Este foro utiliza cookies

**Sasaki Reiji** · 6/05/2020, 18:04

— ¡Joder, Reiji!

Al parecer, mi golpe había acertado de lleno. O al menos, eso quise entender cuando escuché la voz de Hana. Sin embargo, al verla, pensé que algo no andaba del todo bien.

Hana apareció rodeando la nube de humo por la izquierda, empuñando su espada y apuntando hacia mí con ella. Había cargado la potencia demi técnica al máximo, sin embargo, no había ninguna señal de quemaduras en su cuerpo, y un golpe como ese, debería haberlas provocado.

Había algo raro, Eso o estaba subestimando la resistencia de mi oponente por su tamaño. No perdí de vista la nube de humo, mientras miraba a Hana. Ella era una ninja, mas experimentada en las tretas de los ninjas que yo. No podía lanzarme de cabeza de nuevo, y mi chakra no me permitiría atacar una tercera vez desde lejos.

¿Y si había dejado algo en la nube de humo?

—El ultimo que se enfrentó a mi con una espada no terminó muy bien, intentaré contenerme más, pero no prometo nada.

Si, mis reservas de chakra eran escasas, pero en cuanto a pelear cuerpo a cuerpo y con espadas, estaba casi seguro que era mejor que alguien acostumbrado a usar el chakra.

Ademas, siempre tenia una reserva extra, aunque muy pocos lo sabían, y Hana no era una de ellas. No quería hacer un mal uso de ese chakra, y solo pretendía usarlo si mi integridad física dependía de ello. Pero Datsue me había dicho que me olvidase del futuro, que si lo tenia ahora, tenia que aprovecharlo a mi favor.

**Himura Hana**

Hana se lanzó a por Reiji dispuesta a atacarle con su Kodachi, recortó la distancia que les separaba y lanzó un corte al máximo de rango posible, no buscaba hacerle daño sino hacerle retroceder o cortes superficiales. Si le esquivaba, buscaría otro corte hasta que la bloquease.

El humo de la bomba se deshizo tan rápidamente como se había formado, desvelando a otra Hana, que acababa de abrir los ojos al notar que se había disipado la nube y a tomar una buena bocanada de aire. Desenvainó su Kodachi, identica a la que sujetaba el clon que atacaba a Reiji. Lo único es que aquella era de verdad.

La Hana real estaba a unos cinco metros de Reiji y tenía la parte inferior de la camiseta calcinada por el relampago que le había impactado, así como temblores por la parte inferior del cuerpo. Sin embargo, clavó su mirada en Reiji que estaba siendo acosado por su clon, a la espera de su reacción.

**Sasaki Reiji** · 7/05/2020, 19:48

Poco a poco el truco salió a la luz. Mientras la Hana que parecía ilesa se abalanzaba sobre mí, el humo de la bomba desapareció como había aparecido, dejando a la vista una segunda Hana, esta si, herida.

Si mi golpe había impactado, lo mas probable es que la Hana herida fuera la real, o se habría desecho. También había otras posibilidades, pero tenía que jugarmela a quizás, mi último movimiento. Por qué era posible que fallase y fuese derrotado.

Sabía la distancia que nos separaba a mi y ambas Hanas. Pero esperaba que no conociese la técnica. Había empezado a dejar fluir el chakra por el filo de la espada mientras el humo terminaba de disiparse y la Hana, que yo creia falsa, se abalanzaba sobre mi.

Justo antes de entrar al alcance de su espada, gire la muñeca para reflejar la luz del filo de Aichō, una luz que se vería de diferentes colores según la posición del observador, pues había usado en ella un metal con esas propiedades.

Estaba en el rango justo, pero esperaba haber pillado, esta vez yo en vez de ella a mi, a Hana por sorpresa. Eso me daría el tiempo suficiente para mi siguiente acción.

Con mi mano libre, formularia el sello del carnero. Un solo sello bastaba. Algunos usaban esta técnica para evadir los ataques del oponente, para otros, era nuestro método mas eficaz de acercanos a aquellos que preferían mantener las distancias.

Y eso fue lo que hice. Acercarme a la Hana malherida, suponiendo que si fuese un clon, habría desaparecido por el daño, y rezando para no estar equivocado. Me acercaría en diagonal a toda velocidad por el lado mas alejado del borde del estadio y una vez allí...

Un nuevo corte sobre la pierna de Hana. Eso si, con cuidado de no rebanarle la pierna. Seria suficiente con una herida lo bastante fea para dejar una segunda cicatriz.

**Himura Hana** · 7/05/2020, 20:08

El truco de Reiji le funcionaría con la Hana que tenía más cerca, que no podía evitar el destello, pero la Hana más alejada reconoció la técnica, no por nada era la única técnica de Kenjutsu que conocía y también conocía sus límites. Dio un pequeño salto hacia atrás para asegurarse y desde aquella distancia el destello apenas fue molesto.

El segundo truco era ya repetido y previsible, intentó recortar la distancia que los separaba con el Shunshin con su espada buscando carne fresca. Otra vez a por su pierna, pero solo encontró metal, el de su Kodachi deteniendo el ataque.

Sin embargo, con su fuerza y su espada, solo podía retrasar lo inevitable, así que retrocedió de inmediato, acercandose a su clon sin perder de vista a Reiji. El clon se recuperó de la ceguera y contribuyó imitando a la real y acercándose a ella.

**Sasaki Reiji** · 7/05/2020, 21:21

La técnica luminosa funcionó bien solo a la mitad. Para no estar interesada en las espadas, parecía conocerla, y aún a pesar de la velocidad a la que me moví, no fue suficiente para evitar que los aceros chocasen.

Pero yo no iba a permitir que quedase de esa forma. Ni que volviera a alejarse. Había fallado aquella treta una vez, pero esta vez no pensaba hacerlo. En cuanto los aceros se acariciaron, utilice mi pie para intentar pisar con todas mis fuerzas su pie mas cercano y evitar que huyera.

Si yo era más fuerte que ella físicamente, le seria muy difícil salir corriendo o escapar, y el Shunshin solo aceleraba el movimiento, no la libraría una vez mi pie estuviera sobre el suyo.

Una vez atrapada, intentaría golpearle con mi mano libre y el puño cerrado en la quemadura del estomago, y cuando se retorciese de dolor hacia delante, le golpearía en la nuca con la empuñadura de la espada, un golpe seco y con todas mis fuerzas.

**Himura Hana** · 9/05/2020, 14:49

Toda la atención de Hana estaba centrada en huir, en alejarse del peligro. Reiji intentó atraparla, pero la genin ya estaba alejandose tan rápido como le fuera posible. Por suerte, su clon ya se había acercado lo suficiente para interponerse entre su original y Reiji.

El clon de tierra, sin tener que sufrir el lastre de las heridas de su original, se acercó a propinarle un puntapié en la pierna a Reiji, buscando dejarle minimamente herido en la parte baja del cuerpo para que Hana pudiese huir con más facilidad de él.

La original se dedicaría a mirar desde una distancia segura de tres metros mientras reculaba, ahora más calmadamente. Los clones de tierra eran duros y robustos, entretendría a Reiji un buen rato que ella usaría para recuperarse.

**Sasaki Reiji** · (Última modificación: 9/05/2020, 16:20 por Sasaki Reiji.)

Hana era rápida, eso era indudable. Quise pisarla para evitar que huyera, pero aún así, fue más rápida. Quizás por que yo me centraba en pillarla y ella simplemente en huir.

Mi error fue olvidarme del clon. Pensar que darle a la original sería suficiente. Y eso causo que recibiera una fuerte patada en la pierna. Pero ni la mitad de fuerte que el primer Rasengan, por lo que, aunque había dolido, no retrocedí.

Lo que no podía, era permitirme estar detrás de dos Hanas mucho rato. Mi chakra, aunque con una reserva extra, era ya casi escaso. Mi cuerpo, aguantaba de pié por el calor de la batalla, pero estaba seguro, que en cuanto terminase el combate...

Necesitaba librarme como fuese del clon.

Así pues, en vez de retroceder ante su patada, estiré mi brazo libre y agarre al supuesto clon de la ropa, para que no escapase, y sin tardar ni un segundo mas, tiraría de ella hacía mí y utilizaría mi otro brazo, armado con Aichō, para atravesarle el estómago de lado a lado.

Si de verdad era un clon, tendría que ser suficiente para hacerlo desaparecer. Si había sido engañado, y si era la original... Necesitaría atención medica urgente.

**Himura Hana** · 10/05/2020, 13:09

Hana vio como su clon se lanzaba con valentía a por Reiji, dándole una buena patada en la pierna y aumentando el daño en la parte baja del espadachín. Perfecto, ahora al menos tendría una oportunidad.

La oportunidad duró un suspiro. Lo justo para que el herrero, tras recibir el golpe, atravesará a la falsa Hana como si fuese de papel.

Hana acababa de verse reflejada en su propio clon. Recordó que en la academia le explicaron que los clones perfectos devuelven los recuerdos y las sensaciones y automaticamente se quedó en el sitio, ojiplatica, pensando en lo que acababa de sentir su clon.

El clon se deshizo en trozos de roca y polvo. No se lo pensó, soltó la Kodachi y levantó las manos con las palmas hacia él.

— ¡Vale! ¡Para, para! ¡Me rindo! — acto seguido se llevó una mano al pecho, justo donde tenía la herida y cayó de culo al suelo.

La pierna ni siquiera la sostenía ya, tenía la tela que había usado cubierta de sangre y empezaba a bajarle, cubriendole todo el pie de aquel liquido carmesí. Una vez fuera de combate, todas las fuerzas que había reunido se dispersaron y el dolor de las heridas se reavivó.

Si en ese punto ya casi no podría salir por su propio pie del ring, ¿cómo hubiese quedado si hubiese seguido? Se empezó a examinar las heridas, con suerte no serían tan graves como las sentía. No quiso dedicarle una mirada a Reiji, sabía que él era de los de pelear hasta la inconsciencia, pero ella, sencillamente, no podía.

**Sasaki Reiji** · (Última modificación: 11/05/2020, 12:15 por Sasaki Reiji.)

Por suerte, no hubo sangre. Solo trozos de roca y polvo que cayeron al suelo poco después de atravesar al clon de lado a lado. Suspiré, aliviado de haber acertado con quien era la Hana real, y quien el clon.

Por lo menos, ya solo quedaba la real. Ya no sería tan agotador luchar. Por que defenderme de los golpes de una, o estar persiguiendo por el estado a dos Hanas, hubiese sido agotador. Pero hubiese llegado igualmente hasta el final, hasta que mi cuerpo, o el de ella dijese basta.

Sin embargo, cuando mire fijamente a Hana, esta soltó la Kodachi, y yo inmediatamente me preparé para los sellos que pudiese hacer. Pero nada de eso sucedió.

— ¡Vale! ¡Para, para! ¡Me rindo!

Me quedé parado un segundo para asimilarlo y después suspiré mientras envainaba lentamente la espada. Aunque me hubiera gustado llegar al final, ciertamente no podía quejarme, había sido un buen combate, aunque yo no lo había hecho tan bien como debería. Si hubieran sido enemigos de verdad y no Hana, probablemente habría muerto.

Me acerqué al centro del estadio, donde había caído al suelo Tsubame, para recuperarla y devolverla a su vaina. Mas tarde tendría que revisar el filo de ambas espadas, sobretodo, el de Aichō, que era el que peor parado había salido.

Luego fui hasta donde estaba Hana y le tendí la mano para ayudarla a ponerse de pie.

—Perdona lo del principio, pensé que seria buena estrategia usar lo sucedido en el combate anterior para intimidar a mi rival. Ha sido un buen combate, no te sientas perdedora, lo has hecho genial.

Si aceptaba mi mano para ponerse en pie, alzaría su mano como si ambos hubiésemos ganado el combate y la ayudaría también, si hacia falta, a despedirse de los Kages y el publico con una reverencia.

»Vamos, te ayudaré a llegar hasta la enfermería.

**Himura Hana** · 12/05/2020, 17:30

—Perdona lo del principio, pensé que seria buena estrategia usar lo sucedido en el combate anterior para intimidar a mi rival. Ha sido un buen combate, no te sientas perdedora, lo has hecho genial.

Aceptó la mano sin pensarselo dos veces. Sentía que a lo mejor había decepcionado a gente por rendirse, a su sensei, a Datsue, a su villa, pero al intentar levantarse y casi caerse de lado porque la pierna empezaba a no responderle sintió que había sido lo más lógico. Además, Reiji se merecía pasar. Su villa seguiría teniendo representación.

— Yo... siento el Rasengan que te ha dado de lleno, aún no controlo muy bien la técnica. No quería darte tan fuerte.

Aceptando la ayuda que le ofrecía Reiji, pasó su brazo por encima de los hombros del muchacho, apoyandose en él y en su pierna buena para poder andar, mientras con la otra mano se cubría la herida del pecho. Y así, ambos salieron más o menos por su propio pie del estadio.