3/10/2016, 21:39
El silencio era el único y verdadero rey de esa atmosfera, ninguno decía nada y ambos sabían que no habia necesidad de romper la tirania de su mandatario. Sin embargo, el hermano cabrón y traidor de su rey se abría paso incesantemente segundo tras segundo, el tedio. El aburrimiento, la monotonia, el no saber qué hacer para hacer que ese momento tan tenso pasara cuanto antes. Para Kazuma, parecía fácil, vio algo en el suelo y alegremente se quedó mirandolo durante un buen rato.
Nabi, en cambio, le daba vueltas a todo aquel asunto que tenían entre manos.
"¿Está bien esto? ¿No se supone que las misiones fáciles son para afianzar lazos entre compañeros? Si la próxima misión requiere un mínimo de trabajo en equipo... Nos podemos dar por muertos. Pero, ¿qué hago? La culpa no es mia, yo he despachado tan rápido como he podido al propietario para venir a ayudar. A diferencia de él. No imagino una conversación que no acabe con algún puño mio en alguna superfície suya.
La culpa es suya. Si se lo digo directamente, nos pelearemos. Si se lo digo a Shiori, nos distanciaremos aún más... No hay una respuesta buena. "
Mientras en su interior se planteaba nuevos puntos de vista por si había alguna forma de que el Ishimura cambiará su actitud sin recurrir a la fuerza bruta, sus ojos negros y petreos se mantenían sobre el peliblanco como una losa de cemento.
Un sonido le quitó el trono al silencio, una ventana había sido abierta. Nabi permitió un descanso a su hilo de pensamiento para girarse a ver si era Juro huyendo de una manada de elefantes carnivoros, pero no. Al girarse, sus ojos se encontraron con algo peor. La misma mujer que llevaba años detrás de ellos, que digo años, llevaba milenios obstaculizando su misión. El rubio solo frunció el ceño, a lo que la señora contesto con una sonrisa y un saludo.
Pero no era suficiente como para intervenir, si Juro quería algo de él ya sabía donde encontrarle. La mujer volvió a meterse para dentro y el Uchiha volvió a aquel quebradero de cabeza que era Kazuma para él.
Nabi, en cambio, le daba vueltas a todo aquel asunto que tenían entre manos.
"¿Está bien esto? ¿No se supone que las misiones fáciles son para afianzar lazos entre compañeros? Si la próxima misión requiere un mínimo de trabajo en equipo... Nos podemos dar por muertos. Pero, ¿qué hago? La culpa no es mia, yo he despachado tan rápido como he podido al propietario para venir a ayudar. A diferencia de él. No imagino una conversación que no acabe con algún puño mio en alguna superfície suya.
La culpa es suya. Si se lo digo directamente, nos pelearemos. Si se lo digo a Shiori, nos distanciaremos aún más... No hay una respuesta buena. "
Mientras en su interior se planteaba nuevos puntos de vista por si había alguna forma de que el Ishimura cambiará su actitud sin recurrir a la fuerza bruta, sus ojos negros y petreos se mantenían sobre el peliblanco como una losa de cemento.
Un sonido le quitó el trono al silencio, una ventana había sido abierta. Nabi permitió un descanso a su hilo de pensamiento para girarse a ver si era Juro huyendo de una manada de elefantes carnivoros, pero no. Al girarse, sus ojos se encontraron con algo peor. La misma mujer que llevaba años detrás de ellos, que digo años, llevaba milenios obstaculizando su misión. El rubio solo frunció el ceño, a lo que la señora contesto con una sonrisa y un saludo.
Pero no era suficiente como para intervenir, si Juro quería algo de él ya sabía donde encontrarle. La mujer volvió a meterse para dentro y el Uchiha volvió a aquel quebradero de cabeza que era Kazuma para él.
—Nabi—