2/04/2016, 16:22
Corrieron durante algunos minutos hasta que por fin estuvieron lo suficientemente lejos de aquel sitio. Terminaron en un callejón como tantos otros, ocultos y recuperando el aliento tras aquella carrera. Con la prisa no se había fijado de en donde había terminado exactamente, pero de todas formas en aquella zona todos los callejones eran iguales en apariencia y en peligro.
—¿Por qué me ayudaste? —De repente recordó al chico que había arrastrado junto con él.
La pregunta se le presentaba como algo difícil de contestar. Desde hacía mucho que se arrojaba a situaciones como la de recién, pero jamás lo había hecho con la intenciones de ser un buen samaritano o una persona agradable, menos un justiciero. Su móvil era simple; era un intolerante al abuso y su satisfacción personal era impedirlo… Así que poco tenía que ver con ayudar de verdad. La gente en general no le creía debido a su amabilidad natural, pero puede que así fuera mejor.
—Bueno, ya sabes… —no estaba seguro de cómo explicarlo—. Estaba pasando y aquellos sujetos te estaban agrediendo y esto… Creo que se merecían una golpiza como todos los de su tipo, pero antes de hacer nada me atacaron primero, aunque si no lo hubiesen hecho igual yo le habría atacado.
Dejó caer su bolso al suelo y entonces se sentó con un suspiro. No estaba seguro de que su explicación llegara a parecer razonable, pero supuso que sería suficiente para quedar satisfecho. Sintió como el aire frío soplaba por el corredor y como las nubes grises estaban a punto de romper en llanto. Creyó que en ese momento lo mejor sería separarse, pero primero quería descansar un poco.
—Espera… —se quedo observando los rasgos de aquel muchacho y la manera en que se le hacían familiares a un recuerdo de una noche lluviosa en el país del río—. Yo te conozco, estoy seguro.
—¿Por qué me ayudaste? —De repente recordó al chico que había arrastrado junto con él.
La pregunta se le presentaba como algo difícil de contestar. Desde hacía mucho que se arrojaba a situaciones como la de recién, pero jamás lo había hecho con la intenciones de ser un buen samaritano o una persona agradable, menos un justiciero. Su móvil era simple; era un intolerante al abuso y su satisfacción personal era impedirlo… Así que poco tenía que ver con ayudar de verdad. La gente en general no le creía debido a su amabilidad natural, pero puede que así fuera mejor.
—Bueno, ya sabes… —no estaba seguro de cómo explicarlo—. Estaba pasando y aquellos sujetos te estaban agrediendo y esto… Creo que se merecían una golpiza como todos los de su tipo, pero antes de hacer nada me atacaron primero, aunque si no lo hubiesen hecho igual yo le habría atacado.
Dejó caer su bolso al suelo y entonces se sentó con un suspiro. No estaba seguro de que su explicación llegara a parecer razonable, pero supuso que sería suficiente para quedar satisfecho. Sintió como el aire frío soplaba por el corredor y como las nubes grises estaban a punto de romper en llanto. Creyó que en ese momento lo mejor sería separarse, pero primero quería descansar un poco.
—Espera… —se quedo observando los rasgos de aquel muchacho y la manera en que se le hacían familiares a un recuerdo de una noche lluviosa en el país del río—. Yo te conozco, estoy seguro.
![[Imagen: aab687219fe81b12d60db220de0dd17c.gif]](https://i.pinimg.com/originals/aa/b6/87/aab687219fe81b12d60db220de0dd17c.gif)