21/04/2016, 14:47
Datsue asentía, mientras degustaba el fugu, ante las palabras de Kazuma. Tenía razón: llevarle la contraria a la única poseedora de un Bijuu no era cosa fácil. Y menos para nosotros, que acabamos de resurgir de nuestras cenizas, como quien dice.
—Ahora, según yo la situación es esta: Al ver que una aldea principal destruyó a otra, los samuráis pudieron suponer algo como “Se han empezado a matar entre ellos, aprovechemos las divisiones políticas y ataquemos”. Por otra parte nuestros Kages en plan de “Bien, destruiste Kusa, pero recuerda que estoy contigo y no me ataques con el Bijuu, amiguito”, lo cual tiene sentido pues te convendría tener cerca a la controladora de semejante poder por si necesitas rajarle el cuello, cuando se ponga en tu contra. La cuestión es ¿Y si necesitamos de su Bijuu para el conflicto que se viene? Bueno, hagamos un torneo, finjamos que estamos unidos y no le quitemos el ojo de encima.
¡Clap!
Datsue acababa de dar una estruendosa palmada y señalaba a Kazuma con el dedo de una mano, con los ojos abiertos como platos y un pequeño trozo de fugu colgado de su boca entreabierta.
—¡Eso es! —exclamó, mientras engullía el fugu sin masticar. ¿Cómo no se había dado cuenta? Siempre había pensado que el Torneo era una forma de atraer nuevos clientes y un maravilloso escaparate para dar a conocer a Takigakure, recién resurgida. Eso, y contentar a los Señores Feudales… pero lo que decía Kazuma tenía mucho más sentido. ¿Cómo he sido tan imbécil? Claro, joder. Lo que yo pensaba tan solo es la excusa que ponen a todos, y que yo me he tragado como un pardillo. Joder, que tenga que venir uno de Uzu a decírmelo…—. Pero sigue, sigue. Perdona por la interrupción.
—Imagina que se deshacen del factor Amegakure —continuó Kazuma—, las villas restantes se las ingenian para repeler la ofensiva samurái, que me imagino está bien preparada luego de décadas esperando una oportunidad. Luego de aquello puede que Uzushio y Taki queden débiles, y sorpresa la oportunidad perfecta para que los rencores heredados de las viejas aldeas estallen como una guerra a gran escala. —Kazuma miró hacia el techo mientras Datsue asentía una y otra vez, encantado de haber encontrado lo que parecía un pozo sin fondo de sabiduría—. Claro podriamos conservarla como aliada ¿Pero cuánto pasará hasta que crea conveniente reducir nuevamente el número de aldeas ninjas?
Datsue hinchó los carrillos y resopló con lentitud, mientras pensaba en todas las posibilidades.
—Pff… Ya te digo. Imagina que ganáis el Torneo —vaticinó—. Sabiendo cómo es la matalechugos, ¡igual lo toma como una ofensa a la igualdad entre Aldeas y os arrasa! —exclamó, mitad en broma mitad en serio—. Supongo que lo inteligente sería aguardar… Mantener esa falsa unión como tú bien dices y solucionar el problema de los samuráis —la indignación que había sentido momentos antes hacia Yubiwa se estaba transformando en comprensión e, incluso, admiración. Definitivamente, al Uchiha todavía le quedaba mucho por aprender—. Y después… —Datsue se encogió de hombros y se llevó el último trozo de fugu a la boca—. ¿Quién sab…?
De pronto, Kazuma pudo ver que algo marchaba mal. Datsue se había llevado las manos a la garganta, con los ojos a punto de salírsele de las órbitas y la cara roja como un tomate. Con extrema debilidad, trató de agarrar a Kazuma, sujetándole por un hombro para atraerle hacia él.
—El… fu-gu…
—Ahora, según yo la situación es esta: Al ver que una aldea principal destruyó a otra, los samuráis pudieron suponer algo como “Se han empezado a matar entre ellos, aprovechemos las divisiones políticas y ataquemos”. Por otra parte nuestros Kages en plan de “Bien, destruiste Kusa, pero recuerda que estoy contigo y no me ataques con el Bijuu, amiguito”, lo cual tiene sentido pues te convendría tener cerca a la controladora de semejante poder por si necesitas rajarle el cuello, cuando se ponga en tu contra. La cuestión es ¿Y si necesitamos de su Bijuu para el conflicto que se viene? Bueno, hagamos un torneo, finjamos que estamos unidos y no le quitemos el ojo de encima.
¡Clap!
Datsue acababa de dar una estruendosa palmada y señalaba a Kazuma con el dedo de una mano, con los ojos abiertos como platos y un pequeño trozo de fugu colgado de su boca entreabierta.
—¡Eso es! —exclamó, mientras engullía el fugu sin masticar. ¿Cómo no se había dado cuenta? Siempre había pensado que el Torneo era una forma de atraer nuevos clientes y un maravilloso escaparate para dar a conocer a Takigakure, recién resurgida. Eso, y contentar a los Señores Feudales… pero lo que decía Kazuma tenía mucho más sentido. ¿Cómo he sido tan imbécil? Claro, joder. Lo que yo pensaba tan solo es la excusa que ponen a todos, y que yo me he tragado como un pardillo. Joder, que tenga que venir uno de Uzu a decírmelo…—. Pero sigue, sigue. Perdona por la interrupción.
—Imagina que se deshacen del factor Amegakure —continuó Kazuma—, las villas restantes se las ingenian para repeler la ofensiva samurái, que me imagino está bien preparada luego de décadas esperando una oportunidad. Luego de aquello puede que Uzushio y Taki queden débiles, y sorpresa la oportunidad perfecta para que los rencores heredados de las viejas aldeas estallen como una guerra a gran escala. —Kazuma miró hacia el techo mientras Datsue asentía una y otra vez, encantado de haber encontrado lo que parecía un pozo sin fondo de sabiduría—. Claro podriamos conservarla como aliada ¿Pero cuánto pasará hasta que crea conveniente reducir nuevamente el número de aldeas ninjas?
Datsue hinchó los carrillos y resopló con lentitud, mientras pensaba en todas las posibilidades.
—Pff… Ya te digo. Imagina que ganáis el Torneo —vaticinó—. Sabiendo cómo es la matalechugos, ¡igual lo toma como una ofensa a la igualdad entre Aldeas y os arrasa! —exclamó, mitad en broma mitad en serio—. Supongo que lo inteligente sería aguardar… Mantener esa falsa unión como tú bien dices y solucionar el problema de los samuráis —la indignación que había sentido momentos antes hacia Yubiwa se estaba transformando en comprensión e, incluso, admiración. Definitivamente, al Uchiha todavía le quedaba mucho por aprender—. Y después… —Datsue se encogió de hombros y se llevó el último trozo de fugu a la boca—. ¿Quién sab…?
De pronto, Kazuma pudo ver que algo marchaba mal. Datsue se había llevado las manos a la garganta, con los ojos a punto de salírsele de las órbitas y la cara roja como un tomate. Con extrema debilidad, trató de agarrar a Kazuma, sujetándole por un hombro para atraerle hacia él.
—El… fu-gu…
![[Imagen: ksQJqx9.png]](https://i.imgur.com/ksQJqx9.png)
¡Agradecimientos a Daruu por el dibujo de PJ y avatar tan OP! ¡Y a Reiji y Ayame por la firmaza! Si queréis una parecida, este es el lugar adecuado