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RE: Operación Trombón de Fûjin - Uchiha Umi - 1/08/2022 Off: Reiji, no leas este post. La luchadora entrecerró los ojos mirando a Umi, que sonreía con los dos luceros carmesí del Sharingan clavados en ella. De pronto, la ninja de Kurama se dio cuenta de que en realidad no podía moverse. A sus pies, dos serpientes de color granate escalaban por sus tobillos, aparentemente habiendo excavado desde debajo de la tierra. una tercera dobló por su cintura y reptó por debajo de su ropa, acariciando su piel. El beso de las frías escamas iba entumeciendo cada centímetro de tejido por el que cruzaba, provocando una sensación de hormigueo similar a la de cuando un pie se duerme. Era insoportable. La serpiente miró a los ojos de la luchadora durante diez largos segundos. Abrió la boca y descendió, hasta que hundió en su cuello cuatro largos colmillos. Primero, un intenso dolor. Luego, la sensación de la boca dormida, las babas cayendo por la barbilla y la lengua retrocediendo hasta la garganta. Más tarde, el ahogo, y finalmente, la oscuridad. «¿Cómo es posible?», le dijo su propia voz, en la oscuridad. «¡Esta mujer es... demasiado fuerte para mí! ¡Todo lo que he entrenado no ha servido para nada!» «Cualquier esfuerzo es inútil.» «Cualquier esfuerzo es inútil.» «Duele.» «Duele.» «Duele.» «Duele.» «Duele.» «Duele.» «Duele.» «Duele.» · · · Fuera del Genjutsu, Umi trataba de ganar tiempo. Mantenía la concentración para inmovilizar al adversario, con la esperanza de que algún compañero rematase o consiguiera capturarla tras acabar con sus propios horrores. RE: Operación Trombón de Fûjin - Uchiha Datsue - 2/08/2022 Como los ojos de un felino persiguiendo moscas en el aire, el Sharingan de Datsue registraba todos y cada uno de los movimientos de sus adversarios. Eran tres, y seguirles era complicado. «Tengo que empezar a reducir los números». Pero no todavía. No estaba listo. Uno de los compañeros del General sacó una gran roca del suelo y la lanzó al aire. «¿Qué cojones…?», se extrañó, al ver que la piedra se dirigía hacia su otro compañero y no contra él. Pronto lo entendió, sin embargo. «¡Estos tíos están locos!» Sin embargo, la treta había funcionado. Le habían confundido lo suficiente como para no pensar con claridad. Raiden había estado cargando su próximo ataque, y ahora dos peligros se cernían sobre él: uno por el frente; otro, en diagonal desde arriba. Hizo lo primero que se le ocurrió: ejecutó dos simples sellos, y extendió ambos brazos. El izquierdo, hacia la gran roca; el derecho; hacia el haz de luz. Un relámpago salió disparado de cada mano. Uno de ellos cortó la gran roca como si fuese mantequilla, partiéndola en añicos, y siguió avanzando hasta el ninja que se encontraba en el aire, sin aparente margen de maniobra (40PV). El segundo, palideció frente a la poderosa técnica de Raiden, y se vio engullida por esta. En aquella noche, Uchiha Datsue perdió su primer y último duelo de Ninjutsus. La técnica de Raiden le impactó sin mucha fuerza (25PV). Datsue se apresuró a reparar los rasguños de su armadura, mientras se daba cuenta de algo. Su boca dibujó una sonrisa afilada. Una sonrisa cruel. —El minuto ha terminado —anunció, con la euforia apenas contenida. No la suya, sino la de Shukaku—. El veneno… se diluye. Lo notaba. Lo sentía en sus entrañas. En la sangre que bombeaba su corazón y nutría sus músculos. Las defensas de su cuerpo habían terminado por erradicar la ponzoña con la que le había contaminado la traidora. Había estado luchando mermado, claramente a la defensiva. Ahorrando. Midiendo cada puto movimiento para no desgastarse. Raiden y sus chicos habían tenido su oportunidad… …y la oportunidad había pasado de largo. RE: Operación Trombón de Fûjin - Uchiha Suzaku - 2/08/2022 Pero Suzaku había infravalorado a su oponente. El espadachín tenía más experiencia que ella en el arte del combate con espada, y enseguida se lo hizo entender: bloqueó su filo para evitar el fogonazo de luz con el que había pretendido cegarle y, tras un fugaz forcejeo, el Sharingan de Suzaku registró el movimiento de la pierna de su oponente contra su estómago. Pero, pese a verla, no pudo hacer nada por evitarla. El golpe la dejó momentáneamente sin respiración y se vio obligada a separarse de su oponente un par de metros. —Maldito... —resolló, entre tosidos. —Veo que más de uno de vosotros aquí sabe coger una espada. Aunque lo sorprendente de verdad es que no la estéis cogiendo por el filo con las manos desnudas —El espadachín se mofó, haciendo notoria la diferencia de habilidad entre ambos—. Menudo imbécil, mandar a putos críos y aficionados a una guerra sin experiencia alguna ¿eso es un líder? Suzaku esbozó una afilada sonrisa de medio lado. —Al menos yo sigo a una persona de verdad, y no a un peluche con aires de megalomanía. No hubo tiempo para más. El espadachín se lanzó de nuevo contra ella, y Suzaku se echó hacia un lado para evitar el tajo descendente que se cernía sobre ella. No respondió al ataque, sin embargo. Comenzaba a notar los efectos de la escasez de energía en su cuerpo y necesitaba reponerse. Y trazar algún plan. RE: Operación Trombón de Fûjin - Narrador - 3/08/2022 — ¿Perseguirme? ¡Jajaja! Los muertos no pueden perseguir a los vivos — un aura celeste comenzó a envolverla y poco después una pierna espectral salió de su pierna, como si algo estuviera andando. No tardó más de unos segundos hasta que una figura espectral muy parecida a la chica avanzara un par de metros de esta. Era ligeramente borrosa, brillante y rezumaba chakra por todo su cuerpo. — Y yo puedo perseguirte incluso más allá del Yomi La figura avanzó hacia delante corriendo, recortando los pocos metros de distancia que los separaban para darle un puñetazo en la cara a Hayato ( 20 PV). · · · El comentario de Suzaku fue más que desafortunado, provocando la ira del espadachín, quien corrió con velocidad contra ella para atacarla. Pero cuando el espadachín estuvo frente a ella, este se agazapó con velocidad para darle una patada en las piernas a la chica de cabellos rosados (60 PV). — ¿Un peluche con aires a megalómano? ¡¿Porque crees que le seguimos exactamente?! — un sonoro trueno cayó en la distancia, volviendo a iluminar todo el paisaje momentáneamente; sus ojos estaban prácticamente blancos de no ser por un pequeño punto oscuro que era su pupila. — ¡Luchamos por un nuevo mundo! ¡Por el mundo que debía haber sido desde un principio! ¡Estáis enfrentando la palabra de Dios! Mantuvo su espada cerca del cuello de Suzaku, mirándola a los ojos sin pestañear. Pero algo hizo le hizo titubear perdiendo su oportunidad. Los gritos de una chica la cual conocía desde que nació y que no estaba a muchos metros de ambos. La luchadora abrió inconscientemente los ojos de sorpresa, al ver aquel característico color rojizo. Sabía lo que significaba, habían sido alertados de las capacidades del Uzukage, pero no conocían si había más uchiha entre los efectivos. Sabía que no debía mirarlos y sabía que lo había hecho inconscientemente y que aquel error le supondría muy caro. Dos serpientes escalaron sus tobillos y no pudo evitar dejar escapar un agudo quejido al verlas que se convirtió en un grito cuando los colmillos atravesaron su carne. No estaba preparada, no debía estar allí. — ¡No, no, no! ¡Papa, mama! ¡Ayudadme! ¡Que alguien me ayude! ¡Por favor, no quiero morir! ¡No quiero morir! — comenzó a gimotear, y su rostro empezó a arrugarse a la vez que algunas lagrimas empezaban a escapar de sus ojos. — ¡No me mates, no me mates! Tanto el timbre de su voz y sus suplicas, eran tan reales como sus lagrimas. Y de la misma forma sabía que la traición le saldrían caras, pero no era un pensamiento que cubriera ahora su mente; pues lo único en lo que podía pensar, era en la sonrisa de su madre antes de partir junto a su padre a la guerra. Un nuevo faro se encendió en el combate, y lo hizo hasta tres veces en una rápida sucesión entre los truenos, queriendo luchar por su vida. El chico pudo evadir una de aquellas esferas ardientes, que rozó la espada que tenía en la mano mientras que las otras le golpearon en uno de los brazos, uno en su mano y otro más arriba. El gritó que exhalo fue inhumano. La carne le ardía y prácticamente había perdido una gran cantidad de esta cuando intentó apartarse rápidamente los restos aún incandescentes. — ¡Maldita cría! ¡Te voy a matar! — soltó la espada finalmente, para hacer algunos sellos con una de sus manos extremadamente dolorida. Era similar al frío que atravesaba la carne y acariciaba los huesos, solo que este era un calor completamente infernal. — ¡Suiton: Teppōdama! — ¡Hermano, sal de ahí! ¡No aguantarás más! ¡Deja que yo me ocupe! — respondió alzándose de su posición, para correr en aquella misma dirección mientras ejecutaba algunos sellos. Durante el trayecto, los restos de las rocas empezaron a acumularse en uno de sus brazos, para formar una cuchilla que cubria todo el brazo. — ¡Doton: Shōnyūseki no ken! RE: Operación Trombón de Fûjin - Raiden - 3/08/2022 El rayo atravesó la roca sin ningún solo problema, haciéndola completamente añicos con una violenta fuerza para golpear al chico que lo recibió completamente sorprendido. Cayó al suelo de pie, llevándose una mano al pecho mientras apretaba los dientes. — Maldito cabron... A todos los presentes les quedó claro que una carta había sido completamente descartada de la baraja por el momento. O eso es lo que tal vez pensó la mayoria. Mochi golpeó una de sus piernas en el suelo con fuerza, hasta el punto de hundir ligeramente el suelo a su alrededor y posteriormente enterrar sus manos en el suelo. — ¡Tal vez la roca no funcione contigo! ¡¿Pero y ellos?! — Extrajo una gigantesca roca con ambas manos, y posteriormente la lanzó a un lateral de Datsue, buscando atacar al grupo que luchaba a varios metros de distancia de ellos (120 PV). Ushi sonrió ante aquel rápido movimiento por parte de Mochi, y no tardó empezar a formarse una especie de alargada lanza curvada en una de sus manos. Si Datsue saltaba a interceptarla, para evitar mas daño sobre sus congéneres, Ushi le interceptaría a él con una afilada y brutal flecha eléctrica (160 PV). Aquello supondría una clara prueba de fuego que pondría en claro a todos los presentes quien era el Uzukage. Que clase de persona se había erguido con el paso de los años hasta coger ese sombrero. Y para muchos de ellos, si realmente era digno de ese titulo. Raiden quedó atónito ante los actos de sus compañeros, quien no esperaba ni mucho menos una jugada tan sucia por su parte. La piedra no se dirigía tan solo a los ninjas del remolino, en esa refrigera también había copos de nieve luchando contra los pétalos de los cerezos. No podría llegar a tiempo para evitarlo, solo quedaba el árbol de cerezo más grande de todo el país del Remolino para impedirlo. RE: Operación Trombón de Fûjin - Senju Hayato - 5/08/2022 Por suerte o por desgracia, la chica no parecía dispuesta a compartir una palabra de más con el peliblanco. La triste sonrisa del albino desapareció parcialmente de su rostro para cuando la chica contestó. Sus intenciones eran claras, iba a matarlo, y eso era irrefutable. Ni en el propio "más allá" estaría a salvo de ella. «Bueno —pensó—. Al final tendré que pelear y todo.» La kunoichi se iluminó como un centenar de anguilas en un cubo de playa, y poco después creo una especie de clon suyo. Obviamente no era un clon cualquiera, pues hasta las técnicas más basicas de clonación recreaban reflejos más leales; no había que ser todo un experto para ver que esa imagen de la chica desprendía una luz y una presencia muy raras. Para cuando quiso darse cuenta, no había tiempo para fumarse ese ansiado cigarrillo. Esa acción deseada no había quedado en más que eso, un efímero deseo que no llegaría a cumplirse. Al menos por el momento. El clon de la chica tomó la carrera hacia el albino, sin titubear un solo segundo. Decidida, se batía en duelo directo. El chico arrugó entre tanto el paquete de cigarrillos, con la amarga sonrisa a medio dibujar, manteniéndose en el mismo sitio. La sombra del Yomi recortó la distancia y se decidió por lanzar un golpe directo con su diestra en el rostro del chico. Para ese entonces, el chico habría tomado la decisión más sensata: dar un leve salto hacia detrás. No sabía de qué era capaz esa técnica, y no tenía el tiempo ni el humor necesarios para probarla. En el mismo salto, el chico lazaría el paquete de cigarrillos arrugado al clon de la chica, directo al rostro. Tras la distracción, con su diestra bien firme y alzada en dirección al susodicho clon, lanzaría el pequeño y sarcastico grito de guerra: —¡Bang! Una diminuta pero feroz esfera de fuego saldría desde el dedo indice del chico, trazando una linea de fuego que culminará en el impacto contra el torso del clon (20 PV). Con un poco de suerte, ya se habría librado del molesto clon. O al menos eso pensó el Senju... RE: Operación Trombón de Fûjin - Uchiha Suzaku - 6/08/2022 Suzaku pronto se daría cuenta de lo grave que había sido provocar de esa manera al espadachín. El fuego prendió una mirada llena de ira, y el hombre se acercó a toda velocidad a ella. El chakra acompañó a ese fuego en el interior de su cuerpo, pero ni siquiera el Sharingan podía salvarla. Pues, aunque pudiera ver venir el ataque, sus músculos no respondían de manera tan eficiente como para evitarlo. Fue un visto y no visto. Al impacto en sus piernas le acompañó un desagradable crac y un dolor punzante que la hizo derrumbarse con un desgarrador aullido de dolor. Resistencia de Suzaku: 60 PV Umbral de dolor: 40 PV Estado alterado de contusión «Va a matarme...» Comprendió, con lágrimas de dolor y rabia en los ojos. Se retorcía en el suelo, agarrándose ambas pantorrillas entre gimoteos. «¡Y no he podido hacer nada por la aldea!» Por hacer, apenas había comenzado a caminar como una kunoichi. No hacía tanto que le habían dado la bandana. Apenas había completado unas pocas misiones de rango bajo. —¿Un peluche con aires a megalómano? ¡¿Porque crees que le seguimos exactamente?! La voz del espadachín retumbó en sus tímpanos con la fuerza de un trueno. —¡Luchamos por un nuevo mundo! ¡Por el mundo que debía haber sido desde un principio! Pero ella apenas le estaba prestando atención. Quizás... —¡Estáis enfrentando la palabra de Dios! Quizás su hermana tenía razón. «Umi... espero que a ti te esté yendo mejor que a mí...» El espadachín la apuntaba directamente con la punta de su katana, al cuello. Pero los incesantes aullidos de otra kunoichi parecieron desconcentrarle durante una breve fracción de tiempo que Suzaku no dudó en utilizar a su favor. Aún desde el suelo, entrelazó las manos en tres sencillos sellos y exhaló un chorro de llamas directamente hacia el rostro de su oponente (40 PV). Pero era un ataque a la desesperada, y ella misma era consciente de ello. Estaba herida, no sabía si le había roto las piernas con aquella patada pero le dolían a rabiar; y sentía que sus reservas de chakra estaban ya bajo mínimos. Fue entonces cuando lo vio. Como si de una macabra broma del destino empeñado en convencerles de que las cosas siempre podían ir a peor. Una enorme roca volaba directamente hacia ellos en el cielo, como si de un meteorito se tratase. Suzaku no pudo hacer otra cosa que alzar su dedo, señalándola. —¡¡¡LA ROCA!!! —advirtió, desesperada, a quien fuera que pudiera escucharla. A quien fuera que pudiera hacer algo para evitar que los aplastaran a todos. Porque estaba claro que, de impactar contra ellos, ella moriría. RE: Operación Trombón de Fûjin - Himura Hana - 7/08/2022 En el mismo momento en que su contrincante hizo un sello, ella saltó, por puro instinto. La bala de agua atravesó el aire a gran velocidad. Ahora en el aire no le quedaba más opción que rematar al ninja de Kurama o sería un blanco facil para un segundo disparo. Sin embargo, un segundo ninja centró su atención en ella y se acercaba corriendo con una especie de arma de Doton por brazo. Antes de que pudiese sopesar si rematar a uno o detener al otro, una enorme sombra se cernió sobre ella. Aquello era un no parar. Una enorme roca viajaba por el aire en dirección hacia ellos. Hana tuvo claras las prioridades de inmediato. —¡¡¡LA ROCA!!! — — ¡Ignorad la roca! ¡Centraos en el combate que teneis ante vosotros! — gritó mientras formaba un unico sello y todo su brazo se veía envuelto en roca. Por suerte, estar en el aire quería decir que era la primera en entrar en contacto con la roca. Su brazo derecho, ahora en forma de enorme brazo de firme roca, chocaría contra el proyectil (100 PV) buscando partirlo en trocitos tan pequeños como fuese posible de un solo golpe. Lo que ocurriese despues en su caida sería problema de la Hana del futuro. RE: Operación Trombón de Fûjin - Uchiha Umi - 7/08/2022 La tormenta sucedía a su alrededor, pero Umi era ajena a todos y a todos: ella sólo se concentraba en su Genjutsu, en la cruel realidad que había impuesto a aquella mujer. Sus gimoteos podrían haber causado algún efecto en ella en otras circunstancias, pero el objetivo de la Uchiha no era torturar a aquella joven, aunque pudiera parecerlo, sino enmascarar que se trataba, sí, de una ilusión. Retenerla, y ganar algo de tiempo para que sus compañeros redujeran el número de enemigos. El dolor pronto se redujo, simplemente, a una sensación de vacío. Más tarde a una falsa inconsciencia. La kunoichi de Kurama despertó en un aséptico dojo de paredes blancas. Estaba encerrada en una jaula de metal, y alrededor de sus muñecas y de sus tobillos habían unos gruesos grilletes que restringían su uso del chakra. Al otro lado de las rejas estaba Umi. Sentada con las piernas y brazos cruzados, miraba a la mujer fijamente, con semblante serio. —¿Qué tal? —dijo—. ¿Disfrutando de los efectos secundarios? —Ahora que lo decía, la mujer se sentía todavía débil, cansada: el veneno de las sierpes no debía de haber desaparecido del todo—. ¿Cómo te llamas? RE: Operación Trombón de Fûjin - Uchiha Datsue - 8/08/2022 Cretinos. Aquellas sabandijas pretendían atacar a sus uzujines para ponerle entre la espada y la pared. Una vez le había dicho a Reiji qué hacer cuando uno se encontraba en dicha situación, pero su propio consejo no servía para aquella ocasión. Apretó los dientes, sabiendo lo que se venía, pero saltó con el Rasengan cargado a interceptar la gran roca que se cernía sobre los suyos. Fue entonces cuando, sorpresivamente, Hana apareció en el aire para tratar de reventarla de un gran puñetazo. «¡Ja! ¡No subestimes a mis ninjas, perro!» No tuvo tiempo ni de alegrarse. Oyó un trueno, y se giró justo a tiempo para interponer el Rasengan entre él y la flecha atronadora que se le echó encima. La flecha reventó su Rasengan, que estalló en una tormenta eléctrica que le catapultó varios metros hacia atrás. —¡Mierda! —gritó, mientras sus manos trataban de aferrarse a algo. Pero su cuerpo había salido despedido más allá de la línea del acantilado, y lo último que pudo decir, casi en forma de plegaria, fue:—. Sobrevivid. Y entonces cayó al vacío. RE: Operación Trombón de Fûjin - Narrador - 10/08/2022 Aquel fantasmal clon recortó la distancia sin problemas, y fue golpeado por un simple paquete de cigarros a modo de distracción, y acto seguido una llama golpearia su torso de lleno. La chica se quejó arrugando el rostro pese a no haber sido ella la que fue golpeada directamente mientras que aquella azulada hizo el mismo gesto que ella. ¿Que había sido aquella técnica de fuego? Era la primera vez que veía algo así. Era simple, pero era algo que no esperaba en lo más absoluto. La chica gruñio a la vez que esbozó una sonrisa y el fantasmal clon le dirigió una rápida patada al estomago a Hayato (20PV), mientras la chica seguía en la misma posición. Cuando esta conectara, ella lo acompañaría con un puñetazo (14 PV). Aquel estilo de combate era simple, igual que el de cualquier shinobi, pero era una clara inferioridad numérica que además eran capaces de coordinarse a la perfección como si fueran una única persona. Posteriormente, un desolador ruido ensordecería parcialmente tanto a Hayato como a la kunoichi de la nieve. Era casi como si un trueno hubiera caído por encima de sus cabezas. · · · Las brasas de un fenix que parecía estar apunto de extinguir su fuego, dio un violento y fuerte chispazo al cual el espadachín pudo reaccionar protegiendo su rostro a costa de recibir las llamas en uno de sus brazos y parte de su torso. — ¡Maldita cría, te mataré! — vocifereó tomando de vuelta su espada, e ignorando el posterior grito de la pelirrosa mientras se dirigia a apuñalarla. La Muerte pareció haberse reflejado por un instante en la enorme piedra que se vió interceptada por un destello amarillo que le costaría reconocer por su mal estado. Pero esta pareció volver en el filo de la espada reflejandose, mientras aquella macabra silueta parecía tocar su barbilla con una de sus huesudas manos. Ya no era una espada lo que amenazaba con quitarle la vida, sino una guadaña que baja lentamente hacia ella. Demasiado lentamente. ¿Por que se estaba tomando tanto su tiempo? La ira y furia cegaban a aquel espadachín y le hacía errar pese a la clara diferencia de experiencia que había entre ambos. Pero no era solo eso, era como si pudiera ver más claramente el trayecto de la espada. Y estaba a tiempo de esquivarlo, podía evitarlo. En sus ojos rojizos ahora no estaba tan solo una mota que reflejaba la luz de la luna, ahora había una segunda que simbolizaba la esperanza de ver un nuevo amanecer. Era mas que evidente para ambos que se trataba de un Genjutsu, pero la asustadiza chica era incapaz de asimilarlo todavía. Se acariciaba las piernas, donde todavía sentía el dolor de aquellos mordiscos entre sollozos mientras Umi la miraba de forma impasible, juzgándola seguramente. ¿Su nombre? La miró en silencio sin apartar las manos de sus tobillos confusa, encogiéndose un poco más. — M-Me llamo Rin... ¡P-Por favor no me mates, te lo suplico! — fue entonces cuando un fugaz pensamiento cruzó su cabeza. Tal vez aquella chica de cabellos oscuros y detalles azules se trataba de alguien experto en tortura, y posiblemente fuera a interrogarla allí mismo en el campo de batalla. Sabía que no podía hablar, que algo mucho más superior a ella se lo impedía y no sabía que era más aterrador en aquel momento; si de lo que podía llegar a ser capaz aquella desconocida o lo aterrador que podía llegar a ser la ira de Kurama. Por parte de Hana, la esfera acuática fue evadida en un salto que cumplió un doble cometido, evadir un ataque para interceptar otro. La roca se deshizo en casi su totalidad, recibiendo Hana los restos de rocas ligeramente grandes que la golpearon en el resto mientras caía (20 PV). Pero dos copos de nieve la esperaban al caer, uno de ellos con una afilada cuchilla en una de sus manos con la que simplemente tuvo que extender el brazo para interceptarla (50 PV). — Jé, ahora no eres tan dura — replicó el mas magullado de los dos mientras pasaba una mano por la comisura de sus labios, mientras se debatía en como finalizar el trabajo. El más alto, aprovechó para agarrarla del cuello, y buscar así la imposibilidad de que reaccionara. El escudo que combatía a varios metros de los más inexperimentados, cayó por el vacío. Y con él, una protección intangible de la que ellos mismos no sabían que estaban gozando. Y entonces, un pequeño destello se vio en el horizonte. Ni si quiera duró un par de segundos, y acto seguido lo acompañó un silbante zumbido que cualquiera de los presentes pudo ver a la perfección pese a su desmesurada velocidad. Se trataba de una mortal esfera de metro y medio de ancho que surcó el campo de batalla sin chocar contra nadie, hasta el punto de colocarse casi en el epicentro del combate. Tras ella, una brillante flecha hecha en su totalidad de una chispeante electricidad la seguía muy de cerca y a velocidad vertiginosa. Para muchos ninguna de estas técnicas era reconocible, pero los soldados de Kurama y alguna que otra flor de cerezo del remolino sabían que lo que traía cualquiera de esas dos técnicas por separado no era otra cosa que Muerte. ¿Qué clase de poder tendrían ambas técnicas en conjunto? Nadie podía llegar a imaginárselo, pero no tendrían que intentarlo por mucho tiempo. Antes del final, todos pudieron escuchar en sus oídos momentáneamente la voz de s ejecutor, como un eco que anunciaba su final. Kinjutsu: Hoshi no Kaimetsu-tekina Aquella explosión (300 PV) sucedería en menos de un parpadeo, golpeando indiscriminadamente tanto a ninjas de la nieve como a ninjas del remolino. En un devastador radio de casi cien metros del que apenas quedó algo en pie. Las paredes inclinadas que se habían elevado parcialmente quedarían completamente destruidas así como los restos de lo poco que quedaba en pie del escudo con el emblema del remolino. Solo un gran agujero lleno de cuerpos malheridos con más de un muerto adornaría ahora el campo de batalla. Todas las partes pudieron ser testigos de una fracción de poder que portaba el Cuarto General de Kurama. Todos sabían ahora lo que suponía desafiar la voluntad de Dios. RE: Operación Trombón de Fûjin - Raiden - 11/08/2022 Mochi sonrió, cuando la roca fue interceptada por otra persona debilitando en gran parte el impacto, aunque en parte fue decepcionante ver que no fue Datsue quien detuvo aquella gran piedra. Algo en el Uzukage le recordaba a Raiden, peleando más adelante e intentando evitarles el mayor peligro a los más débiles. Raiden luchaba por eso precisamente, por que el futuro de los copos de nieve no fuera simplemente derretirse ante un poco de calor por el sol. Pero aquella breve felicidad le duró poco cuando volteó su rostro hacia su compañero de equipo. En una de sus manos, una pequeña esfera empezaba a condensarse lentamente. Motas de colores blancos y negros se juntaban en sucesión sobre una esfera más grande. A Ushi le faltaba el aliento, y respiraba con dificultad por el inmenso gasto que había hecho, pero fue capaz de reconocer lo que estaba pasando. Sabia lo que debía de hacer. — ¡¿R-Raiden?! ¡¿Que haces?! ¡Los vas a matar a todos! Y una de las manos del General se posó sobre el brazo que sostenía la densa esfera de energía mientras todo su cuervo vibraba. — Eres demasiado blando — dijo su propia voz, pero con un tono de voz completamente distinto. — ¡Esto no es lo que acordamos! ¡Tengo la situación bajo control! — ¿De verdad? ¿Y por qué no has destruido todas esas motas de polvo que intentan revelarse contra mí de una vez? ¡Sabes que tienes poder más que de sobra para borrarlos del mapa con facilidad, y aquí estas jugando contra el enemigo! No hay cabida para peleas amistosas — ¡El Uzukage esta en medio! ¡Pero lo tengo todo baj- — Pero su brazo cada vez se sentía más pesado, hasta el punto de hundir sus piernas en la propia roca. — El Uzukage ya no esta en medio. No pienso desaprovechar una ocasión así. Ushi tragó saliva, y sin mediar palabra, empezó a formar otra flecha en una de sus manos. Raiden fue capaz de verlo en el momento, pero cada vez le costaba más controlar sus propias acciones. — ¿¡Ushi!? ¡¿Que cojones estas haciendo?! ¿¡Que piensas hacer!? — Kurama sabía que esto podría pasar. Pero no te preocupes, todo acabará en un instante — ¿¡Lo teníais pensado desde un principio!? ¡¿Pensabais sacrificarlos a todos!? ¡USHI DETENTE AHORA MISMO! — Lo siento Raiden, de verdad Raiden se retorció, soltó la mano con la que estaba sujetando el brazo opuesto e intentó redirigir como pudo la dirección hacia el cielo. Contrajo el brazo y gritó de desesperación sin poder hacer nada para evitarlo. La esfera recorrió una gran distancia, y poco después un destello la siguió interceptándola en mitad del campo de batalla. Kinjutsu: Hoshi no Kaimetsu-tekina Sus pasos resonaron para todos los presentes con más intensidad de lo que lo estaban haciendo los truenos. Puede que muchos de ellos ahora estuvieran parcialmente sordos o hubieran perdido algo de vista ante el incandescente destello que provoco la explosión. Raiden caminó entre los cuerpos maltrechos de los que escapaban quejas, gritos de socorro y algún que otro gimoteo inaudible e indescriptible. El Uzukage tan solo había desaparecido por un momento y aquello fue más que suficiente para que el General creara una catástrofe en tan solo unos instantes. La flecha iba dirigida a Datsue con la precisión de un cirujano, hasta el punto de haber pasado por varios huecos entre armas, cuerpos y otras técnicas que pudieran parar su avance. Los ojos de Raiden estaban prácticamente en blanco ante la destrucción que había sembrado, apenas un punto en sus blancos ojos denotaban sus pupilas. Su rabia e ira contenida carecían de sentido, de la misma forma de por todo lo que había luchado hasta ahora. Todos por los que había luchado ahora yacían en el suelo, algunos de ellos sin vida. ¿Que había hecho? ¿Por qué? ¿Se había equivocado toda su vida? ¿Estaba haciendo lo que no debía? Ushi posó la mano sobre su hombro y en parte lo hizo para evitar tropezar, Raiden pudo denotar que su habitual semblante serio estaba apunto de quebrarse. — N-No llores. No podemos demostrar debilidad ante el enemigo RE: Operación Trombón de Fûjin - Uchiha Datsue - 18/08/2022 —Sobrevivid. Cerró los ojos, mientras su cuerpo se precipitaba en una caída libre de quinientos metros de altura. La oscuridad engulló su mundo, al mismo tiempo que los gritos y los rugidos de los suyos se oían cada vez más lejos, eclipsados por el silbido del viento pitando en sus oídos y… … otras voces. Ecos del pasado que reverberaban en su pecho. • • •
—Tal y como pinta la cosa, nos vamos a ver todos en batallas y situaciones que sin duda van a sobrepasar nuestras capacidades, o por lo menos las mías. Si muero, necesito saber que alguien va a tomar mi relevo, y que van a hacer que mi madre esté a salvo. —No hubiese dejado en la estacada a tu madre ni aunque no me lo pidieses. Si mueres, alguien tomará tu relevo. Y eso, es una promesa. «Soy un necio. Tú tuviste mejor visión que yo, Hayato. Y por lo único que pudo convencerte fue por mi labia y mis promesas vacías»
—Los tipos de negocio solo dan la mano para sellar un trato, o para despedirse. Y yo pienso volver. «Te dejé subir a ese barco, Hayato. Aún cuando sabía que muy posiblemente te equivocabas, que las probabilidades estaban en tu contra. Perdóname»
—No... ¡No tengo miedo, Uzukage-sama! ¡Me hice kunoichi para proteger a mi hermana, y también al resto de la aldea! ¡Confío en usted y por eso no tengo miedo! —Hanabi me dijo una vez: Datsue, tú tienes que estar para la villa; y la villa tiene que estar para ti. Suzaku, tú eres mi ninja. Mi kunoichi. Mi espada. Pero yo también soy tu escudo. Tu Uzukage. No puedo pedirte que luches por mí, por esta villa, contra la mayor amenaza de Ōnindo y después no estar para ti. No se hable más al respecto. Volveremos a vernos y hablar del asunto. Te lo prometo. «Otra falsa promesa. No deberías confiar en mí, Suzaku. No te conté la verdad, porque te necesitaba aquí. No… no deberías confiar en un Kage que manda a genins recién salidos de la academia a una guerra. Lo siento. Lo siento».
—Yo... no soy fuerte como tú, no soy valiente como Ranko, no soy inteligente como Eri... Realmente estos meses, pensaba que no tenía sentido alguno intentarlo, ¿sabes? Pero entonces me di cuenta de lo que de verdad da miedo. »Me da miedo que algún día seáis solo nombres que alguien anuncia. «Hana, yo…»
—G-gracias, Datsue. Cuida de la villa, ¿vale? —Hana… Lo haré —le prometió. «… lo siento»
—¡¡Te llamaste escudo!! ¡¡Pero les estás mintiendo a todos!! ¡¡Nosotros somos tú escudo humano!! Si no, ¡¡no enviarías a una niña a la guerra!! «Tenías razón… Yo… Todavía estoy lejos. Lejos de poder cargar con todo, de protegeros a todos».
—¿Qué escondes ahí? —Una ilustración que encontré en un templo oculto en el Bosque de la Hoja. ¿Te das cuenta? Nosotros tan solo conocemos los resquicios, ¡todavía estamos lejos! Mira, fíjate en la estructura. ¿Ves ese diamante? ¿Lo que le brota de la espalda? Según lo que pude averiguar en antiguas canciones y versos, hubo un Uchiha de leyenda que logró dominarlo. El poder definitivo. El poder para protegerlos a todos. —O quizá tan solo es eso, un mito. Un cuento para entretener a los niños. Una ilusión para alimentar la ambición de los mayores. —Una ilusión, ¿hmm? Pero dime, Hermano. ¿Qué somos nosotros, sino los amos del ilusionismo? «Oh, sí. Yo soy el dios del ilusionismo, pero porque siempre termino engañándolos a todos. Soy una estafa. Soy un fraude»
—¡Mis shinobis! ¡Mis kunoichis! ¡No habrá bijūdama ni jutsu en la faz de Ōnindo al que permita entrar en nuestros muros! Yo, Uchiha Datsue, Hijo del Desierto y Rokudaime Uzukage, bajo la atenta mirada de Sarutobi Hanabi y de Uzumaki Shiona allá en el cielo, en el día de mi nombramiento, os prometo una sola cosa: ¡SERÉ VUESTRO ESCUDO! «No debí llenaros de tantas promesas. ¡LosientolosientolosientolosientolosientoLO SIENTO!»
—¿...que lo sientes? ¿¡Que lo sientes!? ¿¡Crees que basta con sentirlo, Uchiha Datsue!? No que basta, ¿¡crees que sirve de algo!? —¡Cumplimos nuestra parte del trato! ¡Estamos siendo tus espadas! —¿¡Dónde estás tú!? —¡¿Y nuestro escudo?! —¡¡¡ROKUDAIME-SAMA!!! —¡¡¡ROKUDAIME-SAMA!!! —¡¡¡ROKUDAIME-SAMA!!! • • •
«Mis shinobis, mis kunoichis...»
Su corazón se agitó con fuerza, bombeando sangre por los ríos azules y verdes de su cuerpo hasta llegar al mar que eran sus ojos. Sus orbes derramaron lágrimas carmesíes, y de su espalda brotaron dos majestuosas alas, que batieron el aire y le hicieron remontar el vuelo. «… os ordeno vivir».
Una corriente eléctrica y pura, de color morado, rodeó sus brazos produciendo el sonido de dos mil pájaros chirriantes. La cantidad de chakra Raiton era tan alta y pura, que tratar de contenerla era como intentar contener un rayo en una botellita de cristal. Los diminutos relámpagos se desbordaban, dañando su piel y músculos. Pero cuando alcanzó la cima gracias a sus alas, eso dejó de importarle. En un segundo, su Mangekyō Sharingan analizó el campo de batalla. Sus seres queridos, sus protegidos, sus ninjas, libraban una encarnizada batalla contra los ninjas de Kurama. Muchos vencían. Algunos resistían a duras penas. Otros, estaban al borde de la muerte. Empezó a formar un mapa mental, con un recorrido en zigzag, y… Y entonces, escuchó el trueno. Y entonces, vio la Bijūdama. Y entonces, lo supo. Supo que era el momento de cumplir con su jodida promesa. —¡¡Rokudaime Uzukage… Shiki Raikiri!! Se oyeron dos estruendos, como un cañón al ser disparado y la bala al impactar en el objetivo. El primero de ellos al pie del acantilado, el segundo, apenas una milésima de segundo después, frente a Uchiha Umi. El Raikiri del brazo derecho de Datsue había atravesado con limpieza el cuello de la kunoichi a la que se enfrentaba, un blanco inmóvil, fácil. La cabeza de la enemiga giró sobre sí misma en el aire a una velocidad vertiginosa, lanzando regueros de sangre, mientras su cuerpo separado se tambaleaba con movimientos erráticos. Antes de que cayese al suelo, Uchiha Datsue ya no estaba. ¡BAM!
Otro trueno. La sombra morada en la que se había convertido Datsue continuó su avance, con los brazos en perpendicular a su cuerpo, rebanando los pescuezos de dos ninjas de Kurama que se encontraban uno al lado del otro. ¡BAM!
Al fin, llegó a donde quería. Su cuerpo se deslizó por el barro a una velocidad vertiginosa, con un brazo del Raikiri cortando la tierra para frenarse y el otro alzado para segar la Flecha Atronadora de Raijin. Y entonces volvió a ejecutar el movimiento desde el otro lado. Y desde el otro. Y desde el otro. La flecha avanzaba a decenas de kilómetros por hora, pero él era la jodida luz. No fue hasta que impactó en ella por diez puntos distintos, despedazándola como una trituradora haría con el papel, que se escucharon los diez estruendos. ¡BambambambambambambambamBAMBAM!
El mismísimo sonido se desplazaba más lento que él. Tomó impulso, y el canto de su mano rebanó un trozo de la superficie de la bijūdama en movimiento. Sus pies derraparon en el suelo, levantando una ola de lodo, y saltó de nuevo para repetir el movimiento. ¡Tac, tac, tac, tac! Como si estuviese cortando un ajo. En el último impulso, saltó con los brazos por delante y el cuerpo en horizontal, girando como una espiral que impactó de lleno en la empequeñecida esfera de energía y la hizo reventar en un inofensivo pero sonoro estallido cual globo de agua. ¡BAM!
Se oyó de nuevo el trueno, pero Datsue ya se encontraba lejos, pasando a toda velocidad entre Hana y un ninja que trataba de apresarle el pescuezo. Cuando Hana pudo ver a Datsue en un parpadeo, aterrizando en el suelo, el brazo del ninja que había rozado su cuello se encontraba separado del tronco del hombre. Del orificio que había dejado en su lugar salía sangre a chorros. ¡BAM!
Pero Datsue ya no se encontraba allí, ni tampoco al lado del espadachín que había atacado a Hana y que de pronto se encontraba con el vientre abierto y las tripas desparramándose fuera. No, Datsue se encontraba frente a Ushi, rebanándole las manos de dos limpios movimientos simultáneos con su Raikiri. Había usado aquellas manos para amenazar a sus ninjas con la Flecha Atronadora, y ahora debía pagar el precio. ¡BAM!
No, tampoco estaba allí, sino a la espalda de Mochi, realizando un corte profundo en sus corvas. No quería matarle. Le era de más utilidad vivo. Su último movimiento no fue para Raiden, sino para Suzaku. Había visto que la joven kunoichi se estaba desenvolviendo bien en el campo de batalla, pero que estaba profundamente herida. Apareció a la espalda del contrincante espadachín tras un sonoro estruendo, y su diestra atravesó limpiamente la caja torácica de este. Su mano traspasó el pecho apresando el corazón todavía palpitante del adversario, y luego lo apretó bajo su horror, estrujándolo como una pieza de limón. Desde el primer golpe hasta el último apenas pasaron unos pocos segundos, y fue en ese momento cuando su técnica sacó a relucir su segundo apodo. Porque, fue entonces, cuando ya hubo terminado, que se escucharon los llantos atronadores de sus víctimas. Pudieron ser más. Muchos más. Pero había demasiados aliados entre los enemigos y Datsue había sido comedido para evitar el fuego amigo. Sacó la mano del cadáver —aunque el espadachín todavía no supo que era uno hasta segundos después—, y una terrible losa cayó sobre sus hombros y pulmones. El precio a pagar. Había derrochado una cantidad ingente de chakra y ahora apenas era capaz de mantenerse en pie. Se tambaleó, y tuvo que apoyar las manos en las rodillas tratando de inspirar un aire que se le antojaba demasiado escaso. —¿¡Pensabas... sacrificarlos... a todos, Raiden!? —rugió, sin aliento—. ¡ME... DAS... ASCO! RE: Operación Trombón de Fûjin - Himura Hana - 19/08/2022 El brazo de Doton fue capaz de destruir la roca y evitar daños mayores, sin embargo, no fue tan fuerte como para acabar de repeler el proyectil y parte de él siguió hacia Hana golpeandola. En el suelo la esperaba el señor de las cuchillas y ella a duras penas pudo girar sobre si misma haciendo la única técnica en la que podía pensar en ese momento. En la palma de su mano empezó a acumularse chakra, como una voragine de energia descontrolada, pronto se materializó una bola e igual de rápido se tornó de un rojo brillante casi anaranjado. Cuando la cuchilla fue a impactarla, se encontró con una violenta bola de lava que chocó con ella. Por culpa de ello, Hana no tuvo ningún control y aterrizó sobre el suelo de culo, quedando ligeramente aturdida. Sin embargo, un zumbido que llevaba un rato escuchando se hizo más intenso y juraría que vio a Datsue seguido de un relampago morado aparecer. Un parpadeo más tarde, todos sus enemigos estaban en el suelo, inertes y cubiertos de sangre. Anonadada, se llevó una mano a la cara, donde la sangre aún caliente de sus enemigos la había salpicado. Se levantó y miró alrededor, todos los ninjas de Kurama a los que se habían estado enfrentando estaban en el suelo. Datsue, tambaleandose, estaba enfrente de Suzaku. — ¡Datsue, Suzaku! ¿Estáis bien? — preguntó acercandose sin dejar de prestar atención a los que seguían de pie. Suzaku parecía estar gravemente herida y Datsue comiendose las consecuencias de su última técnica, mientras que ella apenas tenía dos rasguños y un par de golpes. Si algún peligro se cernía sobre ellos, tenía que estar allí para detenerlo. Por el camino recogería su Kodachi, que había caido a un lado y se prepararía para bloquear lo que fuese. RE: Operación Trombón de Fûjin - Senju Hayato - 24/08/2022 La estrategia del Senju culminó con satisfactoria recompensa. Frente a él, a poca distancia, el clon recibió de lleno el impacto de la esfera incandescente que acababa de lanzar. Hasta ahí al menos, todo había salido según lo planeado. Pero realmente, el peliblanco pensó que con ese eficaz golpe se habría quitado de en medio a ese molesto clon, y sin embargo no ocurrió así. De hecho, la queja, la mirada, el efímero sufrimiento... todo parecía haberse reflejado en la cara de la ejecutora del jutsu azulado. Siete no pudo evitar arquear una ceja, intrigado por esa curiosa técnica. De haber tenido la oportunidad, seguro le habría preguntado. Como mínimo, sentía curiosidad de cómo funcionaba, aunque tenía una pequeña y ligera sospecha. «¡Vamos allá!» Era evidente que se avecinaba el contraataque. La chica, apenas recibido el impacto del Senju, lanzó a su clon en una patada directa hacia el estómago del shinobi. Hayato reaccionó anteponiendo su tibia, alzando su pierna en la trayectoria a la de su antagonista. Pero no hubo tiempo para respirar, como si se tratase de una coreografía relativamente practicada, la kunoichi real se abalanzó en un puñetazo contra el flanco del mismo. Apenas zafado del primero impacto, y en lo que volvía a posicionar su pierna en el suelo, Siete antepondría su antebrazo diestro al puñetazo, bloqueando nuevamente la acometida del copo de nieve. Un tremendo y ensordecedor ruido vapuleó todo cuanto abarcaba su vista, o sus oídos. Allá arriba, la cosa parecía estar a un nivel mucho mayor al que podía vivir el genin allá abajo. Tanto fue así, que la especie de trueno que se movía sobre sus cabezas trató de mediar en el conflicto. Pero no podía, en el fragor de la guerra, esos dos shinobis se estaban enfrentando a muerte, y no podían dejarse influenciar por otra cosa que no fuese salvar la vida. Siete tomó fuerza, tanta como tenía, y terminaría de desviar el puñetazo de la kunoichi hacia su interior. Aprovecharía el movimiento para rotar sobre sí mismo avanzando hacia la chica, aprovechando el recorrido de su brazo. Daría la vuelta y con la diestra cargada con una esfera de chakra puro que giraba a toda velocidad, trataría de estampar la mano contra la señorita copo (50 PV). Si todo salía bien, podría estampar a la chica contra su propio clon. Si todo salía bien, el combate podría hasta estar decidido, pues un buen rassengan a veces marca la diferencia. |