30/07/2016, 15:10
—Al fin, la última casa. —Afirmó mientras llegaban a su objetivo.
Se permitió mirarla detalladamente, aunque con el enorme y monstruoso dibujo que adornaba su exterior, había poca o ninguna duda de que se trataba del sitio correcto. Aquella edificación no ostentaba nada en especial, a excepción de una valla y una extraña atmósfera lúgubre que parecía emanar de ella.
«En esta ocasión será un poco más difícil… Creo.» A diferencia de las otras casas, el graffiti no estaba plasmado sobre una de las amplias paredes laterales, sino que yacía sobre la puerta y alcanzaba hasta las ventanas.
—Limpiar este dibujo será algo un poco más tedioso —dijo refiriéndose a lo molesto de su posición—. Iré desembolsando los utensilios. Mientras, alguno debería ir a pedir el correspondiente permiso al propietario.
Lo del permiso se manifestaba como algo muy necesario, según su sentido común, pues que decidieran poner una valla indicaba que no eran muy receptivos con las personas que invadían su propiedad sin avisar. Lo bueno es aquello recaería sobre Juro o Nabi, a quienes les tocaba hacer el trabajo social en esta ocasión.
Se permitió mirarla detalladamente, aunque con el enorme y monstruoso dibujo que adornaba su exterior, había poca o ninguna duda de que se trataba del sitio correcto. Aquella edificación no ostentaba nada en especial, a excepción de una valla y una extraña atmósfera lúgubre que parecía emanar de ella.
«En esta ocasión será un poco más difícil… Creo.» A diferencia de las otras casas, el graffiti no estaba plasmado sobre una de las amplias paredes laterales, sino que yacía sobre la puerta y alcanzaba hasta las ventanas.
—Limpiar este dibujo será algo un poco más tedioso —dijo refiriéndose a lo molesto de su posición—. Iré desembolsando los utensilios. Mientras, alguno debería ir a pedir el correspondiente permiso al propietario.
Lo del permiso se manifestaba como algo muy necesario, según su sentido común, pues que decidieran poner una valla indicaba que no eran muy receptivos con las personas que invadían su propiedad sin avisar. Lo bueno es aquello recaería sobre Juro o Nabi, a quienes les tocaba hacer el trabajo social en esta ocasión.