1/10/2016, 16:48
— ¿Os conocéis de antes?
El silencio se hizo patente cuando Juro no contestó a la mujer. En lugar de eso, se quedó en silencio, con una expresión de completa incomodidad en su rostro.
— Si, ya hemos coincidido antes. Cosas del trabajo — explicó la mujer —. Cuando eres detective conoces a mucha gente.
— ¿Detective?
— La señora Midori es una gran detective— diijo el hombre, con algo de fascinación — Ella misma me ha explicado todos sus grandes logros. La uzukage la ha mandado para ayudar con la investigación.
— Ya veo...
Juro advirtió en el rostro de la mujer un brillo extraño. Ella misma les había dicho que la Uzukage no la tomaba en serio. ¿A que jugaba? En la pequeña libreta que portaba aquella maniática, Juro pudo ver de reojo un dibujo exacto del graffiti que antes había poblado la pared, con diversos borrones y tachones. Se preguntó si eso era lo que había estado haciendo el rato después de que se hubiese ido corriendo.
— En fin. — Juro se acomodó en el sofá, haciendo caso omiso de la mujer —. Me gustaría hacerle algunas preguntas. ¿Recuerda cuando le hicieron la pintada? ¿Vio algo que puede ayudarnos a saber quien es el culpable?
— Sucedió entrada la noche, lo recuerdo bien. Me desperté cuando escuché unos ruidos en la entrada y salí a comprobar si había alguien llamando a mi valla. Entonces vi a una figura dándose a la fuga. — murmuró el hombre, enfadado
— ¿Vio algo de esa figura que nos pueda ayudar? — preguntó, alzando la cabeza.
— No mucho, no pude ver su rostro — aclaró el hombre —. Pero estoy seguro de que era una mujer.
— ¿Una mujer?
— Por su forma de correr y su figura. Pero estaba demasiado oscuro como para que poder reconocerla bien, asi que tampoco me haga demasiado caso.
— Ya veo...
— La llave de mi valla también desapareció en ese momento, por la mañana ya no estab...
Un ruido llamó la atención de los dos. Era la cortina corriéndose, delante de ellos. La mujer estaba abriendola con parsimonia, y tras ello, procedió a abrir la ventana.
— Si no le importa, tengo algo de calor.
Como acto de demostración, se inclinó todo lo que pudo, prácticamente metiendo mitad de cuerpo fuera de la habitación. Segundos después, se volvió a incorporar, con una sonrisa, mientras los dos la miraban con algo de extrañeza.
...........................................................
El silencio es lo único que reinaría en el lugar donde habían quedado Nabi y Kazuma. Negándose a dar conversación, solo permitieron que este fuera más y más evidente a cada segundo que pasaba.
Pero eso tenía sus ventajas. El ruido de la ventana abriéndose sería fácilmente escuchado, y pronto le seguiría otro completamente diferente: El de algo sólido rebotando sobre una superficie metálica.
Si estos decidían girarse, podrían ver claramente a la mujer que pronto aparecería en sus pesadillas inclinada sobre la ventana frontal, cercana a donde antes se había encontrado el graffiti y donde reposaban el cubo, los cepillos y el resto de material. Esta, al reparar en ellos, lejos de enfadarse o gritarles, sonrió y les saludó. Tras unos segundos, volvería a desaparecer tras la ventana, todavía abierta.
El silencio se hizo patente cuando Juro no contestó a la mujer. En lugar de eso, se quedó en silencio, con una expresión de completa incomodidad en su rostro.
— Si, ya hemos coincidido antes. Cosas del trabajo — explicó la mujer —. Cuando eres detective conoces a mucha gente.
— ¿Detective?
— La señora Midori es una gran detective— diijo el hombre, con algo de fascinación — Ella misma me ha explicado todos sus grandes logros. La uzukage la ha mandado para ayudar con la investigación.
— Ya veo...
Juro advirtió en el rostro de la mujer un brillo extraño. Ella misma les había dicho que la Uzukage no la tomaba en serio. ¿A que jugaba? En la pequeña libreta que portaba aquella maniática, Juro pudo ver de reojo un dibujo exacto del graffiti que antes había poblado la pared, con diversos borrones y tachones. Se preguntó si eso era lo que había estado haciendo el rato después de que se hubiese ido corriendo.
— En fin. — Juro se acomodó en el sofá, haciendo caso omiso de la mujer —. Me gustaría hacerle algunas preguntas. ¿Recuerda cuando le hicieron la pintada? ¿Vio algo que puede ayudarnos a saber quien es el culpable?
— Sucedió entrada la noche, lo recuerdo bien. Me desperté cuando escuché unos ruidos en la entrada y salí a comprobar si había alguien llamando a mi valla. Entonces vi a una figura dándose a la fuga. — murmuró el hombre, enfadado
— ¿Vio algo de esa figura que nos pueda ayudar? — preguntó, alzando la cabeza.
— No mucho, no pude ver su rostro — aclaró el hombre —. Pero estoy seguro de que era una mujer.
— ¿Una mujer?
— Por su forma de correr y su figura. Pero estaba demasiado oscuro como para que poder reconocerla bien, asi que tampoco me haga demasiado caso.
— Ya veo...
— La llave de mi valla también desapareció en ese momento, por la mañana ya no estab...
Un ruido llamó la atención de los dos. Era la cortina corriéndose, delante de ellos. La mujer estaba abriendola con parsimonia, y tras ello, procedió a abrir la ventana.
— Si no le importa, tengo algo de calor.
Como acto de demostración, se inclinó todo lo que pudo, prácticamente metiendo mitad de cuerpo fuera de la habitación. Segundos después, se volvió a incorporar, con una sonrisa, mientras los dos la miraban con algo de extrañeza.
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El silencio es lo único que reinaría en el lugar donde habían quedado Nabi y Kazuma. Negándose a dar conversación, solo permitieron que este fuera más y más evidente a cada segundo que pasaba.
Pero eso tenía sus ventajas. El ruido de la ventana abriéndose sería fácilmente escuchado, y pronto le seguiría otro completamente diferente: El de algo sólido rebotando sobre una superficie metálica.
Si estos decidían girarse, podrían ver claramente a la mujer que pronto aparecería en sus pesadillas inclinada sobre la ventana frontal, cercana a donde antes se había encontrado el graffiti y donde reposaban el cubo, los cepillos y el resto de material. Esta, al reparar en ellos, lejos de enfadarse o gritarles, sonrió y les saludó. Tras unos segundos, volvería a desaparecer tras la ventana, todavía abierta.
Hablo / Pienso
Avatar hecho por la increible Eri-sama.
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Sellos implantados: Hermandad intrepida
- Juro y Datsue : Aliento nevado, 218. Poder:60