11/05/2016, 17:16
En lo inmediato Datsue respondió a las preguntas que repentinamente le habían formulado. El sonido atronador que le había zarandeado fue producto de un sello explosivo. En cuanto al porqué estaba ahí, eso si no lo pudo responder. El Ishimura solo recordaba una especie de puño que se veía borroso y el sentimiento de sus pies levantándose del suelo. Tampoco es como si tuviera mucha importancia ya, aunque si aquel sujeto tenía la fuerza suficiente para mandarlo volando así… Tendría que andarse con cuidado, más que antes.
Y, respecto al sujeto… ¿Dónde iba a estar? —Preguntó con sorna—. A kilómetros de aquí, por supuesto. En cuanto ha visto que me he puesto serio se ha cagado por la pata abajo y se ha ido con el rabo entre las piernas.
—¡¿Qué?! —Se agitó de repente pues no podía dar crédito a lo que escuchaba—. ¡No te lo creo! Ese rufián no parecía del tipo que se marcharía antes de conseguir quebrarte un hueso o dos.
Un par de personas le estaban ayudando a levantarse, pero el Ishimura se las sacudió rápidamente mientras apretaba con fuerza el mango de su espada y procedía a correr hacia la entrada del restaurante. Pese a la imprudencia que eso representaba, se acercó hasta donde estaban las marcas de quemadura. Observó el interior del local, puede que estuviese escondido entre las sombras, pero no hayo nada. Se asomó a las afueras, pero ahí solo estaban la lluvia, las nubes y unos seis cuerpos inertes.
—¡Demonios! —Pateó una de las puertas quemadas, esta se rompió y cayó al suelo—. ¿Es que acaso hemos estado peleando contra un clon y nos han visto la cara de tontos?
Era en extremo inusual que el joven de ojos grises se alterase de aquella manera, pero cuando se trataba de su pasión por combatir la villanía el genio solía imponerse a la calma. En el fondo se sentía avergonzado, pero no por lo que pudieran estar pensando los civiles, sino por el hecho de que había perdido a su objetivo. No había nada más frustrante que el dejar un trabajo a medias y que tanto él como un colega shinobi fueran testigo de tal fracaso.
—Entonces… ¿Eso fue todo? ¿Se acabó? —Preguntó mostrándose visiblemente decepcionado, como si acabara de tener un desamor.
Y, respecto al sujeto… ¿Dónde iba a estar? —Preguntó con sorna—. A kilómetros de aquí, por supuesto. En cuanto ha visto que me he puesto serio se ha cagado por la pata abajo y se ha ido con el rabo entre las piernas.
—¡¿Qué?! —Se agitó de repente pues no podía dar crédito a lo que escuchaba—. ¡No te lo creo! Ese rufián no parecía del tipo que se marcharía antes de conseguir quebrarte un hueso o dos.
Un par de personas le estaban ayudando a levantarse, pero el Ishimura se las sacudió rápidamente mientras apretaba con fuerza el mango de su espada y procedía a correr hacia la entrada del restaurante. Pese a la imprudencia que eso representaba, se acercó hasta donde estaban las marcas de quemadura. Observó el interior del local, puede que estuviese escondido entre las sombras, pero no hayo nada. Se asomó a las afueras, pero ahí solo estaban la lluvia, las nubes y unos seis cuerpos inertes.
—¡Demonios! —Pateó una de las puertas quemadas, esta se rompió y cayó al suelo—. ¿Es que acaso hemos estado peleando contra un clon y nos han visto la cara de tontos?
Era en extremo inusual que el joven de ojos grises se alterase de aquella manera, pero cuando se trataba de su pasión por combatir la villanía el genio solía imponerse a la calma. En el fondo se sentía avergonzado, pero no por lo que pudieran estar pensando los civiles, sino por el hecho de que había perdido a su objetivo. No había nada más frustrante que el dejar un trabajo a medias y que tanto él como un colega shinobi fueran testigo de tal fracaso.
—Entonces… ¿Eso fue todo? ¿Se acabó? —Preguntó mostrándose visiblemente decepcionado, como si acabara de tener un desamor.
![[Imagen: aab687219fe81b12d60db220de0dd17c.gif]](https://i.pinimg.com/originals/aa/b6/87/aab687219fe81b12d60db220de0dd17c.gif)