1/10/2016, 17:07
Los demás no perdieron el tiempo y se tiraron como locos a su bol, devorando todo lo que tenían a su paso. Riko tenía ventaja y es que contaba con menos ingredientes que Juro y que ella, pero no le importaba lo más mínimo. La verdad es que sentía que se llevaba preparando para algo así durante toda su vida, ¿quién, sino, se había comido todas las tartas que habían salido mal de su vecina? Se sintió incluso halagada ante sus pensamientos.
Tomó sus palillos y los separó a la par que Juro. Luego, con delicadeza, separó todos los ingredientes que no eran fideos en un lado, cerró los ojos, inspiró, los abrió, y ya era tarde para todo.
Primero empezó a comer todo lo que no era ni sopa ni pasta, arrasando por todo lo que se encontraba en el bol, incluso el ingrediente mejor escondido. Tenía la suerte de que pudiese saborear todo porque en verdad estaba exquisito, pero no era el momento de pensar en sabores, no, ¡ella tenía que terminar pronto para no tener que pagar ese maldito plato de fideos!
''Eri, tranquila, no es una competición.''
Se lo repetía mentalmente mientras acababa con el huevo de todo el plato, sin embargo su parte competitiva había salido a relucir y sus ojos, traicioneros, se habían desviado hacia el bol de Riko. ¡Llevaba un montón ya y ni llegaban al cuarto de hora! Tenía que demostrar que ella también podía, vaya que sí.
Aunque le iba a costar sus días de entrenamiento intensivo para bajar todo lo que cogería en ese puesto de fideos.
— ¡Quince minutos! — Anunció el dueño mientras se dirigía a un nuevo cliente que se había sentado justo al lado de Juro, ordenando un plato normal. Sus ojos viajaron por los tres gennin y rió por lo bajo, ¡les recordaba a él cuando era un poco más joven! Sin embargo, la cabellera azulada de la única fémina del lugar logró llamar su atención, más se mantuvo en silencio mientras degustaba aquel rebosante bol.
Eri sintió un par de ojos sobre ella y se dispuso a levantar la vista, sin embargo su interior chilló un sonoro ¡no!, por lo cual se obligó a sí misma a seguir con la pasta que quedaba en el plato, ya que con los demás ingredientes fuera de combate, solo le quedaba eso y el caldo.
—¡Quedan cinco minutos!
''¿Ya? ¡Cómo pasa el tiempo!''
Bebió un poco del caldo para digerir mejor los fideos y volvió a la carga, ya sin mirar a ninguno de sus lados o si quiera al jefe del puesto. ¡Estaba dispuesta a superar aquel maldito reto, aunque no pudiese comer en tres días!
Terminó con los fideos y tomó el bol entre sus manos para beberlo lo más rápido posible, dejando el bol sobre la mesa y llevando sus manos al estómago.
—¡Terminé! — Chilló, dejando escapar un sonido bastante desagradable por la boca. — Uy, perdón... ¿La emoción? — Alegó, sonrojándose mientras desviaba su mirada hacia los otros dos gennin.
Tomó sus palillos y los separó a la par que Juro. Luego, con delicadeza, separó todos los ingredientes que no eran fideos en un lado, cerró los ojos, inspiró, los abrió, y ya era tarde para todo.
Primero empezó a comer todo lo que no era ni sopa ni pasta, arrasando por todo lo que se encontraba en el bol, incluso el ingrediente mejor escondido. Tenía la suerte de que pudiese saborear todo porque en verdad estaba exquisito, pero no era el momento de pensar en sabores, no, ¡ella tenía que terminar pronto para no tener que pagar ese maldito plato de fideos!
''Eri, tranquila, no es una competición.''
Se lo repetía mentalmente mientras acababa con el huevo de todo el plato, sin embargo su parte competitiva había salido a relucir y sus ojos, traicioneros, se habían desviado hacia el bol de Riko. ¡Llevaba un montón ya y ni llegaban al cuarto de hora! Tenía que demostrar que ella también podía, vaya que sí.
Aunque le iba a costar sus días de entrenamiento intensivo para bajar todo lo que cogería en ese puesto de fideos.
— ¡Quince minutos! — Anunció el dueño mientras se dirigía a un nuevo cliente que se había sentado justo al lado de Juro, ordenando un plato normal. Sus ojos viajaron por los tres gennin y rió por lo bajo, ¡les recordaba a él cuando era un poco más joven! Sin embargo, la cabellera azulada de la única fémina del lugar logró llamar su atención, más se mantuvo en silencio mientras degustaba aquel rebosante bol.
Eri sintió un par de ojos sobre ella y se dispuso a levantar la vista, sin embargo su interior chilló un sonoro ¡no!, por lo cual se obligó a sí misma a seguir con la pasta que quedaba en el plato, ya que con los demás ingredientes fuera de combate, solo le quedaba eso y el caldo.
—¡Quedan cinco minutos!
''¿Ya? ¡Cómo pasa el tiempo!''
Bebió un poco del caldo para digerir mejor los fideos y volvió a la carga, ya sin mirar a ninguno de sus lados o si quiera al jefe del puesto. ¡Estaba dispuesta a superar aquel maldito reto, aunque no pudiese comer en tres días!
Terminó con los fideos y tomó el bol entre sus manos para beberlo lo más rápido posible, dejando el bol sobre la mesa y llevando sus manos al estómago.
—¡Terminé! — Chilló, dejando escapar un sonido bastante desagradable por la boca. — Uy, perdón... ¿La emoción? — Alegó, sonrojándose mientras desviaba su mirada hacia los otros dos gennin.
![[Imagen: ksQJqx9.png]](https://i.imgur.com/ksQJqx9.png)