12/04/2016, 03:48
(Última modificación: 12/04/2016, 04:03 por Uchiha Datsue.)
—Me parece bien —tomo uno de los palillos de pan y se lo llevó a los labios para luego romperlo de forma dramática—, pero no suficiente.
Datsue alzó una ceja, intrigado, mientras se llevaba una mano al vaso con el zumo de frutas que acababan de traerle junto los entrantes. ¿No… suficiente? ¡Ja! A ver qué dice ahora, porque acaba de poner el listón muy alto.
—Siempre se ha dicho que una flor merece otra y por eso yo propongo que materialicemos esa idea —levantó sus manos por sobre la mesa y las separó mostrando las únicas dos posibilidades de su propuesta—. El perdedor deberá de realizar un gesto galante y regalar una flor a su elegida si esta llegara a ganar.
El Uchiha hizo una mueca de desidia. Bah… ¿Y para eso tanto dramatismo? Pff… Patético. Yo iba a proponer una apuesta mucho mejor… pensó, mientras se llevaba el zumo a la boca.
—Si pierde Ayame, entregare un nenúfar a mi compañera de Uzushio, y si pierde Eri…
Ajá… Que sí, que sí. Que la apuesta es muy sosa, hombre…
»… Entregaras un lirio a tu amiga de Ame. Justo luego del combate, metiéndose en la arena y frente a todos los espectadores del torneo. ¿Qué…?
Kazuma no pudo terminar de hablar. Un chorro de zumo acababa de impactarle en plena cara.
—¡Pfffff! ¿¡Cómo dices, socio!? —gritó Datsue, perplejo, mientras un hilillo de líquido caía por sus labios—. ¿¡Que qué…!? ¿En plena…? ¡Tú estás…! Venga ya, ¿lo dices en serio?
No sabía si reírse a carcajadas, temblar como una rata asustadiza o arrodillarse a sus pies por la genialidad que se la acababa de ocurrir. Al final, optó por levantar una mano y llamar a la camarera.
—Perdone, tráigale otra toalla a mi socio, si hace el favor —Joder, pues sí que me he puesto nervioso. Se me ha pegado la forma de hablar de Anzu y todo. No dejo de repetir socio, socio y socio. Volvió a mirar a Kazuma—. La leche tío, esa apuesta es…
»JO-DER.
Sin palabras. Se había quedado sin palabras. Definitivamente, Kazuma era un genio, de eso no había duda. El primer tío de Uzu que le hacía replantearse si verdaderamente todos los shinobis de allí eran tan… especiales, por decirlo de forma suave.
La apuesta era sublime, mirase por donde se mirase. Bueno, salvo que pierda… Joder, como si no hubiese hecho ya el suficiente ridículo. ¿Acaso sus padres no habían sufrido suficiente vergüenza? ¿Dónde estaba el límite entre la picaresca y el simple ridículo?
Sí, pensándolo bien, no debería aceptar esa apuesta.
—Kazuma, ya perdí mi honor en el primer combate del Torneo —confesó, alicaído—. ¿Y sabes qué? ¡No lo echo en falta! —el falso abatimiento se transformó en una sonrisa de oreja a oreja—. ¡Pues claro que acepto, coño! ¡CON DOS COJONES!
Ayame, por lo que más quieras en esta vida... GANA EL COMB... Un momento, espera. Tal y como lo ha dicho, si Ayame gana... ¡quien pringa con la flor soy yo! Joder, Ayame, por lo que más quieras... PIERDE EL COMBATE.
Datsue alzó una ceja, intrigado, mientras se llevaba una mano al vaso con el zumo de frutas que acababan de traerle junto los entrantes. ¿No… suficiente? ¡Ja! A ver qué dice ahora, porque acaba de poner el listón muy alto.
—Siempre se ha dicho que una flor merece otra y por eso yo propongo que materialicemos esa idea —levantó sus manos por sobre la mesa y las separó mostrando las únicas dos posibilidades de su propuesta—. El perdedor deberá de realizar un gesto galante y regalar una flor a su elegida si esta llegara a ganar.
El Uchiha hizo una mueca de desidia. Bah… ¿Y para eso tanto dramatismo? Pff… Patético. Yo iba a proponer una apuesta mucho mejor… pensó, mientras se llevaba el zumo a la boca.
—Si pierde Ayame, entregare un nenúfar a mi compañera de Uzushio, y si pierde Eri…
Ajá… Que sí, que sí. Que la apuesta es muy sosa, hombre…
»… Entregaras un lirio a tu amiga de Ame. Justo luego del combate, metiéndose en la arena y frente a todos los espectadores del torneo. ¿Qué…?
Kazuma no pudo terminar de hablar. Un chorro de zumo acababa de impactarle en plena cara.
—¡Pfffff! ¿¡Cómo dices, socio!? —gritó Datsue, perplejo, mientras un hilillo de líquido caía por sus labios—. ¿¡Que qué…!? ¿En plena…? ¡Tú estás…! Venga ya, ¿lo dices en serio?
No sabía si reírse a carcajadas, temblar como una rata asustadiza o arrodillarse a sus pies por la genialidad que se la acababa de ocurrir. Al final, optó por levantar una mano y llamar a la camarera.
—Perdone, tráigale otra toalla a mi socio, si hace el favor —Joder, pues sí que me he puesto nervioso. Se me ha pegado la forma de hablar de Anzu y todo. No dejo de repetir socio, socio y socio. Volvió a mirar a Kazuma—. La leche tío, esa apuesta es…
»JO-DER.
Sin palabras. Se había quedado sin palabras. Definitivamente, Kazuma era un genio, de eso no había duda. El primer tío de Uzu que le hacía replantearse si verdaderamente todos los shinobis de allí eran tan… especiales, por decirlo de forma suave.
La apuesta era sublime, mirase por donde se mirase. Bueno, salvo que pierda… Joder, como si no hubiese hecho ya el suficiente ridículo. ¿Acaso sus padres no habían sufrido suficiente vergüenza? ¿Dónde estaba el límite entre la picaresca y el simple ridículo?
Sí, pensándolo bien, no debería aceptar esa apuesta.
—Kazuma, ya perdí mi honor en el primer combate del Torneo —confesó, alicaído—. ¿Y sabes qué? ¡No lo echo en falta! —el falso abatimiento se transformó en una sonrisa de oreja a oreja—. ¡Pues claro que acepto, coño! ¡CON DOS COJONES!
Ayame, por lo que más quieras en esta vida... GANA EL COMB... Un momento, espera. Tal y como lo ha dicho, si Ayame gana... ¡quien pringa con la flor soy yo! Joder, Ayame, por lo que más quieras... PIERDE EL COMBATE.
![[Imagen: ksQJqx9.png]](https://i.imgur.com/ksQJqx9.png)
¡Agradecimientos a Daruu por el dibujo de PJ y avatar tan OP! ¡Y a Reiji y Ayame por la firmaza! Si queréis una parecida, este es el lugar adecuado