—¡Coño, pues haber avisado!

—¡¿Tambien tengo que avisarte de que el fuego quema?!

Recalcando la obviedad de que sentarse al borde de un acantilado no es seguro. Nabi habia perdido toda su seriedad por la caida y parecia que iba a necesitar más tiempo para recuperarla. Estaba demasiado asqueado para recomponer su frialdad habitual tan rapido.

—¡Eh, chicos! ¿Estáis bien?

Levantó la mirada con esperanza, habia alguien que podia ayudarles a subir, alabada sea Shiona-sama. Con sus ojos teñidos del tono rojo tan caracteristico de los Uchiha pudo vislumbrar en lo más alto como un perro se asomaba por el acantilado. Hubiera creido que era la mascota de la persona que les habia visto caer, sino fuera por la repuesta de Sasuke, JODER DARUU, DARUU.

—¡Maldito chucho! ¡Te dije la última vez que dejaras de vigilarme!

—¿¡TIENES UN PERRO QUE HABLA!?

Como era de esperar, por la mala educación del maderero, el animal se lo tomo mal y tras mofarse un poco de ellos dio un golpe al suelo. No sabia si habia sido todo calculado a la perfección por la mente privilegiada de aquel can, pero la pared se resquebrajó ante las narices de Daruu, ¿has visto? he puesto Daruu , hasta llegar a la solitaria planta de la que estaba sujeto. En conclusión, el moreno se quedó con la planta en la mano y Nabi cogido de su tronco, ambos cayendo.

Lo único que pudo hacer el Uchiha fue cubrirse la cabeza tan rapido como fuera posible y con toda la efectividad que fuera capaz de reunir. Si se iba a llevar una hostia, mejor que no le dejara tonto. Paraplejico aún, pero más tonto no.

A pesar de que el inmenso chapoteo del agua dejaba bien claro que dos genin y una rama de árbol se habían precipitado sobre la superficie del lago. Nabi creyó que todavía estaba cayendo cuando dio el planchazo de bocas en el agua. Eso sí, se cubrió la cabeza.

Daruu y su rama se hundieron unos metros. Al parecer, la amistad del moreno con los árboles le serviría en aquella ocasión para librarse de un topetazo por apenas unos centímetros.

El muchacho salió a la superficie y respiró una bocanada de aire. Tosió. Miró a su alrededor y no vio al Uchiha. Se temió lo peor, que le hubiera golpeado la rama que caía con ellos o algo así.

—¿Nabi? ¡Nabi-san! ¿Estás ahí? ¿Estás bien? —gritó, intentando encontrarlo.

Por un momento se le pasó la cabeza bucear y mirar si estaba por allí. Pero quizás no era tan arrojado como se habría creído ser.

No estaba seguro de cuando caeria exactamente al agua, así que para cuando decidió respirar hondo para posteriormente aguantar el aliento bajo el liquido apenas pudo llenarse un poco los pulmones y ya sintió el brusco cambio de medio.

Bajo las trasparentes aguas de aquel sitio abrió los ojos para no ver absolutamente nada, nunca le habia gustado eso de mirar bajo el agua, era estupido e ineficaz ademas de temerario, en cualquier momento se te mete una ballena en el ojo o algun otro tipo de animal marino microscopico. La cuestión es que no le quedaba alternativa, con la caida todos sus sentidos habian dicho basta y ya no sabia donde era arriba y donde era abajo. Vio la luz, pero las fuertes corrientes de agua que no paraban de empujarle submarinamente no le dejaban tomar control de su movimiento.

Despues de varios esfuerzos y vaivenes, las corrientes lo llevaron, sin su consentimiento, hasta una pared. Apoyado en la pared fue subiendo hasta llegar a la superficie, donde una vez recuperado todo el aire que le faltaba busco algún tipo de orilla por la que salir de aquel liquido infernal e incontrolable. Como odiaba el agua. Se apoyó en el primer hueco que vio y se impulsó para salir.

Hasta ese momento no habia reparado en sus alrededores, apenas escuchaba por el fuerte caer de la cascada más todo el agua que tenia en los orificios auditivos, al sentarse en aquel hueco en la pared pudo ver que justo en su cara estaba el torrente de agua que caia del precipicio y creaba aquel lago. Bueno, menos daba una piedra.

Se habia mareado saliendo de golpe del agua tras dar vueltas y vueltas empujado por esas putas corrientes asesinas así que se fue a apoyar en la pared que supuestamente tenia detras. Por poco se desloma pues detras suyo no habia pared alguna, sino un pasillo de un par de metros de largo seguido de unas escaleras descendientes cuyo final era capaz de discernir dado que ya no llegaba la poca luz natural que la cascada dejaba pasar.

Hostias, Daruu.

Pensó al acordarse de su compañero de paracaidismo sobre lagos sin paracaidas. Se puso en pie en el agua usando el magnifico, genial y portentoso control del chakra que cabia esperar de un Uchiha como él, sexy y rubio, y atraveso la cascada buscando a su querido, queridisimo, DARUU.

Se cruzó de brazos y miró alrededor. Empezaba a preocuparse. Nabi no salía del agua. ¿Y si se había ahogado? ¿Qué debía hacer ahora? Sus instintos le decían que, tranquilamente, debía comenzar a caminar por la pared del precipicio hacia arriba, silbando, y hacer como que no había visto nada. Que todo había sido un accidente. Pero su corazón le decía que no quería que nadie muriera por su culpa.

Bueno, había sido culpa del peñasco ese, que se había roto. Entonces, quizá sí que podía dejarlo pasar...

No, se dijo, de ninguna manera. Uno no se alista a ninja, por muy poco convencido que lo haga, para dejar pasar la oportunidad de ayudar a los demás. Aunque Nabi fuera un shinobi de otra villa, se supone que el objeto de su trabajo era, al fin y al cabo, echar una mano.

Normalmente a cambio de dinero. Pero obviemos ese detalle.

Estaba a punto de bucear para buscar a Nabi cuando escuchó un ruido a sus espaldas. Era él, Uchiha Nabi, atravesando una cascada de agua de más de cien metros de altura y arrepintiéndose en ese preciso instante de su decisión. Litros y litros de agua le golpearon en la espalda y le hicieron hundirse de nuevo.

—¡NABI, NO!

Con su agilidad felina y su resistencia titanica, se lanzó al corriente de agua vertical como alma que lleva el Diablo, era imparable, era un foton, atravesaria todo sin detenerse, porque él era el mejor. Sí, estaba hablando del corriente de agua.

Nabi logro ver de refilon a Daruu antes de hundirse en el agua de nuevo, esta vez a una profundidad menor. Suficientemente menor para volver a salir a flote sin ser arrastrado por una de las corrientes submarinas. Bueno, ahora ya estaba fuera de la cascada, aire fresco, un tio de otra villa mirandote mal, too much water. Esas cosas que no aprecias hasta que las pierdes, como una pierna.

Odio el agua.

Soltó desde lo más profundo de su alma al salir de esta. Se acercó donde estaba Daruu para darle la buena nueva.

Hay una cueva extraña tras la cascada.

Sin más, en su tono no se apreciaba nada más que un deje informativo. Como si de un pergamino diciendote que eres feo se tratara. El pergamino solo te dice lo que tiene, sin segundas ni terceras intenciones, simple y llano. Como Nabi.

Daruu puso cara de dolor mientras el cuerpo vapuleado por el agua de Nabi se hundía irremediablemente de nuevo bajo las aguas del lago. Mantuvo este semblante hasta que el rubio salió, dando una bocanada de aire, como si no hubiera pasado nada.

—Odio el agua —dijo, y Daruu se echó a reír. Le tendió la mano para ayudarle a levantarse—. Hay una cueva extraña tras la cascada.

Aquella información no se la esperaba, pero tampoco sabía qué hacer con ella. Levantó una ceja y se cruzó de brazos, dubitativo.

—¿Y crees que deberíamos investigarla? —dijo—. Y si es la guarida de algún ninja exiliado rencoroso, o algo peor?

Aún así, no esperó respuesta e instó con la mano a Nabi para que le siguiera. Bordeó la cascada con cuidado para no tocar la corriente y manteniéndose pegado a la pared. Descubrió una entrada y sin pensárselo dos veces puso un pie en su interior.

Se trataba de un pasillo de unos cuantos metros de longitud. Al final, había una escalera que descendía. Mal asunto, se trataba de obra humana. «Y a saber de quién...»

—No sé, tío, esto me da mala espina.

Aceptó gratamente la ayuda de Daruu para ponerse en pie, la necesitaba. Una vez fuera de aquella masa liquida soltó lo de la cueva y el muchacho reaccionó de una forma que Nabi no pudo predecir, soltando preguntas retoricas o por lo menos, no espero una respuesta para lanzarse hacia el lugar que el rubio habia mencionado.

— A lo mejor los bijuus no murieron sino que construyeron una sociedad subterranea en la que han avanzado tecnologicamente hasta puntos inimaginables gracias a su cantidad ingente de chakra y han tenido bijucitos. O simplemente es un antiguo bunker abandonado y encontramos un montón de esqueletos. Solo hay una forma de averiguarlo, sino me quedaré con la versión de la sociedad secreta de bijuus, me gusta más.

Esa caida le habia afectado. Siguió a Daruu detras de la cascada de la que hacia unos instantes habia salido él. Sin pensarselo dos veces se metió pa' dentro. Nabi esperó a ver si seguia hacia adelante pero el shinobi de Ame pareció pensarselo ese par de veces que antes habia ignorado.

—No sé, tío, esto me da mala espina.

A buenas horas mangas verdes.

— ¿Tienes miedo a la oscuridad? ¿A los sitios cerrados? ¿A caerte escalera abajo? Despues de caerte de un precipicio seria un poco estupido que fuera lo último.

El pasillo parecia de lo más normalito, no parecia tener trampas ni bichos, era, pues eso, un pasillo. Y las escaleras más de lo mismo. Por lo que se veia, eran escaleras y bajaban, como buenas escaleras descendientes de toda la vida.

—A lo mejor los bijuus no murieron sino que construyeron una sociedad subterranea en la que han avanzado tecnologicamente hasta puntos inimaginables gracias a su cantidad ingente de chakra y han tenido bijucitos. O simplemente es un antiguo bunker abandonado y encontramos un montón de esqueletos. Solo hay una forma de averiguarlo, sino me quedaré con la versión de la sociedad secreta de bijuus, me gusta más.

«Este tío está loco», pensó, simplemente, e ignoró el comentario como si no lo hubiera dicho.

—¿Tienes miedo a la oscuridad? ¿A los sitios cerrados? ¿A caerte escalera abajo? Despues de caerte de un precipicio seria un poco estupido que fuera lo último.

Esta vez, Daruu rió la gracia, pero tardó un poco en responder. Avanzó unos cuantos metros, y cuando contestó, lo hizo en voz baja.

—Tengo miedo a las guaridas de asesinos en serie y cosas así de chungas. No sabemos lo que puede haber ahí abajo, así que... —explicó—. Si hay alguien, salimos corriendo. Y si no lo hay, miramos lo que sí que hay y nos largamos antes de que venga el artífice de estas escaleras. Paso de problemas.

Bajó un escalón. Y otro. Y cuando se dio cuenta, estaba abajo del todo. Habían llegado a una sala, una caverna bien grande sin nada en particular. Si es que no tenías en cuenta el pedazo de mural tallado en la roca que había en la pared del fondo.

—Uala.

Daruu se acercó y vio con más claridad el mural gracias a la luz que descendía de decenas de agujeros diminutos excavados encima de él, y que presumiblemente atravesaban todo el acantilado buscando el calor del sol. Se trataba de una pieza de arte elaborada que representaba a nueve bestias con varias colas cada una, menos la que sólo tenía una. Las bestias miraban hacia arriba, y encima de ellas había una esfera gigante de lo que parecían ser llamas.

El fondo era un acantilado y habían tres personas dibujadas en lo alto a los lados de una cascada. Estaban formulando un sello.

—Es increíble. Alguien debió tallar esto para honrar a los Tres Grandes.

—Tengo miedo a las guaridas de asesinos en serie y cosas así de chungas. No sabemos lo que puede haber ahí abajo, así que... —explicó—. Si hay alguien, salimos corriendo. Y si no lo hay, miramos lo que sí que hay y nos largamos antes de que venga el artífice de estas escaleras. Paso de problemas.

¿Pero que clase de shinobi tiene miedo a las cosas chungas? No solo eso, sino que ademas "Si hay alguien, salimos corriendo" Madre del amor hermoso. ¿Qué es esto? Solo le faltaba que en un futuro lejano, le soltara ese mismo muchacho que él era un cobarde. Dios, seria demasiado ironico para su cuerpo. Igual se moria de la propia ironia.

Sin embargo, con su rostro petreo como su alma de Uchiha, guardó silencio y siguió al extranjero escalera abajo. Si habia un asesino en serie ya se quedaria él a detenerle, su sentido de la justicia le impedia huir como una rata, o como un Amegakureño. Bajaron lentamente más por precaución que por el estado de las escaleras, que parecian estar perfectamente, por lo menos estructuralmente, el polvo y la suciedad eran otra cosa.

Al acabar las escaleras, Daruu se acercó asombrado a una especie de mural que se encontraba al final de una gran sala que parecia totalmente vacia, pero tenia una pintura cutre en una pared. Impresionante. Un monton de figuras de palo que parecian perros con malformaciones en el culo, desde nueve malformaciones hasta uno que solo contaba con una singular malformación, curiosamente, todas en forma de cola. Sobre ellos un orbe llameante parecia amenazarles con quemarles vivos y que se murieran.

Por otra parte, parecian estar tres personas formando un sello a los lados de una cascada. Por el lugar en el que estaban y el contexto de nueve bichos malformados y tres shinobis, se trataba de la masacre de bijuus que hubo hace cientos de años. Su idea molaba más. El arte era tan soso. Examinó con la mirada y la poca luz que se filtraba la habitación en busca de algo más interesante, un cadaver, un asesino o cualquier otro tipo de cosa de interes humano. Hacía tiempo que no veia un niño muerto.

Esa persona tendria mucho tiempo libre.

—Esa persona tendria mucho tiempo libre. —dijo Nabi.

Daruu se cruzó de brazos y clavó una mirada de desdén infinito en el Uchiha, incapaz de creer que acabase de decir lo que acababa de decir.

—¿En serio? ¿Qué me estás contando? —dijo, y chasqueó la lengua contra el paladar, molesto—. Tío, estás despreciando una auténtica obra de arte, ¡por no hablar de su valor arqueológico!

Caminó hacia la escalera.

—De todas formas, yo me largo de aquí. Con la caída ya he tenido suficiente. Además, tengo que buscar a ese maldito lobo y pedirle explicaciones.

—¿En serio? ¿Qué me estás contando? —dijo, y chasqueó la lengua contra el paladar, molesto—. Tío, estás despreciando una auténtica obra de arte, ¡por no hablar de su valor arqueológico!

Es una representación cutre de lo que paso en el valle del fin. He visto dibujos bastante mejores en Uzushiogakure, de hecho, en la academia nos enseñaron una representación oficial y no parecian muñecos de palo, sino que tenian sus facciones y tal.

Joder, cualquier persona en este mundo que se dedique a la pintura o al dibujo, o a ambas, en algún momento de su carrera intenta dibujar la escena más epica y recordada de nuestra historia, aunque no sea cien por cien fiel, porque hay detalles como la apariencia de los bijuus y algunas cosas que se habran inventado de los kages que no se pueden saber si son ciertas o no.

Nabi se fijó un poco mejor en los dibujos, el bicho de palo con cinco colas... Parecia tener un color más azulado que el resto, bastante más azulado, y azulado, a su lado*, separado por tres bichos con más colas, estaba su lider, el nueve colas. Ese parecia más sombrio que los demas. ¿Era posible que quien lo dibujara quisiera mandar algún tipo de mensaje con ello? ¿Qué? ¡Pero si son malditos monigotes de palo! Ese maldito Daruu le estaba comiendo la cabeza.

Bueno, la sociedad secreta de Bijuus parece que no ha sido. Y no habia nadie así que no he tenido que ver lo eficaz que eres huyendo.

Le picó mientras le seguia hacia las escaleras.

—Es una representación cutre de lo que paso en el valle del fin. He visto dibujos bastante mejores en Uzushiogakure, de hecho, en la academia nos enseñaron una representación oficial y no parecian muñecos de palo, sino que tenian sus facciones y tal.

Ya, claro. Una representación oficial. «Seguro que les enseñaron el dibujo de un becario. Preciso. Analítico. Pero falto totalmente de sentido dramático y de personalidad». Se cruzó de brazos y se volvió para mirarle. «Como un sandwich de jamón york y queso: puedes hacerlo en dos minutos siguiendo una receta. Pero si no cambias el concepto, no podrás aspirar a más».

A pesar de despreciar la calidad de la obra, Nabi se giró un momento para despedirse del mural y contemplarlo un poco más. Luego, siguió a Daruu por las escaleras.

—Bueno, la sociedad secreta de Bijuus parece que no ha sido. Y no habia nadie así que no he tenido que ver lo eficaz que eres huyendo.

—Como buen Uchiha, sois mejores en todo. Seguro que tú huyes mejor también —contestó, bromeando, y bordeó la cascada. La luz del día les recibió de nuevo.

—Como buen Uchiha, sois mejores en todo. Seguro que tú huyes mejor también —contestó, bromeando, y bordeó la cascada. La luz del día les recibió de nuevo.

— Desde que era un niño que no huyo de nada, así que estoy falto de experiencia. Por lo que me has dicho tu primera opción era esa, seras todo un experto en ello.

Una vez habia soltado las palabras se dio cuenta levemente de que se lo podia tomar bastante mal. Pero su rostro inalterable le miraba más bien esperando su reacción antes que preocupandose de como pudiera reaccionar. Habia visto que estaba un poco loco, pero no parecia un tipo peligroso.

La luz del sol al salir de la cueva y bordear la cascada les dio de lleno, parecia más brillante que cuando habian entrado, aunque seguramente era porque se habia acostumbrado a la oscuridad relativa del lugar. Los pajaros piaban, las plantas crecian, el agua caia de la gran cascada, todo parecia muy normal por ahi. Apenas habia nubes en el cielo, algún que otro bicho volaba por el lugar seguramente buscando otros bichos que comerse.

El relleno de Naruto salia puntual, como cada semana, todo parecia estar en orden y ya no sé que más contar.

— Desde que era un niño que no huyo de nada, así que estoy falto de experiencia. Por lo que me has dicho tu primera opción era esa, seras todo un experto en ello.

—La verdad es que no le veo la deshonra a huir —dijo Daruu—. Muchos dicen que mejor morir con honor que vivir huyendo. Gilipolleces. Si no tienes nada importante por lo que morir, la opción de conservar la vida siempre es mejor opción.

Chapoteó el agua con un pie, distraído.

¿Crees que algún día volveremos a encontrarnos? Tengo una extraña sensación...

—La verdad es que no le veo la deshonra a huir —dijo Daruu—. Muchos dicen que mejor morir con honor que vivir huyendo. Gilipolleces. Si no tienes nada importante por lo que morir, la opción de conservar la vida siempre es mejor opción.

—Creo que el honor del que tú me hablas no es el que yo tengo. Yo no huiria dejando a nadie atras, ni lo haria por miedo o por cobardia. Obviamente, por supervivencia sí, pero no hay deshonor en ello. Si ahora tú quisieras pegarte conmigo y yo no viera ningún motivo por el cual entrar en tal conflicto, me iria.

Pudo percibir en Daruu un cambió de actitud extraño, mientras empezaba a chapotear con el agua tranquilamente.

¿Crees que algún día volveremos a encontrarnos? Tengo una extraña sensación...

Si te soy sincero, lo más probable es que si nos vemos otra vez, sea como enemigos. Es decir, tu eres de tu villa, yo soy de mi villa y el proximo paso son los examenes de chunnin, no sera pronto. Ni mucho menos. Pero no te preocupes, sé que eres una buena persona. Aunque seas mi enemigo, si se diera el caso, sé que puedo confiar en ti.

Habia visto algo en aquel moreno, que hacia tiempo que no veia, lo habia visto en Eri y ahora lo veia en él. En Daruu veia una logica irrefutable, un algo que le dice que tiene que hacer lo correcto más allá de ordenes, aunque él no lo supiera, se parecia a Nabi. Lo que él podria haber sido de haber tenido una familia, de no haber sido testigo de tantas atrocidades. De no haber sido Uchiha.

Y lo que vio en su última victima.