10/09/2019, 02:27
(Última modificación: 10/09/2019, 02:35 por Uchiha Datsue. Editado 2 veces en total.)
Todo el mundo sabía que las águilas eran fuertes. Majestuosas. Poderosas. Para un servidor, las reinas del cielo. Pero Kaido estaba comprobando en sus carnes hasta qué punto llegaba esa sabiduría popular.
Incansable, el ave transportaba el cuerpo envuelto en telas de Zaide como si no fuese más que un conejillo al que acababa de cazar. Volaba no muy alto, a veces casi desapareciendo bajo el sol. Kaido la seguía a duras penas, en parte porque la adrenalina recorría sus venas, en parte porque, descargado, sus piernas iban más ligeras. De lo contrario, la hubiese perdido ya minutos atrás.
Pero la emoción del momento pronto empezó a dejar paso al cansancio. A la vista nublada. A la falta de aliento. Sus piernas estaban a punto de rendirse cuando divisó algo en el horizonte. ¿Otro espejismo? Pero no era un oasis lo que divisaba, sino… casas. Muchas casas.
Un bulto cayó a lo lejos del cielo. El águila se había cansado de su presa, quizá al darse cuenta que no era más que un manojo de telas al que no podía hincarle el pico, y lo había soltado antes de desviar el rumbo hacia otra parte. Todo un golpe de suerte que antes de hacerlo hubiese conducido al Umikiba hasta allí... ¿huh?
Incansable, el ave transportaba el cuerpo envuelto en telas de Zaide como si no fuese más que un conejillo al que acababa de cazar. Volaba no muy alto, a veces casi desapareciendo bajo el sol. Kaido la seguía a duras penas, en parte porque la adrenalina recorría sus venas, en parte porque, descargado, sus piernas iban más ligeras. De lo contrario, la hubiese perdido ya minutos atrás.
Pero la emoción del momento pronto empezó a dejar paso al cansancio. A la vista nublada. A la falta de aliento. Sus piernas estaban a punto de rendirse cuando divisó algo en el horizonte. ¿Otro espejismo? Pero no era un oasis lo que divisaba, sino… casas. Muchas casas.
Un bulto cayó a lo lejos del cielo. El águila se había cansado de su presa, quizá al darse cuenta que no era más que un manojo de telas al que no podía hincarle el pico, y lo había soltado antes de desviar el rumbo hacia otra parte. Todo un golpe de suerte que antes de hacerlo hubiese conducido al Umikiba hasta allí... ¿huh?
¡Agradecimientos a Daruu por el dibujo de PJ y avatar tan OP! ¡Y a Reiji y Ayame por la firmaza! Si queréis una parecida, este es el lugar adecuado