30/08/2016, 23:27
Mientras se afanaba en la limpieza de aquella vidriera en conjunto con el manejo del estropajo, escuchó como Kazuma parecía rememorar su más tierna infancia.
—Tuve que aprender...Cuando era un chico de la calle, había que buscar la manera de “ganarse” el pan. Algunos, en situación similar a la mía, optaban por robar, ya fuese en las tiendas o a sus iguales. Eso jamás se me dio muy bien. Por eso, cada vez que se me presentaba la oportunidad, buscaba pequeños encargos limpiando y organizando las entradas de los locales descuidados… Que recuerdos...
— Ya veo... — murmuró Juro, recordando el hecho de que hubiese tenido un pasado pobre — Si, te debe poner... nostálgico.
Si le gustaba en su momento hacer eso, pues que le iba a decir. Juro asintió con una sonrisa y siguió limpiando, como si ahí no hubiese pasado nada. Poco después llegaría Nabi, de una corta conversación con el dueño. Juro no había prestado mucha atención, pero en un intercambio de palabras tan corto, esperó que no hubiese insultado a este dueño también.
Cuando se giró para verle, ya estaba con la mascarilla y el cepillo en mano, a punto de seguir con la limpieza.
— ¿Todo bien? — preguntó, para asegurarse.
Para no oírle hablar siguió limpiando las cristaleras de fondo, con todo el cuidado del mundo, para no quebrarlos. Durante un breve momento, pudo ver la cortina tras la ventana moverse ligeramente, y su mirada se topó con otro par de ojos marrones que le reflejaron. Sin embargo, al instante había desaparecido tras la cortina. No pudo ver bien sus facciones, pero... ¿Había sido una mujer? Definitivamente había visto algo de pelo negro. ¿O era su imaginación?
— Parece que hay alguien observándonos... — murmuró, mientras limpiaba, con la inquietud de que otra mirada volviese a salir de la cortina.
—Tuve que aprender...Cuando era un chico de la calle, había que buscar la manera de “ganarse” el pan. Algunos, en situación similar a la mía, optaban por robar, ya fuese en las tiendas o a sus iguales. Eso jamás se me dio muy bien. Por eso, cada vez que se me presentaba la oportunidad, buscaba pequeños encargos limpiando y organizando las entradas de los locales descuidados… Que recuerdos...
— Ya veo... — murmuró Juro, recordando el hecho de que hubiese tenido un pasado pobre — Si, te debe poner... nostálgico.
Si le gustaba en su momento hacer eso, pues que le iba a decir. Juro asintió con una sonrisa y siguió limpiando, como si ahí no hubiese pasado nada. Poco después llegaría Nabi, de una corta conversación con el dueño. Juro no había prestado mucha atención, pero en un intercambio de palabras tan corto, esperó que no hubiese insultado a este dueño también.
Cuando se giró para verle, ya estaba con la mascarilla y el cepillo en mano, a punto de seguir con la limpieza.
— ¿Todo bien? — preguntó, para asegurarse.
Para no oírle hablar siguió limpiando las cristaleras de fondo, con todo el cuidado del mundo, para no quebrarlos. Durante un breve momento, pudo ver la cortina tras la ventana moverse ligeramente, y su mirada se topó con otro par de ojos marrones que le reflejaron. Sin embargo, al instante había desaparecido tras la cortina. No pudo ver bien sus facciones, pero... ¿Había sido una mujer? Definitivamente había visto algo de pelo negro. ¿O era su imaginación?
— Parece que hay alguien observándonos... — murmuró, mientras limpiaba, con la inquietud de que otra mirada volviese a salir de la cortina.
Hablo / Pienso
Avatar hecho por la increible Eri-sama.
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Sellos implantados: Hermandad intrepida
- Juro y Datsue : Aliento nevado, 218. Poder:60