaba, porque Hana no se acordaba ni de Notsuba ni de nada que no fuese el suave aroma que emitía su acompañante.

Eh... Yo me he caído saliendo, así que solo tenemos que desandar lo andado yendo en dirección contraria. Que es lo que estamos haciendo ¿no?

Diría que sí, pero no con mucha seguridad. Sería el golpe que se había dado, porque estaba más distraída que de costumbre.


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#18
Oh, tienes razón— dijo mirándola de reojo.

No podría llevarla durante mucho más, pero intentaría posteriormente trataría de hacer un esfuerzo solo por mantener a Hana lo más cómoda y segura posible. El paso de Ren era bastante lento, quería intentar asegurar que iban por buen camino aunque eso las ralentizase; siempre podría llevarla apoyada con un brazo por encima del hombro, o usando su bokken a modo de muleta, pensó.

La lluvia no parece dar tregua ni querer hacerlo... — pensó deteniéndose un momento, para alzar la mirada al cielo.
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#19
Ren parecía estar mucho más concentrada en llevarla a cuestas que en darle conversación, lo cual Hana aceptó sin decir nada al respecto. Lo último que quería la rubia era distraerla y que acabasen ambas por los suelos.

La lluvia no parece dar tregua ni querer hacerlo...

¿Es así la lluvia en Amegakure? — preguntó la uzujin con genuina curiosidad.

El paso de la morena era cada vez más lento.

Ren, puedo andar, de verdad. — le volvió a asegurar la kunoichi con la esperanza de aliviarle la carga.

No estaba del todo segura de poder andar, pero prefería sobrellevar el dolor que causarselo a la amejin si seguía forzando su cuerpo por ella.


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#20
¿Es así la lluvia en Amegakure?

Si, bueno suele ser un poco mas intensa. — dijo recolocándose a Hana, las fuerzas empezaban a flaquearle y su paso se ralentizo aún más.

Ren, puedo andar, de verdad. — añadió.

¿A la princesa se le ha curado el pié por arte de magia o que? Estoy bien, puedo aguantar un poco más.

El cuerpo de Ren estaba empezando a cansarse de llevarla, no así como su peculiar sentido del humor; que todavía no captaba lo que estaba ocurriendo, como de costumbre; pecaba de inocente. Su rostro y pelo estaba desaliñado, por el temporal, ella seguramente no cogería un resfriado pues su cuerpo estaba más que acostumbrado a ello, pero dudaba sobre la salud de Hana.
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#21
¿A la princesa se le ha curado el pié por arte de magia o que? Estoy bien, puedo aguantar un poco más.

La respuesta de la amejin la había cogido totalmente fuera de juego. ¿Era una puya? ¿Un halago? ¿Qué acababa de pasar? Al menos significaba que la espadachina empezaba a coger confianza con la rubia. Sin embargo, no podía, mejor dicho, no sabía qué contestarle. Así que suspiró, incapaz de discutirle a Ren.

Está bien. Dime si puedo hacer algo para ayudarte.

No sabía muy bien qué podía hacer desde su posición, simplemente se quedaba quieta tal y como la acomodase ella. Por lo que sabía de la física, no había forma posible de aliviar la carga, aunque tal vez podía hacer algo para la comodidad de Ren, si era así, solo ella podría decirselo.


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#22
Pese a todo lo que había insistido, la cabezonería de Ren le había impedido hacer caso a Hana, hasta que su cuerpo estuvo apunto de darle un ultimatum. Volvió a arrodillarse, para dejar que Hana baja de ella.

Al menos supongo que la mayor parte de la maleza la hemos pasado. ¿Crees que puedes caminar un poco? — dijo frente a ella ya de pie, apoyando una mano sobre un árbol cercano.

El sudor por el esfuerzo, había desaparecido más que tiempo atrás por el suave beso de las gotas de lluvia. Estaba atenta por si no pudiera estar mucho más rato de pie, y atraparla si caía.
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#23
Finalmente, Ren cedió, Hana no tuvo la certeza de si fue porque su cuerpo había llegado a su límite o porque la rubia había conseguido que sus palabras calasen. O una combinación de ambos factores.

Al menos supongo que la mayor parte de la maleza la hemos pasado. ¿Crees que puedes caminar un poco?

Hana se irguió e intentó apoyar la pierna con el tobillo tocado, la pierna le dijo que suerte para ella y rápidamente la levantó, apoyándose en el mismo árbol donde estaba apoyada Ren. Le dolía admitirlo, pero a estas alturas no iba a ponerse a disimular.

Puedo caminar, pero voy a necesitar algo de apoyo. — levantó la mirada buscando los ojos de Ren. — ¿Puedes echarme una mano?

Le tendió la mano a Ren, esperando que la ayudase.


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#24
Sostuvo su mano con delicadeza por un momento, devolviendo una tranquilizadora sonrisa con un suave rubor.

Claro, puedes apoyarte en mí

Antes de proceder, dejo que Hana se separara un poco del árbol, para agazaparse ligeramente y pasar el brazo, corrrespondiente a su pierna mala, por encima de ella; tras ello puso su mano al lado contrario del costado de la joven de Uzugakure, esperando a que le diera una señal, para alzarse y comenzar a caminar. Por suerte al haber parado antes de tiempo, no estaba excesivamente cansada, era eso o el poder de la incansable juventud.
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#25
Claro, puedes apoyarte en mí

Hana le devolvió la sonrisa a Ren, aceptando su oferta sin dudar.

No sé qué hubiese hecho sin ti, de verdad. Gracias por todo de nuevo, Ren-chan. — le confesó la uzujin mientras pasaba el brazo por encima de los hombros de su compañera. — Cuando quieras.

Con la lluvia aún golpeando fuerte, esperó a que Ren hiciese el primer movimiento. Como desafiando la poca luz que había en el ambiente, los ojos de Ren brillaban con mayor intensidad de la que Hana le había visto hasta ahora. Le dedicó una sonrisa a la amejin, contenta de habérsela encontrado incluso en aquellas circunstancias.


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#26
Comenzó sin más vacilación la marcha; procurando en detenerse cada vez que una rama sobresalía o se topaban con algún desnivel, para que su amiga pudiera cruzar sin ningún problema, colocándose delante para evitar que tropezara, y tras un rato, la curiosidad la curiosidad le hizo hablar.

Y... ¿Que haces tan lejos de casa? ¿Viniste por algo en concreto a Notsuba? — preguntó tras pasarse un momento la mano por el rostro, para devolverla con Hana casi de inmediato.

Lo que no sabía era como iba a contarle que hacía ella allí si preguntaba, ya que su accidentado viaje había sido algo embarazoso.
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#27
Podía ver el inmenso cuidado que Ren tenía con ella, no la conocía tanto como para saber si era inherente a su carácter o se preocupaba por ella en concreto. Aún así, no pudo evitar sentir un calor en el pecho, sonrojándose de paso. Lo cierto es que puede que lo hubiese dicho como una broma, pero la estaba haciendo sentir como una princesa.

Y... ¿Que haces tan lejos de casa? ¿Viniste por algo en concreto a Notsuba?

Justo cuando estaba en el momento más embarazoso de su hilo de pensamientos, Ren le preguntó por el viaje. Carraspeó para aclararse la gargante, y las ideas.

Desde la primera vez que puse los ojos en un mapa he querido acercarme a Notsuba. Quiero decir, ¿quien no querría? Todo lo que hay alrededor de la ciudad es impresionante. Un volcán activo, una estructura indestructible y unas escaleras que llevan al cielo. Bueno, un montón de cosas que no voy a poder visitar ahora. — hizo una breve pausa antes de sonreír de nuevo a Ren. — Pero me ha valido la pena el viaje.

No añadió nada más y su mirada pronto se dirigió al difícil terreno que tenía que caminar prácticamente a la pata coja.

¿Y tú?


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#28
Desde la primera vez que puse los ojos en un mapa he querido acercarme a Notsuba. Quiero decir, ¿quien no querría? Todo lo que hay alrededor de la ciudad es impresionante. Un volcán activo, una estructura indestructible y unas escaleras que llevan al cielo. Bueno, un montón de cosas que no voy a poder visitar ahora. — hizo una breve pausa antes de sonreír de nuevo a Ren. — Pero me ha valido la pena el viaje.

A lo que respondió sonrojándose, y bajo la mirada intentando ocultarlo; ahora no sabía que pensar exactamente sobre su desliz.

¿Y tú?

P-Pues quería ir al Valle de los Dojos y... Tomé el tren equivocado y acabé aquí — soltó una pequeña carcajada intentando quitar hierro a ese asunto, y esperando que lo anterior pasara desapercibido.
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#29
P-Pues quería ir al Valle de los Dojos y... Tomé el tren equivocado y acabé aquí

Hana no pudo evitar reírse por lo bajo, acto seguido le quitó hierro al asunto.

Piensa que yo me he perdido cada vez que he salido de la villa, a excepción de cuando me he encontrado contigo, casualmente. Una vez quise ir al Pais del Bosque y por poco acabo en el del Viento, por suerte, me perdí en un bosque antes de llegar. — se río entre dientes al recordarlo. — Si quieres, te acompaño, total, tendré que volverme sí o sí, me coge casi de camino.

Al menos si se tenía que volver, lo haría en buena compañía.


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#30
Oh ¿de verdad? Por mi encantada entonces — dijo alegremente. — Aunque prefiero acompañarte hasta donde sea posible, yo tampoco es que me oriente muy bien, y no me gustaría que te volvieras a hacer daño.

Además, estaba empezando a desarrollar cierto gusto por las locomotoras; el traqueteo por las extensas vías y las vistas, le resultaban casi tan apacible como los vagones dispuestos para los pasajeros. En su viaje de ida hasta Notsuba, ya estaba pensando en hacer un viaje lo más largo que se le ocurriera y así ver incluso aún más lugares curiosos.
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