9/11/2022, 19:12
— Ya no me apetece forjar. Vamos fuera, a correr.
Esa frase no le sonaba a Yuki para nada. Para Kinumi Yuki parecía más del tipo que cuando decide algo lo lleva hasta el final y si había dicho de forjar, forjaría hasta que cumpliese su meta, en este caso, hacer unas sai. Que parase porque ya no le apetecía le denotaba la imagen tan equivoca que tenía de ella. Y era algo que Yuki llevaba prácticamente todo el día haciendo.
Cada vez la veía más como una persona y poco a poco le perdía el miedo, que no el respeto. Era imposible no respetarla después de haberla visto en acción. Podía parecer poca cosa para una jounin, no tenía grandes musculos ni medía dos metros, pero eso solo hacía más impresionante lo fuerte que era.
En cualquier caso, por varios motivos, las palabras de Yuki alegraron a Kinumi, que le dedicó una leve sonrisa.
— ¡Hai, sensei! — respondió alegremente al notar una muy leve mejora en el ambiente.
Podía ser tranquilamente la primera vez que mejoraba algo el ambiente y además iba a conseguir alejarse del fuego, que por ahora le parecía terriblemente aliviador. Y correr era una de las cosas que había estado haciendo, claro que en ese momento no recordaba la intensidad con la que Yuki hacía esas cosas.
Esa frase no le sonaba a Yuki para nada. Para Kinumi Yuki parecía más del tipo que cuando decide algo lo lleva hasta el final y si había dicho de forjar, forjaría hasta que cumpliese su meta, en este caso, hacer unas sai. Que parase porque ya no le apetecía le denotaba la imagen tan equivoca que tenía de ella. Y era algo que Yuki llevaba prácticamente todo el día haciendo.
Cada vez la veía más como una persona y poco a poco le perdía el miedo, que no el respeto. Era imposible no respetarla después de haberla visto en acción. Podía parecer poca cosa para una jounin, no tenía grandes musculos ni medía dos metros, pero eso solo hacía más impresionante lo fuerte que era.
En cualquier caso, por varios motivos, las palabras de Yuki alegraron a Kinumi, que le dedicó una leve sonrisa.
— ¡Hai, sensei! — respondió alegremente al notar una muy leve mejora en el ambiente.
Podía ser tranquilamente la primera vez que mejoraba algo el ambiente y además iba a conseguir alejarse del fuego, que por ahora le parecía terriblemente aliviador. Y correr era una de las cosas que había estado haciendo, claro que en ese momento no recordaba la intensidad con la que Yuki hacía esas cosas.