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Otoño-Invierno de 221

Fecha fijada indefinidamente con la siguiente ambientación: Los ninjas de las Tres Grandes siguen luchando contra el ejército de Kurama allá donde encuentran un bastión sin conquistar. Debido a las recientes provocaciones del Nueve Colas, los shinobi y kunoichi atacan con fiereza en nombre de la victoria. Kurama y sus generales se encuentran acorralados en las Tierras Nevadas del Norte, en el País de la Tormenta. Pero el invierno está cerca e impide que cualquiera de los dos bandos avance, dejando Oonindo en una situación de guerra fría, con pequeñas operaciones aquí y allá. Las villas requieren de financiación tras la pérdida de efectivos en la guerra, y los criminales siguen actuando sobre terreno salpicado por la sangre de aliados y enemigos, por lo que los ninjas también son enviados a misiones de todo tipo por el resto del mundo, especialmente aquellos que no están preparados para enfrentarse a las terribles fuerzas del Kyuubi.
En ese preciso instante se estaba librando una intensa batalla moral en el interior de Amedama Daruu. Por un lado, los Hermanos del Desierto le habían demostrado de sobra que no se podía confiar nunca en un uzujin. Por otro lado, Ayame había asegurado de que Uzumaki Eri se había arrepentido de esposarle. Y no ayudaba que le viniese a la mente una contradicción importante: si él había atacado a Akame, y si él se había negado a disculparse ante el Rey Rata, por qué Sarutobi Hanabi le había dormido y devuelto a Amegakure sano y salvo, en lugar de, simplemente, decirle a Shanise que Daruu intentó matar a Akame y tuvieron que defenderse?

«Por evitar conflictos mayores», se apresuró a contestarle su otro yo, ese pequeño hijo de puta que siempre está ahí para recordarte el lado funesto de las cosas. Sí, sí, claro que sí. Por evitar conflictos, ¿no? Pero entonces, ¿tan seguro era que Hanabi quería secuestrar a Ayame? Porque eso sí que habría sido un gran conflicto.

Y si Uchiha Datsue sabía de los planes de su hermano, si lo sabía, ¿por qué intentó pedirle ayuda a Daruu, exponiendo sus intenciones con Aiko?

¡Pero luego en el examen...! ¡Mira lo que había pasado luego en el examen!

Era como si mil voces distintas intentasen convencerlo tirando de él y empujando para hacerse oír por encima del resto. Y a Daruu todo eso le superaba. Le estaba superando.


¡POOOM!


Los barrotes del balcón repicaron con intensidad cuando Daruu estampó su cabeza contra ellos.

Qué harto estoy de todo, joder.
[Imagen: K02XwLh.png]

No hay marcas de sangre registradas.
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Daruu se sumió en un largo y tenso silencio. Si uno callaba y prestaba la suficiente atención, casi podría escuchar el engranaje dentro del cerebro de muchacho trabajando a marchas forzadas. Más rápido, cada vez más rápido. Hasta el momento en el que la fricción y el esfuerzo eran demasiado exigentes. Comenzaba a brotar humo. Y entonces...

¡POOOM!

El muchacho había estampado la cabeza contra los barrotes.

Qué harto estoy de todo, joder.

Kōri dejó escapar el aire por la nariz.

Todos estamos cansados de todo esto. Ahora sólo nos queda esperar a que la reunión entre los Kage salga bien... y que saquen a Ayame de entre esas rejas.

Rejas dobles. Unas rejas que encerraban a una bestia de cinco colas, capaz de borrar del mapa una ciudad entera con un solo rugido, y otras rejas que aprisionaban a una muchacha, cuyo único delito había sido querer enviar una postal con intenciones pacíficas, dentro de aquella bestia.

Una gota cayó sobre la punta de la nariz de Kōri, que alzó la mirada de sus ojos de escarcha al cielo. Amenokami reclamaba sus dominios de vuelta, volvía a llover.
[Imagen: kQqd7V9.png]
Sprite por Karvistico.


—Habitación de Ayame: Link

No respondo dudas por MP.
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