Fecha fijada indefinidamente con la siguiente ambientación: Los ninjas de las Tres Grandes siguen luchando contra el ejército de Kurama allá donde encuentran un bastión sin conquistar. Debido a las recientes provocaciones del Nueve Colas, los shinobi y kunoichi atacan con fiereza en nombre de la victoria. Kurama y sus generales se encuentran acorralados en las Tierras Nevadas del Norte, en el País de la Tormenta. Pero el invierno está cerca e impide que cualquiera de los dos bandos avance, dejando Oonindo en una situación de guerra fría, con pequeñas operaciones aquí y allá. Las villas requieren de financiación tras la pérdida de efectivos en la guerra, y los criminales siguen actuando sobre terreno salpicado por la sangre de aliados y enemigos, por lo que los ninjas también son enviados a misiones de todo tipo por el resto del mundo, especialmente aquellos que no están preparados para enfrentarse a las terribles fuerzas del Kyuubi.
Los pocos rayos del Sol que se lograban ver tras la leve dispersión de niebla volvieron a desaparecer. Karamaru ya se encontraba bajo los árboles de ese pequeño bosque que se encontraba en la llanura cuando escucho una lluvia fuerte. Como era habitual en la zona, el diluvio comenzó de nuevo y las nubes taparon el cielo para hacer el famoso clima de las Llanuras de la Tempestad Eterna. El calvo apenas había escuchado las últimas palabras del sabio antes de alejarse por completo
«"Empiecen", como si necesitáramos que nos de un comienzo. En cuanto se propone el desafío se empieza, así de fácil» pensaba Karamaru mientras trataba de deducir para donde había ido el animal.
Lo había visto meterse entre los árboles y esa era su posición actual, pero aunque estaba en la última posición conocida del mono, no sabía para donde había ido. Varios segundos de adrenalina le siguieron a ese momento, pero Karamaru se dio cuenta que no iba a poder hacer nada en ese estado.
Tomo un gran respiro, y comenzó a pensar. Pensaba en como un cazador rastreaba a una presa. ¿Olfato? Karamaru no tenía uno muy bueno ¿Vista? Tampoco ¿Gusto? Menos ¿Oído? La lluvia tapaba los ruidos leves del mono ¿Tacto? Menos que menos.
«Vamos, vamos, piensa, piensa» se repetía a si mismo mientras daba vueltas. Tal vez no había pasado siquiera un minuto desde que había perdido al mono, pero la había pasado mal. No le gustaba no poder encontrar las cosas, aunque eso no durara mucho.
El caer de una rama sobre su cabeza distrajo un momento a Karamaru, pero le dio la respuesta a su problema. Si un mono corre por los árboles, es propenso a que sus ramas se rompan e incluso más si es que están mojadas. Todavía no sabía para donde ir, había varias ramas rotas por el lugar, pero por lo menos había deducido algo. Él seguía parado en lugar, dando vueltas mientras pensaba para donde ir y para donde iría el mono.
"El miedo es el camino al lado oscuro. El miedo lleva a la ira, la ira al odio, el odio al sufrimiento, y el sufrimiento al lado oscuro"
-Maestro Yoda.
Hentto dio la orden para que comenzara la segunda prueba y el anciano desapareció de la vista de los genin, Karamaru salió rápidamente a perseguir al mono mientras que Ichiro y Den se quedaron dónde estaban. Ichiro llamo la atención de Den y le pregunto si conocía alguna forma rápida de poder encontrar al primate ya que él podía sorprenderlo pero le costaría poder encontrarlo.
Sin perder mucho tiempo Den abre su pergamino y luego de sumergir su pincel en tinta empieza a dibujar una serie de ratones en fila dentro del pergamino, 6 ratones para ser exacto y al terminar el ultimo empiezan a emerger del dibujo los animales que plasmo y enseguida empezaron a correr hacia donde Den vio que el simio se dirigía.
—Con estos ratones podremos encontrarlo más fácilmente que solamente nosotros dos, en cuento lo encuentren me dirán donde se encuentra así que por ahora deberíamos ponernos en marcha.—
Aunque Den cree poder encontrarlo pero tiene dudas de cómo proceder para capturar a su objetivo o por lo menos obtener el pergamino el tiempo suficiente como para memorizar su contenido lo cual no sería muy difícil a menos fuera un texto demasiado largo o en un lenguaje secreto. Lo que más le interesaba a Den en este momento era como haría su compañero para tomar por sor presa a su objetivo.
—¿Cómo tienes pensado poder conseguir nuestro objetivo?—
Den intentaba saber que haría su compañero ya que esperaba que le diera una idea de cómo poder atrapar al primate pero también le daría una idea aunque vaga sobre las capacidades de su compañero Ichiro.
Mister chango se dirigía feliz mientras saltaba de rama en rama con el pergamino atado a su espalda, el clima se había puesto un poco tosco, la lluvia, que de alguna manera un poco más agresiva había comenzado a caer, parecía no molestarle en nada al animal, que saltaba ágilmente entre los arboles usando sus cuatro extremidades, pocas veces se le había pasado por la cabeza bajar hacia el suelo, hasta que un aroma atractivo le llamo la atención, había una fruta rojiza en la punta de un árbol, sin duda era su fruta preferida, EL MANGO y casi contra su voluntad, en una lucha del bien o el mal en seguir o detenerse, aprovecho la poca supervisión de hentto y se detuvo a deleitar su manjar preferido escondido parcialmente.
Unos cinco metros más delante de donde estaba Karamaru se podía escuchar unos sonidos como a ramas quebrándose, provenientes de un arbusto frondoso encima de una rama, parecía alguien rascándose.
Los ratones de Den se metieron en el bosque, buscando rápidamente la ubicación del chimpancé. Luego, con un monologo se dirigió hacia Ichiro, terminando con una cuestión que involucraba a los dos.
Ichiro observo como Den dibujaba en un pergamino y los pequeños animales salían disparados hacia la jungla. Observo la habilidad de su compañero, aunque nunca la había visto y se quedó interesado en ella. Volvió a observarlo mientras este le hacia una pregunta.
-Así.- Ichiro se transformó en agua cayendo en forma de charco en el suelo, instantáneamente esta se disolvió con la tierra y unos treinta segundos después, dejados a propósito por el genin para crear expectativas, apareció por detrás de su compañero y al solidificarse le toco el hombro – Este es mi fuerte, sorprenderlo, aunque por lo general les clavo un kunai por la espalda, creo que no debemos matar al mono del sensei. – una risa fuerte y macabra salió del muchacho, que volvió a golpear con entusiasmo la espalda de su compañero – Na, que era broma, pero no tenía un plan mucho más que eso elaborado. – aclaro el muchacho que se llevaba una mano hacia detrás de su cabeza para rascársela, mientras todavía sonreía un poco por la broma anteriormente hecha.
Comenzó a caminar hacia la jungla - Vamos, vamos, creo que tenemos muchas chances! el animo del Hozuki había cambiado, estaba muy sonriente y emocionado, al parecer, las habilidades de su compañero habían encajado muy bien con las suyas, pero, ¿donde estaba el tercero?
Los jóvenes se adentraron al oscuro y ahora lluvioso bosque, un centenar de diferentes especies de pájaros le daba vida al lugar, cerca, lejos, canticos agudos y hasta algunos graves. Sin duda era una lugar muy habitado.
Ichiro • PV: 90 • CK: 138-8= 130
Técnicas utilizadas: ¤ Suika no Jutsu ¤ Técnica de la Hidratación - Tipo: Apoyo - Rango: A - Requisitos: Hōzuki 10 - Gastos:
8 CK (divide regen. de chakra)
- Daños: - - Efectos adicionales:
Convierte el cuerpo del usuario en agua líquida para otorgarle ciertas características. - Sellos: - - Velocidad: Instantánea - Alcance y dimensiones: -
Esta técnica permite al miembro del clan Hōzuki reducir el daño recibido por ataques físicos. Desde un simple pelo, hasta la piel y los músculos, todo el cuerpo puede ser licuado y solidificado a voluntad. Ya sea para evadir un ataque enemigo durante el combate cuerpo a cuerpo, para infiltrarse en una estructura o lanzar un ataque sorpresa en este estado, esta técnica cuenta con un importante valor estratégico.
Así, aplicando esta técnica, el usuario puede también modificar cualquier parte de su cuerpo para determinadas situaciones. Dado el ya comentado valor estratégico de la técnica, la única manera de contener a un usuario de esta técnica es encerrarlo en un recipiente hermético para impedir su movimiento. Cuando el shinobi se desmaya teniendo esta técnica activada, se convierte en algo así como una masa gelatinosa y, ya que esta técnica convierte el cuerpo en agua, los Hōzuki son extremadamente vulnerables a las técnicas de Raiton.
«Puto sensei y puto mister chango que no me dejan saber donde están. No puede ser difícil encontrar un mono, alguna pista tiene que haber. Piensa, piensa, para donde fue» pensaba Karamaru mientras daba vueltas sobre su eje mirando los alrededores y tratando de deducir cual de todas las ramas de los arboles fue la que se rompió por el mono. Llego a un punto de contar cuantas ramas rotas habían pero no pudo terminar por la cantidad. Solamente en unos pocos minutos, miles de ideas habían pasado por la cabeza del calvo y había miles de acciones para hacer. Pero no sabía si los nervios o la competición de ver quien encontraba al mono primero era lo que le afectaba y no lo dejaba pensar con claridad.
Pero igual que antes, la respuesta vino sola. Un crujido fue lo que distrajo a Karamaru de su mundo. Un arbusto, ubicado a unos pocos metros, había hecho un ruido. O mejor dicho, estaba haciendo ruidos. Un crujido, después otro, después otro. Cada varios segundos se veía el arbusto mover y se escuchaba un ruidito. El shinobi se sorprendió, tanto que se quedo helado por un momento.
¿Hay.... Hay.... Hay alguien?- cuestionó inseguro. Pero rápidamente se dio cuenta de la realidad.
«¿Sera el mono?»
¡EL MONO!- recién en ese instante fue cuando el calvo se percató que podía ser mister chango, su presa- Jeje, te tengo monito- Decía Karamaru mientras se acercaba de a poco a paso lento estirando el cuello para ver que había tras el arbusto.
Hacía tiempo que había dejado a sus compañeros atrás, y en ese momento era en lo que menos pensaba. Lo que si se le había pasado por la cabeza unos segundos antes, mientras pensaba en muchas cosas, era de si esto era una competición o un trabajo en equipo. Pero ahora lo importante era agarrar al mono, o por lo menos descubrir que habitaba tras las hojas del arbusto.
"El miedo es el camino al lado oscuro. El miedo lleva a la ira, la ira al odio, el odio al sufrimiento, y el sufrimiento al lado oscuro"
-Maestro Yoda.
Mientras que a Den no se le ocurría una forma de poder atrapar a la mascota del sensei, su compañero Ichiro parecía ya tenía pensada una forma de lograr su objetivo y cuando Den le pregunto de qué forma lo haría él se transformó en un chaco de agua desapareciendo entre la tierra. —Es sumamente interesante su habilidad, puede ser que al final de todo puede ser por este tipo de cosas por la cual fue elegido por Hentto— Tras unos cuantos segundos de estar prácticamente desparecido aparece por detrás de Den cuando vuelve a la normalidad le llama la atención al joven genin tocándole el hombro y re marco que este es su fuerte par aun ataque sorpresa.
—Lo que hiciste es sorprendente, es un escape casi asegurado y perfecto para emboscada—
Ichiro parecía estar bastante animado para aponerse en marcha para encontrar a Mister chango que está en alguna parte del bosque en el cual Karamaru ya se había adentrado y ambos genin recién empezaban a meterse en el bosque. Los ratones de tinta que Den había creado ya andaban recorriendo el lugar en búsqueda de sus objetivos, las pequeñas criaturas de tinta seguirían tanto al mono como a Karamaru se cruzaban con alguno de ellos y volverían para informar del lugar de avistamiento.
— Solo es cuestión de tiempo para poder encontrar a nuestro objetivo…Me pregunto si ¿Karamaru ya tenía algo pensado con antelación para conseguir el pergamino? Porque salió muy rápido.—
Aunque que Den parecía estar preocupado por su compañero, de lo que realmente le preocupaba era de que hubiera alguna clase de trampa en esta prueba propuesta por su nuevo sensei.
Unos ojos amarillos se encendieron como dos focos desde los arbustos, un sonido gutural, más como un rugido salieron de las enramadas, poco a poco una bestia, un poco contraída, suavemente se hacía a la vista, un animal salvaje, una pantera negra empezó a surgir de entre las ramas, esta, parada en sus cuatro patas llegaba a la altura de los hombros del muchacho. Lo observaba, con los ojos clavados en él, tenía todas las intenciones de hacerlo su aperitivo, acechándolo, esperando que hiciera un movimiento para saltar sobre él y devorarlo. Volvió a emitir otro rugido para intimidar al gennin.
-Gracias!.- se adelantó Ichiro a contestar – Aunque con tus ratones, es una ganga encontrar algo en este bosque.- su ánimo volvió a crecer, mientras seguían a paso lento por un sendero un poco desdibujado, estaba rodeado por una maleza intensa, la poca iluminación que se colaba por los árboles, y el aroma a vegetación mojada era lo que prevalecía. El suelo estaba muy húmedo, y cada paso que daban se hundía un poco en aquel barro.
Muchos insectos y pájaros decoraban con su canto el ambiente y de tanto una serpiente colorida pasaba de un lado del sendero a otro, pero era verdad, no había señales de su tercer compañero –Mmm… sinceramente no lo sé.- contestando a las interrogantes de su amigo - ¿Que habilidades tendrá?- Ichiro se quedó pensativo con la mirada un poco perdida en le horizonte tras el dialogo. Pero poca atención estaba prestando a la prueba, prácticamente Den estaba haciendo todo el trabajo, de todos modos, él no podía hacer más que esperar que apareciera el mono.
Los ratones de Den efectivamente estaban rastreando toda la zona, habían encontrado una gran diversidad de animales, uno de los roedores se estaba dirigiendo al lugar donde se encontraba Karamaru. Pero todavía no había señales de Mr. Chango. Que luego de comer, se había puesto a tomar una siesta en la rama.
13/09/2015, 16:02 (Última modificación: 17/09/2015, 19:10 por Karamaru.)
No se veía con claridad que había tras el arbusto, pero si llego a ver una pequeña parte. Dos ojos de color ámbar se veían tras la hojas y ramas, ojos que no eran de un mono. Sin embargo, Karamaru continuo su recorrido solo dos o tres pasos más hasta ver una cola larga y negra. Tras relacionar ambas cosas, el calvo se dio cuenta que estaba en presencia de un felino y que por suerte todavía no se había decidido a atacarlo.
Era cuestión de avanzar unos pocos metros para ser devorado, y como tenía ganas de liberar un poco de energía quiso iluminar un poco el ambiente. No iba a atacar al animal, no haría algo así en vano, y es por eso que decidió quemar árboles de los alrededores solamente para ahuyentar a la pantera que esperaba a su presa.
Su vientre sintió el calor de las llamas y Karamaru concentraba el chakra que venía subiendo por su cuerpo. Ese calor llego hasta la boca, quemando los cachetes del calvo que acto seguido lanzó una gran bola de fuego hacia el árbol que se encontraba atrás del felino. A pesar de la constante lluvia, el fuego logró expandirse un poco hasta el resto de árboles. Karamaru vio a la pantera correr mientras la lluvia apagaba de a poco el fuego que dejaba cenizas en el suelo embarrado.
Por lo menos llamo un poco la atención, que esto de no encontrar al mono se vuelve aburrido- se decía a si mismo entre risas- ¿Pero por donde andara?
Ahora si que no sabía por donde seguir. ¿Le convenía volver y ayudarse con sus compañeros? ¿O era mejor seguir solo y poder llevarse la gloria para su propia persona? El egoísmo no era algo que le enseñasen en el templo, al contrario, siempre se debía trabajar en equipo. Pero el hecho de trabajar en solitario le gustaba a Karamaru y ese era su dilema.
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"El miedo es el camino al lado oscuro. El miedo lleva a la ira, la ira al odio, el odio al sufrimiento, y el sufrimiento al lado oscuro"
-Maestro Yoda.
Al menos uno de los ratones enviados por Den había dado con uno de los objetivos, aunque no fuera el objetivo principal uno de los ratones ya estaba en camino para volver con los genin que recién empezaba a recorrer la espesura del lugar. A deferencia del páramo donde los reunió Hentto, este lugar parecía cobrar vida y parecía un lugar perfecto para Mister chango ya que no sería fácil la persecución en este lugar.
Tras la pregunta de Den a Ichiro sobre el tercer integrante, este al igual que el joven Fuwa desconocía las habilidades o capacidades de Karamaru. Tres completos extraños formando equipo por los caprichos de un viejo shinobi en búsqueda de un simio en el medio de un bosque el cual se ponía cada vez más difícil de avanzar.
Tras un par de minutos el ratoncito que ubico a Karamaru volvió a Den con información, en este caso esa información era la ubicación del monje con el detalle de que se encontraba peleando con una pantera todo esto estaría en palabras dentro del pergamino que soltaría la criatura. Den extendió su mano hacia el suelo para que el ratón se subiera y una vez ahí una vez en la palma de su mano el ratón se transformó en un pergamino al cual el joven Fuwa le dio una rápida lectura.
—Karamaru no se encuentra muy lejos de aquí, pero está peleando contra una pantera… Espero que eso no sea un grave problema para él… de cualquier modo deberíamos de apurarnos solo por las dudas—
Un genin peleando contra una pantera o más bien un monje contra una pantera, de cualquier modo sería algo que Den no querría perderse por simple curiosidad de lo que pueda pasar aunque probablemente no lleguen a tiempo de ver algo interesante.
Primero que nada, gracias por esperarme!, ya estoy por terminar mis tareas! en todo tipo de aspecto, en serio se los valoro mucho!, segundo, quizá haya algo que no me exprese bien o no quede claro, estoy posteando desde el celular, y me es difícil re leer, aparte de que el auto corrector me jode la vida. Y tercero, Karamaru, pon la técnica maldito, ojala Mister chango te mate!. Bueno por acá concluyo, saludos
Una nube de vapor broto del fuego hacia arriba, el calor y las llamas habían aterrorizado al animal salvaje que se había metido en las profundidades del bosque frondoso, pero en lo cierto no se había retirado mucho, había quedado en las inmediaciones como todo felino hambriento luego de encontrar una presa más pequeña que él, aunque esta vez decidió observar escondido los movimientos del calvo para un ataque más eficaz. La lluvia que se colaba en el paisaje tosco y verde, apagaba las llamas y evitaba que estas siguieran quemando todo lo que pudieran alcanzar. Karamaru estaba solo, tenía que ingeniar un plan de cómo encontrar al mono rápido, el animal estaba en camino a salir de la selva mientras él se había quedado estancado, en otras palabras, el tiempo se le terminaba.
Un ratón que había vuelto entre las ramas parte de la técnica de Den había vuelto a su creador y se desenrollaba en forma de información para los jóvenes. Ichiro observo todo aquel comportamiento, y sin obtener una contestación a su pregunta anterior su compañero irrumpió diciéndole que el tercer integrante del equipo no se encontraba muy lejos de ahí, los pensamientos empezaron a invadir la cabeza del muchacho «¿Vamos a luchar contra una pantera?» reflexiono, aunque era de despreocuparse debido su condición de disolverse en agua, no le apasionaba la idea de enfrentarse a un animal salvaje, llevo las manos a su cabeza y se froto el pelo. -¿Pero qué podemos hacer nosotros contra una pantera?.- quiso añadir, pero noto que su compañero avanzaba y saltaba un árbol para aproximarse al destino de Karamaru. Respiro hondo y soltó un suspiro desde lo más profundo que le permitieron sus pulmones, al parecer no tenía muchas opciones, y tras dar unos pasos también salto hacia los árboles.
Saltado de unos a otros pudo ponerse a la par de Den, y esta vez sí pudo hablarle de una distancia suficiente para que él lo escuchara –¿Tenemos alguna especie de plan? Aparte de ser la cena de un gato con problemas de gigantismo claro…- Un tono irónico decoraba las palabras del Hozuki, otra vez dejaba el trabajo a su colega, de pensar un plan, pero no tenía más remedio, por ahora seguía siendo un inútil.
Mientras tanto Mister chango se despertaba de su siesta y se desperezaba, se rascaba su trasero y olfateaba su dedo con el olor de su propia piel y del lugar donde se había quitado la comezón, podría parecer un acto repúgnable para muchos humanos, pero a él le agradaba hacerlo, le dedicaba un tiempo cada vez que podía, a continuación se paró, y observo a su al redor, no había señales de los muchachos, cerró los ojos y centro su concentración en sus orejas, por si escuchaba algo, algunas gotas que se colaban por el lugar, sapos e insectos que se comunicaban con sus pares, y algunos cánticos de aves que parecían más gritos de personas que de plumíferos, se podía oír en las inmediaciones pero nada de los genin, el mono ya empezaba a confiarse de que pasaría fácilmente por aquellos lares sin ningún problema, mientras se perfilaba y con la ayuda de sus fuertes piernas se impulsaba hacia otra rama y la tomaba con los brazos, ignoraba que uno de los ratones de Den ya había dado con su ubicación y corría de nuevo hacia el lugar de su amo, aunque no le daría la información exacta del sitio en donde se encontraba el mono, le indicaría en qué dirección estaba y con algo de velocidad y suerte, lo alcanzarían, antes de que se terminara el tramo de bosque y llegaran hasta la ubicación de Hentto.
Sin pantera ni peligros, Karamaru por fin estaba tranquilo. Era tiempo de pensar, tenía que encontrar al mono que se había escapado en el bosque. ¿Trabajar en equipo? Tal vez era la mejor idea, pero perdería mucho tiempo en encontrarlos y el animal se alejaría demasiado. Recordaba sus nombres, Den e Ichiro, y se daba cuenta mientras pensaba que no tenía ni idea en que andarían, ¿Y si encontraron al mono?.
Bueno, basta de pensar tanto, tengo que actuar. Ya me encontrare con mis compañeros- se decía a si mismo en voz baja- Pensemos, sería lógica ir en línea recta así que si yo vengo de allá debería ir hacia...... ahí
Había formado un ángulo de 180º con sus brazos apuntando el lado de donde venía con uno y al lado opuesto con el otro. Era la verdad, sus compañeros ya se arreglarían la manera de encontrarlo a él sin perder tiempo. O tal vez la casualidad los llevaba al mismo punto del mapa.
Ya sin más dilación saltó a la rama de un árbol y comenzó a dar sancadas entre ramas hacia la dirección previamente elegida. Lejos había quedado en su mente la pantera de hacia unos pocos minutos.
«¿Por qué nos hara perseguir un simple mono?» pensaba en el viaje mientras recordaba por un momento a su sensei.
"El miedo es el camino al lado oscuro. El miedo lleva a la ira, la ira al odio, el odio al sufrimiento, y el sufrimiento al lado oscuro"
-Maestro Yoda.