9/05/2016, 01:14
(Última modificación: 9/05/2016, 01:41 por Hanamura Kazuma.)
La lluvia seguía cayendo tan suave y fría como cuando inicio todo aquel problema. Kazuma se quedó observando al sujeto que yacía como espectador en la puerta del restaurante, pero este solo se limitaba a sonreír. El mafioso parecía ser completamente indiferente al peligro que representaba el espadachín, pero este era consciente de que en ningún momento había bajado la guardia.
—Bien hecho, chicos —les hablo a ambos mientras aplaudía lentamente—. Han logrado entretenerme un rato.
El sujeto no se mostraba preocupado en lo más mínimo por la situación en la que se encontraban sus hombres. Algunos estaban heridos solo superficialmente, pero otros requerían asistencia médica inmediata. La cuestión era que al Ishimura aquellos sujetos no le importaban para nada, pero si su jefe y líder tenía el mismo sentir ¿Qué sería de ellos?
—Díganme ¿También se han divertido? —Preguntó a ambos con un molesto tono animado—. Pero que pregunta la mía, es obvio que lo han disfrutado, se les puede ver en el rostro, jejeje.
—Entonces… ¿Te ha parecido divertido todo esto? —preguntó fría pero cordialmente—. ¡Bien! Porque seguramente te va a encantar cuando te corte los brazos y las piernas.
El de cabellos blancos depósito una mirada afilada y desafiante en los verdes ojos de aquel siniestro sujeto. Lo cierto era que se sentía un poco mareado y adolorido, pero no tenía intenciones de permitir que aquel rufián se escapara como si nada y menos manteniendo aquella sonrisa burlona. Le costaba admitirlo, pero quería verlo rogando por piedad.
—¡Que maravilloso! —Exclamó de repente mientras levantaba los brazos hacia el cielo y luego los bajaba para abrazarse a sí mismo—. No sabes el tiempo que tenía sin encontrarme a alguien tan diametralmente opuesto a mí.
—Ya me he decidido… —de repente su mirada y su voz se tornaron sombrías—. Definitivamente... Voy a matarte.
El de ojos grises quito la cobertura de chakra de su espada y en ese momento un destello proveniente del cielo reflejo en su hoja un color carmesí similar al de la sangre. Se estaba dejando llevar por su deseo de pelear y estaba cayendo en la imprudencia, pero Bohimei lo apoyaba y desde su interior le suplicaba que no dejará escapar vivo al de los ojos verdes.
«No hay nada como enfrentar y abatir a un oponente digno de tu sed de sangre —susurro en su interior—. ¿No es así, mi amo?»
—No puedo soportar las ganas de jugar contigo, amiguito —se separó de la puerta y comenzó a caminar los veinte metros que lo separaba del espadachín—. Pero debes tener cuidado, si me emociono demasiado podría terminar matándote —sus ojos se abrieron por completo y dejaron escapar todo una lluvia de intenciones macabras—. No quiero que lo malinterpretes, pero no quiero matarte, solo quiero hacerte sufrir un poco… O puede que mucho, dependiendo de si cumples con mis expectativas.
Lo cierto era que dada la situación puede que fuese un oponente al cual tenía pocas posibilidades de vencer en solitario, pero aquello no iba impedir que le hiciera frente. Mientras tanto, Datsue sería testigo de cómo el sujeto comenzaba a caminar hacia Kazuma luego de escucharles intercambiar aquel conjunto de frases ominosas. Incluso dentro del restaurante se manifestó un ambiente que solo podía preceder a la muerte de alguien.
—Bien hecho, chicos —les hablo a ambos mientras aplaudía lentamente—. Han logrado entretenerme un rato.
El sujeto no se mostraba preocupado en lo más mínimo por la situación en la que se encontraban sus hombres. Algunos estaban heridos solo superficialmente, pero otros requerían asistencia médica inmediata. La cuestión era que al Ishimura aquellos sujetos no le importaban para nada, pero si su jefe y líder tenía el mismo sentir ¿Qué sería de ellos?
—Díganme ¿También se han divertido? —Preguntó a ambos con un molesto tono animado—. Pero que pregunta la mía, es obvio que lo han disfrutado, se les puede ver en el rostro, jejeje.
—Entonces… ¿Te ha parecido divertido todo esto? —preguntó fría pero cordialmente—. ¡Bien! Porque seguramente te va a encantar cuando te corte los brazos y las piernas.
El de cabellos blancos depósito una mirada afilada y desafiante en los verdes ojos de aquel siniestro sujeto. Lo cierto era que se sentía un poco mareado y adolorido, pero no tenía intenciones de permitir que aquel rufián se escapara como si nada y menos manteniendo aquella sonrisa burlona. Le costaba admitirlo, pero quería verlo rogando por piedad.
—¡Que maravilloso! —Exclamó de repente mientras levantaba los brazos hacia el cielo y luego los bajaba para abrazarse a sí mismo—. No sabes el tiempo que tenía sin encontrarme a alguien tan diametralmente opuesto a mí.
—Ya me he decidido… —de repente su mirada y su voz se tornaron sombrías—. Definitivamente... Voy a matarte.
El de ojos grises quito la cobertura de chakra de su espada y en ese momento un destello proveniente del cielo reflejo en su hoja un color carmesí similar al de la sangre. Se estaba dejando llevar por su deseo de pelear y estaba cayendo en la imprudencia, pero Bohimei lo apoyaba y desde su interior le suplicaba que no dejará escapar vivo al de los ojos verdes.
«No hay nada como enfrentar y abatir a un oponente digno de tu sed de sangre —susurro en su interior—. ¿No es así, mi amo?»
—No puedo soportar las ganas de jugar contigo, amiguito —se separó de la puerta y comenzó a caminar los veinte metros que lo separaba del espadachín—. Pero debes tener cuidado, si me emociono demasiado podría terminar matándote —sus ojos se abrieron por completo y dejaron escapar todo una lluvia de intenciones macabras—. No quiero que lo malinterpretes, pero no quiero matarte, solo quiero hacerte sufrir un poco… O puede que mucho, dependiendo de si cumples con mis expectativas.
Lo cierto era que dada la situación puede que fuese un oponente al cual tenía pocas posibilidades de vencer en solitario, pero aquello no iba impedir que le hiciera frente. Mientras tanto, Datsue sería testigo de cómo el sujeto comenzaba a caminar hacia Kazuma luego de escucharles intercambiar aquel conjunto de frases ominosas. Incluso dentro del restaurante se manifestó un ambiente que solo podía preceder a la muerte de alguien.
![[Imagen: aab687219fe81b12d60db220de0dd17c.gif]](https://i.pinimg.com/originals/aa/b6/87/aab687219fe81b12d60db220de0dd17c.gif)