Este foro utiliza cookies
Este foro utiliza cookies para guardar tu información de inicio de sesión si estás registrado, y tu última visita si no lo estás. Las cookies son pequeños documentos de texto guardados en tu ordenador; las cookies establecidas por este foro sólo pueden ser utilizadas en este mismo sitio y no poseen riesgos de seguridad. Las cookies de este foro también llevan un registro de los temas que has leído y cuándo fue la última vez que los leíste. Los administradores NO tienen acceso a esta información, sólo TU NAVEGADOR. Por favor confirma si aceptas el establecimiento de estas cookies.

Se guardará una cookie en tu navegador sea cual sea tu elección para no tener que hacerte esta pregunta otra vez. Podrás cambiar tus ajustes sobre cookies en cualquier momento usando el link en el pie de página.
Otoño-Invierno de 221

Fecha fijada indefinidamente con la siguiente ambientación: Los ninjas de las Tres Grandes siguen luchando contra el ejército de Kurama allá donde encuentran un bastión sin conquistar. Debido a las recientes provocaciones del Nueve Colas, los shinobi y kunoichi atacan con fiereza en nombre de la victoria. Kurama y sus generales se encuentran acorralados en las Tierras Nevadas del Norte, en el País de la Tormenta. Pero el invierno está cerca e impide que cualquiera de los dos bandos avance, dejando Oonindo en una situación de guerra fría, con pequeñas operaciones aquí y allá. Las villas requieren de financiación tras la pérdida de efectivos en la guerra, y los criminales siguen actuando sobre terreno salpicado por la sangre de aliados y enemigos, por lo que los ninjas también son enviados a misiones de todo tipo por el resto del mundo, especialmente aquellos que no están preparados para enfrentarse a las terribles fuerzas del Kyuubi.
#46
¿Un... Peine? — respondió atolondrado. Por suerte para Toshio, Ryu todavía conversevaba uno entre las pertenencias que llevaba encima, se lo ofreció sin saber muy bien que estaba pensando ahora aquel chaval, mientras sostenía ese horrible gorro entre sus manos.

Comenzó a peinarse bajo la mirada de sospecha del chunin que se mantenía de brazos cruzados, juzgándolo en silencio. Tan solo movió su pelo hacia atrás, dejando al descubierto por completo su rostro, pero parecía haber cambiado radicalmente su aspecto. Ahora se veía mucho mejor que antes, aunque tal vez era porque no llevaba ese estúpido gorro que hacia más mal que bien.

Nada mal chaval, si tuvieras unos diez años más, me planteaba invitarte a cenar — respondió con una sonrisa ahora confiado. — De acuerdo, sígueme

Y volvió a entrar en la muchedumbre de las calles, bañadas por la luz de los carteles y las casas.

· · ·

Tanto el interior como el exterior de la casa era alargado y algo cuadriculado, pero eso permitía tener unos pasillos más simples, y un mayor número de habitaciones, aunque estas fueran sencillas en su forma. Las paredes, suelos y techos estaban hechos de madera, y tenían un aspecto tradicional en los grabados de las puertas. Olas, flores, montañas, bosques, cualquier tipo cosa que pudiera imaginar adornaban las puertas correderas.

Entonces saber hacer sobretodo tareas de hogar... Eso es genial, ¿qué sabes cocinar? Si sabes hacer algo exótico podemos añadirlo y... Oh, es verdad, tengo que presentarte todavía a la Oiran Mizuna. Vamos a los pisos de arriba — respondió para empezar a subir con dificultad unas escaleras.
¡Gracias a Ranko por el avatar!
Responder
#47
El chico simplemente se estiró con toda la calma del mundo mientras andaba, antes de guiñarle el ojo a su capitán.

— Eh, ahora no te eches atrás. —Le dijo—. Cuando acabemos de esto, la cena corre por tu cuenta.

A partir de allí, sin más, Tsuyoi siguió a Ryu entre la multitud sin separarse de él.
¡Muchas gracias a Ayame por el súper sexy avatar!
Responder
#48
Entonces saber hacer sobretodo tareas de hogar... Eso es genial, ¿qué sabes cocinar? Si sabes hacer algo exótico podemos añadirlo y... Oh, es verdad, tengo que presentarte todavía a la Oiran Mizuna. Vamos a los pisos de arriba

¿Comidas exoticas? ¿Qué era exotico? Ella cocinaba sin ningún patrón ni nada. Simplemente probaba cosas y si estaban buenas lo volvía a hacer. A veces añadía o quitaba, pero lo que mejor se le daba era la normalidad. Recetas de arroz, sopas, pasta y poco más.

Bu-bueno, sé cocinar comidas caseras. Sobre todo caldos y recetas de arroz. Arroz con pollo, arroz con curry, arroz con verduras... Ese tipo de cosas.

Bajó la mirada y jugueteó con sus manos, nerviosa. Tendría que haber aprendido a hacer algún plato extraño. Pero, ¿qué era un plato extraño?


Avatar obra de Sagiso Ranko


Responder
#49
El flujo de las calles era bastante denso, hasta el punto de que les costó un poco avanzar por las calles. Ryu en ocasiones se detenía para echar la mirada atrás en búsqueda de Toshio; les llevó algo de tiempo, pero consiguieron avanzar sin un problema más allá de tener que detenerse en un par de ocasiones. Finalmente, alcanzaría un lugar parecido que tenía una forma bastante similar al último local que visitaron, aunque en el colorido cartel se podía leer "La Rosa Escarlata".

Bueno, este era el otro local que estuve investigando — tenía las manos cruzadas, y miró a Toshio ladeando la cabeza simplemente. — Si no lo consigues... Pensaremos en otra cosa.

En un lateral de este, tras lo que parecían unos barrotes de metal, había bastantes hombres y mujeres que vestían kimonos de aspecto bastante lujoso. Simplemente, se mantenían allí, charlando entre ellos y bebiendo, como cachorros en un escaparate de una tienda de animales. La idea era bastante desagradable, pero así era como les resultaba más sencillo a los clientes elegir con quien querían pasar la noche. A un lado, había una entrada en la que se agolpaban algunas personas, y un ligero flujo de estas entraban y salían acompañados o solos con ropas similares. Sobre el tatami de la entrada, había un hombre mayor y bastante bajo, que compartía unas bebidas con una mujer también algo dañada por la edad y que le superaba en altura y anchura por varias veces.

· · ·

Tal vez sean cosas simples, pero el método de hacerlas, especias... etc. Suelen cambiar de un sitio a otro, seguro que algo tan simple como un caldo, ambas los hacemos de forma distinta

El jaleo de la calle era más que perceptible en el piso superior por el que caminaban, también se podían escuchar distintos tipos de instrumentos provenientes de algunas habitaciones. Unos parecían de viento, como flautas o armónicas, mientras que otros eran más alargados y ambiguos, como de shamisen u otros de cuerda o percusión. También se podían escuchar a gente simplemente hablar, y en tan exclusivamente una habitación se pudo llegar a escuchar un sonido algo más indecente.

Hana pudo comprobar que el edificio era realmente extenso a lo largo, aunque a lo ancho también había un par de pasillos con sus habitaciones. Finalmente, llegaron a una habitación con una puerta llena de rosas. La señora parecía algo nerviosa, y tocó a la puerta esperando una respuesta antes de abrirla.

O-Oiran Mizuna, ha llegado una nueva chica, dice ser bastante habilidosa con las tareas de casa asi que... — Tragó saliva en una ocasión, y cuando la puerta se abrió ante ella, se arrodilló formalmente ante aquella mujer.

Era una mujer bastante alta, de ojos verdes y cabellos oscuros. Su pelo estaba recogido hacia atrás en su totalidad, y tenía mil y un abalorios sobre este; flores, algún peine, agujas y muchas otras que colgaban brillantes. Su rostro era pálido por el maquillaje, y la sombra de sus ojos de un color rojo bermellón como el que predominaba en su ostentoso kimono. Este último, tenía detalles negros como líneas y extraños patrones en formas geométricas, junto a un obi amarillo anaranjado que tenía un gran lazo en su espalda. Miró una única vez a la señora mayor, y después le devolvió la misma mirada a Hana. No parecía enfadada, de hecho se la veía ligeramente contenta.

Vaya, ¿y quién es esta ricura?
¡Gracias a Ranko por el avatar!
Responder
#50
— Tranquiiiiilo, hombre. —Le detuvo Toshio cuando empezó a hablar de lo que pasaría si no lo conseguía—. Lo conseguiré, te lo aseguro.

En cuanto pudo ver el local, Toshio comprobó que lugar era... bueno, era el que era. Ya sabía en lo que se metía cuando decidió aceptar aquella misión, así que ya no tenía el derecho de quejarse, aunque tenía la impresión de que le había tocado el peor local de los dos. Pero ser un héroe también se trataba de eso ¿no? Si no le hubiera tocado a él, le habría tocado a Hana.

Antes de acercarse, el joven simplemente le dio un golpecito a su compañero en el pecho con el dorso de la mano para que se detuviera. Si alguien tenía que acercarse a vender su cuerpo tenía que ser él mismo... o preferiblemente nadie, pero en la situación en la que se encontraba no tenía el lujo de escoger.

— Vaya, vaya, ¿qué hace una jovencita como usted trabajando aquí? ¿Es tu madre quien se ocupa del local, no? ¿Puedo hablar con ella? —Le diría a la señora mayor al acercarse.

Este era el primer paso de un elaborado plan que él mismo había ideado. Todo el mundo sabía que con los halagos suficientes se podría llegar a cualquier lugar.
¡Muchas gracias a Ayame por el súper sexy avatar!
Responder
#51
En cuanto la mujer que la había estado acompañando se arrodilló, Hana la imitó. No sabía exactamente quien era la mujer a la cual se estaba arrodillando pero seguramente la jefa del lugar. Se veía imponente, iba exageradamente arreglada y tenía la expresión de quien está al mando, lo cual penetraba en Hana con facilidad. Nunca había tenido el valor para resistirse a la autoridad.

Hi — tosió abruptamente, con los nervios casi se presenta por su verdadero nombre. — Moku Aoi, señorita. E-Encantada.

Hizo una profunda reverencia, casi tocando el suelo con su frente, tras presentarse. Al menos parecía contenta con su presencia, ahora solo faltaba mantenerla así con su comportamiento.


Avatar obra de Sagiso Ranko


Responder
#52
Ryu se quedó observando al chaval desde algo de distancia, mientras se llevaba una mano a la barbilla y arqueaba las cejas con curiosidad. Estaba haciendo exactamente lo mismo que él había hecho para encandilar a la dueña del otro local, por lo que tal vez si se acercaba, sus encantos naturales eclipsaban los de Toshio.

Hohoho, gracias, gracias, pero yo no trabajo aquí — respondió tapándose el rostro.

Vaya, vaya. ¿Buscas algo en especial, chico? — respondió el hombre que estaba con ella.— No hay mucha gente demasiado mayor, pero seguro que puedo encontrar a alguna "pareja" para ti. Cualquier cosa tan solo pregunta, yo soy aquí quien reparte el bacalao — añadió risueño.

Su rostro estaba muy arrugado, y parecía que tenía los ojos cerrados. Sus cabellos eran de color blanquecino y sus cejas eran grandes y frondosas, el pelo de su cabeza era bastante corto y tenía una barbilla tan pronunciada como su nariz.

· · ·

La mujer se puso de cuclillas ante Hana, y esta podría ver una preciosa manicura de flores y otros detalles. Llevaba unos gueta con una suela excéntricamente grande de color oscuro que brillaban ante la luz. Posó una mejilla sobre su mano, y su exhuberante pecho se vio remarcado por su posición.

¿Y que sabe hacer?

P-Pues dice que sabe limpiar, cocinar, coser y...

¿Pero de qué estás hablando, vieja? — protestó frunciendo el ceño, y la señora mayor se amedrentó aún más, quien todavía no había ni levantado la cabeza. — ¿Vas a dejar a esta preciosidad en la cocina y otras cosas? ¿Sabes lo mucho que podrían solicitarla? — después, volvería a mirar a Hana sin perder el enfado en su rostro, manteniendo ese tono de voz tan vulgar que contrastaba con sus lujosas ropas. — Oi ¿qué más sabes hacer? ¿Sabes tocar algún instrumento o algo?
¡Gracias a Ranko por el avatar!
Responder
#53
Toshio se rio un poco. Parecía que se había confundido completamente de persona al hablar, pero no había perdido su oportunidad todavía, y al menos parecía que los halagos había funcionado con la señora. Eso era como tener la mitad de sus objetivos cumplidos ¿no? Él diría que sí.

— La verdad es que no venía buscando pareja. Yo...

Sin saber bien qué hacer, acabó haciendo una profunda reverencia.

— ¡Estoy completamente arruinado! —Exclamó—. Perdí mi restaurante en una disputa con mi antiguo compañero. Ya no me queda nada, así que me preguntaba...

Se permitió levantar un poco la mirada, clavándola en los ojos del hombre para ver su reacción.

— ¿Necesitan un cocinero?
¡Muchas gracias a Ayame por el súper sexy avatar!
Responder
#54
Aoi, igual que un corderillo asustado, se quedó muy quieta y callada mientras la señora la examinaba y discutía con su empleada. Si no se dirigían a ella prefería no abrir la boca por peligro a meter la pata.

Oi ¿qué más sabes hacer? ¿Sabes tocar algún instrumento o algo?

¡Mi madre me enseñó a tocar el arpa! — dijo con algo más de entusiasmo del que debería. — Quiero decir, cuando era pequeña me enseñó algo, tendría que practicar un poco y... ya no tengo arpa. Pero, ¿cómo me va a ayudar eso para limpiar, señorita?

Preguntó a pesar de que sabía perfectamente que limpiar iba a limpiar poco. No podía parecer demasiado espabilada o la tendrían más que vigilada.


Avatar obra de Sagiso Ranko


Responder
#55
¿Un cocinero dices, eh? — dijo sonriente, llevándose una mano a la barbilla para rascarla después lentamente con el índice y el pulgar para proceder a mirar al pelirrojo de arriba abajo. — La verdad es que no. Pero sí que estamos escasos de chicos, ¿te interesa trabajar como oiran? Un joven como tu seguro que tiene bastante éxito. Aquí donde me ves solo necesitaba un pestañeo para encandilar a quien quisiera, aunque ahora la edad me ha pasado factura en mi rostro, sigo teniendo mis encantos ¡JAJAJAJA!

El anciano rio a pleno pulmón finalmente, dándose un par de golpes con una palma en una de sus rodillas. Pese a que estaba bastante mayor, era una persona completamente llena de energía.

· · ·

¿Limpiar? ¿Eres estúpida o que te pasa? No te vas a dedicar a limpiar con esa carita — protestó en el sitio, apoyando una mano sobre su mejilla a la vez que arqueaba una de sus cejas hasta casi el extremo. — Sería una pena que una chica tan mona se quedara entre bastidores limpiando. Vieja, búscale un arpa, veamos de lo que es capaz

E-En seguida

La mujer mayor no tardó en levantarse y abandonar estancia, cosa que Mizuna aprovechó para agarrar de los mofletes a Hana con una única mano.

Eres bonita, eso sin duda, pero ni por asomo se te ocurra pensar que eres la más guapa del lugar ¿vale? Como se te suba a la cabeza...

(Carisma=60) con el objetivo de intimidar

La soltó violentamente, para volver al interior de su habitación, haciéndole un gesto a Hana para que pasara. La habitación estaba decorada con vivos colores tanto en las paredes como en algunos muebles, con dibujos de flores u olas. Había algunas cómodas de un color caoba oscuro con remaches negros que desprendía la sensación de valer casi tanto como un pequeño país. Mizuna se acercó hasta un acomoda de varios cajones con un espejo que poseía un marco extraño pero bonito.
¡Gracias a Ranko por el avatar!
Responder
#56
— ¿Como oiran? —Respondió Tsuyoi, sorprendido.

Durante un segundo, el chico se mostró ligeramente nervioso, mirando a ambos lados por un instante. Realmente no quería aceptar su oferta, no porque le desagradara la idea, sino porque simplemente no se sentía capaz de hacerlo. Una oiran tenía que ser refinada y él... bueno. Él era él. Era muchas cosas, como guapo, fuerte o habilidoso, o al menos creía serlo, pero no era refinado.

«Aún así, hoy tengo que ser profesional, así que tocará hacerlo».

Se llevó una mano a la nuca, riéndose nerviosamente.

— Habría preferido no tener que hacerlo, pero... sí. Acepto. No tengo otra opción. —Volvió a hacer otra profunda reverencia al señor—. ¡Muchas gracias por su amabilidad! Yo soy Saikyō Tsuyoi. Siento no haberme presentado antes.
¡Muchas gracias a Ayame por el súper sexy avatar!
Responder
#57
¿Limpiar? ¿Eres estúpida o que te pasa? No te vas a dedicar a limpiar con esa carita Sería una pena que una chica tan mona se quedara entre bastidores limpiando. Vieja, búscale un arpa, veamos de lo que es capaz

Aoi se amedentró un poco ante la brusquedad de la mujer con la que estaba dialogando. Aunque más que dialogar parecía que iba a soltarle un bofetón en cualquier momento y eso que la pobre Aoi no había hecho nada más que preguntar desde la más sincera curiosidad. Cuando su acompañante se marchó, Aoi supo que estaba en peligro.

Eres bonita, eso sin duda, pero ni por asomo se te ocurra pensar que eres la más guapa del lugar ¿vale? Como se te suba a la cabeza...

S-sí, señora.

Aguantó con tanto estoicismo como se podía permitir, aunque un par de lagrimas se le escapaban ya de sus ojitos. Era una pobre chica de pueblo, no estaba acostumbrada a este tipo de advertencias.

Cuando su nueva jefa le indicó que la siguiese, Aoi le hizo caso de forma inmediata. Se quedó de pie donde la mujer le hubiese indicado, en silencio, observandola sin ninguna opinion ni expresión clara. No sabía ni cómo debía sentirse. Estaba preocupada por lo que la mujer quería de ella, porque al parecer si lo hacía demasiado bien sería malo, pero ¿acaso no sería también malo que lo hiciese mal? ¿Qué quería de ella? ¿Que triunfase o que no lo hiciese?


Avatar obra de Sagiso Ranko


Responder
#58
Encima con buenos modales; chico, vas a llegar lejos — respondió, acariciándose el mentón ante la reverencia del pelirrojo, pensando en el dinero que podría llegar a embolsarse. — ¡Akira! ¡Hey, Akira! ¡Ven aquí! — gritó hacia el interior, usando su mano a modo de amplificador, aunque eso no sirviera de nada.

Poco después, una puerta del largo pasillo se abriría mientras un chico bastante alto salía de ella terminando de arreglar la parte superior de su kimono rojo. Su cabello era corto y algo alborotado, y tanto este como sus ojos eran de un color rosa pastel.

¿Y ahora que coño te pasa, viejo? ¿Te has caído y roto la cadera otra vez? ¿O quieres que vuelva a subirte el pantalón? — protestó mientras caminaba hasta la entrada, terminando de ajustarse su obi por delante

¿¡Quieres dejar de hablar de esa forma tan vulgar!? ¿¡Que van a pensar la clientela!? — se quejó ampliamente cuando este llego a la entrada.

Que piensen lo que les dé la puta gana esa gentuza — pasó su mano al interior de su kimono, intentando buscar algo en sus bolsillos interiores.

¡Akira! ¡Son gente de alta cuna y estatus! ¡Tratalos con respeto!

Mientras sean clientes, los trataré con respeto. ¡Pero a ti te puedo tratar como me de la gana, maldito viejo! — Gritó de vuelta, sacando una cajetilla finalmente de su kimono para posteriormente coger un cigarro.

¡T-Tsk!... En fin, este chaval esta buscando trabajo.

Es guapo. Puede tener exito — sacó posteriormente un mechero, pero por más que machacaba la piedra, solo saltaban chispas una y otra vez. Lo agitó molesto en una ocasión para repetir, pero no consiguió sacar nada en claro, con lo que arrugó el ceño frustrado.

Lo sé ¡ya sabes que tengo buen ojo!

Si, ojala pudieras decir lo mismo sobre... Bueno, acompáñame — respondió haciéndole un gesto para volver al interior del edificio.

· · ·

De su interior sacó algunos adornos para el pelo; palillos, diademas y otro largo etcétera. Conforme los observaba, miraba posteriormente a Hana y volvia a guardarlos para buscar otro.

Bien, bien. Me gustan las chicas obedientes y buenas — respondió al ver como se negaba a actuar de ninguna forma que no fuera estar quieta y en silencio. Finalmente, dio con algo que la convenció y se acercó hasta ella. — Date la vuelta y recógete el pelo

Hana sabía lo que eso suponía. Si no tenía cuidado, Mizuna podría ver perfectamente que lo que llevaba encima se trataba de una peluca y esta podría sospechar algo. O bien era lo suficientemente habilidosa y había colocado bien aquel falso cabello, o se inventaba una excusa lo suficientemente aceptable que convenciera a la Oiran.
¡Gracias a Ranko por el avatar!
Responder
#59
Tsuyoi se quedó mirando anonadado la interacción entre aquel chico y su jefe. Realmente, ni Toshio ni Tsuyoi eran conocidos por ser las personas más respetuosas con la autoridad. Toshio porque se tomaba demasiadas confianzas con todo el mundo a menudo, y Tsuyoi porque... bueno, porque no existía en primer lugar. Pero ese chico se saltaba cualquier norma ya no solo del protocolo, ni de la cortesía, sino que no llegaba ni al mínimo más mínimo de respeto entre conocidos.

«Seguro que son muy amigos». Pensó.

No fue hasta que el joven se dirigió a él que Toshio volvió a la realidad.

— Sí, claro. Muchas gracias por guiarme. —Le diría con una muy leve reverencia antes de seguirlo.
¡Muchas gracias a Ayame por el súper sexy avatar!
Responder
#60
Bien, bien. Me gustan las chicas obedientes y buenas Date la vuelta y recógete el pelo

Y eso era ella, una chica buena y obediente. Por suerte, confiaba plenamente en lo bien que se había puesto la peluca. Sus habilidades de infiltración era de las pocas cosas de las que podía estar orgullosa, a pesar de que pocas veces las había puesto a prueba fuera de robar cosas por sus impulsos.

Se dio la vuelta y se recogió el pelo como le habían ordenado. Penso en decir algo o preguntar algo más para empezar a recabar información, pero después de que la amenazase prefería estar un rato callada para fingir más intimidación. Le apartaría la mirada si en algún momento conectaba, mirando directamente al suelo.


Avatar obra de Sagiso Ranko


Responder



This forum uses Lukasz Tkacz MyBB addons.