14/08/2016, 22:06
Tanto Eri como Riko se mostraban mucho más cómodos con la invitación que antes. Los tres echaron a andar tras girar en la desviación, encabezados por la peliazul.
—Claro, ¡todas las veces que queráis! Y cuando tenga mi heladería, seréis los primeros clientes que tenga, porque tendréis descuento especial.
— Espero que hagas el mejor batido de chocolate blanco del mundo, ¿eh?
Juro ladeó la cabeza, sin enterarse de nada. ¿Eri quería tener una heladeria? Desde luego, nunca se lo había comentado. Aun así, era un momento tan bonito, que no quiso estropearlo con preguntas tontas. Lo almacenó en su memoria como un hecho más a recordar y simplemente asintió.
Tras un pequeño trayecto, Eri paró en secó y dio un saltito, al tiempo que señalaba un pequeño puesto de fideos con gran entusiasmo. Juro observó como ya estaba ocupado por una pareja de ancianos. Afortunadamente, quedaban suficientes asientos para ellos.
Eri echó a correr y fue seguida por Riko y por Juro. Los tres continuaron hasta llegar al recinto, donde les recibió un hombre barbudo, con aspecto amable.
—¡A las buenas! Veo que estos jóvenes de hoy en día están llenos de energía, ¡y eso hace que yo tenga incluso más energía que de costumbre! Así que hoy estáis de suerte, ya que tenemos una promoción especial.
— ¡Oh! ¡Muchas gracias, jefe! ¿Cuál es esa promoción especial? — Preguntó Riko, con gran emoción.
—¡Buenos días! — comentó Juro, mostrando algo de cortesía con aquel amable tendero.
Se mantuvo en silencio, esperando a que contestara la pregunta de Riko. Él también quería saberlo, pero por preguntarlo más veces no lo iba a decir antes.
—Claro, ¡todas las veces que queráis! Y cuando tenga mi heladería, seréis los primeros clientes que tenga, porque tendréis descuento especial.
— Espero que hagas el mejor batido de chocolate blanco del mundo, ¿eh?
Juro ladeó la cabeza, sin enterarse de nada. ¿Eri quería tener una heladeria? Desde luego, nunca se lo había comentado. Aun así, era un momento tan bonito, que no quiso estropearlo con preguntas tontas. Lo almacenó en su memoria como un hecho más a recordar y simplemente asintió.
Tras un pequeño trayecto, Eri paró en secó y dio un saltito, al tiempo que señalaba un pequeño puesto de fideos con gran entusiasmo. Juro observó como ya estaba ocupado por una pareja de ancianos. Afortunadamente, quedaban suficientes asientos para ellos.
Eri echó a correr y fue seguida por Riko y por Juro. Los tres continuaron hasta llegar al recinto, donde les recibió un hombre barbudo, con aspecto amable.
—¡A las buenas! Veo que estos jóvenes de hoy en día están llenos de energía, ¡y eso hace que yo tenga incluso más energía que de costumbre! Así que hoy estáis de suerte, ya que tenemos una promoción especial.
— ¡Oh! ¡Muchas gracias, jefe! ¿Cuál es esa promoción especial? — Preguntó Riko, con gran emoción.
—¡Buenos días! — comentó Juro, mostrando algo de cortesía con aquel amable tendero.
Se mantuvo en silencio, esperando a que contestara la pregunta de Riko. Él también quería saberlo, pero por preguntarlo más veces no lo iba a decir antes.
Hablo / Pienso
Avatar hecho por la increible Eri-sama.
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Sellos implantados: Hermandad intrepida
- Juro y Datsue : Aliento nevado, 218. Poder:60