15/07/2016, 12:02
El rubio y su compañero limpiaban sin cesar aunque sin prisa. Nabi, que no era tonto, se estaba dando cuenta de que Juro se encontraba incomodo, nervioso e incluso juraría que titubeante. Además se estaba cansando notablemente más que el Uchiha, tal vez por su complexión más escuálida o por algún factor psicológico como la falta de motivación. El verdadero problema del rubio residía en que no sabía como actuar respecto a lo que observaba en él, si decía algo para animarle no solo no conseguiría animar ni a una ardilla sino que lo empeoraría.
— Estos grafitis son bastante concretos... ¿Crees que un grupo de niños ha podido hacer algo así?
Era una pregunta absurda, los niños solo sirven para molestar y hacer bromas estúpidas pero no tienen la inteligencia ni los recursos suficientes para hacer eso. Pero no estaba mal para iniciar una conversación intrascendental sobre la misión que estaban llevando a cabo.
— No, por lo menos hay un adulto implicado. Los niños y los adolescentes no son ni tan cuidadosos ni tan pulcros.
Al final, Kazuma entró en la casa de la anciana mientras sus compañeros limpiaban. Nabi solo pudo suspirar, era obvio que siendo dos iban a tardar más que siendo tres. Aunque era un buen momento para hacerle la misma pregunta que le había rondado la cabeza durante un tiempo ya.
— ¿Qué piensas de Kazuma?
Nada como ir directo al cuello mientras limpias un montón de mensajes de mal augurio en una pared.
— Estos grafitis son bastante concretos... ¿Crees que un grupo de niños ha podido hacer algo así?
Era una pregunta absurda, los niños solo sirven para molestar y hacer bromas estúpidas pero no tienen la inteligencia ni los recursos suficientes para hacer eso. Pero no estaba mal para iniciar una conversación intrascendental sobre la misión que estaban llevando a cabo.
— No, por lo menos hay un adulto implicado. Los niños y los adolescentes no son ni tan cuidadosos ni tan pulcros.
Al final, Kazuma entró en la casa de la anciana mientras sus compañeros limpiaban. Nabi solo pudo suspirar, era obvio que siendo dos iban a tardar más que siendo tres. Aunque era un buen momento para hacerle la misma pregunta que le había rondado la cabeza durante un tiempo ya.
— ¿Qué piensas de Kazuma?
Nada como ir directo al cuello mientras limpias un montón de mensajes de mal augurio en una pared.
—Nabi—