3/05/2016, 00:27
Como una madre haría al ver a su bebé lanzado por los aires, los dos bandidos se lanzaron hacia el diamante sin pensárselo dos veces. Uno de ellos logró alcanzarlo antes de que cayese al suelo, mientras que el otro trataba de apartarle las manos para verlo mejor.
El problema era… que no era un diamante.
¡BOOM!
Un estallido. Un sonoro estruendo que echó a Datsue hacia atrás por el súbito impacto de aire, como si un muro invisible le acabase de golpear. Unas gotas de sangre salpicaron su rostro, sorprendido, pese a que había sido él quien había activado aquella bomba. Aquel sello explosivo, más bien, transformado en diamante gracias a su Henge no Jutsu Invertido.
Los dos bandidos se miraron el uno al otro, confundidos, como si no entendiesen lo que acababa de suceder. Bajaron sus ojos a donde antes estaba el diamante, y vieron que ya no estaba. Tampoco la mano que antes lo sujetaba. En su lugar, se veía un hueso, chamuscado y oscuro, cubierto de sangre y un amasijo de carne hasta llegar al codo.
El otro bandido tampoco estaba en una buena situación. Varios dedos colgaban inertes de su mano, quemada, y un reguero de sangre caía del dedo gordo. O, más bien, donde antes estaba su dedo gordo.
—Ho-hostia —balbuceó Datsue, mientras retrocedía un paso—. No quería haceros tanto daño… Lo juro.
Por primera vez en mucho tiempo, Datsue decía la verdad. Uno de los bandidos le miró con la boca entreabierta, todavía conmocionado. Era el que se había quedado sin mano. Avanzó hacia él, extendiendo su brazo bueno. Como si quisiese alcanzarle. Como si quisiese estrangularle. Dio un paso, luego dos…
¡Plaf!
Se dio de bruces contra el suelo, inconsciente. O quizá muerto.
Alguien chilló. Luego, se oyó un grito desgarrador. Provenía del bandido sin dedos, que había caído al suelo, mientras se revolvía y sujetaba la mano mala con la otra. El sonido de un cristal al romperse llegó a sus oídos, y luego…
Luego todo se convirtió en caos.
El problema era… que no era un diamante.
¡BOOM!
Un estallido. Un sonoro estruendo que echó a Datsue hacia atrás por el súbito impacto de aire, como si un muro invisible le acabase de golpear. Unas gotas de sangre salpicaron su rostro, sorprendido, pese a que había sido él quien había activado aquella bomba. Aquel sello explosivo, más bien, transformado en diamante gracias a su Henge no Jutsu Invertido.
Los dos bandidos se miraron el uno al otro, confundidos, como si no entendiesen lo que acababa de suceder. Bajaron sus ojos a donde antes estaba el diamante, y vieron que ya no estaba. Tampoco la mano que antes lo sujetaba. En su lugar, se veía un hueso, chamuscado y oscuro, cubierto de sangre y un amasijo de carne hasta llegar al codo.
El otro bandido tampoco estaba en una buena situación. Varios dedos colgaban inertes de su mano, quemada, y un reguero de sangre caía del dedo gordo. O, más bien, donde antes estaba su dedo gordo.
—Ho-hostia —balbuceó Datsue, mientras retrocedía un paso—. No quería haceros tanto daño… Lo juro.
Por primera vez en mucho tiempo, Datsue decía la verdad. Uno de los bandidos le miró con la boca entreabierta, todavía conmocionado. Era el que se había quedado sin mano. Avanzó hacia él, extendiendo su brazo bueno. Como si quisiese alcanzarle. Como si quisiese estrangularle. Dio un paso, luego dos…
¡Plaf!
Se dio de bruces contra el suelo, inconsciente. O quizá muerto.
Alguien chilló. Luego, se oyó un grito desgarrador. Provenía del bandido sin dedos, que había caído al suelo, mientras se revolvía y sujetaba la mano mala con la otra. El sonido de un cristal al romperse llegó a sus oídos, y luego…
Luego todo se convirtió en caos.
![[Imagen: ksQJqx9.png]](https://i.imgur.com/ksQJqx9.png)
¡Agradecimientos a Daruu por el dibujo de PJ y avatar tan OP! ¡Y a Reiji y Ayame por la firmaza! Si queréis una parecida, este es el lugar adecuado