6/07/2016, 19:55
— Pues la verdad es que yo...
Riko no tuvo tiempo para contestar a su inocente propuesta acerca de la orientación. Si tenía algo que ocultar acerca de ese tema, o por el contrario, iba a responderle afirmativamente, sería algo que no podría saberse nunca. Repentinamente, una tercera se unió a la fiesta.
Su entrada fue sorprendente, incluso más que la sorpresa de verla después de tanto tiempo. Mizumi Eri, la chica que había conocido en la academia, y con la que había recorrido multiples aventuras en esos dos años que habían pasado - más bien en un año, ya que técnicamente llevaba sin verle desde el torneo. También era la chica que aparecía indirectamente en sus pesadillas, pero no tenía suficiente relevancia en ellas como para que las recordase.
Eri parecía haber remodelado el armario, al igual que Juro había hecho, en el tiempo que había pasado. Había cambiado bastantes cosas en ella, pero era normal. Sin embargo, tuvo la sensación de que estaba igual de enana que siempre. Sonrió levemente. Ahora era más alto que ella.
— ¡Eri! — exclamó, casi al mismo tiempo que Riko. Después se volvió para mirarle, extrañado de que la conociese.
"Bueno, somos todos de la misma villa. No es tan raro"
— ¡Qué sorpresa! ¡Cuánto tiempo sin verte! — dijo Riko, con gran emoción.
Juro sonrió un poco. Parecía que Riko se había quedado algo intimidado por su aparición. Quizá solo fuese alegría lo que notaba en él.
— Claro que puedes venir, pero nos tienes que contar que tal te va. — sentenció Juro, con una sonrisa amigable. Por una vieja amiga también podía sonreír.
O quizás es que estaba recuperando las ganas de sonreir. No lo sabía.
Riko no tuvo tiempo para contestar a su inocente propuesta acerca de la orientación. Si tenía algo que ocultar acerca de ese tema, o por el contrario, iba a responderle afirmativamente, sería algo que no podría saberse nunca. Repentinamente, una tercera se unió a la fiesta.
Su entrada fue sorprendente, incluso más que la sorpresa de verla después de tanto tiempo. Mizumi Eri, la chica que había conocido en la academia, y con la que había recorrido multiples aventuras en esos dos años que habían pasado - más bien en un año, ya que técnicamente llevaba sin verle desde el torneo. También era la chica que aparecía indirectamente en sus pesadillas, pero no tenía suficiente relevancia en ellas como para que las recordase.
Eri parecía haber remodelado el armario, al igual que Juro había hecho, en el tiempo que había pasado. Había cambiado bastantes cosas en ella, pero era normal. Sin embargo, tuvo la sensación de que estaba igual de enana que siempre. Sonrió levemente. Ahora era más alto que ella.
— ¡Eri! — exclamó, casi al mismo tiempo que Riko. Después se volvió para mirarle, extrañado de que la conociese.
"Bueno, somos todos de la misma villa. No es tan raro"
— ¡Qué sorpresa! ¡Cuánto tiempo sin verte! — dijo Riko, con gran emoción.
Juro sonrió un poco. Parecía que Riko se había quedado algo intimidado por su aparición. Quizá solo fuese alegría lo que notaba en él.
— Claro que puedes venir, pero nos tienes que contar que tal te va. — sentenció Juro, con una sonrisa amigable. Por una vieja amiga también podía sonreír.
O quizás es que estaba recuperando las ganas de sonreir. No lo sabía.
Hablo / Pienso
Avatar hecho por la increible Eri-sama.
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Sellos implantados: Hermandad intrepida
- Juro y Datsue : Aliento nevado, 218. Poder:60