21/05/2016, 23:30
Antes de que el apuesto joven, que representaba a Uzushiogakure en aquel recitar de poesia le diera tiempo a abrir la puerta, Len cayó en algo bastante basico y simple
— ¿Porque simplemente no he usado una técnica para transformarme y listo?... Asi seria todo mas sen- — La voz del joven resonó atraves de la pared, negando el derecho de algun fan entrometido a poder firmarle.
— O-Oh, e-entonces no tiene porque preocuparse por nada, simplemente me ire y... — Sin darle tiempo a poder si quiera girar la mitad de su cuerpo para marcharse, la puerta se abrió dejandole expuesto. En ese momento, los nervios se apoderaron de él, convirtiendole en un gatito nervioso.
— Vaya, vaya, no sabía que hubiera chicas tan guapas en los Dojos... — Se acercó lentamente pero con firmeza y seguridad hacia Len. Le sacaba casi dos cabezas de altura al joven de cabellos blancos, que miraba a los lados como buscando la salida algo ruborizado. — ¿Cómo te llamas, damita?
El comentario final, hizo que sus nervios brotasen finalmente; su inquietud aumentó, mirando hacia los lados aun mas frecuente con un rubor intensificado en las mejillas. Tonteaba con sus manos a la vez que tartamudeaba algunas palabras
— Y-Yo... P-P-Pue-es... E-Es-to... M-Me llamó... L-Lenka y.. Y-Yo... — Su tartamudeo y rubor, asi como intentando evadir la situación, hacia que pareciera una chica nerviosa por conocer a su idolo. Tal vez pasaria desapercibido el hecho de que decirle "damita" en un torno cariñoso y como dando a entender que era bastante atractivo, era lo que le estaba volviendo inquieto. Ya casi parecia haberse olvidado de los dulces.
— ¿Porque simplemente no he usado una técnica para transformarme y listo?... Asi seria todo mas sen- — La voz del joven resonó atraves de la pared, negando el derecho de algun fan entrometido a poder firmarle.
— O-Oh, e-entonces no tiene porque preocuparse por nada, simplemente me ire y... — Sin darle tiempo a poder si quiera girar la mitad de su cuerpo para marcharse, la puerta se abrió dejandole expuesto. En ese momento, los nervios se apoderaron de él, convirtiendole en un gatito nervioso.
— Vaya, vaya, no sabía que hubiera chicas tan guapas en los Dojos... — Se acercó lentamente pero con firmeza y seguridad hacia Len. Le sacaba casi dos cabezas de altura al joven de cabellos blancos, que miraba a los lados como buscando la salida algo ruborizado. — ¿Cómo te llamas, damita?
El comentario final, hizo que sus nervios brotasen finalmente; su inquietud aumentó, mirando hacia los lados aun mas frecuente con un rubor intensificado en las mejillas. Tonteaba con sus manos a la vez que tartamudeaba algunas palabras
— Y-Yo... P-P-Pue-es... E-Es-to... M-Me llamó... L-Lenka y.. Y-Yo... — Su tartamudeo y rubor, asi como intentando evadir la situación, hacia que pareciera una chica nerviosa por conocer a su idolo. Tal vez pasaria desapercibido el hecho de que decirle "damita" en un torno cariñoso y como dando a entender que era bastante atractivo, era lo que le estaba volviendo inquieto. Ya casi parecia haberse olvidado de los dulces.