12/08/2016, 16:35
Ambos compañeros de villa rieron ante la sorpresa que causó que los dos hubieran sido capaces de dominar más de un elemento de chakra para Riko, que, tristemente, solo era capaz de controlar uno, y dudaba que le fuera posible llegar a utilizar alguno más.
La conversación tenía unos giros muy bruscos, tan pronto estaban los tres risueños, como acababa de pasar, como, de un momento a otro, la conversación se tornaba de un tono deprimente que cualquiera que los escuchara se pondría a llorar, incluso si le acababa de tocar la lotería, por lo que, tratando de hacer desaparecer estos momentos tristes, Juro tomo la sartén por el mango, proponiendo que eligieran un sitio al que ir.
''Mmm... Pues no es mala idea, la verdad.''
Entonces la jovencita peliazul propuso su plan, acorde a la hora del día en la que estaban, ir a visitar un puesto de fideos era una gran idea, y en un arranque de generosidad se ofreció a invitar a los dos jóvenes a comer allí.
— Hombre... ¡Por mi encantado, desde luego! — Exclamó Riko, ante la pregunta de Eri, que esperaba sus respuestas.
Ahora el rastas posó sus ojos en el pálido, que aún no había respondido, aunque, habiendo propuesto él la idea de ir al sitio que más les apeteciera, probablemente aceptara.
La conversación tenía unos giros muy bruscos, tan pronto estaban los tres risueños, como acababa de pasar, como, de un momento a otro, la conversación se tornaba de un tono deprimente que cualquiera que los escuchara se pondría a llorar, incluso si le acababa de tocar la lotería, por lo que, tratando de hacer desaparecer estos momentos tristes, Juro tomo la sartén por el mango, proponiendo que eligieran un sitio al que ir.
''Mmm... Pues no es mala idea, la verdad.''
Entonces la jovencita peliazul propuso su plan, acorde a la hora del día en la que estaban, ir a visitar un puesto de fideos era una gran idea, y en un arranque de generosidad se ofreció a invitar a los dos jóvenes a comer allí.
— Hombre... ¡Por mi encantado, desde luego! — Exclamó Riko, ante la pregunta de Eri, que esperaba sus respuestas.
Ahora el rastas posó sus ojos en el pálido, que aún no había respondido, aunque, habiendo propuesto él la idea de ir al sitio que más les apeteciera, probablemente aceptara.
~ Narro ~ Hablo ~ «Pienso»