3/07/2016, 15:14
Otro día más que pasaba, y, de nuevo, otro día más en el que el joven Riko había decidido que ya era suficiente de encerrarse en casa, que, al fin y al cabo, no le llevaba a ningún sitio, y aunque era cierto que había tenido mucho tiempo para reflexionar y entrenar a partes iguales, también era necesario relacionarse con más gente, no dejaba de ser un chaval, y tener amigos era parte imprescindible de todo aquello.
Aquel día había salido a pasear, simplemente, a estar rodeado de gente a la que hacía un montón de tiempo que no veía, al frutero, al panadero, a aquella señora con sus hijos...
''Joder, como han crecido esos mocosos...''
Pero aquel día, el joven Riko quería encontrarse con un tipo de persona en concreto, un compañero de profesión, para poder tener una charla tranquila y amena, o librar un combate de entrenamiento, lo que surgiera primero.
Mientras caminaba, puso sus ojos en un joven, que caminaba algo distraído, y en el que pudo llegar a intuir lo que podría ser una bandana en la frente, aunque no pudo confirmarlo, ya que el ángulo en el que se situaba no era el mejor para verlo, por lo que decidió acercarse un poco al joven, esperando que éste no se diera cuenta, al menos hasta confirmar que era un ninja.
Cuando se encontraba a apenas 6 metros del muchacho, Riko vio como iba directo hacia una pared, sin ningún tipo de inconveniente.
— ¡Cuidado con la pa... — Demasiado tarde, el muchacho se había estampado de lleno contra el muro, y del mismo golpe, había acabado en el suelo.
El de rastas se acercó corriendo a interesarse por el joven.
— Oye, ¿estás bien? Menudo golpe más tonto te has dado. — Dijo el joven, fijándose bien en la frente del muchacho, buscando algún signo de herida. — De verdad, ¿estás bien? Te veo un poco pálido. — Se preocupó el joven.
Aquel día había salido a pasear, simplemente, a estar rodeado de gente a la que hacía un montón de tiempo que no veía, al frutero, al panadero, a aquella señora con sus hijos...
''Joder, como han crecido esos mocosos...''
Pero aquel día, el joven Riko quería encontrarse con un tipo de persona en concreto, un compañero de profesión, para poder tener una charla tranquila y amena, o librar un combate de entrenamiento, lo que surgiera primero.
Mientras caminaba, puso sus ojos en un joven, que caminaba algo distraído, y en el que pudo llegar a intuir lo que podría ser una bandana en la frente, aunque no pudo confirmarlo, ya que el ángulo en el que se situaba no era el mejor para verlo, por lo que decidió acercarse un poco al joven, esperando que éste no se diera cuenta, al menos hasta confirmar que era un ninja.
Cuando se encontraba a apenas 6 metros del muchacho, Riko vio como iba directo hacia una pared, sin ningún tipo de inconveniente.
— ¡Cuidado con la pa... — Demasiado tarde, el muchacho se había estampado de lleno contra el muro, y del mismo golpe, había acabado en el suelo.
El de rastas se acercó corriendo a interesarse por el joven.
— Oye, ¿estás bien? Menudo golpe más tonto te has dado. — Dijo el joven, fijándose bien en la frente del muchacho, buscando algún signo de herida. — De verdad, ¿estás bien? Te veo un poco pálido. — Se preocupó el joven.
~ Narro ~ Hablo ~ «Pienso»